jueves, 26 de noviembre de 2009

¿COMO SE METE UNA VACA DENTRO DE UNA NEVERA?

Los que seguís este blog sabeis que me llama la atención aquellas cosas que se salen un poco de la norma. Tambien sabeis que procuro contar cuando me lo paso bien y cuando no tanto.

Ya el año pasado os conté que los amiguetes de la infancia (Aviso, infancia no es a los 35 años. Me estoy refiriendo a la infancia puramente física, no el enanismo mental) nos solemos reunir a cenar en el pueblo una vez al año. Contamos las mismas historias desde que teníamos catorce años, nos reimos exactamente de las mismas cosas y, por unas horas, retrocedemos un montón de lustros.

Nos tocaba el pasado fin de semana. Llegué a un acuerdo razonable con mi familia. Me dejaban ir con el niño a quien dejaba con mi hermana y yo me perdía en la noche con los golfos de mis amigos.. Dormiría, es un decir, en casa de Alfonso, y volveríamos a Madrid desde el frio norte, eso de frio otro decir, el domingo a comer.

Rafa me propuso ir juntos y yo, que tenía que dejar el coche en el taller, acepté encantado. Al llegar a Vitoria nos separamos, cada uno con su familia. Nos juntaríamos a las 7 para comenzar el desmelene (En nuestro caso, y por tercera vez, otro decir, que gastamos menos en peluqueros que Portugal en espias)

Primera sorpresa. Ibamos a comer en el txoko (Sociedad gastronómica), pero Alfonso, muy amablemente nos alojaba en su casa.

El había mandado un correo diciendo que los que pasaran por La Rioja trajesen vino. Rafa y yo, dos ingenieros, entendimos con total propiedad que la Rioja quedaba como mínimo a 30 kms de la NI, y que además ¿Qué es eso de llevar vino a un txoko?

Primera en la frente. Yo creo que lo hizo para tener a alguien con el que meterse. Nos presentamos, por supuesto, sin vino. Y es que si alguien quiere pedir algo a un Ingeniero vasco que lo pida directamente, que no tenemos que saber entender a Góngora.

He visto poca gente que se lo monte mejor que Alfonso e Ignacio. Funcionarios de pro se pierden pocas. Pero son unas máquinas organizando. Ya me gustarían para directores de logística de cualquier empresa de postín.

Nos preparaban unos entrantes de buenos espárragos de Lodosa, jamón y lomo, anchoas (un poquito saladas para mi gusto) muslitos de pato con Patatas a lo pobre y un pudding delicioso. ¿Y el vino?....

Una vez que dejamos todo preparado fuimos a comenzar el via-crucis, pues habíamos quedado con Ramón, Jesus y Joseba. Nos fallaron Juan, porque tenía que cuidar a su hijo, excusa más zafia he visto pocas. Alvaro porque sí. Guillermo porque se iba a Leon, huyendo supongo después de la caña del año pasado, y Pedro, sobre el que cruzamos apuestas de si le habían metido en la cárcel, con la crisis de la construcción. No conseguimos información fidedigna.

Mi pueblo ha cambiado. Antes eramos 625 habitantes y había más de 15 bares y todos vivían. Hoy serán unos 10.000 y la mitad de bares, que eso de convertirse en una ciudad dormitorio de Vitoria o Bilbao es lo que tiene, que la gente está ahogada con las hipotecas. Sin embargo los clásicos permanecen.

Despues del primer vino nos fuimos al Gorbea. Siempre fue un bar atípico. Pero esta vez rizaba el rizo. Es la primera vez que he tenido que llamar a un timbre para entrar en un bar, como en un banco, vamos.

Esta vez no había historias de hace 30 años. La más comentada era un reportaje que Cuatro había hecho a la hinchada del Athletic que recibía al Barcelona. El hijo de Alfonso, Nico, 9 años, salía en la tele. Sus padres se habían tenido que estar 3 horas hasta que vieron al retoño. Lo mejor es que las otras dos personas a las que entrevistaban también eran del pueblo, uno de ellos tajado hasta las cachas, opinando después de que los periodistas le asegurasen que no estaban grabando. Y todos por el puto suelo, claro.

