El Aeropuerto de Auckland no es el JFK de Nueva York, pero lo que no me esperaba es que Keryn se tirase toda la tarde con su marido Lyndon, buscando a Kikas por el Aeropuerto (Sí, como buscando a Wally) despues de 15 años sin vernos. Y lo hizo. Ni sabía desde donde llegaba, ni a qué hora aterrizaba. Por supuesto, no nos encontró.
Llegamos preocupados al Hotel. No sabíamos nada. Allí nos encontramos dos correos electrónicos. Uno de cada miembro (o miembra) de la familia Going. Por fín tenía el móvil de Keryn. Le llamé y pudimos quedar para el día siguiente. Nos acompañaba a Paihia, donde estaban sus padres. Quedamos a las 9 en el hotel para recoger el coche y salir zumbando.
Había alquilado desde España una Autocaravana a la que solo
le faltaba lavavajillas. Tenía de todo. Keryn se retrasaba y a mi me venían a buscar para recoger el coche. Quedamos en que Carmen esperase a Keryn y Lyndon, su marido y viniesen a la compañía de alquiler en su coche.
Me estaban enseñando la Autocaravana cuando, de repente, me da por preguntar....¿De cuantas plazas es? "Dos, por supuesto, me contestaron" ¡No me lo podía creer! Hacía mas de un mes que la tenía alquilada y ahora no me servía. Necesitaba tres plazas para ir con Keryn a ver a sus padres. Me puse serio y accedieron cambiarme la autocaravana por lo que tuviesen. Tenía prisa y no podía esperar. Me encontraron un coche más viejo.
Aparecieron Keryn con su marido y Carmen. Dios, tenía la misma car
a que hace quince años...pero era una mujer. Nos abrazamos como si nos hubiésemos despedido el día enterior. La conversación fluía rápido. Todavía recordaba algo de castellano. Metimos un poco de prisa a los del coche y nos facilitaron las llaves.
Las chicas no habían desayunado. Ya no solo estaba con una chica...estaba con dos, o sea que Lyndon y yo comenzamos a vagar por Auckland buscando un sitio para poder desayunar. En un país que madruga, buscar un sitio para desayunar a eso de las 10,30, no es cosa fácil. Si además, no les gustaba los pocos que veíamos...pues eso, eran las 12 y estábamos comiendo en un sitio de comida rápida. Lyndon tenía que trabajar por la tarde en Hamilton, a una horita y media, con lo que comenzó a impacientarse. Keryn, ¡Menudo caracter! Al pobre chico le abroncó de mala manera. Me lo tomé a coña y le dije que delante mío, broncas, las mínimas, jajaja. Ken en particular, y la familia Going en general, habían decidido que éramos unos huéspedes especiales y todo lo que no fuera hacer lo que nosotros quisiésemos o hacernos sentir en la Gloria era motivo de bronca al incauto responsable.
Salimos hacia Bay of Islands ¡Menuda carretera! curvas, cuestas, obras. Eran solo unos 200 kms, pero se me hicieron eternos. Keryn iba sentada al lado mío. Yo he conducido mucho en Inglaterra por la izquierda, pero hacía tiempo. No llevaba mal lo de ir por el otro lado. Lo que llevaba mal es que, cada vez que quería darle al intermitente, le daba al limpiaparabrisas, y ella se desesperaba. ¡Indicator! ¡Indicator! decía, jajaja
Comenzaron a llamarla al móvil. Cada 20 minutos a ver donde estábamos. Ahí me enteré que Ken, un caracter, había decidido que, si no podía venir él a buscarnos, nos mandaba a Keryn, pero la Familia Going, representada, no fuese que incluso con el GPS, nos perdiésemos. Querían hacernos sentir el agradecimiento por visitarles.
Por fin, nos estaban esperando en la carretera. No querían alejarse más hacia el Norte. Keryn y Patricia me habían comentado que Ken estaba muy ex
citado ante la visita. No podía esperar más. Habían venido a nuestro encuentro. Paramos en el arcén. Salió Patricia. Estaba igual, con el pelo blanco. Carmen y ella se abrazaron. Salí del coche, nos abrazamos y nos besamos.
Y salió el Abuelo del coche. Nos fundimos en un abrazo. No había pasado el tiempo. El cabrón era duro. Quería demostrar que dominaba la situación. Un cáncer terminal, pero mandaba él. Tenía buen aspecto y mantenía la voz fuerte. Al separarnos del abrazo, las tres chicas estaban llorando.
