Nunca agradeceré lo suficiente a Yogui el que buscase una habitación de Hotel. Pude descansar los pies toda la tarde y, aunque la evolución de los mismos, sin descanso, de ninguna manera podía ir a mejor, por lo menos estaba tranquilo en mi cama sin necesidad de andar esquivando mochilas.
Cada uno, hace el Camino como quiere o como puede, y es seguro que algunos no se podrá permitir el pasar de 5 a 15 € por una cama limpia y ducha para ti solito. Tambien es cierto que en el Camino hay demasiado usmia, que cuando el pago por dormir es la voluntad, si pueden dar dos € mejor que si dan 3. Al final todos quedamos retratados, pero el Camino es como la Vida, y los que transitamos por él, como los que lo hacemos por ella. Pero eso de salir de un albergue a las 5 de la mañana, para llegar al siguiente a la una, cuando abren, y así poder tener otra cama por 5 €, sin ver nada, como mínimo, me parece de turismo de touroperador malo.. En todos los pueblos importantes hay un hostal limpio donde, si vas con otra persona, por muy poco más estás como un rey. En fin...como decía, cada uno hace el Camino como...
Y sí...como me temía, gran diferencia entre realizar el Camino en Agosto y realizarlo en Diciembre. Y no porque en el Primitivo estuviese masificado. Posiblemente, en términos de promedio, nos moveríamos 50 personas por etapa. Nada que ver con los 500 o más que se pueden mover en el francés. Pero la capacidad no da para más de 30 ó 40.
Tuvimos suerte porque nosotros, menos en Tineo, la primera etapa que acabamos según lo que dicen las guias y no en puntos intermedios, fue en Padrón, el quinto día, etapa octava según las guías (¡Lo que hemos andado!). Y, además, donde pudimos, reservamos para dormir en establecimientos privados. Lo del tramo conjunto con el francés da para otra lectura.
Despues del perolo de lentejas no pude cenar más que un sandwich, eso sí...king size. No dormí mucho, pero descansé bien. No dejaba de darle vueltas a la etapa. Entendía que Yogui anduviese preocupado. Me había visto los pinreles, que parecían un criadero de almejas machas...no era una imagen alentadora como para meterse 40 kms, 20 de ellos de montaña. Me había pinchado las ampollas y las había atravesado con hilos para drenarlas. Mis pies parecían un tapete de encaje de bolillos...
A las 7,30 estábamos desayunando. Dos guardias civiles, en el fondo de la barra, se pusieron en posición de alerta al escucharme a voz en grito, ¡Egun On! (Buenos días). No sabía yo que saludar en voz alta fuera sospechoso de nada.
Comenzamos a andar. La salida de Tineo, empinadísima, para variar. En 3 kms habremos salvado un desnivel de unos 300 metros. Las vistas espctaculares, el día fabuloso. Sin embargo había bastante viento, y eso, en lo alto de la Montaña, podría resultar peligroso.
Al cabo de unos kms, un sendero de cuento, nos llevaba al Monasterio de Obona. Había que desviarse cosa de un km para verlo. Ya teníamos demasiados previstos este día. Sintiéndolo mucho, tuvimos que dejarlo para mejor ocasión.
Por un paisaje maravilloso, llegamos a Campiello. Allí donde solían quedarse a dormir la gente que hacía Hospitales (O sea, 12 kms menos que nosotros. Nuestra etapa fue una auténtica barbaridad....entre nosotros y sin que se entere nadie...).
Los últimos kms hasta Campiello, los caminé con Charo, peregrina Barcelonesa que andaba con la rodilla mal. Fue ella la que, el día anterior, me dejó en el Albergue un mechero para desinfectar la aguja y poder pinchar las ampollas. Yo, le ofrecí mi crema para las piernas para la noche. Luego, al mudarme al Hotel, no pude cumplir...ella se acordaba de mí...yo tambien de que estaba en falta...
Ella decidió quedarse en Campiello. Una etapa breve a ver si recuperaba...
En Campiello se sitúan dos referentes del Camino. Casa Herminia y Casa Ricardo. Casa Herminia tiene albergue, pero la mala suerte de estar situada 10 metros más atrás que Casa Ricardo, con lo que las cervezas, la gente, se las toma en el primer establecimiento.