Mis amigos son vascos, esto ya lo dije el año pasado. Vascos y forofos del Athletic. Para alguien como yo, a quien el futbol le trae sin cuidado, asistir a una conversación de futbol puede ser admisible. Ver un partido por la tele comienza a rozar lo inaceptable. Pero eran 6 contra uno.

Despues de 6 vinos, que se dice pronto, comenzamos a ver el partido en el Antolín, pero en el descanso Alfonso insistió en ir a casa a verlo allí y luego cenar. Al encender la tele no se veía, ni en digital ni en analógico. Siendo el único Ingeniero de Telecomunicaciones todos se volvieron hacia mí, como si tuviera puta idea del tema. Les expliqué que en casa, las máquinas las programa Carmen, que yo soy un manager, pero ellos dale que te pego. Realicé un estudio de la situación, y observé primero, que era difícil que se viese si la antena estaba desconectada de la televisión, como se ve claramente en la foto. Ahí comenzó el descojono, aviso.

El problema se agravaba. Si conectábamos la antena se seguía sin ver (por eso supongo que el cable estaba desconectado). Tuve que idear una solución de emergencia. La toma necesitaba un aumento de capacidad. Yo sé bien que el cuerpo humano puede incluso actuar como condensador en circunstancias especiales, con lo que deduje cual era la parte de mi anatomía que más capacidad aportaba. Omito detalles ya que está claramente mostrado. Así pudimos seguir el partido, con el cable entre mis huevos, con perdón. No sé muy bien qué huevo hacía de anodo y cual de cátodo (si el izquierdo o el derecho), pero se trataba de ver el partido y no de realizar una tesis doctoral.

Los amigos son desagradecidos ya que nadie me felicitó por mi ciencia, pero así es la vida de ingrata. Una vez acabado el partido nos dirigimos al pienso. Menos mal que Ramón y Jesús no son ingenieros. Habían pasado más lejos de La Rioja que nosotros, pero trajeron 5 botellitas en total de muy buen vino que cayeron una tras otra.

Salimos a quemar el pueblo dirigiéndonos al único pub abierto. Se observa en las instantáneas que ligar ligar, no es que ligasemos mucho, pero lo pasamos de cojones. A eso de las muchas de la mañana nos sobraba pasta que no sabíamos que hacer con ella, porque a mí ya no me entraba más, y decidimos comprar lotería, pero estaba cerrada (Ahora que lo pienso, en mi pueblo nunca hubo puesto de lotería. Joder, vaya pedo)

El cierre del pub nos obligó a retirarnos cansados pero contentos. Algunos recordaban mis éxitos con las hembras del Valle el año anterior. Esta vez me tuve que cortar, que la gente te acaba tomando manía. En los pueblos hay pilones, y en Noviembre comienza a estar fría el agua, pero fría de pelotas, aclaro.

Despues de pocas horas durmiendo, por no decir mínimas horas durmiendo, tuvimos que irnos a desayunar. Me habían comentado que los ganaderos del valle habían puesto una nevera en la plaza donde habían metido una vaca y si metías un euro te daba buena leche. No podía creerlo. Pero sí, ahí estaba.

Di vueltas a la máquina a ver donde coño estaba la vaca, y no encontré la puerta. Posteriormente me dijeron que había una trampilla subterránea. ¡Vivir para ver! Un pueblo ganadero y la gente haciendo cola para sacar un litro de leche (mejor que la de cualquier tienda, por cierto), de una máquina. ¡No somos nadie!

Por supuesto, no podía dejar de inmortalizar el momento de ver como Alfonso sacaba unos litros. Y es que a él, el café le gusta cortarlo con leche fresca.

A mí, como meterme unos pinchos de tortilla no me entran con café, le tuve que darle al morapio. Por cierto, bonitos ojos los de mis compañeros de desayuno, descansados que te cagas.
Ya se me está haciendo largo ver el año que viene si hay más vacas dentro de neveras o en el campo.

viernes, 20 de noviembre de 2009

¡LAS ENCONTRE! BERENICE Y BELLE DE JOUR EXISTEN...EN PARIS

Mi nueva empresa tiene la central en las cercanías de París. Debía de ir a un periodo de formación y conocimiento del resto del equipo europeo, ya que ahora me encargo solo de España y Portugal. Dado que iba a ser lunes y martes y que el lunes era fiesta en Madrid, me tomé el viernes libre y me fui a pasar un laaaargo fin de semana en la ciudad de la Luz.

