EL TERREMOTO

Cuando uno viaja, es más que posible que le ocurran cosas no habituales. Al regresar a casa, eso sirve para que el viajero pueda hablar de ellas o publicarlas en su blog. A medida que pasan los años, estas experiencias cada vez son más numerosas.

Esta introducción me sirve para comenzar a narrar una experiencia impactante. Algo que hará que todos calleis para escucharme mejor. Que vuestra admiración por mi serenidad y empaque acreciente la ya no limitada fama que me acompaña.

Sí...ayer viví en Santiago un Terremoto. No menor. 5,7 grados en la escala de Richter. Puede producir daños graves en edificios mal construidos. En edificios bien construidos los daños son leves. Esta a 0,3 puntos de un terremoto fuerte que puede destruir areas pobladas hasta en 160 kms a la redonda.

Todos los testigos aseguran que se ha movido absolutamente todo. Aunque acostumbrados a ellos, todo el mundo lo comentaba hoy.

Lo he vivido, sí...pero a mí esto me lo ha contado un taxista. Ocurrió a las 3 de la mañana. Yo andaba cansado, con sueño. Para aquellos que digan que tengo un sueño ligero les podeis contar que tengo un sueño a prueba de terremotos.

Y ya me jode. Vivir un terremoto de casi 6 grados y seguir roncando...¡Qué coño cuento ahora! ¡A ver cómo seguis admirando mi intrepidez y falta absoluta de miedo!

¡Hay que ser desgraciado! Vivir un terremoto sin consecuencias, con lo que podría fardar de ello, y no enterarme de nada

¡P'abernos matao!

UN PASEO POR SANTIAGO...DE CHILE

Me encuentro, otra vez, con la maleta a cuestas. A Chile ya había venido, pero nunca me había dado tiempo a darme un paseo con tranquilidad.

Chile es un pais espectacular, pero Santiago no es lo más impresionante. Se trata de una ciudad tranquila, con grandes alamedas y paseos anchos.

Tampoco tiene muchos monumentos coloniales. La Catedral y la Iglesia de San Francisco, principalmente.

Chile es un pais serio. Con seguridad jurídica. Si tuviese más población sería una potencia porque se trata de gente laboriosa y trabajadora, con un Gobierno sin corrupción (Una rara avis en el área).

En la aduana me han bloqueado una mercancía de demostración, que llevaba en la maleta. Me faltaba un documento. Si hubiese estado en algún pais vecino, seguro que lo que buscaban era redondear el sueldo. No en Chile. Ni se me ocurrió un comentario en ese sentido para tratar de arreglarlo. ¿Me faltaba un documento? Pues mañana pago los aranceles legales y Santas Pascuas.

Llama la atención la gran cantidad de Policía que se ve por la calle. No entiendo muy bien el motivo porque no se percibe como una ciudad insegura.

En el medio de la Ciudad hay dos cerros, el de San Cristobal, al que se puede subir mediante un teleférico donde, en lo alto, hay una Santuario a La Inmaculada. La estatua con su pedestal mide más de 22 metros y pesa más de 36 toneladas. Las vistas de la ciudad desde allí son espectaculares. El otro cerro es el de Santa Lucía, con tambien unas vista muy bonitas. Todo en esta ciudad es tranquilidad.

Despues de subir en el funicular he descubierto un rincón lleno de placas agradeciendo a la Virgencita su intervención en multitud de hechos. He pensado en lo poderosa que es la fé, y lo fácil que me resultaría descargar mis responsabilidades en un ente superior. No digo que los creyentes lo tengan fácil, pero sí que ponen la resolución de sus problemas en manos de otros, planteamiento que no deja de ser curioso. Demasiado profundo para haber dormido poco...había que bajar a pasear por la Plaza de Armas donde se encuentra la Catedral, para poner los pies en el suelo.

