viernes, 29 de mayo de 2009

LOS LUNES AL SOL

Extraido del blog http://blogs.publico.es/trabajarcansa/2009/05/24/a-la-caza-del-moroso/#comments

"Que les parece si seguimos en la misma linea y ponemos a dos tios ataviados de obreros con la paleta y la llana o con monos azules de trabajo y la llave inglesa y se los ponemos ” pegados ” a estos empresarios que aprovechandose de la situacion se inventan ”ERE” para reducir plantilla con el menor coste posible ,empresarios que siempre conocen a alguien que les puede ayudar a ocultar su fortuna (fortuna amasada por años extorsion a los trabajadores/as) para que ante la institucion parezca que estan en las ultimas , hagan una reduccion de plantilla (temporal o no) y a ti te dejen en al calle con una hipoteca que pagar , una familia que alimentar una sensacion de impotencia que no se puede describir y encima un dia llaman a tu puerta y aparece un tio vestido de zorro diciendote que eres un moroso y que si no pagas ……..a la puta calle!!!!!! ….” pa verlo matao ”

Y es que siempre diferencié entre empresarios y tenderos, con todos los perdones a los tenderos que no dirigen empresas. Y cuando una empresa con unas reservas declaradas, suficientes para pagar salarios 4 años, al tercer mes de crisis ha despedido a casi el 20% del personal, o estaba mal dimensionada, o alguien se está volviendo majara. Eso sí, para pedir ayudas al estado los primeros. (Aquello de lo mio para mí, y lo tuyo para los dos).

Ante su pregunta de cuando me iba, yo, que de los gilipollas debo de ser capitán general, le comenté que estaba acabando un proyecto. Que sabía que en el finiquito me entraba que, a partir del siguiente día, cualquier marrón que apareciese era mi culpa. Pero que me fastidiaría más dejar algo abierto pudiéndolo acabar. En este mundo tan pequeño, los que no tenemos más patrimonio que nuestro trabajo personal, lo único que nos representa es nuestra reputación. Y con eso no iba a jugar.

Lo acabé hace tres días. Ayer llamó el cliente. Auguraba un 75% de posibilidades de conseguirlo. ¡Tiene cojones que encima lo gane, como el Cid, despues de muerto!

Pues eso, que cambio de trabajo. Me voy a la empresa más grande del País. Somos más de 4 Millones. Las condiciones son acojonantes. Te pagan por no hacer nada. Creo que tienes que pasar por allí una vez cada tres meses. Eso sí, puntualmente dicen que te ingresan el salario. No es mucho, ¡pero es por tocarte los cojones! (Ahora que lo pienso, hay mucha gente que se lo pagan por lo mismo, y mucho más elevado)

En fín, el trabajo soñado de todo el mundo. No hay jefes. El contrato es temporal, creo que un máximo de dos años, pero Zapatero quiere dar más años

Claro, hay que ser gilipollas para promover la creación de trabajo en vez de ampliar el periodo de este chollo. A nadie se le ocurriría. Zapatero, ¡Gracias por ser tan bueno!

Y debo de ser un insatisfecho de la leche. Me dan el trabajo que todo el mundo desearía, y no sé si estoy muy contento.

Porque el lunes, a las 8 de la mañana, estaré haciendo una cola que cada vez se ampliará más. Y recordaré aquella película...¿Como se llamaba? ¿Ah, Sí! Los lunes al sol

(Ahí teneis partes de las causas del estado de mis biorritmos. Hay más, pero hoy no tocan)

lunes, 18 de mayo de 2009

EL SOMIER DE JUANITO

He de ocultar los autores. Los delitos de lesa humanidad no prescriben nunca. Debió suceder en Junio del 85, hace menos de veinticinco años, antes de ayer.

Juanito hoy es un Ingeniero Agrónomo. Natural de la Meseta, al llegar al Colegio dijo que le gustaba la montaña. Con Juanito se quedó para los restos (Supongo que por Juanito Oiarzabal).

Las facultades de Juanito se pusieron de manifiesto varias veces como cuando, siendo nuevo, e incitado por un viejo (Lo digo para difuminar responsabilidades), tuvo que subir al tercer piso del Nebrija, eso que teníamos enfrente, por la fachada, a robar un jamón que un incauto había colgado de la ventana. Hazaña que por sí sola debió de valerle una placa en el Mayor. Alguno la tiene con bastantes menos méritos.