Herminia fue la que me dijo por teléfono, un día que le llamé cuando estaba planificando el Camino, que de 15.000 personas que ella habría visto pasar por su establecimiento, lo que pretendíamos nosotros lo habría visto en una o dos...
En Casa Ricardo, mientras esperaba a Yogui, ya que yo había salido esa mañana como una moto, me dijeron que con ese viento no había peligro. Que el día era claro y que estaba perfectamente señalizado. Esa variante, la de Hospitales, la realiza menos de un 10% de la gente, pero hay que insistir en que, con buenas condiciones físicas, es espectacular y muy recomendable.
Y, además, he de decir que es el tramo del Primitivo mejor señalizado. En ocasiones hay flechas cada 20 metros. Supongo que más de uno se habrá perdido con niebla o nieve en invierno y de ahí la abundancia, pero, con un día claro, sin nieve e, insisto, buena preparación... absolutamente inolvidable.
Mas, dado que en más de 20 kms no hay ni una sola fuente, es necesario ir bien avituallado. LLenamos nuestras cantimploras y compramos, aparte, una botella de agua cada uno. Al llegar a Samblismo, una doble flecha nos indica ambas alternativas, la normal y la nuestra. El Camino, por la variante de Hospitales, es el originario, ya que se pasa por las ruinas de tres Antiguos Hospitales de Peregrinos, Paradiella, Fonfaraón y la Freita.
Al llegar a la Ermita de San Pascual de la Mortera, último núcleo habitado, comienzan las rampas, terriblemente exigentes.
El paisaje, insisto, es absolutamente espectacular. Hay tes o cuatro repechos que son para pensarse si los subimos a pie o en moto...
Yogui iba bien. Yo he hecho mucho deporte en mi vida. Sin embargo, justo al final de la última subida, me pasó por primera vez en mi vida esa circunstancia en la que la cabeza dice...¡basta!, y que no puedes andar un paso más. Efectivamente, menos mal que era llegando a la parte más alta de la travesía. Le tuve que pedir a Yogui el parar. El tema es que nos encontrábamos a unos 12 kms del núcleo habitado más próximo, como para una urgencia.
Afortunadamente, el cuerpo es sabio. Una barrita energética, una nectarina que me facilitó un peregrino del único grupo que vimos, medio litro de agua y diez minutitos de descanso, hicieron el milagro. La vida ya se veía de otro color. (Eso para aquellos que se piensan que en el Monte la gente no se ayuda ni se saluda)...
El peregrino nos dijo que según su GPS estábamos a 1285 metros. La única explicación a que tuviese cobertura es que estábamos al ladito mismo del satélite... ;-). Si según las guías, la cima del Primitivo son los 1146 m del Puerto del Palo (Que coronaríamos un par de horas despues), podeis entender la exigencia.
A partir de ese momento, con un viento terrible y entre paisajes absolutamente maravillosos, caminando ligeramente de bajada, coronamos primero el Puerto de la Marta, 1105 m, donde, si no llego a estar rápido con el bastón, una ráfaga de aire me hubiese tirado al suelo, y el Puerto del Palo.
Al llegar ahí, "solo" nos quedaban 9 kms hasta Berducedo, fin de nuestra etapa.
La bajada del puerto fue brutal. A cada paso las ampollas me ardían. Al llegar a Montefurado, pueblo de postal con sus casas de pizarra, echamos de menos un bareto donde el 90% de los peregrinos, tanto los que viniesen de Pola de Allande como los que viniésemos de Hospitales, hubiésemos parado. Eso que decimos de las iniciativas en los entornos rurales asturianos....en dos o tres años, me juego un huevo y no lo pierdo, a que algo habrá...
Ibamos ya con el piloto automático. La etapa había sido brutal. Al llegar a Berducedo, teníamos el alojamiento más caro de todo el primitivo. 60 Napos la habitación doble con desayuno, en una casa rural. Y así como Yogui tuvo una idea genial en Tineo, yo la tuve hacía dos semanas reservando este sitio. Despues de lo que pensábamos que iba a ser esta etapa, por ninguna circunstancia queríamos arriesgarnos a no tener sitio donde dormir.
Y menos mal, porque el Albergue público y el Privado estaban llenos cuando llegamos, y más de uno tuvo que dormir a la intemperie...Efectivamente, en Asturias, no están todavía preparados para el Camino, por lo menos en Agosto.
