martes, 30 de diciembre de 2008

UNA DEUDA DE JUEGO ES UNA DEUDA DE HONOR

A 23 la boca se le calienta rápido. Y los dedos en el teclado más, añadiría yo.

Llegó un día de Inocentes de 2008. Ambos asumimos que, era materialmente imposible que ganase la apuesta. En 4 días no podría sumar cerca de 20 países, ni desplegando todas sus artes coercitivas. Decidimos que había que pasar página y, por ello, nada mejor que darnos un homenaje con nuestras familias.

Sabiendo que el Marqués y familia se encontraban ociosos, les llamamos por si se unían a la visita a Toledo. Dado que son muchas las niñas que hay que movilizar, decidió que cuando llegase a la Ciudad Imperial nos llamaría.

Llegamos 15 minutos tarde, lapso entendido como espera de cortesía, sobre todo para el que se hace esperar. Ahí estaba 23 con Angelique, tomándose un Chocolate con churros. Ganas me dieron, y no me privé de otro.

Había amanecido un día frío y nublado en Toledo. Sin embargo el cielo aguantaba la lluvia. El Marqués había logrado embarcar su prole y tambien estaba en el antiguo feudo del hoy senador. (Perdón, creo que me estoy metiendo en terrenos peligrosos)

¿Qué hacer con 5 niños y 6 adultos un día en Toledo? Pues sí que se me ocurren pocas cosas en otros sitios pero, en Toledo, un día, se pasa rápido y entretenido. 23 Había dejado sus tres niñas en Los Montes, con su madre. Otra vez fue como si el tiempo se hubiese parado. La conversación fluía fácil y las bromas se sincronizaban dos a dos, es decir, cada vez que alguien preguntaba una cosa, practicamente siempre, los otros dos contestaban la misma parida...No ha pasado el tiempo por nosotros (Y eso es lo más preocupante, piensan nuestras mujeres). Esto ya no se quita ni con medicación.

Había muchas cosas que ver pero demasiados niños para verlas todas. Enseguida entendimos que 23, pese a ser oriundo de Los Montes y vecino de la Ciudad durante algunos años, nunca se orientó bien. No llegó a Boy Scout, cuanto menos a Jóven Castor.

Dimos un paseo por el Casco Antiguo, donde no pudimos ver la Catedral porque era Domingo y estaban en Misa. Pero subimos al campanario de la Iglesia de los Jesuitas, desde donde vimos una vista preciosa de la ciudad y nos dirigimos a San Juan de los Reyes. 23 hizo amago de pagar la primera entrada, pero dado que éramos muchos, propuse algo tan español como "el fondo". Digo español porque en Flandes cada uno se paga lo suyo y no hay problemas, pero aquí siempre hemos tenido más verguenza torera, y nunca mejor dicho.

Yo creía que tenía inventiva pero 23 tenía a todos los niños ensimismados con los relatos de Reconquistas, prisioneros y otros temas politicamente incorrectos en esta época de Alianzas de Civilizaciones y demás. Aviso, en la foto tomada en la Terraza de San Juan de los Reyes, ambos dos están de puntillas, con el fin de denigrarme.

Nos metimos una cañita empapada en unas bravas. Dado que he de ser fiel notario de la actualidad, que somos modernos y europeos, y que además funcionamos con tarjeta de crédito, por si luego había que poner más, decidí que adelantaba yo con mi Visa los 60 € de cañas con condimento. Sabía que si me quedaba sin dinero (e iba con mis dos hijos y Cármen), me aplicarían un correctivo consistente en advertirme que me lo tienen dicho, que salga con dinero de casa, etc, etc. Decidí adelantarme a la catástrofe.

Nos dirigimos al Hostal del Cardenal. Marqués tenía una laguna mental. No se acordaba en qué boda había estado allí, hasta que le tuvimos que decir que en la de 23 ¡Menudo pedo!

Situamos a la infantería en un extremo de la mesa, y a los progenitores en otra y, he de reconocer que los 5 se portaron de maravilla, y nos dejaron comer tranquilamente, y reirnos lo que nos dió la gana.

Dado que estamos a Régimen, Marqués y yo nos metimos unas sopas de ajo y cochinillo, seguido por un sorbetito para pasarlo. 23 no nos fue a la zaga pero de primero se metió unos trigueros, creo recordar. Estuvimos recordando nuestra última cena en Amsterdam y 23, estuvo ilustrando a la mujer del Marqués, no seguidora de este ciberdiario, acerca de sus andanzas con "La Paqui", compañera suya de masajes. Debe de ser verdad que las europeas son muy liberales, porque la feliz usufructuaria de los encantos de 23, Angelique, se descojonaba mucho más que nadie.

Ahí nos advirtieron, creo yo, que nunca nos cambiarían por una mujer ¿O fue por un hombre? En fín, que la conversación acabó derivando hacia terrenos escabrosos.

Nuestras tres esposas, señoritas de ciudad, no entendieron la expresión "delanterillas", aplicada a algunas compañeras de clase de 23, de cierta edad. (En su clase son 17 chicas y él). Los que somos de pueblo, y si además eres bruto, como 23, lo entendimos a la primera. La delantera es la mula que se pone la primera en el tiro porque tiene más edad y es más experimentada. Ellas se pensaban que hablábamos de fútbol o de implantes de silicona....¡Vivir para ver!

A 23, el Alzheimer le había jugado otra mala pasada. Quería volverme a dejar en ridículo en público por segunda vez en un año. Me había traido un regalo....y se lo había dejado olvidado en Los Montes. ¡Menos mal! Carmen me hubiese matado por gañán y no haber llevado yo nada.

Llegó el momento de pagar. 23, a la vista está, le hizo poca gracia apoquinarme dos condumios el mismo año. Con la boca pequeña dijo que él estaba preparado para pagarme a mí, a mi mujer y a mis hijos...pero que la familia del Marqués era demasiado. A mí, que lo que realmente me hace gracia es verle la cara, con inmortalizar el momento me valía. Lo que no sabía era que estaba pagando....¡Con mi fondo! Bueno...eso lo descubrí luego.