A Juanito, además de sus montañas (Aparte de cuerdas y arneses, lo más que le vi escalar, y hasta que vino Pepo, fue el Pino de la Entrada para poner la estrella en lo alto en Navidad), le apasionaba la fotografía. Era el presidente de la Sociedad de Fotografía del Mayor. Entre sus responsabilidades estaban el mantener el laboratorio en perfecto estado de revista, el realizar fotos de los partidos de Rugby y otros eventos relevantes en la vida del Colegio y, por supuesto, ser el fotógrafo oficial de la Ceremonia de Imposición de Becas a los Nuevos Viejos del Cisneros todos los meses de Junio (Despues de un año de Nuevo y novatadas, y otro de Vicenuevo, o sea, mueble."Está pero no existe").

Nadie sabe qué pasó aquel año, pero Juanito no sacó las fotografías de la ceremonia. Eso era un delito de lesa patria, lesa humanidad o lesa lo que sea. Rumores hubo que no tenía película, o que no se enteró de que era él el que tenía que hacer las fotografías. Lo que pasó en resúmen es que fuimos la Unica promoción que se recuerde que no tuvo sus fotos "oficiales".

Gracias a cámaras anónimas, algunos de nosotros pudimos contar con un recuerdo de uno de los días más importantes de nuestra vida, pero la sensación de indignación se apoderó de los "nuevos" Viejos del Cisneros.

La venganza comenzó a fraguarse durante la cena buffet. Algunos pretendieron tomarse la justicia por su mano. Viejos-Viejos comprendían nuestra necesidad de venganza y no nos impidieron ejercerla

Es sabido que en hábitats semejantes al Cisneros, el equilibrio de fuerzas y la vigencia de normas no escritas aseguran que las reacciones ante circunstancias semejantes no excedan del puro escarmiento o ejemplificación de actitudes y comportamientos. El tener la aquiescencia de los más viejos del lugar aseguraban que la venganza tuviese un dimensión adecuada y nunca excesiva.

Me lo han contado, pero es sabido que el tiempo ha pasado y los recuerdos se difuminan, que a mitad de la cena dos o tres recién viejos fueron a la Habitación de Juanito. La venganza estaba decidida, el somier de Juanito había de desaparecer. Con paciencia de orfebre, y mientras otro vigilaba en el pasillo no se hubiese olvidado Juanito nada en la habitación, se sacó el somier de Juanito de la cama. Se volvió a hacer de manera primorosa la cama, apoyando el colchón en los listones interiores del soporte de madera de la misma. La más leve fuerza en el colchón, vease sentarse, cuánto más tumbarse de un salto, acabaría con el colchón en el suelo y su ocupante tambien.

El Somier se depositó en la terraza exterior del primer piso que daba al Campo de Rugby.

Tal y como se estilaba en estas noches, había celebración en Arguelles. Todos los residentes de traje oscuro hasta que se decidiese que era hora de comenzar a "confraternizar" con los nuevos.

No recuerdo muy bien en qué consistió aquella noche de confraternización. Sí era cierto que, los viejos viejos, nos dejaban aquella primera noche solos con los nuevos. Era nuestra noche.

Estábamos en el transiberiano (Pásillo gélido que comunicaba las habitaciones con los servicios centrales). Juanito pasó delante de nosotros. Los nuevos a un lado del pasillo, los nuevos-viejos al otro. No se nos movió ni una ceja. No sé cuantos sabían lo que iba a pasar (Yo me enteré muchos años despues) ;-)

Lo que sí es cierto es que la habitación de Juanito se encontraba al final del transiberiano. Cuando Juanito se tiró a la cama despues de las muchas copas ingeridas esa noche, la leche fue escuchada por todos los que nos encontrábamos "confraternizando", nuevos y viejos.

Ni una sonrisa, ni un gesto. Fuenteovejuna nada sabía.

Nunca nadie nos explicamos por qué, días despues, Juanito seguía durmiendo en el suelo. Lo que es cierto es que, al bajar a tomar café al Colegio de las Chicas, y pasar delante de la terraza, todos decíamos, "mira, el somier de Juanito"

Juanito, la única vez que bajé con él a tomar café esos días, al pasar por delante de la terraza, me señaló el canapé y dijo "Mira, Kikas, un somier"

sábado, 16 de mayo de 2009

DE TAPAS POR MADRID

El Marqués, siempre atento y considerado, me pasó unos ficheros bastante completos de sitios para tomar tapas en Madrid, por especialidades, por zonas, en fín, un trabajo de años.