Nunca he pagado 30 € por dormir, más a gusto
¿Los pies? No los he sentido peor en mi vida. A partir de este día, cada uno más sería un nuevo límite...
Cada uno, hace el Camino como quiere o como puede, y es seguro que algunos no se podrá permitir el pasar de 5 a 15 € por una cama limpia y ducha para ti solito. Tambien es cierto que en el Camino hay demasiado usmia, que cuando el pago por dormir es la voluntad, si pueden dar dos € mejor que si dan 3. Al final todos quedamos retratados, pero el Camino es como la Vida, y los que transitamos por él, como los que lo hacemos por ella. Pero eso de salir de un albergue a las 5 de la mañana, para llegar al siguiente a la una, cuando abren, y así poder tener otra cama por 5 €, sin ver nada, como mínimo, me parece de turismo de touroperador malo.. En todos los pueblos importantes hay un hostal limpio donde, si vas con otra persona, por muy poco más estás como un rey. En fin...como decía, cada uno hace el Camino como...
Y sí...como me temía, gran diferencia entre realizar el Camino en Agosto y realizarlo en Diciembre. Y no porque en el Primitivo estuviese masificado. Posiblemente, en términos de promedio, nos moveríamos 50 personas por etapa. Nada que ver con los 500 o más que se pueden mover en el francés. Pero la capacidad no da para más de 30 ó 40.
Tuvimos suerte porque nosotros, menos en Tineo, la primera etapa que acabamos según lo que dicen las guias y no en puntos intermedios, fue en Padrón, el quinto día, etapa octava según las guías (¡Lo que hemos andado!). Y, además, donde pudimos, reservamos para dormir en establecimientos privados. Lo del tramo conjunto con el francés da para otra lectura.
Despues del perolo de lentejas no pude cenar más que un sandwich, eso sí...king size. No dormí mucho, pero descansé bien. No dejaba de darle vueltas a la etapa. Entendía que Yogui anduviese preocupado. Me había visto los pinreles, que parecían un criadero de almejas machas...no era una imagen alentadora como para meterse 40 kms, 20 de ellos de montaña. Me había pinchado las ampollas y las había atravesado con hilos para drenarlas. Mis pies parecían un tapete de encaje de bolillos...
A las 7,30 estábamos desayunando. Dos guardias civiles, en el fondo de la barra, se pusieron en posición de alerta al escucharme a voz en grito, ¡Egun On! (Buenos días). No sabía yo que saludar en voz alta fuera sospechoso de nada.
Comenzamos a andar. La salida de Tineo, empinadísima, para variar. En 3 kms habremos salvado un desnivel de unos 300 metros. Las vistas espctaculares, el día fabuloso. Sin embargo había bastante viento, y eso, en lo alto de la Montaña, podría resultar peligroso.
Al cabo de unos kms, un sendero de cuento, nos llevaba al Monasterio de Obona. Había que desviarse cosa de un km para verlo. Ya teníamos demasiados previstos este día. Sintiéndolo mucho, tuvimos que dejarlo para mejor ocasión.
Por un paisaje maravilloso, llegamos a Campiello. Allí donde solían quedarse a dormir la gente que hacía Hospitales (O sea, 12 kms menos que nosotros. Nuestra etapa fue una auténtica barbaridad....entre nosotros y sin que se entere nadie...).
Los últimos kms hasta Campiello, los caminé con Charo, peregrina Barcelonesa que andaba con la rodilla mal. Fue ella la que, el día anterior, me dejó en el Albergue un mechero para desinfectar la aguja y poder pinchar las ampollas. Yo, le ofrecí mi crema para las piernas para la noche. Luego, al mudarme al Hotel, no pude cumplir...ella se acordaba de mí...yo tambien de que estaba en falta...
Ella decidió quedarse en Campiello. Una etapa breve a ver si recuperaba...
En Campiello se sitúan dos referentes del Camino. Casa Herminia y Casa Ricardo. Casa Herminia tiene albergue, pero la mala suerte de estar situada 10 metros más atrás que Casa Ricardo, con lo que las cervezas, la gente, se las toma en el primer establecimiento.
Herminia fue la que me dijo por teléfono, un día que le llamé cuando estaba planificando el Camino, que de 15.000 personas que ella habría visto pasar por su establecimiento, lo que pretendíamos nosotros lo habría visto en una o dos...