La Plaza de Armas es un espacio amplio, circundado por edificios emblemáticos como la Catedral, el Museo Histórico Nacional o el Edificio de Correos. En ella está la Estatua del Fundador de la Ciudad, Pedro de Valdivia, donada por la Comunidad Española. Dado que se erigió en 1963, la placa va con el Aguilucho. Todavía viene Zapatero y le aplica la Ley de la Memoria Histórica, jejeje.

Estaba a un paso del Palacio de la Moneda, donde el 11 de Septiembre de 1973 (Para los no gringos, hay cosas que pasaron en esa efemérides antes de lo de las Torres Gemelas) el ejército Chileno mató a Salvador Allende. Yo tengo amigos chilenos cuyas familias salieron de Chile durante la Presidencia de Allende. No se trataba de oligarcas, sino de profesionales. Según lo que me cuentan, el Gobierno de Allende fue un auténtico desastre para el país. En honor a la verdad, hay que decir que el amigo Kissinger se encargó de ponérselo fácil desde que ganó las elecciones en el 70 (Entre otras cosas auspiciando huelgas salvajes o intentando asesinarle), o sea, que tampoco todo el mérito es del bueno de Allende, por muy iluminado que estuviese y por compañeros de viaje poco recomendables que le acompañasen. (Que el escoger bien los amigos tambien es índice de sabiduria).

A la caida de Allende llegó el amigo Pinochet, y bueno, como en los programas de la tele, hasta ahí puedo leer...

Sabeis que tengo debilidad por los imaginarios de mi juventud, no solo políticos, sino tambien de viajes o sueños. Y así como me emocioné en la Embajada americana de Saigon, o en el Cabo de Buena Esperanza, me he emocionado contemplando el Palacio de la Moneda de Chile (Pero ya no me da como para escuchar a Quilapayún o Victor Jara, ¡que uno tambien crece! jejeej).

He de reconocer que me he pegado una buena palicilla caminando. Tenía sed...y hambre. Así como hay veces que descubro, encantado, sitios estupendos, hoy, por mucho que lo he intentado, no ha sido el caso. Barato fue (8 €), pero aunque plagado de locales, la comida de rancho.

Y es que en Santiago se nota la influencia centroeuropea. Apenas hay bares o restaurantes por las calles principales. Muchos puestos callejeros, pero no se ve esa alegría que observas en ciudades similares de Sudamérica.

Yo sabía que ser un país adecuado para los negocios no podía traducirse en todo ventajas...

Me quedo un par de días y, de aquí, a Buenos Aires. Eso es otra historia (Lo digo por lo de la alegría ;-) )

UNA CALÇOTADA EN LAS FALDAS DEL MONTSENY

Llevo unas semanas casi desaparecido. Tengo más trabajo del que puedo absorber, y eso me revienta, porque no lo hago bien.

Sin embargo, este pasado fin de semana disfruté de otra escapada y, me doy cuenta de que, por obligación o devoción, paro poco en casa.

A los que somos de cerca de Bilbao, los faroles solo nos gustan encendidos, y algo de esto ocurrió.

A través de Facebook estoy en contacto con antiguos compañeros de Colegio Mayor. No sé como surgió pero Pepo, ilustre mareante, dibujante excelso, gran montañero y un amigo divertido, residente en las faldas del Motseny, me enseñó la patita para tomar una Calçotada, sabiendo que, en condiciones normales cualquiera no se iría hasta Barcelona a pasar un fin de semana. Yo, que tengo puntos de cualquier línea aérea, real o inventada, aguanté el farol y, una vez con todas las bendiciones hogareñas, que Carmen en estas cosas siempre tiene la última palabra, le comuniqué día y hora. Le dejaba que el buscase sitio.

Su única condición fue que las calçotadas se pagan a escote y por ese detalle sin importancia no íbamos a cancelar el viaje.