A Carmen y a mí, eso de tomar cañas siempre nos ha gustado. Ninguno de los dos somos de Madrid. La ciudad solo nos gusta cuando se vacía, fines de semana, fiestas o verano. Llegamos hace más de dos décadas y todavía no podemos con el tráfico, hemos de reconocerlo. Vivimos en las afueras por propia elección.

Entendemos a la gente que vive en el meollo, pero nuestro estilo de vida no es ése.

Cuando me llegó ese tesoro en forma de fichero, decidimos que un día como el de San Isidro era una fecha idonea para poner a prueba el fichero.

Dada la fecha creiamos que una lozalización típica podía ser la zona de la Plaza de Toros de Las Ventas. ¿Y qué tomar en Las ventas? ¡Bingo! Rabo de Toro.

A mí hay pocas cosas que me gusten más que el Rabo. He de decir que he llegado a hacer muchos kilómetros para probar el de "El Caballo Rojo" en Córdoba.

Tengo un problema. Mi madre era una cocinera excelsa. Bordaba el Rabo. Murió, pero había un plato que mi padre siempre hizo mejor que mi madre. Posiblemente el único. Sí, era el rabo de toro.

Con estos antecedentes, tomar rabo y quedarse satisfecho es complicado. Aunque quieras disfrutarlo, siempre te queda un regustillo en el fondo del cerebelo añorando ese matiz que no has llegado a encontrar. Como veis, no solo con el vino me pongo místico. Tambien con el rabo y esa salsa de los cangrejos de río que no volveré a probar porque la artista se nos fue y porque los cangrejos, desde la invasión del cangrejo americano, para que den la medida, son todo cabeza.

Para variar me disperso. Nos dió por tirar de GPS, fichero de bares de tapas en zona de Ventas y muchas ganas de pasarlo bien. Y nos dirigimos a la Av. Donostiarra, a tomar un rabo de toro recomendado por el pavo.

La primera en la frente. En ese bar, de barrio, con encanto, lleno de fotos de toreros, las tapas eran latas o embutido. ¡Pues sí que se había currado de cojones el ficherito de marras!

Tomamos un vino, Rioja de Carlos Serres, muy adecuado pero salimos de estampida. Teníamos suerte dentro de nuestra desgracia, el tráfico era muy liviano y podíamos aparcar con facilidad. Nos diriginos al Montero de Cazorla, especialidad estofado de gamo. Tampoco, pero ahí tenían cocina, y lo pedí. La cercanía a la plaza y la procedencia del dueño así lo aconsejaban.

Me contestaron que lo tenían muy rico. Se hizo esperar. Cuando apareció, la ración era mayor que las de mi padre, que desde que nos dejó mamá, su sentido de la proporción y medida se ha trastornado un poco. ¡Gran cocinero de milicias hubiese sido con esas raciones!

Bien presentado, la salsa densa, la carne melosa, y atacamos.......

Un Añares para acompañar

¡Delicioso! ¡Qué rabo!

Hay veces que Carmen y yo echamos de menos estas pequeñas cosas de ciudad de provincias o barrio de capital. Salir un sábado por la mañana a los sitios conocidos y pedir lo que hay que pedir en cada sitio en concreto. Las ciudades de aluvión difuminan las esencias, y aluvión somos todos, no podemos echar la culpa a nadie.

Decidí hacer mi pequeña guía de tapas. Supongo que basado en la que recibí del Marqués. Los sitios típicos, honestos, concurridos, de barrio. Como base para empezar a trabajar no está mal.

Espero vuestras aportaciones, las disfrutaremos todos. Por favor, más acertadas que el ficherito de marras.
Y que conste que el Marqués de nada tiene la culpa, que solo fue el cartero. Más bien al contrario, los ficheros contienen un montón de sitios con encanto en este Madrid del Siglo XXI. Lo único, saber qué pedir en cada sitio, como los juegos de parejas de cuando éramos niños.

jueves, 14 de mayo de 2009

EL ICE BAR DEL RADISSON SAS HOTEL DE ESTOCOLMO

Y es que ya me pedís cosas cada vez más extrañas y que tengo que echar la vista más atrás. Siempre me lo habían recomendado porque era algo llamativo. Nunca había ido. Posteriormente he ido a algunos otros en algún rincón del mundo. Pero aquella tarde de primavera en Estocolmo, con una temperatura de unos 20 grados en la calle, y los coches recien quitados los neumáticos de nieve, no me imaginaba yo que iba a pasar tanto frio.