Como veis por la hora (Ya aprendí a poner la hora en la cámara de fotos) salimos tarde. Teresa, la mujer del Marqués quería ver "El entierro del Conde Orgaz" y salimos para la Puerta del Cambrón (Con perdón). No era nuestro día de suerte. Llegamos a las 5,50, y cerraban a las 5,45.

Nos faltaba la penúltima copita. Yo quería enseñarles la vista de Toledo desde el Mirador del otro lado del río. Cuando llegamos en coche, era noche cerrada. Sin embargo, Toledo iluminada, desde allí, es de las vistas más espectaculares que conozco. 23 nos quería llevar a "La Venta del Alma". Un sitio, de verdad, para verlo. Precioso.

Las niñas del Marqués estaban derrotadas y decidieron que se iban a casa. Ahí yo, que me conozco el percal, y dado que nos debían de sobrar unos 60 € de bote, le dije a 23 que le diese 20 al Marqués, que si no, en cuanto llegase a su pueblo y el mío, lo iba a empapelar avisando que nadie saliese conmigo, que dejaba dinero a deber a la gente. 23 me dijo que ¡No llevaba suelto! y que me daría 20 a mí para que yo se los diera al Marqués.

El Marqués, con la boca pequeña dijo que no importaba....

Nos metimos nuestro Gin Tonic, y las chicas unos tes raros en una sala preciosa, enterita para nosotros (Demasiado fumador en Toledo ;-) ). La verdad es que el sitio estaba petado de gente. Menudo ambientazo. Con un patio interior que en los atardeceres de verano debía de ser una delicia por el fresquito.

Y volvió a llegar la hora de pagar. 23, dado que según él llevaba fondo, debía amortizar, pero me confesó que no llevaba dinero (O sea que, en efecto, había pagado la comida con mi fondo). Le puse mi peor cara y sacó una Tarjeta de crédito Belga. Como era Belga, debía de ser de chocolate porque decía que nones. Presa de gran excitación pidió la tarjeta a su Santa. La tarjeta de Angelique, y eso que se dedica a temas de riesgos bancarios, era tambien belga, o sea de otro tipo de chocolate.

Ahora todos, el camarero, la feliz pareja belga (Espero que feliz no porque se estuviesen escaqueando de pagar en ese momento), y Carmen, angustiada, me miraban a mí.

O sea, que yo le debía 20 € al Marqués porque 23 dijo en presencia de los dos que me los iba a dar. 23 me debía mi parte del fondo, y además pagaba yo las copas. ¿Pero qué cancelación de deuda era ésta?

Mi tarjeta se comportó como se ha comportado casi siempre en la vida (Excepto aquella vez en República Dominicana que todos recordareis) y canceló el débito. Lo canceló con el camarero, que el débito de 23 hacia mí, era enorme en esos momentos.

Los caballeros sabemos que las deudas hay que pagarlas (Incluso 23 lo sabe, aunque me costó bastante explicárselo). Hicimos cuentas y decidimos que, con el regalo, 23 enviaría el pecunio que evitaría que toda la blogosfera supiese de sus malas artes si, por fín, eran consumadas. En el transcurso del ajuste de cuentas, y nunca mejor dicho, recordamos que las copas eran de mi parte, si la contraparte pagaba la comida, claro. Si no todo era de mi parte.

23 me ha mandado por correo el regalo. Es "su chose". Insiste que, haciendo de hermoso fajín, van ligados dos billetillos de 20 €, uno para el Marqués, otro para mí. Que lo de menos es la pasta pero, una deuda de juego, es una deuda de honor.

Cuando lo reciba, daré por cancelado este lamentable y oprobioso episodio. Eso sí, si de verdad es "su chose" le estaré eternamente agradecido. Prescindir de semejante instrumento merece mi admiración. Así, por fín, Carmen podrá estar contenta, que ya es hora que le dé una satisfacción....y yo tranquilo

sábado, 27 de diciembre de 2008

ESOS GUATEQUES

No sé si los chavales de hoy en día nos tienen muy engañados, pero me da, que a su edad, éramos mucho más espabilados.

Recuerdo mi época de los guateques. Bueno, mi época de los guateques duró desde el año que cumplí 14 hasta el año que cumplí 18, más o menos, y teníamos guateques absolutamente todos los días del verano..

¿Qué cosa mejor teníamos que hacer que intentar frotarnos? Porque una característica de nuestros guateques era que no había rápidas. Eran todas lentas, lentísimas. Cualquier italiano de pro era bienvenido: Sandro Giacobbe, Umberto Tozzi, Matia Bazar, Richi e Poveri, Collage....

Comenzaban sobre las 6 de la tarde y dábamos vueltas hasta las 10,30, día sí, día tambien.

Eramos mucho más rupestres que, o bien nuestros padres, o bien nuestros hijos. No hubo pajar en el Valle donde mi padre ejercía y yo veraneaba, que no okupásemos (Sí, con K) para montar nuestros saraos. Así que comediscos, tocadiscos portátiles, los primeros cassetes, fenecieron entre pajas (Oiga, sin faltar), polvo (le he dicho que sin faltar, hombre), y suciedad.

Por las mañanas, ya se sabe que en el norte, los veranos caen un par de días en Agosto y el agua del río estaba fría, explorábamos para encontrar el más difícil trodavía. Aquel lugar con rincones oscuros, amplio, para poder juntarnos los entre 10 o 15 jóvenes y jóvenas, que diría la Inefable Bibiana Aido.

Y lo encontrábamos. Recuerdo una sacristía de Iglesía, que sólo era ocupada los domingos y en caso de funerales. Era tan perfecta, que trasladamos sillones, colchones y demás ajuar, para poder hacernos la ilusión de que esa tarde tocaba (Luego, al único que tocaba era a un primo de Garagorri, pero esa es otra historia).

Ahí quemamos gran parte de aquel verano hasta que, avisado por los chavales del pueblo (Que no era el nuestro, sino el de al lado), el cura nos descubrió en mitad de un sarao. Todavía lo estoy viendo.

"¿Qué haceis?"

"Bailar"

"Bueno, hoy os teneis que ir"

"¿Podemos venir otro día?" (Con dos cojones, al cura en su sacristía, mientras el primo de Garagorri intentaba frotar en lo oscuro)

Nunca nos contestó a esa pregunta.