Montamos toda la familia, 4, en un vuelo de Spanair y al llegar al Prat, ahí nos estaba esperando con un cartel de bienvenida, como en sus mejores tiempos. Teníamos que desplazarnos hasta su casa, en las faldas del Montseny, donde, aunque había insistido en que durmiésemos en su domicilio, habíamos reservado habitación en una Masía.

La primera nos la tomamos haciendo tiempo...y hambre. Un día de enmarcar.

Al poco fuimos a buscar a su chica, Julia, y a hijo, Pau, y directos al restaurante.

A Pepo se lo habían recomendado. Sitio familiar nos sorprendió que un sábado, a la una y media, ya estaba razonablemente lleno. (Estos catalanes son europeos...en el peor sentido de la palabra, jejeje) (Por Tutatis, habitantes del principado, no me baneeis el blog. Supongo que eso será el "hecho diferencial" ;-) )

Menú de Calçots para 7. Comenzamos con verduras, alcachofas, coles, ensalada...y llegaron las tejas llenas de Calçots, esas cebollas tiernas puestas a fuego de leña vivo dos o tres minutos, acompañadas de Salsa Romesco.

Para los no iniciados, el babero es obligatorio. No solo para que los abogados gringos no demanden al restaurante en caso de que una gota de salsa les condecore la camisa, sino para que nuestras Santas no nos echen de casa si nos pasa lo mismo (Que las manchas, al contrario que las cogidas en Sanfermines, no solo les caen a los yankis)

Los calçots estaban en su punto, pero la salsa simplemente espectacular, con el toque justo de almendra...

Pepo y yo pedimos el vino en porrón...para beber menos. Cayeron dos botellas para los dos, no quiero ni pensar si hubiésemos bebido en vaso ;-)

Lo único que había pedido a Pepo era una camiseta conmemorativa, como las que guardo suyas de nuestros años mozos. Me comentó que no era posible, porque el diseño que había realizado no se podría finalizar hasta saber cúantos habían caido por barba.

Supongo que caerían 40 por cada uno...No somos de Bilbao, pero no creo que estuviésemos muy lejos. A día de hoy sigo esperando la camiseta... ;-)

Las zarpas, como podeis comprobar, con su correspondiente capa de mierda, que la primera piel quemada se quita a mano...

Una vez que acabamos con todas las que nos habían traido, ante el jolgorío de las familias, parrillada de carne...

¿Y de postre?...Mató con miel....

¿He de decir como nos pusimos?

Tuvimos que ir a pasear a un hayedo a bajarlo...y me recordó tanto a mi pueblo, que se me escapó algún suspiro

Por la noche cena en casa de Pepo...Un Rape que se salía del mundo. No cocina mal...

Y a la cama...al día siguiente nos quedaba un paseo por Barcelona, y había que aprovecharlo.

Decidimos que deberíamos repetirlo, y ahora estamos en que si todos los años...o cada dos. Supongo que dependerá del diseño de la camiseta ;-)

EL VENDEDOR

Tengo un amiguete, denominarlo amigo me parece tener demasiada confianza, con el que de vez en cuando salgo al monte, a tomar unas cañas...alguna vez hemos ido a esquiar juntos.

Es alto directivo de una de las empresas más importantes del IBEX 35, y un hombre hecho a sí mismo. (Es decir, que su padre era un trabajador normal y corriente, que ya sabeis que pienso que desde Viriato nos mandan las mismas familias de hijoputas)

Algo se nos escapa de su vida, porque no sabemos si tiene carnet de conducir, pero el hecho es que nunca le vimos hacerlo.

Viviendo en el extrarradio de una gran ciudad, es su mujer la que le lleva y le trae todos los días.

Por su puesto (Que no quiere decir por supuesto ;-) ) en la compañía tiene coche de empresa. No sé las negociaciones a las que habrá llegado con Recursos Humanos, porque generalmente esos bienes en especie son nominativos, pero de hecho quien conduce el coche de empresa es su mujer.