En Casa Ricardo, mientras esperaba a Yogui, ya que yo había salido esa mañana como una moto, me dijeron que con ese viento no había peligro. Que el día era claro y que estaba perfectamente señalizado. Esa variante, la de Hospitales, la realiza menos de un 10% de la gente, pero hay que insistir en que, con buenas condiciones físicas, es espectacular y muy recomendable.
Y, además, he de decir que es el tramo del Primitivo mejor señalizado. En ocasiones hay flechas cada 20 metros. Supongo que más de uno se habrá perdido con niebla o nieve en invierno y de ahí la abundancia, pero, con un día claro, sin nieve e, insisto, buena preparación... absolutamente inolvidable.
Mas, dado que en más de 20 kms no hay ni una sola fuente, es necesario ir bien avituallado. LLenamos nuestras cantimploras y compramos, aparte, una botella de agua cada uno. Al llegar a Samblismo, una doble flecha nos indica ambas alternativas, la normal y la nuestra. El Camino, por la variante de Hospitales, es el originario, ya que se pasa por las ruinas de tres Antiguos Hospitales de Peregrinos, Paradiella, Fonfaraón y la Freita.
Al llegar a la Ermita de San Pascual de la Mortera, último núcleo habitado, comienzan las rampas, terriblemente exigentes.
El paisaje, insisto, es absolutamente espectacular. Hay tes o cuatro repechos que son para pensarse si los subimos a pie o en moto...
Yogui iba bien. Yo he hecho mucho deporte en mi vida. Sin embargo, justo al final de la última subida, me pasó por primera vez en mi vida esa circunstancia en la que la cabeza dice...¡basta!, y que no puedes andar un paso más. Efectivamente, menos mal que era llegando a la parte más alta de la travesía. Le tuve que pedir a Yogui el parar. El tema es que nos encontrábamos a unos 12 kms del núcleo habitado más próximo, como para una urgencia.
Afortunadamente, el cuerpo es sabio. Una barrita energética, una nectarina que me facilitó un peregrino del único grupo que vimos, medio litro de agua y diez minutitos de descanso, hicieron el milagro. La vida ya se veía de otro color. (Eso para aquellos que se piensan que en el Monte la gente no se ayuda ni se saluda)...
El peregrino nos dijo que según su GPS estábamos a 1285 metros. La única explicación a que tuviese cobertura es que estábamos al ladito mismo del satélite... ;-). Si según las guías, la cima del Primitivo son los 1146 m del Puerto del Palo (Que coronaríamos un par de horas despues), podeis entender la exigencia.
A partir de ese momento, con un viento terrible y entre paisajes absolutamente maravillosos, caminando ligeramente de bajada, coronamos primero el Puerto de la Marta, 1105 m, donde, si no llego a estar rápido con el bastón, una ráfaga de aire me hubiese tirado al suelo, y el Puerto del Palo.
Al llegar ahí, "solo" nos quedaban 9 kms hasta Berducedo, fin de nuestra etapa.
La bajada del puerto fue brutal. A cada paso las ampollas me ardían. Al llegar a Montefurado, pueblo de postal con sus casas de pizarra, echamos de menos un bareto donde el 90% de los peregrinos, tanto los que viniesen de Pola de Allande como los que viniésemos de Hospitales, hubiésemos parado. Eso que decimos de las iniciativas en los entornos rurales asturianos....en dos o tres años, me juego un huevo y no lo pierdo, a que algo habrá...
Ibamos ya con el piloto automático. La etapa había sido brutal. Al llegar a Berducedo, teníamos el alojamiento más caro de todo el primitivo. 60 Napos la habitación doble con desayuno, en una casa rural. Y así como Yogui tuvo una idea genial en Tineo, yo la tuve hacía dos semanas reservando este sitio. Despues de lo que pensábamos que iba a ser esta etapa, por ninguna circunstancia queríamos arriesgarnos a no tener sitio donde dormir.
Y menos mal, porque el Albergue público y el Privado estaban llenos cuando llegamos, y más de uno tuvo que dormir a la intemperie...Efectivamente, en Asturias, no están todavía preparados para el Camino, por lo menos en Agosto.
Nunca he pagado 30 € por dormir, más a gusto
¿Los pies? No los he sentido peor en mi vida. A partir de este día, cada uno más sería un nuevo límite...