No fue el único incidente. Recuerdo al padre de una de nuestras amigas que se personó en otro pajar y nos hizo salir uno a uno mientras a cada uno que salía le avisaba que se lo iba a decir a sus padres. Desde luego, si se lo dijo a nuestros padres, es algo que nunca sabré, porque nadie nos hizo mención de ello. La pobre Arantxa, su hija, no salió en una semana. Y es que la educación moral de la gente del PNV y de las JONS en muchos aspectos...bufff ¿Qué quereis que os diga?

Hoy he salido a andar en bici por un monte al lado de casa con mi hijo de 8 años. Juan A. quería entrar en un palacete abandonado que está en medio del recorrido. Nos hemos colado por la valla. (Espero que no sea un delito federal y el alcalde de mi municipio me multe) Estaba en ruinas. Al salir no he podido resistirme, y he retrocedido 30 años de repente. Con una media sonrisa, mientras mi hijo me miraba me he imaginado la situación....¡Menudo sitio para un guateque!

martes, 23 de diciembre de 2008

EN TAXI POR XI'AN

Carmen siempre había tenido un capricho, conocer los guerreros de terracota de Xian. Yo iba a menudo a China, por aquel entonces. Mis viajes allí siempre eran ocupadísimos. Iba una o dos semanas y, lo que quería, era volver pronto.

Tal interés tenía en ver los guerreros que, viajamos a Bilbao en una ocasión que iban a exponer una pequeña muestra de tres o cuatro piezas en el Guggenheim.

Dado que China es grande y mi tiempo escaso, mal acostumbré a mis socios chinos a trabajar los 7 días de la semana. Viajábamos sin parar buscando proyectos. Conozco casi todas las provincias chinas desde aquella época.
Pensé que era un momento como cualquier otro para que Carmen pudiese cumplir ese sueño y le propuse acompañarme. Le encantó la idea.

Era la primera vez que me iba a acompañar en un viaje de trabajo. No sé si captaría lo que yo curraba en un viaje así, pero intenté cerrar una agenda lo más relajada posible con el fin de poder compartir algo con ella.

Recuerdo que llegamos un domingo por la mañana. Nos pegamos una ducha y directamente nos fuimos a la Ciudad Prohibida. Había que aprovechar el tiempo. Dado que ella venía, el viaje sería de una semana. Yo marcharía, no recuerdo dónde, el lunes de madrugada y llegaría el jueves por la noche. Justo a tiempo para tomar un avión el viernes por la mañana y poder ir a Xian en el día. El sábado, mis socios chinos querían agasajarnos y debíamos estar en Pekín.

Bien, Carmen iba a saber que cuando viajo a trabajar....viajo a trabajar, y me fumaba un día (Espero que mi antiguo jefe no lea esto. Capaz de descontarme un día de la nómina). Aunque estábamos cansados al llegar, no era cosa de quedarnos en el hotel. O sea que visitamos el centro de Pekin y algunos Hutongs típicos de los alrededores. (Típicos barrios de callejones muy comunes en el Pekin antiguo). Esos que ahora están desapareciendo debido a la presión urbanística.

Al día siguiente volé, no recuerdo muy bien dónde. A ella la dejé un pequeño listado de cosas que no se podía perder, La Gran Muralla, el Palacio de Verano, el Templo del Cielo... Ella está acostumbrada a viajar. Lo hizo muy a menudo hace años y no me daba miedo que quedase sola en Pekin. Sí que se aburriese, con lo que la recomendé que se apuntase a alguna excursión en el Hotel que allí conocería gente.

En efecto, ella no se aburrió. Fue a Badaling, a la Gran Muralla, al Palacio de Verano, al Templo del Cielo, en fín, todos esos sitios que no te debes de perder en un viaje organizado.

Yo trabajé como un chino, y nunca mejor dicho. Sometí a mis chinos a jornadas maratonianas. El jueves por la noche debía de estar en Pekín y con el trabajo hecho, que el vuelo a la China Profunda desde Madrid, y sobre todo el coste de mi tiempo, no era poco.

Llegué el jueves de noche. Ya mis chinos me habían hecho el favor y nos habían reservado los vuelos a Xian. Salimos temprano ya que el vuelo duraba un par de horas poco más o menos. (En China, cada vuelo pequeño es como si de Madrid fueses a Canarias).

Al llegar al Aeropuerto nos asaltaron una multitud de conductores ilegales. Yo estaba acostumbrado a moverme por allí...pero Carmen no. En cuanto vió que no iba a contratar un taxi oficial sino un coche particular se comenzó a poner nerviosa. Intenté explicarle que la diferencia entre taxi oficial y conductor real es difusa fuera de Pekin, pero la confianza no es una característica que Carmen prodigue para conmigo habitualmente. Supongo que sus razones tendrá ;-)

Una chica se me acercó. En un inglés deplorable, nos hicimos entender, me llevó donde el conductor, "su primo", según ella, estaba sentado al lado de un vehículo negro, bastante amplio y limpio.

Por fin acordamos un precio bastante razonable. Unos 20 € todo el día, y nos llevaría a ver los Guerreros, la Pagoda y una vuelta por la ciudad. Hasta el avión de vuelta.

Lo primero que hizo Carmen fue mandar un sms a su madre con la matrícula por si nos perdíamos. Lastima que ella, en ese momento, no supiese que cada Provincia tiene un signo diferente con lo que puedes mandar muchas veces una placa, que como no coincida la provincia no vas por buen camino.

La verdad es que el conductor no tenía el aspecto de un recien salido de Versalles, pero íbamos buscando un conductor, no un Introductor de Embajadores en Palacio.

El viaje desde el Aeropuerto hasta los Guerreros, no era un trayecto corto.. Por fin llegamos a una explanada llena de vendedores ambulantes, buses chinos, policia...

Carmen no se encontraba en su salsa pero iba tranquilizándose por momentos. Habíamos llegado bien, el conductor no era un suicida y estaba a punto de cumplir una de las ilusiones de su vida.

Los Guerreros de Terracota es en realidad el mausoleo de Qin Shihuang, Unificador de China, Emperador en el Siglo III A.C.