Hombre enamorado, quiso regalarle a su chica en su cumpleaños un Mercedes descapotable y fue al concesionario.

Ahí apareció nuestro héroe, subgrupo vendedor (Sin tonos peyorativos...yo tambien lo soy...aunque malo). Le echó la vista encima. Hizo la radiografia. Triunfador en la cuarentena. Hombre de mundo. ¡A por él!

Con la más encantadora de sus sonrisas se le acercó. Le comenzó a explicar todas las funcionalidades, virtudes, ABSs, ESPs, aceleraciones máximas, climatizaciones, llantas de aleaciones, cilindros en V, etc, etc, etc

Mi amigo le escuchaba con cara de interés, aunque escasa atención. Era un capricho para su chica y lo demás le daba un poco igual todo.

Llego el momento supremo. El atento vendedor le dijo la frase mágica

"¿Lo quiere usted probar?"

Asintió, y mientras el vendedor amablemente le abría la puerta del conductor, mi amiguete dió la vuelta al coche, y se sentó en el asiento del copiloto ante el estupor del profesional, que nunca se había visto en otra.

Reguló el asiento, estiró las piernas, conectó la radio... tenía al vendedor pensando que le había tocado el pirado de la semana

Salió del coche con una sonrisa y le dijo al vendedor..."Me gusta, me lo quedo"

Me asegura que ni en la más difícil de las negociaciones que ha mantenido en su vida, ha visto una cara de poker como la del pavo con la puerta del conductor en la mano.

UNA ESCAPADA A LA NIEVE

Llevo unas semanas complicadas en el trabajo. He de reconocer que se me había olvidado lo que era la presión de verdad...y lo estoy recordando de golpe.

A mí hay unas licencias que se me permiten sin demasiadas explicaciones. Irnos 4 ó 5 días a esquiar entra dentro de este apartado.

Carmen sabe que Pulmo, el Primo y yo tenemos menos peligro que un espía en San Marino y no diré que todos los años, pero casi todos cae una escapada.

Somos simples como cubos. Aprovechamos el forfait. No paramos a comer. Nos tomamos unas barritas en un remonte, y esquiamos de 9 a 4 sin parar. Del esquí lo que nos gusta es esquiar. Nunca he comprobado los kms que hacemos, pero muchos, al cabo del día

Yo comencé a esquiar con más de 30 años. Esto quiere decir que nunca esquiaré bien, pero bajo por donde tenga que hacerlo. No como mis amigos que son expertos, pero pacientes conmigo.

Mis amigos dicen que mi estilo es peculiar. Yo díría que es el "Eusko esquí", pero cuando ven a alguien esquiar parecido dicen que tiene "estilo Kikás", y se descojonan.

Son semanas sin teléfono, donde la frase con mayor profundidad que sale de nuestras bocas es algo parecido a "buen tiempo", o algo parecido.

Los chicos somos así...simples

A la semana siguiente vuelvo al trabajo suave, suave

Y agradezco, no pensar en nada, estar callado al lado de mis amigos o enunciando aseveraciones profundas del tipo ¿Qué vamos a cenar hoy?, como mayor entrenamiento mental.

Esta vez ha sido Andorra. Interesante a la hora de traernos unas botellas de whisky. Nuestro mayor debate ha sido si una pista en concreto de Pas de la Casa estaba en terreno andorrano o francés...la discusión duró tres días y la solución nos la dió el Gugelmaps. Como podeis apreciar, temática profunda y de contenido.

¿Por qué la vida se torna tan complicada con lo fácil que puede ser?

MANIAS

Las manías son aquellas conductas repetitivas que no tienen una explicación razonable. El tomarse un Cardhu despues de comer los sábados, es una sana costumbre (Preguntádselo a mi ácido úrico), no una manía. Sin embargo, hay otras costumbres que no pueden confesarse sin rubor.