La vida es jodida. Hace que vivas momentos de una alegría intensa, sabiendo que, en poco tiempo, la tristeza será desgarradora. No estaba dispuesto a permitir el pasarnos dos días tirando de pañuelo y tuve una de mis salidas, no sé si ocurrente, pero desdramatizó la situación. La gente soltó una carcajada. Lágrimas, en estos días, las mínimas.
Ken había dispuesto que ese día cenásemos en casa de su hermano Brian, en la Bay of Islands, la playa de Paihia. Me preguntó si quería salir en
barco a pescar. Le comenté que lo que le apeteciese pero, que preferíamos estar tranquilos con ellos hablando de los viejos tiempos. No creía que tanta actividad le viniese bien. El, de todos modos, estaba empeñado en demostrar que no pasaba nada. Que el cáncer era un molesto compañero de viaje sin demasiada importancia. Patricia me lo dijo en un aparte. Quería que esos dos días fuesen inolvidables para nosotros...y para su familia. Un regalo que nos hacía a todos, quizás, el último.
Les acompañamos a casa del hermano de Ken.
Brian es otro internacional Maorí. Jugaba de apertura. El único de los tres hermanos, faltaba Sid, que no fue All Black. Está casado con Frances, una mujer simpatiquísima, y una cocinera excepcional. La casa de Brian era una maravilla situada justo enfrente de la bahía con unas vistas impresionantes. Me recordó a la casa que el Peke, de quien he hablado en alguna otra ocasión, tiene en el Paseo de la Concha de San Sebastian. Le había dicho a Patricia que nos reservasen hotel por los alrededores. Para variar, no me hicieron ni caso. Nos habilitaron el apartamento del que Ken y Patricia disfrutaban cuando iban a visitar a su hermano. No nos sentó bien, pero era una decisión firme. Nada había que hacer. Ken decidía esos dos días por todos nosotros.
Estuvimos hablando un buen rato. Ya que decidí n
o salir a pescar (En una foto se ve el barco de Brian), Ken nos insistió para que Keryn nos enseñase los alrededores. Querían darnos una sorpresa con la cena. Los paisajes son bellísimos. A poca distancia está Waitangi, el lugar donde se firmó el tratado en virtud del cual se fundó Nueva Zelanda y los Maories pasarón a ser subditos británicos. Keryn nos aclaró que, la traducción del tratado al maorí se hizo de tal modo que los jefes Maoris fueron engañados. Sin embargo, 150 años despues, es un pais que funciona y cuya gente, además de estar muy mezclada, está integrada. Legalmente, para ser Maorí, minoría que tiene su propia representación en el Parlamento, has de tener un 25% de sangre Maorí. La madre de Ken era Maorí, y dos abuelos de Patricia eran maoríes. Ambos se sienten orgullosos de sus orígenes. Si os fijais, Mendel, con sus leyes, saca los trapos sucios de todas las fam
ilias. Mientras Sid y Brian tienen el aspecto británico de su padre, Ken sale a madre. Se observa en una foto de los tres vestidos de internacional maorí.
En Waitangi, asimismo, observamos una reproducción de una de las 12 canoas en la que los maories llegaron a Aotearoa hará unos 800 años. Parece increible que cruzaran el Pacífico en eso, pero tiene una capacidad para 150 remeros.
Tambien vimos las Haruru Falls, unas cascadas preciosas. En fin, hicimos el tiempo necesario para llegar a mesa puesta.
Los Going son creyentes mormones y muy religiosos. Por tanto tienen prohibido el alcohol. Antes de llegar compré un par de botellas de zumo de uva espumoso, que e
s como ellos celebran sus acontecimientos, (Y una botellita de blanco Neozelandés para Carmen y para mi ) ;-) .
Nos los encontramos acabando de preparar la cena. Keryn nos había comentado que la crema de mejillones de Frances, era famosa. Pronto descubriríamos por qué. Querían agasajarnos y lo consiguieron. Un banquete que ni en Navidad. Cocktail de gambas, con más gambas que cocktail, o sea, al revés que en todo el mundo. La famosa crema de mejillones que estaba....deliciosa (repetí varias veces ante la satisfacción de la cocinera), asado, fruta, helado, en fin, me faltó un whisky por decir que me faltó algo.
Entregué a Ken el detalle que el club de Rugby me había dado para él. En ese momento, me sentí torpe. Con la excitación se nos había olvidado un regalo para Patricia.
Patricia tenía un album de fotos de los cuatro años que pasaron en España. Estuvimos repasando las fotos y riéndonos que no os podeis imaginar. Actualmente, con las fotos digitales, es fácil tener copias. Casi todas las fotos que vi era la primera vez que las observaba. ¡Qué cantidad de recuerdos!