En el año 1974, un campesino, excavando un pozo, encontró una fosa. Lo que allí descubrió se ha convertido en uno de los descubrimientos arqueológicos, si no el más importante, del Siglo XX. 8000 guerreros, distribuidos en dos alas de ataque más un cuartel general, cuyo fin era proteger a Qin Shihuang en su viaje al otro lado.

Primero entramos en una especie de museo donde se exponían objetos encontrados como réplicas de carros de metal, sombrillas, etc. Parecía mentira que cuando los occidentales no conocíamos la tinta todavía, en China pudiesen realizar objetos tan maravillosos.

En cuanto entramos en la Gran Nave donde están todavía desenterrando guerreros se nos congeló la respiración. Miles de guereros, a tamaño natural, y cada uno diferente al resto (peinado, traje, posición...) nos vigilaban. Realmente era una visión impresionante. Creo recordar que a Carmen se le saltaron las lágrimas. He de reconocer que yo tambien estaba impresionado. Es imposible describir con palabras lo que allí vimos. Habeis de descubrirlo por vosotros mismos. Simplemente decir que, a día de hoy, siguen desenterrando guerreros y que, el trabajo arqueológico no ha acabado ni mucho menos.

Creo recordar que estuvimos gran parte de la mañana allí. Nos acercamos a la tienda donde, el campesino que había descubierto el yacimiento por casualidad, nos firmó un libro. Era un anciano venerable y muy simpático que nos dijeron que se pasaba por allí un par de mañanas a la semana. Sabeis que Carmen me tiene prohibido mostrarla en este blog, o sea que la foto que ambos nos sacamos con él, os la habré de mostrar en persona, que os vais a creer que os engaño.

Una vez bien comidos, Carmen descubrió, complacida, que el conductor nos seguía esperando. (No le había pagado todavía, añado yo) No se resistió a comprar, a diez veces su precio, unas réplicas de los guerreros en un tenderete. (Y mira que me fastidia que en China me engañen 30 ó 40 céntimos ;-) )

Le indiqué que nos llevase a la Pagoda. Xi'An tiene una de las pagodas más conocidas de China. Sabeis que el número de niveles que tiene una pagoda indica su importancia. Esta debía de tener 7, creo recordar, lo que indicaba su preeminencia. Construida en el siglo VII D.C. se encontraba al principio de la Ruta de la Seda. Xuanzang, un jerarca del Emperador Gaozong, viajó hasta la India en un trayecto que le llevó 17 años para traer consigo figuras budistas.

Subir los 65 metros de pagoda a través de una escalera, no es una actividad descansada. Sin embargo, la vista que se ve desde el séptimo nivel es francamente bonita. La pagoda está en unos jardines, donde nos tomamos un té delicioso.

El conductor seguía esperando. Le indiqué, a duras penas, que nos diese una vuelta por la Xi'An antigua, capital de China en épocas remotas. Carmen no estaba familiarizada con las ciudades del interior de China, y le sorprendió el aparente caos, la multitud de micronegocios, la gente por la calle, los miles de bicicletas, todo tan diferente de lo Pekinés, que ya está mucho más modernizado.

A la vuelta, el conductor pretendió timarnos. En vez de los 200 RMB que había acordado con "su prima", me indicó que eran 600. Yo debo de tener cara de gilipollas, porque estas cosas me pasan a menudo. Por capullo le acabé dando 180 entré una ensalada de gritos, suyos y míos. Carmen alucinaba. Yo le indiqué que saliese, le tiré los 180 al asiento, le pegué un portazo y le mandé en un correctísimo castellano a tomar...viento, con más decibelios de los que unos oidos humanos son capaces de soportar sin dolor. Carmen, como ocurre a menudo me miró como diciendo...¿Pero que hago con este Bantú?, pero es que hay países que, o funcionas así, o acabas pagando los 600 por no molestar al conductor, "que seguro que habrá sido un malentendido".

En vez de los 17 años de Xuanzang, nos había costado un día. Eran las 11 cuando salíamos del Aeropuerto metiéndonos en la cola de los taxis. Carmen no sabía lo que era una cola con chinos. Ellos, que se piensan que todos somos bobos, chinos incluidos, se meten directamente al principio, y si estás atrás, te puedes tirar toda la vida hasta que llegues. Parece que no le dan importancia a esto. Yo sí. Me metí al principio de la cola, en el agujero por donde se estaba colando todo el mundo. Los jetas me empezaron a mirar como de dónde había salido ese loco, cuando yo no dejé pasar a nadie mirando a los "colateguis" con cara de pocos amigos, y la cola siguió marchando hasta que me tocó a mí. Los de detrás, si querían avanzar, ya sabían lo que debían hacer, aunque dudo que lo hiciesen.

Claro, los presupuestos de tu ciudad no tienen que valer forzosamente en todo el mundo, y la excesiva educación occidental es muy posible que en el Amazonas no sea muy útil para ordenar tus relaciones con la sociedad, que, por otra parte, es para lo que sirven los preceptos educativos...¿o no?

Al día siguiente, mis socios, querían agasajarme para impresionar a Carmen. Lo consiguieron pero eso, lo contaré en otro momento.

sábado, 20 de diciembre de 2008

LOS CHICOS DEL CISNEROS

Y es que se ha levantado cierto revuelo. Alguien me ha otorgado una importancia que nunca tuve, pero, por eso, me ha enseñado que hay gente que te toma en serio, y, hay temas que, al ser importantes para ellos, pueden herir su sensibilidad, si se tratan de un modo irónico o ligero.
Este blog nunca ha pretendido ser nada más que un foro de reflexión y distracción un tanto cachondo. Si se toma demasiado en serio, deberé de empezar a tomarme en serio yo tambien, y a ciertas edades eso es difícil.

Estamos en el 2008, toda la Galia está ocupada ¿Toda? No. Hay una aldea, orgullosa, rodeada de mediocridad, que aun resiste al invasor.

No sé si ahora se sigue leyendo Axterix, pero esto... esto... esto es el Cisneros.

Los del Cisneros, los de antes y los de ahora, somos como los Galos. Orgullosos, irreductibles, y muy sentidos para lo nuestro, tratando de resistirnos a un invasor que nos quiere "globalizar", no dándose cuenta del tesoro que tiene entre las manos. Prefiere tener 50 Burgers, que 49 y un buen restaurante (iba a decir uno de estos que ahora están de moda entre los pijos que te soplan 200 euros por ver platos vacios, pero me ha parecido una ordinariez)

Más de una Universidad del Mundo se daría con un canto en los dientes si dispusiera del patrimonio intelectual que encierran esas paredes, Premio Nacional de Arquitectura durante la posguerra.

