Uno de los, iba a decir pequeños, grandes placeres que la
vida me depara es tomarme un arroz como dios manda con mi familia en mi lugar
de veraneo. Hay pocas cosas de las que disfrute tanto, como de compartir una
mesa en un restaurante con mi familia, que no tienen por qué ser lujoso, pero
sí que dé bien de comer. A mi familia le disfruto poco, y veo que el tiempo de
gozar de ellos, como hasta ahora, se me va escapando.
Una hija adolescente que para sí la quisieran muchos padres,
divertida, y un hijo preadolescente quien, de momento, nos hace reir continuamente con su sentido del humor tan
parecido al de su madre….
Nuestro restaurante de cabecera ha debido de cambiar de
cocinero. A algo tan simple, y a la vez tan complejo, como un arroz, no le
acaban de tomar el punto. Llevamos un par de experiencias seguidas que no
acabamos de terminar satisfechos. Esto de venir a Denia y no tomar un buen
arroz, casi mejor no tomamos nada…porque un buen y humilde arroz en su justo
punto es levitar…. Y para tomarlo malo, mejor me como un filete…
Hay un sitio en el Casco antiguo. Me gusta. Fundado a
principios del siglo pasado, parece que no ha pasado el tiempo por él. Su
vermut de grifo y algunos platos típicos son notables. Sus raciones, escasas
para mi gusto, pero es que yo soy vasco….
Ayer cenamos en La Xara. Remarcable. El tomate para el pan,
delicioso (Y este es uno de los detalles en los que hay que fijarse en un restaurante
de la zona. Uno de los fundamentos. Si
te ponen un mal pan con tomate…elige otro restaurante)
Las habitas tiernas con jamón y torta del casar es uno de
los platos más deliciosos que he probado en mucho tiempo. Untuoso, sabroso,
delicioso…..(No se me ocurren más …osos…)
Para acabar, un gin tonic en nuestro sitio de cabecera….Pedimos
sitio para hoy… arroz abanda….
Al ir al restaurante, un alemán en un BMW hace una pirula
cruzando por raya continua para que no le levanten una plaza de aparcamiento.
Uno de esos que seguro que se pone estupendo con sus amigos hablando de la
indisciplina de esos molestos vecinos del sur, de ese país de camareros…
Y es que no sé por qué, en cuanto cruzan la frontera, esos
que continuamente deciden que somos un desastre, se contagian de lo que ellos
piensan que son costumbres nuestras…y no costumbres que ellos ponen en práctica
donde no existe Polizei y sí Choricipales….
Al llegar al restaurante, vemos que hay movimiento. Despues
de unas entradas muy decentes, nos traen el arroz. Los granos en su punto, el
arroz sabroso, el allioli potencia el sabor….
Acabamos con unos postres. Yo tomo otro Gin Tonic, en este
caso, Bulldog con tónica a la pimienta negra…y pensar en lo que yo he
desbarrado de los “modelnos del Gin Tonic”….
Nos traen la cuenta. Me apercibo. No nos han cobrado el
vino. Un decente Monastrell valenciano. Se lo hago notar….
Su asombro se hace patente. No solo una, dos camareras y el
dueño me vienen a agradecer el gesto….Solo soy capaz de repetirles lo que mi
padre me dijo hace muchos años….
“Todos tenemos un precio. Lo que hay que cuidar es que nuestro
precio no sea demasiado bajo….” como se estila tanto hoy en día, añado…
“Para robar, a partir del Millón de € “(Mi viejo me dijo
aquella vez que no olvidé, cien millones de pesetas… que es lo que cambió
nuestro coste de la vida. Del café a veinte duros al café a un €…solo un 66%
más caro….)
Y cuando se lo digo, una camarera solo me contesta….
“Casi nadie lo hace hoy en día”…
Solo se me ocurre una contestación….
“Que se jodan. Es la diferencia entre ser un miserable o no….”
Y me miran como miran las vacas al tren….¿Sabrán lo que les
he intentado decir?….No sé por qué, cada día me noto más inadaptado al entorno….