Hacía tiempo que no me tocaba, y tampoco he de decir que lo echase de menos. La pasada semana me ha visitado una delegación de clientes del otro lado del charco.
En anteriores trabajos, practicamente, cada dos o tres semanas me tocaba. Era un plan diferente, más racial...Al consabido paseo por Madrid y Toledo un día, le solía seguir una noche en La Rioja, despues de cenar en una bodega.
Al trabajar en una empresa francesa, cambiamos La Rioja por París. No diremos ni mejor ni peor...diferente ;-)
Madrid lo conozco razonablemente bien. Desde que llegué a estudiar hace 30 años, la ciudad (a pie) me fascinó. No solo conozco muchos rincones, sino que sé historias (Reales o inventadas), leyendas, en fin, todo aquello que hace que un paseo de un par de horas sea una experiencia agradable para un extranjero. Las cañas y vinos por la zona de Santa Ana hacen el resto.
A los extranjeros les gusta que les lleves a un Tablao flamenco. Uno no es Currito de Almonte, ni falta que me hace. No se trata de meter a tus clientes en una Jam session, ni tampoco en un coladero para guiris. Casa Patas, para mí, es un sitio idoneo.
Siendo los turistas el grupo predominante, son respetuosos y siempre hay una razonable proporción de clientela local. El espectáculo es entretenido. Si tienes la suerte de pillar una mesa buena (Y yo en esto me las suelo arreglar bien con los camareros), la experiencia para tus invitados suele ser muy grata. Solo se me han dormido unos chinos una vez, pero es que estos tiraban más hacia otro tipo de espectáculo más explícito. Todavía recuerdo aquella semanita...para enmarcar.
Las copas ya es una historia diferente. Los que me seguís sabeis que no es que muera precisamente porque me admitan en los locales de moda, haciendo cola delante de un portero que te escruta como si fuese el presidente de un tribunal en unas oposiciones a Notarias y convirtiéndote en la persona más feliz del mundo cuando eres elegido para pasar delante de la gente, ganándote la envidia del personal. Soy muy mayor para esas pijadas de preadolescente. El Cock es un sitio clásico. Buenas copas en un ambiente tranquilo donde puedes hablar (Que tratándose de clientes es lo que suele interesar).
En París el tema es diferente. A los clientes les solemos llevar, o bien al Bateau Mouche, o bien al Moulin Rouge. Es un tema de mentalidades. A mí me encanta pasearles por el Madrid de los Austrias o de los Borbones, los gabachois prefieren ir a un sitio y luego montar a los invitados en un taxi hasta el hotel. Generalmente es más caro pasear en París, pero los clientes suelen preferir el paseo en Madrid (Que teniendo en cuenta que como París hay muy pocas ciudades en el mundo, dice bastante de mi habilidad para entretener al personal ;-) )
A todos los barcos que hacen el crucero por el Sena, se les denomina Bateau Mouche, aunque solo hay una compañía que se llame así. Mouche quiere decir mosca, pero nada tiene que ver con la forma del barco sino con que antiguamente se construian en la zona de Mouche, en Lyon.
El paseo por el París iluminado dura entre dos horas y media y tres horas y es francamente bonito (París, como ciudad, es irresistible). La cocina no es mala. El Foie Gras que tomé era sobresaliente. Saliendo a más de 125 napos por cabeza, lo contrario sería como para hundir el barquito de los coj...
Este viaje no tocó Moulin Rouge, con lo que os ahorro la descripción, haciéndome un favor, no fuera que perdiese la perspectiva. A mí, las tías en bolas me parecen tías en bolas, aunque el público vaya con americana y corbata.
O sea, que ya sabeis por qué, esta semana tampoco, he hecho ni caso a este, vuestro blog. He andado de cicerone y ahora me queda lo más difícil...cuadrar la nota de gastos que, al final, siempre palmo pasta
En anteriores trabajos, practicamente, cada dos o tres semanas me tocaba. Era un plan diferente, más racial...Al consabido paseo por Madrid y Toledo un día, le solía seguir una noche en La Rioja, despues de cenar en una bodega.
Al trabajar en una empresa francesa, cambiamos La Rioja por París. No diremos ni mejor ni peor...diferente ;-)
Madrid lo conozco razonablemente bien. Desde que llegué a estudiar hace 30 años, la ciudad (a pie) me fascinó. No solo conozco muchos rincones, sino que sé historias (Reales o inventadas), leyendas, en fin, todo aquello que hace que un paseo de un par de horas sea una experiencia agradable para un extranjero. Las cañas y vinos por la zona de Santa Ana hacen el resto.
A los extranjeros les gusta que les lleves a un Tablao flamenco. Uno no es Currito de Almonte, ni falta que me hace. No se trata de meter a tus clientes en una Jam session, ni tampoco en un coladero para guiris. Casa Patas, para mí, es un sitio idoneo.
Siendo los turistas el grupo predominante, son respetuosos y siempre hay una razonable proporción de clientela local. El espectáculo es entretenido. Si tienes la suerte de pillar una mesa buena (Y yo en esto me las suelo arreglar bien con los camareros), la experiencia para tus invitados suele ser muy grata. Solo se me han dormido unos chinos una vez, pero es que estos tiraban más hacia otro tipo de espectáculo más explícito. Todavía recuerdo aquella semanita...para enmarcar.
Las copas ya es una historia diferente. Los que me seguís sabeis que no es que muera precisamente porque me admitan en los locales de moda, haciendo cola delante de un portero que te escruta como si fuese el presidente de un tribunal en unas oposiciones a Notarias y convirtiéndote en la persona más feliz del mundo cuando eres elegido para pasar delante de la gente, ganándote la envidia del personal. Soy muy mayor para esas pijadas de preadolescente. El Cock es un sitio clásico. Buenas copas en un ambiente tranquilo donde puedes hablar (Que tratándose de clientes es lo que suele interesar).
En París el tema es diferente. A los clientes les solemos llevar, o bien al Bateau Mouche, o bien al Moulin Rouge. Es un tema de mentalidades. A mí me encanta pasearles por el Madrid de los Austrias o de los Borbones, los gabachois prefieren ir a un sitio y luego montar a los invitados en un taxi hasta el hotel. Generalmente es más caro pasear en París, pero los clientes suelen preferir el paseo en Madrid (Que teniendo en cuenta que como París hay muy pocas ciudades en el mundo, dice bastante de mi habilidad para entretener al personal ;-) )
A todos los barcos que hacen el crucero por el Sena, se les denomina Bateau Mouche, aunque solo hay una compañía que se llame así. Mouche quiere decir mosca, pero nada tiene que ver con la forma del barco sino con que antiguamente se construian en la zona de Mouche, en Lyon.
El paseo por el París iluminado dura entre dos horas y media y tres horas y es francamente bonito (París, como ciudad, es irresistible). La cocina no es mala. El Foie Gras que tomé era sobresaliente. Saliendo a más de 125 napos por cabeza, lo contrario sería como para hundir el barquito de los coj...
Este viaje no tocó Moulin Rouge, con lo que os ahorro la descripción, haciéndome un favor, no fuera que perdiese la perspectiva. A mí, las tías en bolas me parecen tías en bolas, aunque el público vaya con americana y corbata.
O sea, que ya sabeis por qué, esta semana tampoco, he hecho ni caso a este, vuestro blog. He andado de cicerone y ahora me queda lo más difícil...cuadrar la nota de gastos que, al final, siempre palmo pasta