El Cisneros, heredero directo de esa Residencia de Estudiantes, a la que ahora todos los progres de medio pelo se apuntan. Esos mismos que luego intentan socavar sus más profundos cimientos, presentes en el Colegio, porque no conciben una isla Libre entre un mar de adocenamiento.

Y no digo esto porque sí. Los últimos estudiantes de la Residencia, en la Calle Pinar, al acabar la Guerra pasaron al Cisneros, haciéndonos el regalo más preciado, los valores de la misma. Isla intelectual y libre, entre la medianía del entorno durante aquellos años grises.

No voy a nombrar a nadie, en este momento. Todos tenemos en mente quienes, y quién en particular, con su empeño diario, se empeñó en que el Cisneros perpetuase estos valores.

Cuando alguien habla en la actualidad de la Residencia de Buñuel, Dalí, García Lorca...está hablando del Cisneros del 2008, como del 83, como del 66, como del 44.

No quiero aburrir a nadie con esta entrada. Simplemente quiero, que aquellos que pensaron que este blog tenía una importancia que yo desconocía y aun dudo de ella, sepan que, con mayor o menor acierto, conozco que intentan perpetuar los valores que alguien les legó, como yo lo intenté cuando llegué todavía con granos al Mayor.

Lugo, Tomelloso. El otro día yo intenté explicaros algunas cosas. Creo que quedó claro que me habíais malinterpretado, o yo no había estado excesivamente afortunado en trasladar mi visión irónica al teclado.

Como no podía ser de otra manera hablando con gente del Cisneros, tambien aprendí. Aprendí que todos vosotros seguís teniendo el orgullo de ser del Cisneros. Que pretendeis retener aquello que los mediocres os intentan quitar. Aprendí que, por creer en una idea, sois capaces de sacrificaros y hacer lo que creeis que es vuestro deber, a pesar de que pueda ser lo más difícil. (Y aunque el deber pueda reducirse a una anécdota) ¡Qué ejemplo para aquellos que se quejan de la juventud actual!

Eso es el Cisneros y, aún viviendo en Madrid, me encantaría, que mi hijo, cuando le llegue el momento, se pueda hacer un hombre en este Cisneros de hoy en día, que en sus valores, es el mismo que yo conocí.

¡Y dos Piedras!

domingo, 14 de diciembre de 2008

UNA FIESTA EN EL CISNEROS

Hay dos noches al año que Carmen permite que me desmelene....cosa harto complicada a mi edad. Una es alrededor del puente de la Inmaculada (Ahora de la Constitución), la otra alrededor de San Isidro.

Esas noches, Marqués se comporta como el amigo que es, me viene a buscar a casa y vamos en su coche. Demasiados soplómetros en la noche madrileña.

La imágen siempre es la misma. Ducha sobre las 8,30 de la noche, traje oscuro, corbata azul del Cisneros, botón dorado en el ojal de la americana recibido al acabar la carrera, unos Euros en el bolsillo, y a disfrutar una noche. Ya que no conduzco, ni cartera llevo encima, que siempre puedes perderla.

Antes Carmen venía conmigo. Hace años que se aburrió de escuchar las mismas historias, los mismos chistes y ver los mismos abrazos año tras año. Bueno, es nuestra fiesta, y aunque siempre me gusta su compañía, en estas noches la disculpo.

Hace tiempo Marqués y yo hacíamos competiciones a ver quien se comía más langostinos. Los años de la escasez pasaron, y ahora nos contentamos con bajar rapidamente de la cena al Bar antes de que nos digan que no hay más café, que desde que Antonio nos dejó, ya no es lo mismo. Ni Gordons para mi Gin Tonic tienen.

Siempre me gusta invitar a alguna copa a algún grupo de nuevos, como hicieron conmigo hace 25 años. Ellos al principio van de modositos, te piden cerveza, hasta que les dices que mariconadas las mínimas. Les preguntas que van a ser de mayores, solo para tocarles las pelotas. Y cuando te dicen que Ingeniero te empiezas a descojonar...para seguírselas tocando. Ellos saben que es un juego y admiten la broma con buen humor.

Este año no ha sido una excepción. Pero hubo un desembarco masivo de ratones que hizo que peligrase nuestra estabilidad mental. Yogui me mandó un correo desesperado. No le podía dejar solo, y, aunque Marqués es ratón, como no tiene moto, es un ratón en el exilio. (La ratonera era el pasillo 1º dcha del pabellón Ximenez, y sus habitantes, ratones).

Jevy, no te deprimas. Estaba Garagorri y Señora. Su señora me confesó que ella se quedó con Garagorri porque estaba muy bueno. Me dió como que insinuaba que ahora necesitaba más materia gris en su relación. O sesa que, 25 años despues, saboreemos la dulce venganza. Nosotros no estábamos tan buenos como Garagorri pero....de materia gris....ahora que lo pienso, a lo mejor tenemos la misma...casi mejor sigamos deprimidos, Jevy.

El Chonfli se enfadó. Los hermanos toledanos de apellidos impronunciables ¿García Gómez? me descubrieron un mundo en las pilosidades masculinas. Ahora que, a nuestra edad, el único que tiene más pelo que entonces eres tú, Jevy, descubrí varios términos que nunca supe que existían. A ver, a los pelos que te salen en el cuello, debajo de las orejas, yo siempre les he llamado calandracas. Ahora vienen estos a decirme que se llaman abueletes. Yo creía que con tener esa parte cuidada teníamos un aspecto digno. Craso error. Me descubrieron que encima de las orejas hay que llevar los guardabarros pulcros, y no revueltos. Sí, guardabarros. Nunca imaginé que esa parte pilosa tuviera nombre.

Siempre llamé mejillones a los pelos que te salen desde dentro de las orejas. Pues no, según su peluquero se llaman junquillos.