El Bar de hielo del Radisson SAS de Estocolmo, aparecía en las guias como un punto que no se debía uno perder. El Hotel, cercano a la estación de tren, por fuera no aparentaba lo que nos íbamos a encontrar en el interior.

Recuerdo que la entrada no era barata. Era una atracción turística y eso se pagaba. Quien pensase que era un sitio para ligar se equivocaba. Sí que era un sitio de modelos, aunque fueran de andar por casa porque, lo único que allí se hacía era posar para poder enseñar las fotos en casa.

A la entrada te facilitaban un abrigo muy aparente y unas manoplas como las de Amundsen, o para sacar la bandeja del cordero del horno sin quemarte. Según abrías la puerta del bar, una bofetada de frio te daba en la cara, y allí, valientes, nos internamos. Dentro, todo era de hielo. Los vasos, las mesas, incluso algún taburete. Por supuesto, pedir un whisky con hielo, en vaso de hielo, era un snobismo. Creo que pedí Vodka. Me lo sirvieron en un vaso tallado en hielo. Nos hicimos las fotos que nos teníamos que hacer. Al lado, chinos y japoneses competían con nosotros a ver quien era más julay (Por supuesto, ganaron ellos)

Y nos tomamos la copa. Y aguantamos 5 minutos más pensando qué hacer. Y decidimos que ya habíamos hecho bastante el gilipollas esa tarde. Y supongo que salimos con la misma sensación que los cientos de turistas normales (Exceptuando, por supuesto, chinos y japoneses) que por allí circulaban semanalmente. ¡Menudo engañabobos!

Fueron los 40 ó 50 Euros más tontos que recuerdo haber gastado. Para lo único que me han servido, creo yo, es para tener material para otra entrada, no muy buena, es verdad, pero es que, hasta los divinos tenemos nuestros malos momentos.

De tuno y con el Jevy, 20 años antes, supongo que este bar me hubiese dejado otro recuerdo.

lunes, 11 de mayo de 2009

OMAN, MUSCAT, ¡JOE QUE CALO!

43 grados a la sombra; Así es como nos ha recibido Muscat. Al ducharme he observado que no había agua en el grifo de agua caliente. Me he comenzado a temer lo peor. Sin embargo, al dar al grifo de fria, salía más caliente de lo recomendable para una ducha. Yo creo que el agua, bien escaso, lo tendrán en aljibes y, al calentar el sol, saldrá a tal temperatura que no será necesaria el agua caliente.

Omán en particular y esta parte del mundo en general tienen cosas curiosas y útiles. Supongo que ya todos habreis comido y podré contar lo que voy a contar, pero el grifillo a presión para limpiarte los bajos despues de hacer aquello que solo tú puedes hacer por ti mismo (Una evolución de nuestro clásico bidé) me parece un invento higiénicamente muy saludable, en vez de nuestro papel, y no me hagais divagar escatologicamente.
Al andar por la calle sorprende sobremanera las familias Omaníes que se ven por la calle. Hombres con unas túnicas blanquísimas, y tiesas que se han dejado una pasta en almidón, llevando en brazos a algún niño mientras les siguen tres o cuatro mujeres de negro de los pies a la cabeza, las esposas. Como Omán es un medio hostil para el ser humano, no creais que los paseos son eternos. Los paseos se dan hasta llegar al coche, donde el hombre pasa el niño a la madre y el resto de esposas se montan en el coche, por orden de importancia. Es curioso pensar en esta estructura familiar. No me imagino ir con la familia al campo. Necesitas catorce coches, porque en los normales entran el marido y las esposas.
Hemos preguntado si a los Omaníes les importaría ver a Occidentales vistiendo sus túnicas tan fresquitas. Nos han hecho saber que no les gustaría. Que se creerían que nos quedamos con ellos (Como nosotros al ver a un Tejano vestido de torero, vamos). Sin embargo tiene truco. Las auténticas túnicas Omaníes, en el cuello tienen una especie de hilo colgante. Si te compras la túnica sin ese hilo, no es auténtica. Hemos preferido no hacer la prueba ;-)
Hemos preguntado qué visitar. Nos han recomendado el Mercado de Pescado. Bueno, si esto es lo que hay que ver, os podeis ahorrar el viaje hasta aquí, ya que está un poco lejos. Efectivamente, un edificio donde están continuamente trayendo pescado grande, (pez espada, atun...), que lo sitúan en unas esteras. De vez en cuando mojan el pescado para conservarlo porque el calor es agobiante. Una vez que hemos visto que nada más de interés había, hemos buscado una acera de sombra, de verdad, un calor inaguantable, y hemos llegado a un zoco muy bonito, cubierto y, por lo tanto, más fresquito por decir algo que en la calle. Un montón de callejuelas llenas de tiendas vendiendo especias, túnicas, artículos de latón...A la una y media del mediodía, como si hubiesen tocado una sirena, todas las tiendas han sido cubiertas por una túnica negra y hasta por la tarde. Sí, Omán da una idea de ser un pais seguro para los turistas (Los, porque hemos sido los únicos guiris que había esta mañana por aquí).
Nos hemos metido a comer en el único restaurante que hemos visto a una distancia aceptable para no morirnos en el intento y no hemos comido un pescado malo. Fresco, demasiada salsa para mi gusto (Influencia de la cocina India sin duda).
La educación y el como tratar a las mujeres se da hasta en los hechos más cotidianos. En la mesa de al lado, el camarero ha preguntado al marido que querían. El le ha respondido lo que quería él. Su mujer le ha comentado al marido lo que quería ella. El se lo ha trasladado al camarero. Mientras tanto, el camarero no ha apartado la vista del marido. Un poco agotador.