París es una ciudad que me gusta mucho, aunque todo lo cocinen con mantequilla. Me recibió con frio, pero la lluvia me respetó.

París es una ciudad para andarines, o sea, para mí. Las amplísimas avenidas y parques, algunas de ellas fruto de la revolución, como las Tullerias cuando el pueblo quemó todo lo que había y no dejó piedra sobre piedra, hacen que sea una delicia el paseo y la vista. No todas las revoluciones son desastrosas, a la vista está.

Habré ido a París no menos de quince veces. Sin embargo el Louvre se me resisitía. Solo lo había visto por fuera. Esta vez me acerqué y, por casualidad, descubrí que el viernes había una visita nocturna, de 6 a 10.

Hasta ahora me había quedado impresionado por la Pirámide diseñada por el arquitecto Chino-americano Leoh Ming Pei. Ahora, además, aluciné con los fondos del Museo.

Los cimientos y murallas del antiguo Palacio son una atracción fabulosa. La Venus de Milo, La Victoria de Samotracia...pero los fondos egipcios son para quedarse a vivir allí.

El día que el pueblo egipcio recupere lo suyo, más de media docena de museos europeos y americanos deberán de cerrar.

En París no es difícil comer bien, aunque casi siempre caro. Cené en San Germain de Pres unos crepes con una sidra muy razonable, típica de Normandía.

Pero si es cara la comida, lo del desayuno merece un parrafito aparte. Además de la proverbial antipatía del camarero parisino (Es conocido el caracter antipático del parisino en general para el resto de los franceses. Durante la carrera por las olimpiadas del 2012, el Gobierno francés realizó una campaña de publicidad para tratar que los parisinos fueran un poco menos hoscos) la cuenta de nunca menos de 7 € por un café solo y media tostada con mantequilla hace que te lo pienses dos veces antes de repetir café. Si pides té olvídalo. He llegado a pagar hasta 5,5 € y nunca menos de 4 por una jarra de agua caliente y una bolsita. Y me pensaba que Curro Jimenez vivía en Sierra Morena.

Durante este puente se notaba la afluencia de españoles de todo tipo. El sábado por la mañana una vuelta por la Ile de la Cité, donde Paris comenzó. Las Increibles vidrieras de la Saint Chapelle, edificio que desafia las leyes de la gravedad (Bueno, se construyó en el siglo XIII, antes de que Newton enunciase la Ley. A lo mejor ahí está el secreto, en que no se le aplica), las torres de la Catedral de Notre Dame, la ciudad en sí misma.

Fui a comer al Norte del Marais, barrio de moda. Era sábado y crucé el Barrio judio cuyos establecimientos estaban casi todos cerrados a cal y canto. Había sin embargo alguna pastelería sefardí abierta con una gran cola de gente esperando.

Comí en un bistró maravilloso. Ya sabeis que la palabra bistró viene del ruso. En ese idioma quiere decir rápido y era lo que decían los soldados rusos en parís en el Siglo XIX para que el tabernero no se durmiese. Ahí quedó. Unas ostras y un pato estofado que no estaban mal. Pero a mí, las ostras, de Cambados.

El tiempo me seguía respetando. Un paseito hasta el Centro Pompidou. Había reservado cena en las cercanías de Pigalle, un local especializado en foie. Para hacer tiempo me di una vuelta por el Barrio. Para aquel que conozca París ya sabe lo que hay en las cercanías de Pigalle. Locales sórdidos y otros no tanto donde todo lo que huela a sexo se compra y se vende. Nunca había entrado en un sex-shop, y despues de echar un vistazo a unos cuantos donde hombres solos se escondían de las miradas indiscretas en las esquinas, reparé en uno con parejas y alguna mujer sola. Y ahí que fuí.