Yogui con una mata de pelo que para sí la querrían sus hijas. El 23, en un baile de disfraces vestido de insecto, que mi decencia y urbanidad me impiden detallar más, campeonatos de España de Rugby, cumpleaños míos celebrados en su casa, un montón de gente a los que tuve que poner nombre, el innombrable, saliéndosele las lorzas por debajo de una camiseta que ponia "Ante todo....mucha calma", miles de fotos del primer equipo (Todos con muchíiiiiisimo pelo), todas las novias que en el mundo han sido.... Lo mejor, Patricia había grabado un CD con estas fotos. He de poner música española en el mismo para mandárselo. MMM, os tengo en mis manos, que todos, teneis unas pintas....
Ken nos agradeció la visita antes de comenzar a cenar. Nos dijo lo que significaba para todos ellos y, en especial para él, este viaje. Contesté que era una deuda pendiente, no solo con ellos sino, con nosotros mismos. Ellos nos trasladaron el amor por su país hacía demasiado tiempo, y debíamos de corresponder.
Brian bendijo la mesa y....¡Al ataque!
Recuerdo la cena. Muchísima alegria, hablando de España, de anécdotas de ellos, de anécdotas de la gente que conocieron. Trasladé los recuerdos de todo el mundo que habló conmigo antes de ir y, por supuesto, de todos aquellos que sé que les querían. Nos reimos mucho, mucho.
Al acabar la cena, hablamos de toros, por supuesto de Rugby. La semana siguiente se jugaba el Australia-Nueva Zelanda del Torneo de las tres naciones, y el pais estaba levantado en armas. Por supuesto hablamos mucho de Rugby.
Brian preguntó si queríamos ver un reportaje de la
Tv acerca de los tres hermanos Going. Había que decir que sí. ¡Qué pasada de jugadas! La triple tijera ejecutada catorce veces seguidas sin que un solo contrario oliese a ninguno de los tres hermanos. Nos reimos mucho con las entrevistas. Barry John, el apertura Galés, para mí uno de los mejores jugadores de la Historia, diciendo que no era nadie al Lado de Sid Going. Para un amante del Rugby, os podeis imaginar la sensación de estar compartiendo velada, no solo con los amigos, sino con los mitos.
Para los que no esteis enterados, los tres hermanos Going son una leyenda del Rugby en Nueva Zelanda. Los tres han escrito algunas de las páginas más hermosas del Rugby maorí y Neozelandes. Uno de sus sobrinos, el hijo de una hermana, ya es All Black. Los Going, otra vez.
Ken estuvo muy animado, Patricia disfrutó muchísimo, y Keryn. Brian y Frances demostraron ser unos anfitriones estupendos, además de unas personas encantadoras. Cuando ya no podíamos más, nos fuimos a la cama. Al día siguiente Ken quería enseñarnos su granja, el Valle donde nació, todos los paisajes de su infancia, en fin, un plato realmente fuerte. Al abuelo se le notaba que quería despedirse por todo lo alto.
Patricia nos lo comentó. Era como la película de Morgan Freeman y Jack Nicholson, donde, ante
un cancer terminal, elaboran una lista de lo que han de hacer antes de morir. Patricia nos decía que iban tachando cosas y que, nuestra visita era una de las últimas pendientes de la lista. La última, era pasar las Navidades en familia.
Al día siguiente el Abuelo se levantó un poco más cansado. Pero quería dejar claro que dirigía la operación. Fuimos a su granja a una media hora en coche. Maromaku Valley. Ken tiene unas 200 Hectareas donde cria vacas para carne. A su primera mujer le dejó la propiedad grande. Esas hectareas multiplicadas por no sé cuanto.
El padre de Ken tuvo 12 hijos de dos mujeres, los her
manos son prolíficos. Todos tienen granjas en el valle. Es la pesadilla para cualquier cartero nuevo, al leer "Granja Going" ¡Te puedes morir! ¡Todas las granjas eran Going!
Llegamos a la granja, que habia levantado él con sus manos. Una bonita casa de madera a mitad de ladera. Un paisaje idílico, como veis. Nos estuvo hablando de su niñez, de sus recuerdos. Patricia quería acabar de digitalizar las fotos para que me llevase el Cd completo. Ken comenzó a cansarse. Aparecía desmejorado pero luchaba por aparentar que nada pasaba. A mí me ocurre en los viajes para cerrar operaciones importantes. Puedo estar durmiendo 3 horas 15 días seguidos. La adrenalina me mantiene despierto. Al cerrar el trato, duermo más de 24 horas seguidas. Me daba que algo parecido había comenzado a pasarle. Una vez
conseguido el objetivo de vernos y de que le encontrásemos bien, el cuerpo comenzaba a resentirse.