Y aun hay más, aunque dudo mucho que su peluquero se lo haya desvelado, a no ser que tengan una intimidad con él que, en estos momentos, resultaría comprometedora. Los tarzanetes o campanolos que son esos pelos del culo cuando se te queda pegado un trozo de papel higiénico, y tienen dicho nombre por el movimiento armónico simple que el peso del papel induce.

Como ves, hubo conversaciones de altura.

Apareció el Innombrable y Señora. Has de saber, Jevy, que está embarazada. Pregunté varias veces a ambos si el padre era el Innombrable. La respuesta de ella era de manual. ¿Qué iba a decir? Lo que me sorprendía era la seguridad pasmosa de él y su cara de satisfacción. ¿Te imaginas al Innombrable cambiando un pañal? Yo tampoco. Por supuesto le tuve que pagar una copa porque me voy a morir de rico y él no tiene un duro y bla, bla, bla, que a ciertas horas el Innombrable se pone muy pesado (Bueno, a casi todas)

Eran las cinco cuando el Marqués me dijo que ya era hora de irnos. Lástima, no habían aparecido las Segovianas todavía...si siguen existiendo. Sí, esas chicas que aparecían cuando ya habían cerrado todos los garitos de Moncloa para acabar la fiesta. Rapidamente les hacía corro una pléyade de presuntos galanes con más copas de las necesarias. Ellas aguantaban hasta que la música cesaba y se iban a su nido, dejando a todos compuestos y...bueno, Garagorri ya sabemos que no.

Dado que nunca salgo del Bar, sabes que bailar no es mi fuerte, me perdí el Momento de la Noche. El Presidente de la Sociedad de Fiestas, el nuevo Innombrable, y a la vista de lo que hizo, con un carrerón, llamó la atención a un grupo de antiguos, muy antiguos porque uno de ellos se había quitado la corbata para que la gente bailase pasando debajo de ella. Cuando todos los antiguos, ante su queja, se pusieron la corbata en la cabeza, no les dijo donde tenían que ponérsela, llamó al Subdirector. Este, que no había nacido cuando algunos de nosotros ya éramos colegiales del Cisneros, intentó ejercer su autoridad metiéndose en un curioso jardín.

Bonito momento para decir eso que siempre quise, y nunca pude, ayer tampoco por ausencia "¿Tu sabes con quien estás hablando, chaval? ¿Sabes quien paga la orquesta de tu fiesta?" Bueno, a lo mejor lo que buscan es quitar estos momentos y celebrar un bonito botellón conmemorativo en algún polideportivo, que ya sabemos que los Colegios Mayores siempre fueron un reducto de fachas, y la Universidad ahora es politicamente correcta...¿O no?

Y es que se cumple la máxima, en España a alguien le pones un gorro de cocinero y se cree capitán General de los tres ejércitos, y colega, el gorro es de cocinero.

Espero, Señor Subdirector, que ponga el mismo empeño en mantener el espíritu y las tradicciones del Cisneros. Todos se lo agradeceremos, con y sin corbata.

Una curiosa mezcla la de esta noche. Nuevos recien llegados de su pueblo a estudiar, poniéndose corbata por primera vez en su vida. Viejos con años en el Colegio. Antiguos que van desde el recien licenciado hasta el Jubilado. Y todos compartiendo música y copas como si estar con tu padre en una fiesta y disfrutar fuese la cosa más normal del mundo.

Ah, y novietas del pueblo, novias formales, mujeres con más noches en el Mayor que más de un vicenuevo....y las segovianas, por supuesto, las de nuestros años o las de ahora, que algunas cosas no cambian.

martes, 9 de diciembre de 2008

UN DIA EN LEON CON EL JEVY

Los niños van haciéndose mayores y, llega un buen día que te dicen que se van a Leon porque un amigo que han conocido en Inglaterra les ha invitado a pasar el puente . Y te quedas con cara de gilipollas y pensando qué has de hacer. Menos mal que estudié un Master y sé realizar un DAFO. En cuanto María, mi hija de 13 años me lo dijo, yo retrocedí 30 años, recordando la primera vez que a mi padre le dije que me iba de camping con mis amigos. Debía de tener su edad, poco más o menos.

Bueno, era un trato. Ella estudiaba y yo se lo permitía. Eso sí, no me hacía mucha gracia dejarla a ella, y a la amiga que tambien estaba invitada, en un tren a Leon.

Conciliábulo de padres, tú las llevas y yo las recojo. De acuerdo.

Y ya tenía una excusa para dejarme caer por León. Al Jevy le pareció de miedo. Aparecí y me comenta que tiene de visita a Roberto y su familia, un antiguo tuno gallego y a Jamileth, una simpática colombiana que habían los dos conocido en Miami haciendo dinero con la tuna hará 15 ó 20 años. O sea, que o no le visita nadie o le vamos a ver todos.

El Jevy era un auténtico profesional de la Tuna. Compartimos dos años divertidísimos. Yo tocar, no tocaba nada. Cantaba fuerte y mal. Pero llegamos a ser una pareja clásica de esa noche madrileña, por lo menos de los garitos que frecuentábamos ;-)

Le echábamos un morro que todavía no me explico como no nos corrieron a golpes de más de una docena de sitios. Una vez que se divirtió lo suyo conmigo, y como no aprobaba una de Teleco ni con enchufe, se fue a Oviedo a hacer Económicas y, encontró que la Tuna era un sitio muy recomendable para hacer dinero y conocer mundo.

El Jevy y yo no nos separamos ni una sola noche en los dos años que compartimos de tuna. Como él dice, ligábamos menos que los gases nobles.

Observando las fotografias, creo que podeis analizar quien era el responsable ;-) Bueno, él recordaba como en un certamen de la tuna en Salamanca le abandoné...y el cabrón se acuerda. No me lo perdonó. (El frio que pase en aquel dos caballos esa noche de febrero salmantina) ;-)

Bueno, a la vista está, de la caricatura que nos hizo Inodoro en tiempos, y de las fotos actuales, quién se mantiene mejor. Jevy, profesor de Instituto, los debe de tener bien puestos porque a mi me entra un profesor con esas pintas y le crucifico. Rosendo me comentó que le llamaban y ¿A que no os extraña? Espero que ahora quede claro que me relaciono con todo tipo de gente que os vais a creer que soy un estirado de clase media-media, jajaja

En esta caricatura, tambien, podeis analizar quien de los dos era el inteligente ;-)

Ya que estábamos en León nos pusimos como pobres. Morcilla, picadillo, mollejas, lengua...y vino, mucho vino.