No soy un marciano, aunque supongo que si le preguntais a Carmen dirá lo contrario sin dudar. Sin embargo, es cierto que todos tenemos algún muerto en el armario.

Estoy seguro que si todos os sinceraseis y me lo comentarais, esta entrada sería infinita. Como no soy tan prepotente, me conformaré con confesaros una mía.

Yo hace 15 años que no compro para mí ni champú, ni gel, ni jabón...

Y os espero a todos con el puñal en la boca dispuestos a hundírmelo al grito de ¡guarro!

Pero no se trata de lo que os pensais. Uno, al que la higiene se la inculcaron en casa de pequeñito, se ducha todos los días. Algún día, pocos, más de una vez, como cuando llego de algún viaje...

Pero hay algo que es superior a mis fuerzas. En cuanto entro en un hotel, un instinto asesino me hace arramblar con cuanto jabón, gel y champú depositan como cortesia en la habitación y los guardo en la maleta. Es más, si el hotel es de un lujo suficiente, las cortesias desaparecen tanto por la mañana como por la noche, ya que las camareras entran varias veces para comprobar que todo está en orden.

Si he de estar varios días en la misma habitación, guardo la pastilla y el bote de champú que esté utilizando, para que no crean que me queda nada y así me los repongan continuamente.

Los que me seguís sabeis que yo no frecuento muchos hoteles....los frecuento todos.

Eso hace que en mis viajes de dos semanas, de hotel en hotel, al final, una parte apreciable del peso de mi equipaje se deba a estas "ammenities"

He de confesarlo. He llegado hasta a coger los jabones y geles del carrito de las limpiadoras que dejaban en el pasillo del hotel.

Por supuesto, ni aun lavando mi abundante cabellera un par de docenas de veces al día soy capaz de procesar tanto champú.

Mi familia no participa de mi conducta de manual de psiquiatra. Cuando viajamos, Carmen ha de estar persiguiéndome porque los jabones desaparecen de la habitación (Es por una buena causa, para que los repongan...)

Todos esos champús y jabones se almacenan (Guardar es otra cosa), en cajas grandes. Actualmente tengo cuatro llenas. Cada vez que utilizo uno, me acuerdo del hotel, del viaje, de lo que me podía haber llevado allí.

Dentro de esos jabones hay clases, por supuesto. No es lo mismo el jabón del Ritz Carlton de Kuala Lumpur o del Windsor House de Bogotá, que el del LakeView de Nanchang, pero ninguno se ha demostrado que atentase contra mi salud de piel y pelo. (Lo del pelo no lo tengo tan claro...)

Sin embargo, esta costumbre sí que se ha mostrado que atentaba contra mi salud familiar. Carmen, harta de las cajas llenas de jabones, el año pasado, una vez que me asignaron la responsabilidad de Latinoamérica otra vez, me lo dejó clarito...O los jabones o ella...

Y uno, que es hombre mononeuronal, en ese momento entendió que ahí se estaba jugando un partido de las grandes ligas...

LLevo un año viajando y luchando contra mi voluntad. Entiendo que esto es como el fumar o el alcohol...algo de lo que uno nunca se cura. Por ahora resisto más mal que bien el dejar los jabones en la habitación cuando la abandono.

Y racionalmente veo que, además, no necesito almacenar mas productos de higiene personal.

Una de las cajas, durante este año, ha disminuido el contenido. Visto lo que me queda, calculo que, en unos 20 años, podré necesitar comprar jabón y champú de nuevo.

Ahí veré si me he curado del todo o no...

UN FIN DE SEMANA EN LONDRES

Despues de la embarcada de la noche de Cardiff, Yogui y yo asumimos que nos teníamos que portar muy bien y aguantar todo lo que nuestras Santas dispusieran para nosotros durante el resto del fin de semana.

Nos levantamos pronto el sábado en Bristol, y, aunque creíamos que no teníamos problemas con la devolución del coche, habíamos quedado con Chonfli y Catherine en Londres. Ellos habían llegado el viernes por la noche y nos estaban esperando allí. Problemas laborales les habían impedido acompañarnos al partido de Rugby.

El desayuno que nos metimos abarca todo lo que la gastronomía británica es capaz de incorporar a un plato: Alubias, huevo fritos, pure de patata frito, champiñones, tomate, bacon...en fin...una auténtica guarrada.

Debíamos dejar el coche en EUROPCAR en Gatwick. Nos habían dicho que no había problema en conservarlo más allá de las 24 horas. Eso sí, no podíamos dejarlo en Heathrow porque pagaríamos un suplemento. Al dejarlo a las 26 horas de haberlo recogido nos cobraron dos días. Por mucho que les explicamos, que relatamos la escena con la encargada, que nos cagamos en todo en un par de idiomas, nada solucionamos y ahí me reafirmé en lo que he dicho siempre. Cuando un inglés te dice algo, te dice EXACTAMENTE lo que te dice. No interpretes lo que ha querido decir. Ha querido decir lo que ha dicho. No había problema si tardábamos más de un día en devolverlo, pagábamos dos días, pero problema ninguno.

EUROPCAR con su página web en la que la simulación nos cobraba solo un día aunque tardásemos 28 horas, y su agente que indicó que no había problema, nos tangó 50 napos por la cara.

Calentitos llegamos a Londres en el Easybus (Bus de Easyjet que sale de Gatwick y te deja en el Centro de Londres, al lado de nuestro hotel, por una cifra razonable). Allí nos esperaban los Chonflis que se estaban comiendo los codos, ya que eran las 3 cuando llegábamos.

Los Pubs en Londres, generalmente pertenecen a franquicias, con lo que la cocina suele ser de cartón piedra (Aunque pretenda dar el pego con su tipismo british). Cayeron las primeras pintas de cerveza tostada, unas cuantas. Mientras comíamos, Italia estuvo a punto de ganar a Irlanda.

Eran las 5 cuando llegamos al hotel. Para estar en Londres, un hotel razonable por unos 60 € la noche. Habitación grande, limpio, desayuno incluido.

Carmen vivió en Londres cuando éramos novios, y deseaba pasear por su zona. Ella vivió en lo mejorcito de Londres, Chelsea, a 2 minutos de Harrod's. Recuerdo que en la vida he visto más cochazos por metro cuadrado que cuando la visitaba, y esta noche. Ferrari's, Masserati's, los Porche's eran coches de poco más o menos. En España no hay pasta porque toda está en Londres ;-)

Anduvimos por el barrio. Encontramos su casa y, sobre todo, nos dimos un paseo por la Galería de Alimentación de Harrod's. Una auténtica experiencia sensorial. Encuentras todo lo que puedas imaginar. Entiendo que será difícil buscar una delicatessen y que no esté ahí, pero cuando vimos que la pieza del 5J se vendía a 1.000 Libras, decidimos no buscar nada más exótico que el Yorkshire Pudding, no fuese que todo mantuviese una proporción semejante.

Hacía tres horas que no tomábamos una buena pinta. Teníamos un recorrido de Pubs históricos. Lamentablemente, en día y medio no puedes visitar Londres. Menos mal que todos lo conocíamos bien. Decidimos calmar nuestra sed antes de irnos hacia la Zona de Piccadilly (Como cualquier turista de pro)

China Town se encuentra a escasas manzanas de Leicester Square. Se celebraba el Año Nuevo Chino. La cocina china en Londres nada tiene que ver con la cocina china en España, y a mí me apetecía, pero el andar con gente que tiene que saber forzosamente lo que come no es cómodo muchas veces, y acabamos metiéndonos otras dos pintas y un buen chuletón escocés (Espero que sin restos de vaca loca británica). Estábamos cansados y, dado que no íbamos a trasegar otro par de pintas, decidimos ir a mearlas (miccionarlas, dicen los estetas) al cuarto de baño del hotel.