Este cabrón quiso enseñarnos ABSOLUTAMENTE todo, y nos llevó hasta a ver el sitio donde había encargado que le enterrasen. El corazón se nos encogió. Ibamos en dos coches. Conducía y llevábamos a Patricia. Keryn y él iban en el otro (Quizás quería tambien charlar con Keryn a solas). No pudimos controlar las lágrimas, por mucho que intenté evitarlo. Según Patricia, quería enseñarnos TODO, y , de este modo, agradecernos la visita. La verdad, fue un trago, pero emocionante, mucho.
Como el cementerio estaba en las tierras de su familia, por supuesto, tenía enchufe para escoger el sitio, como nos remarcó Patricia.
Nos quiso invitar a comer a su restaurante favorito en
Whangarei. Whangarei es la ciudad más importante de la comarca. El restaurante estaba en el muelle. Conduje hasta allí sin poder evitar las lágrimas. Le veíamos notablemente más desmejorado que el día anterior. Yo me lo imaginaba. El cuerpo aguanta hasta que llegas. Una vez pasado el choque, es como si te relajases.
La comida fue super emotiva. Sabíamos todos que estábamos agotando nuestras últimas horas, y eso flotaba en el ambiente. A la hora de pagar, intenté hacer el truco del almendruco. Antes de acabar dije que me iba al baño. En cuanto vió que me dirigía a la caja, se levantó de la mesa. Yo no sé como me alcanzó y, de muy malos modos (Entrañable el viejo), me dijo algo así como que me fuese con las mujeres. (Le faltó decirme que ése era mi sitio natural) No discutí. Con un cancer terminal y
dos tumores que cada uno podía pesar más de 4 kilos (Ni os los imaginais), era capaz de placarme y tirarme al suelo, y yo quería acabar mi viaje por Nueva Zelanda ;-) .
Acabamos de comer y dimos un paseo. Estaba nervioso porque habíamos de llevar a Keryn a Hamilton. Un duro el Abuelo. Un duro de 4 pesetas. Estaba emocionado. Todos lo notábamos, pero no quería demostrarlo.
Nos obligó a quedarnos a dormir en casa de Keryn. Antes de irnos nos obligó a decir que nos quedaríamos. Así se las gastaba.
Nos abrazamos sabiendo que era el último abrazo. Le dije "cuídate". No le dije adios (Luego Patricia me agradeció la omisión). Nos metimos Carmen, Keryn y yo
en el coche. Cerramos las puertas, arranqué y lloramos amargamente. Posteriormente Patricia me comentó que a ellos les pasó lo mismo.
LLegamos de noche a Hamilton. Keryn me estuvo hablando de gente que recordaba y a la que le gustaría volver a localizar. Le enseñé a utilizar el Skype con mi crédito y llamamos a Tendillo. Se emocionaron.
Hoy, 15 días despues, he recibido una llamada de teléfono. Era de Nueva Zelanda. Keryn.
Kenneth Tautohe Going, leyenda del Rugby, persona ejemplar pero, sobre todo, un amigo, ha fallecido a las 12,
35 Am, hora local en su granja de Maromaku Valley, rodeado de su mujer, su hermano Brian y varios de sus hijos. Siendo consciente que se moría y que lo hacía rodeado de sus seres más queridos. He de agradecer que haya sido la primera persona, fuera de la familia, en recibir esa llamada telefónica, media hora despues de su muerte.
Estoy muy triste, pero a la vez alegre. Alegre por haber llegado a tiempo de devolver minimamente el cariño que sembró y la generosidad que demostró, y de haber podido hacer 20.000 kms para despedir a un amigo y que él lo viese.
Patricia me ha comentado que desde que nos fuimos se apagó. Era un hito más a cumplir. No podíamos verle fracasar ( competitivo hasta el final), y al irnos se cansó de luchar.
Nunca podrá tachar la última línea de su lista...No vivió la Navidad
Para los que quieran ver su trayectoria
Voy a traducir esta entrada al Inglés. Patricia y Keryn me leen, pero no llegan a entenderlo todo. Si vais a dejar algún comentario y, os sentís capaces, dejadlo tambien en Inglés. A ellas les gustará.
Descanse en Paz
PD: Os dejo Noticias en medios de todo el mundo acerca de su fallecimiento: