No tengo muchos amigos. Seguramente podría contarlos con los dedos de una oreja. Habitualmente recelo de aquellos que dicen que tienen muuuuuuuchos amigos. Un amigo es algo tan grande que tener muchos ha de ser un regalo del destino, y el destino es parco en según qué regalos. Lo que yo sí tengo es muchos conocidos, muchísimos, pero la categoria de amigo yo la entiendo de otro modo.
Para mi anterior jefe, todo aquel con el que se había cruzado un par de palabras en la vida (Y no habían acabado a gorrazos, añado yo, cosa no muy extraña por cierto) era muy amigo suyo. Si ese es el concepto que se tiene de una cosa tan seria como la amistad, huelga hablar de otros como honestidad, templanza, verdad, etc. Seguramente no nos íbamos a poner de acuerdo.
En estos momentos estoy pasando un momento relajado en mi vida. El otro día reflexionaba. Estoy teniendo vacaciones de maestro....con sueldo de maestro, para qué nos vamos a engañar. Y lo estoy llevando de cojones. Una persona tan nerviosa y activa como yo. Si me lo llegan a decir hace 4 meses les respondo que se dejen de pinchar, que no les va bien para el cerebro. Estoy disfrutando de mi familia, de la lectura (me leo un libro cada dos días de media, y aquí incluyo la trilogia de Milenium, jejeje), y de placeres simples que me están resultando muy gratos. Llevo poco menos de tres meses. Supongo que esto podría cambiar con el tiempo, pero tengo planes, muchos planes y me encuentro tranquilo conmigo mismo y con los demás.
Los que me conocen saben que he pasado un año terriblemente complicado. Complicaciones que parece que comienzan a remitir (Uno nunca puede estar seguro, jejeje) Durante este año en pocas personas me he podido apoyar, pero sí en algunas, algunos de mis amigos.
Estos amigos son los que han estado ahí para darme lo que necesitaba en esos momentos, consejos, compañía, conversación, en fín no todo se mide con dinero, como veis.
Alguno de aquellos no lo está pasando bien ahora. Y, como secretamente sé que me lee, quiero que sepa que ahora es mi turno. No en pago ni agradecimiento por nada. Sino porque me da la gana. Ahora es mi turno para ayudarle, comprenderle, apoyarle, acompañarle.
Sabes quien eres. No tengo que decirlo. ¡Cuenta conmigo, para lo que necesites!