Despues de comer hemos preguntado a un taxista donde ir, y nos ha recomendado el Palacio del Sultán. No vive mal el pavo, como le hemos bautizado.
Otra cosa que nos ha llamado la atención es lo extremadamente cortés que es la gente. Un soldado de la guardia del Sultán, al verme al lado de su garita me ha preguntado cómo estaba y me deseó que tuviese un buen día en un más que aceptable inglés.
Y la exagerada limpieza de las calles. No se ve un papel siquiera.

Cuando hemos acabado en la explanada del Palacio, habíamos quedado con el taxista para que nos recogiese. Le he dicho que si nos daba un paseo por los alrededores cuanto nos costaba. 50 chirifluses, me ha dicho. Llevaba un día en un pais árabe sin regatear, y ahí me ha tocado la fibra sensible. Se ha encontrado con mi otro yo. El paseo lo hemos sacado por 15 y todavía me he quedado de mala leche del clavo que nos ha metido. Lo primero que hizo fue exhibir la tradicional hospitalidad del desierto. Ofrecernos un sorbo de su botellín de agua, acto que hemos rechazado cortesmente (Quien sabe hasta donde ha llegado la Gripe J esa) ;-)

Le pedimos que nos llevara a ver lo más interesante de los alrededores y, aparte de la naturaleza lunar del desierto, montañas de roca enormes cayendo al mar a pico, poco más había. Se empeñó en conducirnos, despues de enseñarnos todos los hoteles que le ha dado la gana, a ver un manantial al lado de una mezquita, al pie de una montaña. Acojonante, era el primer manantial de agua no termal que veia que bajaba de la montaña con una temperatura como el caldo. Pero lo realmente interesante era la devoción con la que nos ha llevado, en esta parte del desierto, al agua.

Despues de la excursioncita hemos decidido que poco había más para ver en Muscat. Creedme, si no haceis escala aquí, está bien perder un día por ver las costumbres de la zona si no las conoceis pero, nada más hay que hacer excepto pasar calor. Por lo que nos han dicho, la mejor época para visitar este país, y se hace a menudo, es desde septiembre a Marzo, donde el calor no supera los 25 grados. Pero el interior del País. Muscat poco tiene que ofrecer al turista como no sea su tipismo y la diferencia con lo que estamos acostumbrados.

Por supuesto, ni una foto a l@s locales, que no está bien visto, y es una pena porque es curioso, muy curioso. Les he robado unas fotos como quien no quiere la cosa con mi teléfono móvil, no sé si tienen suficiente calidad.

Por la noche hemos acudido a un restaurante típico Omaní al lado del hotel. Un pescado delicioso recubierto de arroz, atún era, y fresco, fresquísimo, y un puré de guisantes frío, el Hammos. Para finalizar un cafe local con dátiles para endulzar. Todo delicioso. En el local donde hemos entrado nos han hecho descalzarnos. Nos han dado a elegir entre comer en el suelo, en una alfombra con cojines o en la mesa y nosotros, bárbaros europeos, hemos preferido la mesa, descalzos, pero en mesa.

El domingo me ha recibido con fiebre (Menos mal que no bebí del agua del taxista. Estaría mosca). En los países islámicos más ortodoxos, los días de descanso son jueves y viernes, con lo que el sábado y el domingo se trabaja.