Nada más entrar ya me di cuenta de que no me encontraba en territorio extraño. Parejas españolas de weekend buscando allí lo que no se atreven a buscar aqui. Amén de francesitas solas buscando las últimas novedades. El ambiente me divirtió. No podría decir otra cosa. Ví un traje de marinero de latex con gorrito y todo que ni para hacer la primera comunión. Pero no pretendais que, de ser la primera vez que entre sea la primera vez que compre. Supongo que me quedan otros dos viajes hasta que me decida a llevarme el traje de marinero (Para salir a pescar en el barco, que conste).

A la hora convenida me fui al restaurante. Pedí un menú largo y estrecho con el foie como plato estrella. No resultó excesivamente caro. Estaba agotado del palizón que me había pegado y me fui a dormir.

Al día siguiente tocaba el Rastro de París, el Marché aux Puces, mercado de las pulgas. Es un sitio inmenso situado en la otra ladera de Montmartre donde literalmente se puede encontrar de todo. Me llamó la atención que estaba de bote en bote, con puestos de verduras y frutas, zonas de anticuarios, ropa, en fin, supongo que como el rastro de Madrid hace años.

Quedaba cerquita Montmartre y fui hacia allí. No quería seguir el trayecto de todos los turistas e intenté salirme del circuito establecido.

Montmartre es un pueblecito que domina París. Despues del aplastamiento de la Comuna librepensadora del siglo XIX, la Iglesia Católica exigió que se erigiese el Sacre Coeur de Montmartre como ejemplo y escarmiento en el emplazamiento donde la comuna había comenzado. En fín, creando amigos.

Montmartre todavía tiene unas cuantas viñas que producen un vino cotizado, no por su calidad sino por su procedencia.

Me perdí por las colinas de Montmartre intentando evitar la Place du Tertre donde todos los pintores se disputan un turista para hacerle una caricatura.. Vi unos rincones maravillosos, alejado de hordas de turistas. A la hora de comer, elegí el Moulin de la Galette, último molino de Montmartre, construido en 1640.

El restaurante muy ruidoso para estar solo un español dentro, pero la comida muy agradable y no excesivamente cara.

Bajé caminando hasta Pigalle. El tiempo me seguía respetando. Abajo una orquesta de viento, formada solo por mujeres atacaba cualquier ritmo imaginable.

Era domingo por la tarde, y la ví. Allí estaba Berenice. Nunca pude imaginar que me encontraría con ella en París. Tantos comentarios cruzados y no era Manolo, era...una francesita. No pude por menos que hacerme una foto con ella. Seguí caminando hacia Los Inválidos. Casi la hora de cerrar. Un paseo por dentro es suficiente. No hace falta entrar a ver la Tumba de Napoleon, como nunca hice cola para ver la de Lenin o la de Mao (Que no estoy comparando, personajes se entiende, no tumbas)

Mucho norteamericano, ¿Por qué París ejerce esa influencia en ellos?

Aun no me había repuesto de la impresión de encontrarme a Berenice cuando en medio de París me encontré con la, en otros tiempos, habitual Belle de Jour. Más mayor que como me la imaginaba, no así Berenice, juvenil. ¡Qué pequeño es el mundo!


Para colmo me dí de sopetón con la calle dedicada a cualquier macho de pro y no pude resistirme a hacerme una fotografía bajo la placa...¿Se me habrá pegado algo en el viaje?

martes, 17 de noviembre de 2009

¡¡¡SOY UN MANAGER!!!!

Sabeis que soy un auténtico gestor, de esos que mueven equipos para conseguir objetivos.

Mi labor consiste en motivar grupos, y conseguir que los trabajos se hagan en el plazo establecido.

Patricia, el año pasado, me había pedido que le preparase un DVD con las fotos que habían tomado durante su estancia en Madrid hace 20 años. Estamos casi todos. Rugby, villancicos, nuestras novias, el Colegio, la tuna, el bar.... Quería música española y alguna canción especial. Yo, de montar videos, por mucho que haya trabajado en el sector de la Tele no sé nada. (Supongo que es como el que va mucho de putas. A lo mejor no es que sepa follar muy bien). Ahora, de dar el coñazo, perdón, de gestionar equipos, sé un montón.

