Varias veces os he comentado la absoluta divergencia de caracteres que tenemos mi viejo y yo. Decir que nuestra relación ha sido fácil en algún momento es una mentira tal que ZP es un niño de teta al lado de esto.
Dado que en casa Carmen ordena, (decir que indica es una metáfora amable) ;-), y yo humillo y obedezco, he de buscar el momento en que pueda salir el hombre que llevo dentro y discutir de igual a igual con un ser humano sin temor a tener que irme a la cama sin cenar.... Y de vez en cuando utilizo a mi viejillo para este propósito.
Mi padre se siente mayor y está solo. Con un caracter endiablado, no abundamos los que le demos bola, para qué engañarnos.
Pero nos queremos y él, a su modo, me lo demuestra
Mañana tengo reunión en Bilbao. Podía haber ido en avión, pero mi padre me consigue un vino de la Rioja a la tercera parte del precio que cualquiera de vosotros pagais. Y cuando hablo de vino de La Rioja, creedme, no hablo de vino peleón, sino de un vino por el que los pringaos pagan muchos € por botella. Por menos de 3 saco unos crianza para beber en casa a diario, y me vais a perdonar no decir la marca, que nadie me paga por hacer publicidad.
Yo sé que ver a mi viejo es discutir. Hasta ahí llego. Tambien sé que mi padre me demuestra su amor de una manera más bien tosca, que seguramente el 99% de la gente no pueda apreciar...pero yo sí.
Tomaba la NI con dirección a Vitoria. El cabrón de Pepiño Blanco tiene la NI empantanada desde hace año y medio. Sin avanzar absolutamente nada, pero con muchos conos y desviaciones para que parezca que se hace algo. Así llevamos más de 18 meses. Si no te mueves mucho por ahí piensas que el Ministerio de Fomento está invirtiendo, y lo que está haciendo el cabrón es mover montoncitos de tierra de un sitio para otro (Y lo sé porque un íntimo amigo, trabajador de una constructora, me lo confesó durante una noche con más copas de las debidas.) Que se viese movimiento aunque no se moviese nada. Ya cobrarían.
Aburrido de tanta obra llegué a Vitoria. Mi viejo tenía las 8 cajas de vino preparadas (Montar las casi 100 botellas en un Vueling me da que me iba a costar una pasta). Como siempre que llego a casa salimos a tomar un vino. Me encanta pasear por Vitoria y tomar dos o tres crianzas.
Con el apetito convenientemente despierto le invité a cenar. Me dijo que no, que había preparado cena para los dos.
Cuando mi viejo dice que ha preparado cena para dos quiere decir que pueden venir un par de familias del PNV a cenar (de esas de 5 hijos cada una), que no saldrán con hambre.
Y el cabrón se había esmerado.
Me ha sacado unas anchoas de Santoña que las del Revilla para Zapatero son una auténtica porquería. Seguramente más baratas, porque a la pensión de mi padre le deben de haber metido un buen meneo, pero no mejores.
El bacalao a la riojana con el que me ha homenajeado es de lo más excelso que recuerdo. Con tomate de verdad, de su huerta, unos pimientos picantes que daban ganas de quedarse a vivir en la cazuela...y el punto justo del bacalao. Que no hay mucha gente que sepa tratar el punto del pescado como lo sabe hacer mi viejo.
Despues de cuatro lomos y media barra de pan...para empujarlos, me ha dicho que sabiendo que venía, había ido ayer a Logroño a compra fruta en la Calle Laurel (90 kms de nada para unos melocotones y unas cerezas). Y es verdad que, de pequeño, recuerdo haber tomado fruta mejor, pero no desde hace unos treinta años, que ya es tiempo.
Antes de eso, sin embargo, le he visto una cazuela de barro con pochas, ya reposadas de la mañana, tambien compradas en Logroño...y un día es un día...les hice el homenaje. Miedo me da la reunión de mañana.
Mi viejo tiene el caracter fuerte, pero cuando quiere que se note que desea agradar, sabe conseguirlo. Un Viña Real Reserva del 2000. No sé como puedo escribir ni describirlo.
Y aunque no cena habitualmente, para acompañarme, nos hemos tomado unas cuajadas, con miel de romero de Soria.
Eso sí, para variar hemos discutido...¿Y qué?
Mañana, camino de Bilbao, a la panadería de Mª Angeles a por las tortas que me vuelven loco desde que era niño, que a mis hijos tambien les gusta.
Mi viejo es inaguantable, pero sabe demostrarme que me quiere. Cuando tenga que demostrar mi amor por mis hijos, me gustaría que se me notase tanto como a él.