Durante el desayuno, unos Omaníes de una mesa de al lado, de inmaculada túnica blanca y turbante, estaban tirando los tejos a unas chicas que debían de ser cantantes del grupo de la discoteca del hotel. Con vestimenta escueta, para ser árabes (Egipcias me daba que eran). Nos hacía gracia ver el espectáculo. Nos hemos ido a la reunión que teníamos y, ¿Con quien nos hemos reunido? Con los ligones del desayuno ¡Tierra trágame! Menos mal que nuestro natural discreto ha prevalecido ;-)

Hay mujeres ingenieras aunque la gran mayoría del personal laboral son hombres, secretarios, etc.

La reunión acaba cuando ellos empiezan a mirar languidamente al techo. Es su manera de decirte, "colega, coge el portante y vete". Su hospitalidad les impide decir que te vayas, sino que eres tú quien comprende que ha de irse.

Otra de las características de esta parte del mundo es que es en el único sitio en el que los restaurantes chinos no tienen camareros chinos, sino, generalmente indios. curioso, ¿quien será el cocinero?

Hay auténtica rivalidad entre el Madrid y el Barça. Con cada persona que nos reuníamos nos decía cual era su equipo. Lamentablemente para los catalanes, el Madrid ganaba por goleada, en este aspecto. Para alguien que odia el futbol no es mala penitencia hablar de esto en cualquier parte del mundo.

Despues de la reunión, nos hemos dirigido al aeropuerto. En la sala de pasajeros frecuentes de Omán Air nos hemos metido unos Whiskies como está mandado. Y es que el negosi es el negosi, y está muy bien ser ortodoxo pero con la pasta del ejecutivo que puede elegir otra línea aérea no se juega.

Sí es cierto que, al contrario que Arabia Saudí, pais fronterizo, aquí las mujeres pueden vestir como quieran. Sin embargo solo las extranjeras lo hacen. Ni se me ocurre pensar una omaní sin esos blusones negros hasta el suelo. Y es que hasta en eso son unos listos. Ellos de blanco blanquísimo, ellas de negro (Con algún pequeño ribete de adorno) Para que luego digan del calor

No me siento bien, espero que otro whisky y una dormidina me hagan el trayecto más cómodo hasta Zurich donde, tenemos otro transbordo express.

sábado, 9 de mayo de 2009

EL AEROPUERTO DE ZURICH

Me encuentro en algún sitio del Golfo Pérsico; Bueno, como 23 sigue con la encuesta de paises, podrá descubrir facilmente que es Muscat, en Omán, porque el Omaní despistado que ha entrado al blog soy yo. O sea que, aunque con un poco de trampa, ya tenemos 52 paises de nada.

Omán nos ha recibido caluroso despues de un viaje agotador haciendo escala en Dubai y Zurich. Los hombres van uniformados de riguroso blanco, con una túnica hasta el suelo y una especie de turbante de variados colores. A las mujeres no se les ve...A lo mejor es que no hay aquí...;-)

Para los que no lo sepais, Muscat, o Mascate, fue una posesión española entre 1580 y 1640, cuando pasó a manos portuguesas, de quien lo habíamos tomado antes.

Pero hemos llegado tarde despues de un vuelo largo, y he estado dándole vueltas a escribir una entrada sobre el Aeropuerto de llegada de nuestro primer trayecto, Zurich.

En teoría, llegábamos a las 12 del mediodía y el siguiente avión despegaba 40 minutos despues. Para un vuelo intercontinental nos parecía muy corto el tiempo. Por supuesto no facturamos equipaje. Hablamos con la tripulación del avión quien nos informo, suizos ellos, que teníamos tiempo de sobra con 15 minutos. ¡No me lo podía creer!

Aterrizamos con diez minutos de adelanto. Ya me estaba viendo yo 20 minutos para salir del avión, pero fue rápido. Teníamos que cambiar de terminal, para lo que tuvimos que andar unos 10 minutos. Al cabo de este tiempo el Control de Pasaportes. Yo no dejaba de mirar mi reloj (Japonés en los viajes. El suizo lo dejo para cuando estoy en España)

El Control de pasaportes fue ágil y nos montamos en un tren que nos transportó a la otra terminal. Al llegar a la terminal otro control de seguridad. En todo el trayecto, decenas de sonrientes funcionarios que nos indicaban por donde ir. Y a los únicos que se nos veía estresados era a nosotros.

Pasamos el control de seguridad en un pispas y ya estábamos en la Puerta de embarque...nos sobraban 15 minutos, tiempo suficiente para echar un pis.

Entramos en el avión tranquilos, relajados pero a 120 pulsaciones.