O sea que organicé un equipo unipersonal, TENDI, y le asigne una tarea, "móntame un video para Patricia con estas fotos, y atodahostia". Como veis, la tarea concreta, los plazos definidos.

Entre nosotros; hacen falta muchos huevos para hacer que un Director de Departamento, responsable de la Matriculación de más de 100.000 alumnos de una de las más importantes Universidades españolas te curre de machaca...y además gratis ;-)

Apliqué métodos sumamente profesionales. Me preocupé que el equipo funcionase como una orquesta "Tendi, ¿cuando acabas el video?", y de que estuviese en el plazo comprometido "Tendi, ¿que cuando coño acabas el video?"

El video se acabó, por fin. Y el equipo, sabiamente dirigido por mí, consiguió su objetivo. Yo, os agradezco, en nombre de mi equipo, las felicitaciones, totalmente merecidas que continuamente me llegan por mi buena gestión, del equipo y el proyecto encomendado.

He intentado subir el video al You Tube, pero el cabrón del Tendi ha hecho un video de media horita, y el Youtube, despues de 15 horas, literal, subiendo el Giga de Información, me ha dicho que solo admiten videos con una duración máxima de 10 minutos. Ya me lo podían haber avisado antes. Y sale el ramalazo del Manager y entonces culpo a Tendillo de la torpeza de mandarme 4 versiones que la más corta tiene 13 minutos, despues de la exactitud de mis instrucciones.

Alguno de vosotros se lo pierde. Otros respiran aliviados; Yogui con flequillo, 23 vestido de lagarterana, ¡el innombrable!, Pacopollas vestido cuando todavia no era nudista, nuestras novias con hombreras imposibles y todos con 20 años menos. (Sabeis que, aquí, la censura no existe. Si te da verguenza haberte puesto un burka hace 20 años)

Pero sobre todo es un video que me recuerda lo que hemos sido y, seguramente, lo que nos gustaría seguir siendo siempre.

De verdad, siento que no lo podais ver. Si me mandais un DVD Virgen y lo madais a portes pagados puedo pensar en decir a Tendi que os haga una copia ;-)

¡Ah! ¡Gracias, Tendi!

sábado, 14 de noviembre de 2009

CRONICA DE UNA ORGIA O...ESPERANDO A ANA...SENTADOS

Sabeis que tengo la mala costumbre de que me guste relacionarme. Hace unos años, 9 en concreto, (Joder como pasa el tiempo) cursé un MBA en el Instituto de Empresa. Contrariamente a lo que pasa en alguno de estos cursos, el ambiente que formamos en la clase fue estupendo. Me sigo viendo, muy regularmente con 4 ó 5. Quedamos para comer, para tomar un café.

Por si esto fuera poco, una vez al año tenemos la mala costumbre (para nuestro colesterol, se entiende) de quedar a cenar

Los dos o tres últimos años hemos quedado cerca de donde yo vivo. Lo hemos organizado (Bueno, decir organizado es una inexactitud histórica) Manolo o yo.

Y aunque todos los años siempre hay uno que se ofrece a montar una cena en junio, solo Antonio, Manolo, Juan Carlos y yo nos solemos ver por esas fechas para tomar un codillo en el Arturo Soria Plaza (Que es como el Rockefeller center, pero más cañí).

El año pasado la asistencia fue escasa, aunque lo pasamos igual de bien que siempre. Este año la idea de organizar la cena salió de nuestra última comida (Comida que por cierto, y aunque nadie se lo vaya a creer, pagué yo para celebrar mi nuevo curro). Como hay demasiadas cenas en Diciembre, decidimos celebrar la Cena de Navidad en Noviembre.

Y aunque íbamos a repetir sitio, Ramón se ofreció a organizarla...y le salió bien. Salió bien porque, al montarla en un descampado al lado de Telefónica, estos chicos a los que la competencia desconcierta por pertenecer al operador incumbente, se sumaron al pienso.

Ya sabeis que los de Telefónica, si no hay una sede cerca, aunque sea la del Desierto del Gobi, se sienten desprotegidos. Los cursis lo llaman "cultura de empresa", yo creo que se trata del síndrome de orfandad autoadquirida que diría Freud.

