Me desperté a las 6. Los pies no tenían remedio, pero solo me quedaban tres días (Junto con la Etapa de Hospitales, las dos más largas)
Alfredo llevaba un tiempo despierto. O sea que nos vimos él y yo, a las 6,15 mirándonos a la cara...
Tomé una decisión que sé que me va a llenar de oprobio e improperios por parte de vosotros, mis lectores...
Y antes de confesar el pecado, presento mis alegaciones...
Debía dejar que Alfredo descansase un poco. Para él era día de escuela...
Los primeros 4 kms, el Camino pasaba por las afueras de Lugo, perfectamente iluminadas con farolas
En fin...sí...yo tambien he pecado....
Y a las 6,40 de la mañana, me encontraba caminando a la luz de las farolas en dirección al albergue de As Seixas. Creedme que no logro explicarme como la gente puede salir a esta hora en medio del campo...
Pasé a algunos peregrinos y....¡A los Polacos! No podía ser cierto. ¡Aguantar al cura otra vez en As Seixas! Rezaba porque se quedasen antes...o despues.... Pero antes era complicado. Un grupo de 40 portugueses habían reservado todo el Albergue (privado) de Ponte Ferreira. Estas son las cosas que joden del Camino, que te llegan dos autobuses de Almeria y, a la gente que está haciendo el Camino, le mandan a la cuneta.
Y despues...era mucho tute para dormir en Melide, donde el Primitivo y el Francés se unen...llegarian demasiado tarde y sin plaza....
Porque esa es otra. El Hospitalero de Lugo, con muy buen criterio, me sacó de mi error. En Melide el Primitivo no desemboca en el Francés....sino al revés...ya que ese camino siempre fue Primitivo. Parece lo mismo...pero no lo es.
Alcancé tambien a Emilio. Enseguida me di cuenta de que él no iba bien. Le dej
é rápido y me dijo que, seguramente, llegaría solo hasta San Román da Retorta, a 18 kms.
La etapa era puro asfalto. Al final de la misma, excepto los 4 ó 5 kms de la Calzada Romana, más de 30 kms de asfalto que mis pies iban a notar al dia siguiente...
Aunque estaba encapotado, el bochorno era importante. El sombrero me escurria agua sin parar. Y lo llevaba no por el sol, sino porque me recogía el sudor y no me caia en las gafas, que todo he de explicarlo.
En San Vicente de Burgo cometí una impruden
cia. Llené la cantimplora de una fuente, que no tenía todas mis bendiciones (Había sido inaugurada por el Presidente de la Diputación, vosotros entendereis). A ver si me iba a ir de bareta cuando me quedaban dos días...
Al ser un camino eminentemente asfaltado, la señalización era realmente mala. Paré a dos coches en el transcurso de la etapa para que me indicaran si me había saltado alguna indicación despues de más de 20 minutos sin ver ni una sola flecha.
Llegué a San Román da Retorta a las 10 de la ma
ñana. Había un cartel de taberna...cerrada...
Decidí que me merecía un descanso. Había cubierto la mitad de la etapa, era temprano, y estaba solo.
Ataqué unas avellanas, una barrita energética, y medio litro de agua. La mochila me seguía haciendo de tendedero de calcetines, que esto tambien es el Camino.
Podía elegir entre el Camino normal, indicado con conchas, y la Antigua Vía Romana, indicada por flechas. Yo tenía decidido ir por la Vía, pero, además, el maravilloso hospitalero de Lug
o me indicó que había un km menos por allí.
¡Los romanos!¡Sí que hacían cosas buenas los romanos! De esas que duraban. Yo creo que en el Servicio Post Venta de los romanos ponían a los tíos más vagos...total...para lo que iban a currar...
Porque los romanos hacían cosas y no se estropeaban a los cinco años...no sé si pasar el teléfono de algún romano a más de un fabricante alemán, ahora que están de moda entre los dos...
Despues de 4 ó 5 kms..más asfalto...hasta Ponte Ferreira. Allí, en una casa rural me paré a tomar una cerveza. Debían de ser las 11,30, y caminab
a a 6 kms/hora. ¡Qué diferencia con respecto a los desniveles de Asturias!