Ni imaginarme quiero este transbordo en cualquier aeropuerto de los USA o en Heatrow. No hubieramos pasado del control de pasaportes. Y creedme, no me ha dado la impresión de que la seguridad de los suizos fuese inferior. ¿Será la manera de trabajar? ¿Será que los malos modos y la prepotencia no aseguran la seguridad pero sí los retrasos en los trámites aeroportuarios?

Mañana, mis amigos celebran la Fiesta de Primavera. En Omán me acordaré de ellos tomándome una copa de vino que, de tapadillo y en factura aparte nos facilita la dirección del hotel. Incluso con beicon en mi sandwich club...Para que luego digais que la Alianza de Civilizaciones no funciona ;-)

lunes, 4 de mayo de 2009

UN PARTIDO DE RUGBY EN LA ALHAMBRA

Sí, ya sé que os he llamado la atención. A lo mejor la realidad es un poco más prosaica pero no por ello menos divertida.

Los Escoriones, equipo de Rugby de Veteranos de la Provincia de Granada celebra desde hace 4 ediciones el Memorial Manolo Haro de Rugby para veteranos. En esta edición estábamos invitados, además de los anfitriones, el F.C Barcelona y nosotros, el Cisneros, "el Colegio".

Decidimos nuestra asistencia, en función de la respuesta que obtuvimos tanto de jugadores como de mujeres, que ya se sabe que en estas ocasiones son más importantes que los jugadores, hará un par de meses. La respuesta, sin poderla considerar masiva, fue importante. Gente que hacía años que no veíamos, se decidía a visitar Granada el día de las Cruces.

Se planteaba un problema de intendencia (Y para alguien que no ha hecho la mili por inútil, la intendencia debe de ser una cosa seria). Alojamiento para todos.

Las opciones eran claras, Hotel con encanto para las parejas de tortolitos y/o con niños en edad de teta, campamento militar para las familias a las que gastarse 600 € solo en dormir 3 noches nos parecía un poco excesivo. Que el Rugby nos gusta, pero tambien nos gusta el caviar, y solo lo compro cuando voy a Rusia.

Tato, madrileño afincado en Granada (O sea, de los pocos madrileños que habían, porque de los nuestros...casi todos somos de fuera) anfitrión estupendo y buen organizador nos echó una mano en este sentido. El Albergue de la Ciudad Deportiva de Armilla, donde se iba a disputar el torneo. 7,21 € por persona y día. No nos daban desayuno, ni falta que nos hacía.

El Barça, más previsor, había bloqueado todas las cabañas con capacidad para 8 personas que había en la instalación.

Bloqueamos el Albergue la familia de Iñaki, la del Yogui, Fermín, la mía más tres paracaidistas sin descendencia conocida (El Mono, JoseFer, y Paquito Cereijo, a la que mi hija y la de Iñaki le apodaron el "Croasancito", pequeñito pero cuadrado).

He de decir que, efectivamente, no era un alojamiento para una escapada romántica. Para eso estaban los hoteles que se agenciaron los ricos. Habitaciones de 4 literas, con baño compartido, tampoco es para llevar a nuestras mujeres muchas veces pero, en esta ocasión, transigieron y bien que se lo agradecimos.

Llegamos de madrugada la noche del jueves. El viernes 1 por la mañana fuimos a dar un paseo por el centro de Granada. Catedral, Álcaicería, la capilla real donde están enterrados los Reyes Católicos, unas cañas, comenzamos a calentar motores.

Tato nos había facilitado el poder visitar la Alhambra. Nos habían reservado dos guias para el viernes por la tarde y ahí fue donde nos vimos el grueso del equipo. Alegría por encontrarme a gente como Gorrotxa despues de 15 años.

La visita, con niños, fue una maravilla. Hacía unos 20 años que no había vuelto. La última vez, creo recordar que fui, aprovechando que arbitraba un partido del Universitario de Granada de ascenso a División de Honor. Disfrutamos mucho del paseo, de las explicaciones de Paty, nuestra guía, de las vistas del Albaycin, de Sierra Nevada, del Sacromonte, de los aromas del Generalife. Comenzaba bien el fin de semana, sí señor.

Al acabar, las chicas quisieron ir a ver las vistas desde el Albaycín, desde aquel sitio donde Bill Clinton, de visita en Granada exclamó que era el mejor atardecer que había visto en su vida. Nosotros habíamos quedado para un tocata con el resto de equipos, seguido de un barril de cerveza y algo para empapar. Los diez minutos de Gorrotxa llevando la delantera para hacer algo de conjunto, me llevó veinte años atrás. ¡Qué recuerdos!