Hay algo que siempre que voy en Invierno a las Islas me sorprende. El sacrificio que hacen las liberadas feministas británicas por ir caminando sobre zancos, con unos vestidos que es lo más parecido que existe en el mundo a la desnudez completa, a 0ºC. Luego hablan de la sumisión musulmana, pero si no es sumisión el tener que ir casi en pelotas un sábado por la noche con un frío que pela para tratar de pillar, que alguien me explique lo que es. Porque a los tios les veo la mar de cómodos con sus abrigos y sus bufandas...

Al final eso de pillar va a resultar que sí que es un deporte de riesgo...y no por hacerlo a pelo...sino por ir a pelo, que parece lo mismo pero no es igual.

Ya he dicho que a los chicos nos tocaba aceptar lo que se nos propusiese, como de hecho ocurre casi siempre, jejeje. Las chicas querían visitar Portobello, y, aunque era domingo y no había mercadillo, bien es verdad que es una zona muy agradable para pasear. Londres estaba petado de españoles. En realidad, los españoles comienzan a estar por todos lados, porque no se oye hablar en otro idioma (Aunque reconozcamos que el volumen de las conversaciones influye) Cayeron las primeras compras del día...

Una calle que me gustó desde que era joven cuando estaba lleno de Punkies, es Carnaby St. Recuerdo que era donde compraba las botas Dr. Marteens que me encargaban mis amigos cuando en España no había. Y sigue teniendo unos cuantos Pubs en las cercanias (No el Shakespeare de la misma calle, por favor, reducto de turistas ruidosos)

Compramos unas camisetas de Rugby para los niños...seguíamos teniendo sed...

El logro culinario más reconocido de los Ingleses, aparte de que son unos expertos en enmascarar la apariencia y el sabor de las cosas (Las patatas fritas con sabor a vinagre, o cualquier pudding son ejemplos paradigmáticos), es el Sunday Roast, o asado dominical que se toma en cualquier Pub los domingos. No deja de ser un plato combinado de cualquier cafetería cutre española pero, si no tomas esto, ¿Qué plato british puedes probar?

No diré que comimos bien, pero nos reimos. Y la cerveza estaba decente... Por supuesto, despues de comer, una conveniente trasposición un domingo es obligado...incluso en Londres

Antes de volver al hotel para coger las maletas, había que comprar, que estábamos en Londres...y las chicas se dedicaron a ello con fruición e intensidad. Una hora, que les cundió...

En fín, no nos pregunteis por el Cambio de Guardia, ni por el Big Ben, ni por Greenwich, ni por...

Eso sí, la cerveza abundante (Creo que esto ya lo he dicho), y la compañía divertida...

El año que viene Edimburgo, que esto del Rugby es lo que tiene...hacer turismo ;-)

UNA CHARLA EN EL CISNEROS

El Marqués hace unas semanas nos embarcó al Yogui y a mí en una charla para estudiantes en el Cisneros. Poco más o menos, ¿Qué me hubiera gustado que me hubiesen contado hace 20 años antes de salir al “Mundo Real”?

Sabeis que cada persona tiene sus debilidades. Las mías se concentran en mi familia, amigos, y en esas cuatro paredes donde no solo me hice hombre, sino que recibí la mejor formación que haya podido desear. Los conocimientos los adquieres en la Universidad. El aprender a ser persona, no.

El Marqués nos juntó con la excusa de que somos profesionales cuasi-decentes, y pensó que nuestra experiencia laboral podría ayudar a los Universitarios que hoy intentan salir a la superficie.

La gente que vive o ha vivido en el Cisneros nos hemos de sentir afortunados. Mayor cantidad de experiencias formativas es difícil que se den en otra institución a esa edades. A mí, el Colegio me dio amplitud de miras. Gracias a convivir con gente de muy variados orígenes y carreras, me enseñó que no hay una solución para cada problema, sino que se pueden encontrar múltiples soluciones. Me enseñó a debatir y a relacionarme.

