En medio de un maratón que me lleva desde Chicago a Santiago de Chile, que ya veis que no me deja mucho tiempo para nada, sé que estais impacientes por leer mi colaboración en el número 7 de la Revista "ENTROPIA", ya a la venta, dentro de mi sección, "DE AEROPUERTOS Y CALORIAS". Disfrutad, si podeis...
Querido primo;
Ante tus continuas y
reiteradas meteduras de pata en tu labor de exportación, no me resisto a
trasladarte parte de mis mínimos conocimientos, no por escasos menos lamentables.
Sin embargo pienso que, si
juntamos tus nefastas experiencias con las mías no más exitosas, algo se nos
ocurrirá. Si no para que nos sirva de ejemplo positivo, por lo menos para saber
qué es lo que nunca hay que hacer.
Te tengo dicho que todos los
trabajos son una auténtica pesadez, pero has de ser capaz de encontrar las
claves que hagan atractiva tu actividad. No me imagino verte pasar diez horas
al día sufriendo. Si no eres capaz de descubrirlas, dedícate a la poesía,
colombofilia, o a sexador de canarios (Actividades todas mucho más excitantes,
como todo el mundo sabe)
No dudo que conoces que yo
sí que encontré mi clave. Sabes que soy una persona tremendamente curiosa.
Volveré a recordarte que, lo que me hace atractiva mi actividad profesional, es
la posibilidad de conocer muchos lugares diferentes y, sobre todo, personas
absolutamente distintas a aquellas a las que trato en mi país. En esos pequeños
detalles es en donde estriba, muchas veces, el que un trabajo resulte agradable
o no.
Y aunque de muchos lugares
solo conozca una oficina, un hotel o un aeropuerto, el simple trato con la
gente es suficiente para satisfacer mis pequeñas necesidades de motivación. No
sabes la pasta que me ahorro en psicoterapeutas argentinos, simplemente
teniendo esto claro.
No se te olvide que existen
muchos sitios donde el diferente eres tú, no es el otro. Ya te comenté lo que me
sucedió en un Aeropuerto de la China profunda. En el momento en que la persona
que me esperaba vino directamente hacia mí:
-“¿Mr Kikas?”
-“Do I look Like?” (¿Le parece que soy yo?)
(Bonita oportunidad para haberme quedado callado….)
Cuando el chino en cuestión
señaló con la mano el resto de la sala de llegadas, y me mostró con un
encogimiento de hombros, quién era el único que no tenía los ojos rasgados, me
di cuenta de la bobada de mi pregunta. Efectivamente, ahí el único diferente
era yo…

Sin embargo, te he de
reconocer que, en mi vida, solo ha habido un destino al que me haya negado a
ir. A Bagdag en el 2004. En pleno apogeo de ataques suicidas, y no tan
suicidas.
Mi antiguo jefe, también
valiente como él solo, me hizo ver la gran cantidad de oportunidades que se
podrían estar dando sin que las estuviésemos aprovechando. (Ese chantaje
emocional para que te des cuenta de que eres un egoísta y no te sacrificas por
la empresa. Sé que lo sufres a menudo, y cada vez más después de la Reforma
Laboral del ínclito Mariano).
Tras unos segundos de
silencio, te he comentado mil veces que le contesté:
-“Sí, Javier. Creo que es
importante ir y que se pueden estar dando muchas oportunidades de las que no
nos estamos enterando. Es más, creo que es tan importante ir, que deberíamos
volar los dos juntos para asegurarnos de que no se nos escapa absolutamente
ninguna de ellas”
Mano de santo. Sabía, no
sólo de su comodidad, sino de su miedo hacia según qué destinos. Nunca más
volví a escuchar esa sugerencia de su boca…
Moraleja, ten reflejos si no
quieres comerte todo aquello que nadie desea…
Y dado que aunque el mundo
sea muy pequeño, hay gran diversidad de gente y de costumbres, no está de más que
contemples algunos usos locales cuando viajes. Que por lo que sé, te crees el
colmo del glamour, y generalmente te estás cagando en el padre de tu futuro
comprador.
O sea que ya sabes. En
cualquier país musulmán, la mano izquierda casi te la atas a la oreja, para que
se te vaya de paseo lo menos posible. Y si da la casualidad de que eres zurdo y
te encuentras en algún país como Arabia Saudí, pide perdón por ello antes de
comenzar a escribir. (Es que es la mano con la que se limpian el orto, que
dirían en Argentina y me vas a perdonar, pero aunque familia, nunca vi con qué
mano te limpiabas el culo como para que recuerde si eres zurdo o no)
En estos sitios, eso de
cruzar las piernas, vamos, ni que fueras Sharon Stone…olvídalo.
Y aquello de mostrar la
suela del zapato a tu interlocutor en Malasia…¿Tú quieres acabar la reunión
rápidamente sin vender ni una escoba?
En la India….¿Cuántas veces
te tengo que decir que no se dan las gracias a tu anfitrión después de que te
invite a comer? ¿No te das cuenta de que se lo puede tomar como una especie de
pago?
¿Y quien te envolvió el
regalo que llevabas, no recuerdo si en papel blanco o negro, a ese cliente de
Bombay? ¿No sabes que esos colores simbolizan a la parca?
Alma de cántaro…¿a quién se
le ocurre en Japón regalar 4 posavasos o 9 flores? ¿Ignoras que el número 4
suena igual que la palabra “muerte” y el 9 igual que “depresión”?
¿Y el día que quisiste hacer
un regalo en China y a la segunda vez que te lo rechazaron lo guardaste en el
maletín? ¿Cuántas veces te tengo que decir que los chinos rechazan los regalos
tres veces antes de aceptarlos para no parecer ambiciosos?...Criatura….y te extrañaste
de no vender un clavo…con la mierda de la figura de Lladró de vuelta a casa
¿Y aquella vez que para
indicar cuánto medía algo en Bogotá enfrentaste los dos índices y te echaron de
la sala de reuniones por obsceno y maleducado?
No se me olvida aquella vez
en Moscú que, en medio de una cena y cuando te iban a llenar por quinta vez la
copa de vodka, la levantaste de la mesa creyendo que así ayudabas al camarero,
ante la cara horrorizada de tu cliente que vio como su fortuna se
evaporaba…adiós business… La próxima vez te atornillo la copa a la mesa,
sinsustancia.
Y cuando en Singapur, al ver
que tus clientes se reían sin haber contado ningún chiste, creiste que les
hacias gracia y continuaste con lo mismo…Pero ¿No te das cuenta de que nunca
nadie se ha reido contigo? ¿Que lo que querían es que cambiases de tema, que
estaban incómodos por tus afirmaciones, so zoquete?…
¡Ay!, y en medio de esa
tensa reunión en Pekin, cuando en el descanso, para ventilar la sala abriste la
ventana…¡Inconsciente! Todo el mundo sabe que en China se ventila abriendo la
puerta, aunque sea la de la calle….que por la ventana se escapa el dinero…
No quiero entretenerme mucho
más, que sé que la abundancia de información reblandece tus meninges. Pon en
práctica alguna de estas recomendaciones y ya me contarás.
Que si no fuera por mí…..
Tu primo, el listo, que te
quiere
Kikas