El sábado amaneció con el Mono botando el balón en el pasillo del albergue. Menos mal. Eso hizo que me desperezase. Los actos comenzaban a las 11 con unas palabras de diferentes autoridades y representantes. Gran ovación que se llevó el Responsable de Cruzcampo, patrocinador del torneo. El de Coca Cola tuvo que soportar el abucheo cachondo al presentarse sin el de JB.

¡Menudo lujo de campo!. Una hierba cuidada, un poco alta, y Sierra Nevada al fondo. Para quedarse a vivir.

El primer partido nos enfrentaba a los Escoriones de Granada. Marmolillos delante, se notaba que quedaban todas las semanas para tocar balón y beber unas cervezas. Algo que nosotros, al ser casi todos de fuera de Madrid no hacemos nunca. Muy coordinados pero, en cuanto pasábamos el balón a la línea, ahí se notaba la diferencia, y es que atrás nosotros somos buenos, muy buenos. Cinco o seis ensayos les cayeron, pero nos hicieron sudar.

El siguiente partido nos enfrentaba al Barça. Se notaba que había pasta. No sé cuantos juegos de equipaciones llevaban. Para la cerveza de por la noche, para el tercer tiempo, para.... Parecía un desfile de ropa deportiva.

Al Barça yo le tengo cariño. Fue el primer partido que jugué en División de Honor, en la Fuxarda. Ganamos. Veintitantos años despues volvimos a hacerlo. Otros seis ensayos les debieron de caer. Y nuestro casillero a cero los dos partidos. Seguimos sin perder un partido en veteranos y van, ni sé los años.

La mala noticia es que a Finito, en un placaje, se le rompió la clavícula. En ese momento yo me encontraba fuera del campo, con lo que me tocó acompañarle al Hospital. Más de tres horitas de nada mientras nuestra única preocupación era que no se acabara la cerveza ni el asado argentino antes de que volviésemos. Bueno, eso y un pobre ciclista que se había dado un morrazo. Las reacciones que tenía, y su pinta hicieron que con todo el humor negro que se puede tener no paráramos de descojonarnos durante el rato que estuvimos allí.
Y es que menos de quince personas de bata no había en la sala desde donde distribuían a la gente. Todas ellas hablando de las malas situaciones laborales que tenían, de que no había derecho, pero tocándose los huevos a cuatro manos. Sí, señores de Urgencias del Hospital de Traumatología de Granada. Uno que viene de familia de Galenos, no puede por menos que pasar verguenza ante la pachorra que desplegaban. Finito, malagueño, me preguntó ¿En el Norte es igual? No sé si tengo la respuesta, o si me apetece darla, pero la situación no es como para enseñarla a un inspector.

Baste decir, que llamaron a una persona que estaba en una camilla para ir a Rayos. Su mujer intentó empujar la camilla pero, parece una chorrada, no era capaz de enderezarla. Me ofrecí a ayudarla, y éramos incapaces de sacar la camilla por la puerta de la sala de espera. Fue a ver si alguien nos podía ayudar y le dijeron que no. Al final, entre ella y yo logramos sacar la camilla y llegar a rayos. Al pasar por donde estaba todo el personal, donde ella había preguntado, en ese momento conté 14 personas sentadas de charleta. Una puta verguenza. Si eran todos médicos no sé que hacían. Si no había un celador no sé quien distribuye los turnos. Si pasaban de nosotros, mierda para ellos. Me parece que, con lo que está cayendo, alguien no se acaba de enterar de que los que pagamos los impuestos es por recibir unos servicios, no solo por obligación.

Claro, os podeis imaginar ese Ecce homo, vestido de ciclista, con cierto caracter, viendo ese panorama y, sobre todo, que llevaba dos horas y nadie se había acercado a él, se le llevaban los demonios.

Por fin logramos salir de Urgencias y llegar al tercer tiempo. Eran casi las cinco de la tarde pero, todavía quedaba cerveza y asado. Y, sobre todo, un ambiente estupendo.

No quisiera olvidarme a nadie, pero gracias a Tato, Ursus, Luis y todos los Granadinos que tan bien nos habeis tratado. Cuando nos íbamos hacia Granada eran más de las 7 de la tarde. Cena de tapas.

Y lo mejor es que los niños disfrutaron como enanos. Me han dicho que en Septiembre se organiza algo en Oviedo...comenzaré a entrenar...por si acaso.