La noche anterior, fue una noche diferente. Una temperatura estupenda, buena compáñía, unos orujos a la fresca...
Compartíamos habitación en el Albergue con Luis y Emilio, mi Doctor particular. A las 7 ya estaban saliendo. Nosotros, como he dicho en alguna ocasión, somos caballeros...y antes de las 8 no salimos (O eso creía yo)
Desayunamos abundantemente en el Albergue. Quién nos iba a decir que el dueño era un friki de las cervezas como Yogui. De esos que se fabrican su propia cerveza. Una conversación peculiar para las 7,30 de la mañana, hablando del las Indian Pale Ales (O, como me enteré entonces, IPAs)
A una pareja de catalufos, de la que no nos habían hablado bien, y que había dormido en Grandas, la vieron pasar por delante del Albergue, a las 6,30 ¡Tenían que haber salido a las 5,30 de Grandas! A esa hora no habían puesto el Camino todavía...
Lo que hay que hacer para ahorrarse 10 € en una litera (Cumpliendo todos los tópicos). No sé a lo que llama la gente disfrutar del Camino...
Dormí bien, pero al comenzar a caminar, los pies me comenzaron a doler otra vez. Era lógico. Los tenía en carne viva e iba a ser imposible recuperarlos hasta llegar a Santiago...si llegaba. Ahí me di cuenta que otra uña llevaba el mismo camino que las anteriores...
Teníamos que subir al Alto del Acebo. Rampa dura, para variar, pero a esto ya estábamos comenzando a estar acostumbrados. En 10 kms debíamos subir unos 400 metros. El amanecer, subiendo, para quedarse a vivir en él. Cuando llegamos a los Molinos eólicos, una vista espectacular.
La etapa era la más corta de todas las que teníamos planificadas. Yogui me había avisado que me abandonaba al llegar al final. Esas cosas de pareja, que interpretas que quieren que regreses (Bueno, no hace falta ir a Harvard para interpretar según qué mensajes) y que cuando llegas te preguntan que por qué has regresado tan pronto. Y me fastidiaba. Me gusta caminar con mi amigo. Cada uno vamos a nuestro paso, pero nos gusta acabar los días juntos, hablar...en fin...que no me quiero poner sentimental ;-)
Ibamos a buen paso. Casi 5 kms por hora. Con el estado de mis pies, prefería andar rápido, posas menos la planta que despacio, y pisas en la posición normal, evitando el riesgo de una tendinitis...
Culminando el Alto del Acebo, alcanzamos a Emilio. En la línea divisoria entre Asturias y Galicia, se dió un clásico en nuestros Caminos. Yogui cantó el Himno Gallego. A él le hace ilusión, y a mí, me divierte.
En la venta del Acebo llenamos la Cantimplora. Fonsagrada se veía a lo lejos, todavía nos quedaban 12 kms para llegar. El calor comenzaba a notarse.
Tengo una teoría, esto es como los exámenes, si necesitas un 7 estudias para un 6. Si necesitas un 5, para un 4...
Pues lo mismo con las etapas. Si es de 30 kms, comienza a hacerse larga a los 27. Si es de 23...a los 20.
Poco a poco nos fuimos acercando a Fonsagrada, pero nos quedaba la cuesta final. Hacía calor, mucho calor. Un paisano, al vernos, con ganas de charla, nos invitó a sentarnos en su casa, y nos ofreció agua. Del grifo no, de su fuente, que era de la que bebían ellos. ¡Qué gente maravillosa y cómo cambia cuando llegas a los últimos kms del Camino!
Yo no podía descansar mucho. Cuando paraba, comenzar a andar era un suplicio para mis pies, pero le agradecí el agua y la conversación.
Al llegar a Fonsagrada no sabía si comer allí o seguir dos kms más hasta el Albergue de Padrón. Odiaba a mi amigo, pero me sabía mal irme. Decidí que nos tomáramos una cerveza...y algo para empaparla. No merecía la pena ir corriendo al Albergue...¿Para qué? (Sí, me estoy poniendo sentimental...)
Nos fuimos a la Pulpería Caldeira. Famosa en el Camino. Allí se nos unió Emilio, mientras todo el mundo a los que habíamos ido pasando, iban disparados al Albergue...que nadie les robase un sitio. (Penita de Camino en Agosto...). Me daba lo mismo tener que buscar una pensión. Estaba para disfrutar, no para buscar sitio barato para dormir...y al que no le parezca bien...
Despues de ponernos como pobres de Pulpo y Ribeiro, nos encontramos otra vez con Vero, la enfermera de Cornellana y Tineo, y el otro Luis, aquel al que le cedí mi cama en el Albergue de Tineo. Fuimos juntos al Albergue
Compartíamos habitación en el Albergue con Luis y Emilio, mi Doctor particular. A las 7 ya estaban saliendo. Nosotros, como he dicho en alguna ocasión, somos caballeros...y antes de las 8 no salimos (O eso creía yo)
Desayunamos abundantemente en el Albergue. Quién nos iba a decir que el dueño era un friki de las cervezas como Yogui. De esos que se fabrican su propia cerveza. Una conversación peculiar para las 7,30 de la mañana, hablando del las Indian Pale Ales (O, como me enteré entonces, IPAs)
A una pareja de catalufos, de la que no nos habían hablado bien, y que había dormido en Grandas, la vieron pasar por delante del Albergue, a las 6,30 ¡Tenían que haber salido a las 5,30 de Grandas! A esa hora no habían puesto el Camino todavía...
Lo que hay que hacer para ahorrarse 10 € en una litera (Cumpliendo todos los tópicos). No sé a lo que llama la gente disfrutar del Camino...
Dormí bien, pero al comenzar a caminar, los pies me comenzaron a doler otra vez. Era lógico. Los tenía en carne viva e iba a ser imposible recuperarlos hasta llegar a Santiago...si llegaba. Ahí me di cuenta que otra uña llevaba el mismo camino que las anteriores...
Teníamos que subir al Alto del Acebo. Rampa dura, para variar, pero a esto ya estábamos comenzando a estar acostumbrados. En 10 kms debíamos subir unos 400 metros. El amanecer, subiendo, para quedarse a vivir en él. Cuando llegamos a los Molinos eólicos, una vista espectacular.
La etapa era la más corta de todas las que teníamos planificadas. Yogui me había avisado que me abandonaba al llegar al final. Esas cosas de pareja, que interpretas que quieren que regreses (Bueno, no hace falta ir a Harvard para interpretar según qué mensajes) y que cuando llegas te preguntan que por qué has regresado tan pronto. Y me fastidiaba. Me gusta caminar con mi amigo. Cada uno vamos a nuestro paso, pero nos gusta acabar los días juntos, hablar...en fin...que no me quiero poner sentimental ;-)
Ibamos a buen paso. Casi 5 kms por hora. Con el estado de mis pies, prefería andar rápido, posas menos la planta que despacio, y pisas en la posición normal, evitando el riesgo de una tendinitis...
Culminando el Alto del Acebo, alcanzamos a Emilio. En la línea divisoria entre Asturias y Galicia, se dió un clásico en nuestros Caminos. Yogui cantó el Himno Gallego. A él le hace ilusión, y a mí, me divierte.
En la venta del Acebo llenamos la Cantimplora. Fonsagrada se veía a lo lejos, todavía nos quedaban 12 kms para llegar. El calor comenzaba a notarse.
Tengo una teoría, esto es como los exámenes, si necesitas un 7 estudias para un 6. Si necesitas un 5, para un 4...
Pues lo mismo con las etapas. Si es de 30 kms, comienza a hacerse larga a los 27. Si es de 23...a los 20.
Poco a poco nos fuimos acercando a Fonsagrada, pero nos quedaba la cuesta final. Hacía calor, mucho calor. Un paisano, al vernos, con ganas de charla, nos invitó a sentarnos en su casa, y nos ofreció agua. Del grifo no, de su fuente, que era de la que bebían ellos. ¡Qué gente maravillosa y cómo cambia cuando llegas a los últimos kms del Camino!
Yo no podía descansar mucho. Cuando paraba, comenzar a andar era un suplicio para mis pies, pero le agradecí el agua y la conversación.
Al llegar a Fonsagrada no sabía si comer allí o seguir dos kms más hasta el Albergue de Padrón. Odiaba a mi amigo, pero me sabía mal irme. Decidí que nos tomáramos una cerveza...y algo para empaparla. No merecía la pena ir corriendo al Albergue...¿Para qué? (Sí, me estoy poniendo sentimental...)
Nos fuimos a la Pulpería Caldeira. Famosa en el Camino. Allí se nos unió Emilio, mientras todo el mundo a los que habíamos ido pasando, iban disparados al Albergue...que nadie les robase un sitio. (Penita de Camino en Agosto...). Me daba lo mismo tener que buscar una pensión. Estaba para disfrutar, no para buscar sitio barato para dormir...y al que no le parezca bien...
Despues de ponernos como pobres de Pulpo y Ribeiro, nos encontramos otra vez con Vero, la enfermera de Cornellana y Tineo, y el otro Luis, aquel al que le cedí mi cama en el Albergue de Tineo. Fuimos juntos al Albergue
Y quedaba mucho sitio...
El restaurante nos dijo que si ibamos a cenar nos ponía un taxi de ida y otro de vuelta...y me quedé con la copla.
Emilio me volvió a curar los pies, cosa casi imposible. Era una labor de mantener los andamios...imposible mejorar, y estuve descansando los pies toda la tarde.
Por la noche, nos apuntamos al Menú del Peregrino. Por 12 € nos pusimos ciegos de Caldo Gallego, Pulpo, Pimientos, Flan de queso, vino, café...espectacular....
Se nos unió Julia, una negrita francesa y Johannes, un alemán, que estaban ennoviándose. Y estas cosas de los europeos. Les explicamos por activa y por pasiva que la opción del menú era perfecta. Decidieron que no debíamos de saber mucho. Media ración de pulpo, media de pimientos y caldo Gallego, con agua, sin postre, 11 € por persona. Unos fieras...Y es que cuando son cuadriculados, son cuadriculados, estos son los que nos quieren controlar...
Eso sí, el encargado del Caldeira...francamente mejorable. Ya le pillé explicando a una camarera que no dejase pagar con tarjeta, malencarado toda la noche...
Cuando estás de cara al público...si has echado un mal polvo y se te ha quedado atravesado...los que te dan de comer no tienen por qué aguantarlo...
Esa noche dormí como un tronco... quizás hasta soñé con los Angelitos, a mis años, tal era la tranquilidad de mi espíritu...
El restaurante nos dijo que si ibamos a cenar nos ponía un taxi de ida y otro de vuelta...y me quedé con la copla.
Emilio me volvió a curar los pies, cosa casi imposible. Era una labor de mantener los andamios...imposible mejorar, y estuve descansando los pies toda la tarde.
Por la noche, nos apuntamos al Menú del Peregrino. Por 12 € nos pusimos ciegos de Caldo Gallego, Pulpo, Pimientos, Flan de queso, vino, café...espectacular....
Se nos unió Julia, una negrita francesa y Johannes, un alemán, que estaban ennoviándose. Y estas cosas de los europeos. Les explicamos por activa y por pasiva que la opción del menú era perfecta. Decidieron que no debíamos de saber mucho. Media ración de pulpo, media de pimientos y caldo Gallego, con agua, sin postre, 11 € por persona. Unos fieras...Y es que cuando son cuadriculados, son cuadriculados, estos son los que nos quieren controlar...
Eso sí, el encargado del Caldeira...francamente mejorable. Ya le pillé explicando a una camarera que no dejase pagar con tarjeta, malencarado toda la noche...
Cuando estás de cara al público...si has echado un mal polvo y se te ha quedado atravesado...los que te dan de comer no tienen por qué aguantarlo...