Bueno, este año necesité de Milagritos, de mi conocimiento de las estrellas y de poner en serios aprietos a un par de Municipales, pero llegué al Restaurante.

Decir que estamos todos más calvos no es cierto. Domingo parecía uno de Los Pecos, menuda mata de pelo. La crisis no sé si le afecta a él personalmente. Desde luego a su cabeza no.

Antonio, antiguo jefe y sin embargo amigo, está como el espíritu de la golosina. Dice que ha perdido 20 kilos. Desconozco si los ha perdido o se los han quitado, pero tiene cara de necesitar un bocadillo de jamón. Está en plan Zen hablando del espíritu humano y el devenir del feng-sui. No sé si presentarle a Carmen para que hagan pandi...

A José María le sentamos en presidencia (Aunque no hizo ademán de pagar) Eso provocó que este año salga igual de ignorante tecnologicamente hablando que como entré a la cena ya que me senté separado de él. El año pasado me hice de Facebook, este año ni eso. En Estrategia de Telefónica están estudiando los anuncios del "Pennis enlargement" para ver si los pueden aplicar a su base de datos de clientes yendo a medias en los beneficios, o eso me pareció entender de la conversación de Paloma y José Maria. Bueno, ya sabeis que al ser hombre solo puedo realizar una actividad a la vez...y no siempre, que respiro 30 veces por minuto. A lo mejor no era exactamente eso.

Me enteré que si estoy en la T4 y lo digo en el twitter ese de Enrique Dans, es posible que 10 ó 12 desesperados me hagan una propuesta sexual que incluso pueda gustarme. Por lo tanto no sé si dejar de volar con Iberia (Con lo que mataríamos dos pájaros de un tiro) o quedarme a vivir en la T4 que hay veces que me siento necesitado.

Isabel nos cambió por una orgia, y sin avisar. Nos dijo que estaba con 38 y medio en la cama. No hacía que le pusiesen los enanos pero a la vista está que me equivoqué (Ya veo a la Aido cerrándome el blog por politicamente incorrecto). Esta situación le debió de poner a Palomá, única asistente del sexo débil, (La Aido tiene a medio departamento buscando pruebas para cerrarme definitivamente el blog) que me tiró los tejos inmisericordemente. La propuesta más explícita que me han hecho en público en mi vida me la hizo ella. Algo así como que tenía que comprobar las dimensiones de mi aparato, vamos, como quien no quiere la cosa.

Si hubiésemos estado a solas todavía, pero en público la tuve que rechazar, que luego Manolo habla mucho.

No te lo tomes a mal Paloma, no es que no seas mi tipo. El año que viene eso me lo dices cerca del baño y lejos del mundo, entre el primer y el segundo plato, que además de tenerla pequeña soy rápido que te cagas, y es que no me falta de nada ;-) Entiendo que entre Bosé y yo no hay color, pero entre Manolo y yo sí, y te lo agradezco.

A Pablo le tuve que repetir, como cada año, la dirección de DAKIPALLA. Es cansino el tío. Y Fernando falló a última hora. (Bueno, viendo la temática de la cena, no sé si falló o folló). Sigue bajando puntos ostensiblemente. A Vicente hacía como una semana que no le veía. No ha cambiado nada desde entonces.

A Luis le mandan a comprar a Alemania. Parece mentira, una persona que hace llorar a los proveedores pidiéndoles descuentos, en cuanto le quitan el cartel de telefónica de detrás se caga. Ni un chupito se atrevió a negociar con el camarero. ¿Para eso queremos a un especialista en compras en el grupo? En subasta compra mi abuela, oiga.

Manolo estaba muy intrigado con nuestra nueva lectora Jimena. No sé si a ésta le pitaron los oidos. El restaurante era Uruguasho, o sea, como si en Nueva Zelanda se piensan que la cocina francesa es la misma que la española. Por cierto, una carne espectacular, y un panqueque caramelizado relleno de dulce de leche que me hizo llorar y cantar un par de Jorge Cafrune, o sea el mismo error, disculpe, Jimena.