Solo deciros que acabamos de comer sobre las 6 de la tarde.

Jamileth venía de un viaje por Europa. Lo que pasa a estos latinos que viven en los estados Unidos, es que llegan a Europa y todo les parece que está al lado. O sea que apareció en Madrid y se pegó un pequeño tour por Praga, Budapest, Amsterdam....

El día anterior Jamileth había llegado de Alicante por la noche, donde ella tenía una amiga y, esa mañana, había pillado el tren para ver al Jevy. Se había comprado una guitarra nueva y tenía el antojo de que el Jevy se la estrenase. Lástima, el Jevy, que cree que sigue siendo un chaval, se había jodido el ligamento de la mano derecha patinando con sus hijas (Y es que hay deportes de riesgo no aptos para padres torpes).

Ahí veis a la pobre chica con un guitarrón de ida y vuelta (Porque llegó a las 2 y a las 8 pilló el bus para Madrid otra vez, ya que al día siguiente partía para Miami).

Lo que nos reimos este día no está en los escritos...en éste tampoco.

El Jevy nos hizo de guía. Nos enseñó la Catedral, San Isidoro, y el Barrio húmedo, en eso sí que era un experto.

Dada la hora a la que habíamos acabado de cenar, seguimos empapando esa trilita que nos habíamos metido entre pecho y espalda. Más morcilla, embutido, y vino, mucho vino.

Llego la hora de las copas. Nos faltó una guitarra y un ligamento nuevo porque, además de reirme, lo que pocos sabreis es que me encanta cantar, principalmente boleros, canción sudamericana y el Jevy, en esos temas, es un auténtico experto.

Echaré de menos esas canciones que no echamos. Espero poder desquitarme en breve.

sábado, 6 de diciembre de 2008

UNA NOCHE CON ENRIQUE DANS

Tocaba ya la cena anual de los amigos que hicimos un Master especializado en Telecomunicaciones en el Instituto de Empresa. Por una u otra circunstancia, este año comenzaron a fallar algunos de los fijos.
La verdad es que el grupo que hicimos durante aquel curso fue como mínimo, diverso. Y viendo la tontería que rodea según qué estatus, he de reconocer que fuimos muy afortunados. Gente cachonda, con sentido del humor, bastante diferentes entre nosotros pero siempre con buen rollo.

Desde que acabamos el curso, siempre hemos mantenido el contacto un grupo bastante numeroso. Manolo, Antonio, Juan Carlos y yo, nos vemos a comer de vez en cuando (Más de vez que en cuando, desde que Juan Carlos tomó la mejor decisión de su vida y, empujado por su antiguo negrero se fue a vivir a Salamanca)

Por lo demás, este año nos juntamos 6, de los fijos. Manolo y Antonio, Ramón, Vicente y José María, aparte de mí. Bueno, José María falló un año, creemos que pilló un atasco a la salida de las Tablas, dos días antes de la cena y el día de autos todavía no había llegado a casa, o algo así nos contó al año siguiente.

De los fijos, fijos, falló Juan Carlos y Domingo, ambos en el sur de Polonia ¿Qué habría en el Sur de Polonia esta semana?, Paloma, por Dios, nos cambió por un concierto de Miguel Bosé. Tuvo el descaro encima de decir la verdad. Ramón Franco, que nos tuvo en vilo hasta el último momento, Fernando, suponemos que intentando salvar los posit de algún Banco, porque otra cosa ya no. Pablo, que la crisis le ha debido de golpear bien, porque no ha gastado ni en correo electrónico.

Y de los esporádicos, mi antiguo jefe, tambien en el sur de Polonia, o eso dijo, porque tanta gente en Polonia no sé qué hace con el frío que hace, Emilio, que ha pasado de fijo a desaparecido desde que se comprometió a organizar la siguiente hace dos años, e Isabel, cada año más vaga. (Bueno, o se fue al concierto del Bosé y no se atrevió a decirlo)

Ana, nos avisó que venía pero al final no pudo ser, y Luis, que por fin se excusó un año, que ya era hora. Alfredo y Enrique, no saben no contestan.

De alguno de todos ellos, Manolo y yo por correo nos habíamos hecho una apuesta. Alguien que en principio, podría haber venido. El problema es que no la pudimos cobrar, porque los dos apostamos a que no venía....y ganamos los dos.

Con tanto Ingeniero de Telecomunicación suelto, estas cenas a mí me sirven para saber lo pirada que está la gente. Cada año me descubren un término nuevo. Algo aparentemente insustituible y que revolucionará nuestas vidas. Y al año siguiente eso cambia, la vida nuestra no, y sale otra pijada.

Este año me enteré de que este, nuestro blog, es una Web 2.0. o asistí a una escena irrepetible. José Maria blandiendo su I-Phone con ruido de espadas de la Guerra de las Galaxias. Para salir corriendo a buscar el tono, vamos. ¡Ah! tambien vivimos el segundo fracaso, por segundo año consecutivo, de pillar la música de fondo del restaurante para la e-radio personal de José María. Y es que eso de trabajar en estrategia en Telefónica tiene algún efecto secundario.

Pero un clásico recurrente cena tras cena es....¡Sí, lo habeis adivinado, Enrique Dans!

Enrique Dans fue profesor nuestro del Master. Es un pirado tecnológico elevado a la enésima potencia y, en teoría no debería ser así porque creo recordar que era Biólogo. Sí como la Obregón pero sin tetas de plástico. Lo que pasa es que hizo un Master en Tecnología en California. Como en el anuncio de Patriks, los que seais un poco mayores..."y todo cambió para él"

Enrique era un tío ameno y divertido en clase. Lo que él decía podía convertirse en realidad, o no, en el plazo de 20 años pero, la sociedad necesita de gente así, aunque solo sea para que los demás nos distraigamos de vez en cuando.

Dentro de nuestro grupo hay gente que lee su blog. La verdad es que publicar ab-so-lu-ta-men-te todo lo que se te pasa por la imaginación, tiene el peligro de que esparces demasiada nimiedad pero, hay gente para todo.