Esa noche dormí como un tronco... quizás hasta soñé con los Angelitos, a mis años, tal era la tranquilidad de mi espíritu...
17 comentarios:
Qué paisaje el de los molinos eólicos en el Camino ¿verdad Kikas? ¡tiempos modernos!
Yo recuerdo con regocijo los menús del peregrino que nos metiamos entre pecho y espalda y con HORROR cuando mis pies empezaban nuevas jornadas o arrancadas después de una pausa....Un beso
Bien Winnie...veo que no soy "el abuelo Cebolleta"...que otros habeis pasado lo mismo
;-)
Vuelvo después del parón veraniego y veo que sigues andando y andando... y comiendo bien!! Veo que no pierdes las buenas costumbres kikas....
Saludos
Paron veraniego de meses...eso es una congelacion como la de Walt Disney, Fran
Aqui me ves, comiendo con un paisano tuyo...
Tú si que sabes hacer el Camino: disfrutar del paisaje, la comida, la cerveza, la buena compañía... aunque conociéndote un poco es tu forma de actuar allá por donde te pilla.
Hoy te has quejado poco...
Un abrazo
Veo un regusto de mala lactea, Javier, jejejeje
"Después de ponernos como pobres de Pulpo y Ribeiro..."
jajajajajaja. Ha valido la pena por todo el texto, aunque también me quedo conque incluso pudieras soñar con los angelitos. Si Kikas tiene un angelito, los demás ya ni te cuento ;-)
Lo escribes como si hubiese sido un ladrillo, Fernando, jajaja
Admitiré que es un ladrillo, venga
¿Crees que soy tan malo para no tener angelito?
;-)
Puff, la verdad que cuando se tienen los pies en mal estado vale más seguir andando que parar y caminar. No me hagas recordar ese tipo de experiencias o terminaré contando batallitas :)
Me ha dado pena la despedida, estos experiencias en compañía de buenos amigos mejoran.
Gracias por compartir tu camino con todos nosotros
Besos
Estamos todos caninos por escuchar tus batallitas
;-)
Sobre todo, porque es MI amigo del Camino, Silvia. Los dos que hice los hice con él...en fin, ya sabes, como muchos matrimonios...aunque no se hable, hay comodidad en el silencio...
Un beso
Cómo me recuerdas a mi primer camino. Me salieron llagas en los pies en los primeros kilómetros y me ví obligado a talonar el resto. No me volvió a suceder y ya van tres. Buenos calcetines y botas un número en exceso.
También tuvimos un alemán que se puso morado de orujo (grappa le llamaba) era su combustible. En este último tuvimos a un grupo en escuadra que daba miedo verlos avanzar. Parecía que iban a tomar Finisterre.
La experiencia del Camino es única. Aconsejo hacer alguna etapa en solitario.
!Buen Camino!
P.D. Te aconsejo modestamente que expongas alguna de tus experiencias y fotos en www.1000caminos.com
Podrás ganar vinos excepcionales de Martín Códax y de paso echar un vistazo a las aventuras del "Anima Peregrina" de D.Ramiro de Dospechos.
Gracias César, yo soy muy modesto para exponer mis experiencias en otro sitio que no sea mi página, pero echaré un ojo donde me indicas
Y, por supuesto, un gusto el que hayas pasado y comentes
Un abrazo
Kikas, sigue haciéndome gracia que pienses que caballeros y hora de salir tenga algo que ver.
Me haces sufrir con tus pies, se ven paisajes y lugares maravillosos durante el Camino pero es muy sacrificado y doloroso lo que cuentas.
Oye, si necesitas un 7, hay que estudiar para 8, no para 6.
Un besito chiquitín
Una cosa es la Disneylandia que tu dices y otra cosa el mundo real del estudiante....
¿Me has llamado chiquitin? ¿Que confianzas son esas?
;-)
Kikas, sabes muy bien que no lo he hecho, tendría que haber puesto una coma...
Si es que e gusta enredarte....
;-)
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