La dueña de la casa me atendió de maravilla. La cerveza me la cobró bien, pero me ofreció agua de su fuente que era deliciosa.
Me quedaban 8 kms, que hice a buen ritmo.
El Albergue de As Seixas tenía fama por él mismo y por la Hospitalera. Llegué a las 12,45, y ya había 11 personas. Estos habían hecho una minietapa de 18 kms desde San Román. Un camión con com
ida en la puerta. No me apetecía cocinar. Compré tomates, una vela de chorizo, medio pan gallego, cerveza y fruta. Suficiente.
Ya en el dormitorio se me inflaron las pelotas. Venían de grupito, y una de ellas, comenzó a preguntar a la gente si roncaba a voz en grito, que la noche anterior había pasado muy mala noche. Yo, que ronco como una locomotora, me estuve mordiendo la lengua hasta que llegó a mí. Cuando me lo preguntó solo respondí
"A mí, lo que me molesta es la gente escandalosa y los que se tiran pedos. Pero no me molest
an demasiado, porque si no, me iría a dormir a Melide que hay un huevo de hoteles, donde puedo dormir sin interrupciones."
Creo que entendió mi sutil indirecta.
Y es que hay gente que no sé muy bien si sabe lo que es un Albergue. ¡Cojones! Que me he tragado estoicamente a los polacos levantándose puntualmente a las 5 de la mañana haciendo todo el ruido que podían y, menos clavar unos alfileres en un muñeco que me han dicho que relajaba mucho, no hice nada...
Despues de esta intervención magistral, bajé a la cocina. El jefe del grupi, con el Iphone a tope, con música de Camarón....Otro de los miembros de la pandi, el que discutió con el hospitalero de Lugo porque no le daba habitación despues de llegar allí en bus (Y de allí a San Román...¡figuras! estos caminaros tres dias para llegar a Santiago). Efectivamente, no había elegido buen día para dejar de fumar...
Mientras ellos se hacían una ensalada, ostensiblemente abrí faca, y comencé a engullir chorizo, pan y cerveza. No iba a hacer pandi y, me apetecía demostrar que no la iba a hacer...
La hospitalera, Marifé, efectivamente, de lo mejor del Camino. Necesitaba papeles de periódico para secar mis botas. Fue a su casa a por ellas. Otro necesitaba aceite, o sal, o una cerveza fria. Un ángel.
Al acabar de comer, uno de los veteranos del grupo se me vino a donde estaba aireando los pies, a la sombra. Con ganas de conversación. Supongo que estaba del rollo friki de la pandi un poco saturado, y me debió ver con conversación más allá del ¡quillo, pincha esa del Camarón!
Hacia un año que no se llenaba el Albergue, y no me lo explico, porque es de lujo. Probablemente, el mejor del Primitivo. Esa noche se llenó hasta una habitación que tenían para minusválidos (que que alguien me explique qué hace un minusválido en el Camino de Santiago, con todos mis respetos. Y si me lo explican, estaré encantado de admitir mi error. El resto, corrección política y dilapidación de recursos públicos solo para hacerse cuatro fotos y salir en el periódico local)
El Albergue, estaba amueblado como de IKEA. Una pasada. La cocina impecable, el dormitorio igual, los baños...en fin, todo.
Por la tarde, ya con el Albergue lleno, 35 plazas, se montó una bue
na en la alberca donde teníamos las cervezas enfriando. El jefe de la Pandi le dió al Iphone, y ahí cantó cada uno una canción de su tierra. La chica de Ipanema, Lili Marleen, non, rien de rien, alguna de la Pantoja, una muñeira....los polacos se fueron a decir misa...
Y Marifé estaba pletórica y orgullosa de haber llenado el albergue. Un auténtico personaje...
Había buen ambiente al final, he de reconocerlo, pero me fui temprano a la cama. Al día siguiente tenía 42 kms, la etapa más larga del Camino, y los pies no estaban para ninguna hazaña, sino todo lo contrario.