El Rugby me ha ayudado a afrontar la vida con afán de superación, espíritu de sacrificio, buscar el trabajo en equipo y obtener la recompensa global y no individual.

Antes de comenzar la charla nos conjuramos para no contar batallas y sí dar ciertas claves que podrían ayudar a la gente hoy. Las batallitas, el día de la Fiesta a las 4 de la mañana.

Lo primero que pedí al organizador fue que no obligase a ningún nuevo a subir (Creo que me hizo poco caso). Uno ya tiene canas ahí, y se conoce a sus clásicos. Y no necesitaba ver una sala llena, sino gente interesada en lo que les fueses a contar, aunque los organizadores se defendiesen esgrimiendo que “un empujoncito siempre está bien, que cuando no tienes conocimiento, no sabes si es interesante o no”.

Lo segundo, que no nos pusiese detrás de una mesa. Me temo que lo dije demasiado tarde….

Y como alguno a lo mejor nos escuchó, y se quedó pensando qué habíamos querido decir, lo resumo, aun sabiendo que me dejo un montón de cosas:

Lo vais a tener bastante más difícil que nosotros, así como nosotros lo tuvimos más difícil que los anteriores. Eso de que cada vez hay más oportunidades, hace 50 años que no se cumple (Menos para los políticos). No es algo grave, pero hay que saberlo para no desanimarse y buscar el hueco de cada uno

Idiomas, idiomas, idiomas. Inglés, por supuesto. No defenderse…negociar en Inglés. Y, además francés, como mínimo

Estar siempre disponible. No decir que no a nada (En una empresa, cuando dices que no una vez, no se te vuelve a preguntar. Un sí, aunque sea con condiciones)

Antes de acabar la carrera trabajar, aunque sea poniendo copas. Alguien que en un CV demuestra que es inquieto, estará mejor visto que un coco de laboratorio para todos aquellos trabajos fuera de un laboratorio.

Utilizar el Colegio como Red Social. Los modernos llaman ahora “networking” a lo que es “la mafia” de toda la puta vida. Acercaos a cuanto Antiguo aparece por el bar. Pedid consejos o incluso recomendaciones. El NO ya lo teneis antes de ir.

Antes de pagar un Master al acabar la Carrera, invertid en pasar 6 meses en el Extranjero perfeccionando un Idioma. Un Master, al acabar la carrera, solo si es en el extranjero. (O sea que ya os estais currando las becas). Aprovechaos de los ERASMUS

Mucho más importante que un Expediente Académico brillante es tener habilidades sociales. Los conocimientos los acabas adquiriendo, el convivir es más complicado. O sea que aprovechad todo aquello que el Colegio os ofrece para mejorar en este campo. En 20 años seleccionando gente, nunca he analizado un Expediente académico. Me bastó saber que se tenía la titulación necesaria. Sociabilidad, empatía, capacidad de relación, negociación….

Flexibilidad y Adaptabilidad. La rigidez unicamente está bien considerada en las oposiciones a judicatura y solo mientras “cantas” los temas.

Una vez acabada la charla, compartimos una cerveza y algo para empaparla. Allí nos hicieron partícipes de los problemas que afrontan actualmente. Lo único que puedo decir es que el Cisneros vende “Intangibles”, con lo que hay que centrarse en promocionarlos. El resto es accesorio. En nuestras actitudes externas hay muchos cambios, pero el fondo permanece, y es lo importante. Yo me veo reflejado en todos los que allí estaban, un matrimonio y dos hijos despues

Si hace 20 años me hubiesen dicho que habría estado detrás de esa mesa dando una charla, pensaría que hay gente que le da a las drogas duras… ¡Hay gente que se empeña en echarte años encima de la chepa!