Este año estuvimos esperando a Ana quien, por fin, no acudió. Sin embargo, la excusa fue buena. Nos contestó al día siguiente de la cena con un correo electrónico avisándonos de que no podría acudir. Menos mal que nos sentamos todos y no la esperamos de pie. A lo mejor nos está avisando para el año que viene....

Por cierto, la falta de material gráfico se la achacais al Helmut Newton del grupo, quien se comprometió a mandar las fotos, pero es que trabaja en Telefónica y eso debe de marcar ;-)
NOTA; Por primera vez, y dado que Helmut Newton se ha dignado a mandar material gráfico aunque, todo hay que decirlo, no cumple sus estándares de calidad, modifico la entrada para que veais los pinceles que nos reunimos en esa juerga continua y desenfrenada.
Si es que nos dejan solos y nos volvemos locos

miércoles, 4 de noviembre de 2009

TENIA QUE SER EN TOLEDO

Sabeis que debido a mi trabajo, no solo he viajado a más de cien paises que se dice pronto, sino que he conocido gente de más de 150 si hago caso a mi libreta de direcciones del outlook. En mi anterior trabajo, practicamente una semana al mes atendíamos invitados de los sitios más insospechados. Como director del departamento Internacional me tocaba lidiar con situaciones curiosas, tratar de que no surgiesen chispas en una visita no suficientemente coordinada donde coincidían judios y árabes, o turcos y griegos por poner algún ejemplo.

Recuerdo asimismo una visita donde argentinos y uruguayos se lanzaron ciertas lindezas en presencia de algún representante oficial durante la crisis de la papelera en el Río de la Plata.

Nuestra labor de relaciones públicas era bien apreciada. He dicho en más de una ocasión que, sin ser de Madrid, me gusta y lo conozco creo que mucho mejor que la mayoría de madrileños. Anécdotas, sitios curiosos, o bares. Por supuesto ir con 9 chinos a Casa Patas a ver flamenco es una experiencia que quien no la haya vivido no se puede imaginar lo que se pierde. Surrealismo puro.

Atendía aquella semana a un relevante miembro del Partido Comunista Cubano. Como fin de fiesta le iba a llevar a Toledo. Nos visitaba asímismo un judio americano que había sido atendido por otra persona, porque una elemental norma de prudencia nos impedia mezclar el agua con el aceite.

La lumbrera de mi antiguo jefe se enteró que iba a Toledo y, para ahorrarse pagar unos kilómetros de gasolina le indicó a la persona que atendía al Yanki que me lo dejase y que me fuese yo con los dos. Ninguno sabía nada de que el otro nos visitaba. En cuanto mi compañero me lo comentó intenté localizar al responsable del desaguisado, pero el patán se había quedado sin batería en el móvil.

Y ahí me teneis con una bomba de relojería en las manos.

Los 80 kms de viaje fueron tensos a más no poder. Si alguien se enteraba que el cubano había compartido habitáculo con el gringo le podían buscar un problema serio. La tensión se mascaba.

Sin embargo llegamos a Toledo. Aparcamos donde aparcaba siempre, al lado del Alcazar, y comenzamos a pasear. Con más espacio vital, el ambiente se comenzó a relajar. Sin embargo era yo quien mantenía una dura conversación pobre, respondida con monosílabos. Y fuimos a la Catedral, y paseamos por la judería, y por San Juan de los Reyes, y admiramos el Entierro del Conde Orgaz.

En la Sinagoga del Tránsito ocurrió. El judío se dirigió a nuestro compañero cubano. Y le comenzó a explicar el significado de la arquitectura y las diferentes partes del templo. El cubano preguntaba con agrado.

Y el Cubano le invitó en el Parador a unos mojitos teniendo la incomparable vista de la ciudad al anochecer. Se gastó el sueldo de un mes en la ronda.

Y yo me pregunté por qué no hablamos más y cavilamos menos. Con lo fácil que es romper barreras en las distancias cortas.

Me consta que siguen estando relacionados a través del correo electrónico.

¿Hubiera podido suceder en cualquier otra ciudad? Me gustaría pensar que sí, pero a veces lo dudo