Yo estaba encantado desde el año pasado. No era el Neanderthal tecnológico que todos creían que era (Alguien que le gusta reunirse con gente, tomarse un vino con ellos, pasear, en fin, alguien fuera de este círculo, normal) Este año tenía un blog, estaba a la última, hasta que me dí cuenta de que todo va mucho más rápido que yo. ¡Sigo siendo un pringado!

Ahora lo que se lleva es el Microblog. José María es seguidor de Dans, y está subscrito a su twitter (Espero no equivocarme deletreando) Cuando nos lo comenzó a explicar, Antonio y yo nos mirábamos con cara de no podérnoslo creer. Dans publicaba aproximadamente 40 mensajes al día, que José María recibía convenientemente, del orden de "Me voy a hacer una pizza", o, "estoy cansado y no me sale el artículo" o, "cómo me está aburriendo el partido".

Vamos, menos decir cuándo se iba a giñar, lo decía todo, y esto último lo podías deducir de entre los mensajes.

En ese momento a mí me pareció bien seguir siendo un bantú tecnológico.

Manolo, como siempre, me hizo la crítica destructiva más demoledora de éste, nuestro blog.

Entre otras cosas, para esta gente con poco tiempo para leer (Pero que luego se tiran todo el día mirando qué ha hecho Enrique Dans), me comentan que mis entradas son demasiado largas. O sea que comienzo a explicarme el poco éxito que tengo.

Tambien me dijo que espantaba a mis lectores en los comentarios porque era muy agresivo. ¡Por Dios, si es de lo que se trata! Si lo que te gusta es el Flower Power, a Gran Hermano. Que un poquito de cañita de buen rollo está bien. De hecho, me confesó que a él, a raiz de un comentario que me hizo, le eché. (¿No serás Berenice, Manolo?) ¡Qué alarde de sensibilidad para ser de Trujillo! (Perdón, perdón, perdón a todos los de Trujillo. Me salió mi natural espontáneo.)

Menos mal que Manolo y yo nos conocemos, y casi nos lo perdonamos todo.

Bueno, que cenamos como siempre y nos reimos como nunca, gracias a nuestro antiguo profe, y a otros más.

Nos fuimos a tomar una copichuela a un garito de al lado, con pinta Tailandés. A algún lumbrera se le ocurrió que utilizase la foto para una entrada sobre Bangkok. Lo que me faltaba. Mirad que 6 caras para estar en Bangkok. ¡Nos detienen por turismo sexual, fijo!

Ahí les expliqué, con una lección práctica, por qué me está creciendo el pelo, gracias a 23. Tranquilo, 23, que no lo he escrito, y creo que hice proselitismo. Varios de ellos, en cuanto oyeron lo del pelo dijeron que empezaban al día siguiente. Y mirando la foto, no sé por qué.

Ya sé que os vais a tirar encima mío, pero juro que iba a pagar las copas. Ramón se adelantó. Supongo que estaba calentito con su alcalde, sí el de Getafe.

Os he de avisar, que ésta, a lo mejor es la última entrada de este blog. Compramos unos décimos del 44X49. Si toca, a lo mejor no necesito de los ingresos publicitarios de este, nuestro blog, para poder subsistir.

Y los habituales lo habeis adivinado. El título de la entrada es para ayudar a 23 a cenar gratis en Navidad, que hay mucho desocupado buscando en el Google qué ha hecho Enrique Dans.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

LOS HOLANDESES, UNOS SUICIDAS EN POTENCIA

23 ultimamente está en horas bajas. No nos alegra con sus comentarios tanto como, sin duda, todos nosotros merecemos. Es por ello por lo que, a riesgo de que me llamen provocador, he de sacar un tema en el que se sienta cómodo, para que podamos debatir. Sin duda, él rebatirá absolutamente todos mis planteamientos debido a que, en este caso, yo actuaré como tertuliano radiofónico, y él como experto (Es decir, en resumidas cuentas yo hablaré de todo sin saber de nada y él preguntará a su mujer, nativa en este caso)

Si hay un pais en el mundo donde la bicicleta goza de un reconocimiento singular, sin duda es Holanda. A lo mejor en China hay muchos más ciclistas...pero tambien hay muchos más chinos, y allí, el que tiene una bici es porque no puede tener otra cosa mientras que en Holanda, uno se desplaza en bicicleta porque le da la gana.

Los ciclistas en Holanda, habitualmente son bastante malhumorados. Cuando tú, visitante foráneo, te desplazas caminando o cruzando por el carril bici, más preocupado porque lo que has tomado en el coffeshop no te haga caer, que por los peligros inherentes a un atropello de bicicleta, generalmente, aparte de tocar el timbre de un modo desaforado, te miran con cara de asesino múltiple. Lo que esto quiere decir no es que en España los conductores de coche sean malhumorados y los pobres ciclistas unas víctimas de la sociedad, y que esto sea igual en todas partes. Supongo que allí donde formas parte de un grupo mayoritario, eres malhumorado con los que invaden tu terreno.

Un tópico que en España decimos es que no montamos en bicicleta porque en invierno hace frio (Y en verano calor, añado yo). Para tiempo jodido el de Flandes. Lluvioso y frio habitualmente. Ahora, el día que te sale bueno....ni encargado.

Los holandeses, en cuanto sale un rayo de sol, se echan a la calle a aprovecharlo. Y sin embargo, andan en bici llueva o nieve, haga frio o calor. Y llevan en las bicis a niños, conveniéntemente abrigados, y no les pasa nada.

Algo que en nuestros tiempos de nuevos ricos parece dificilmente asumible por nosotros, obsesos de la seguridad y el control absoluto de las circunstancias, es que, todavía no he visto a un solo ciclista holandés con casco. Y es acojonante...¡No pasa nada! No hay debates en los periódicos, los policias no multan, las mamás no se divorcian de los papás por irresponsables.....Supongo que nos llevan unos años de ricos ;-)

Cada vez que yo veo a alguien salir a andar en velocípedo por el carril bici (Bidegorri que se le llama ahí arriba, donde los txokos) en mi suburbio de clase media acomodada, que parece un astronauta a punto de subir al Apolo XII, me pregunto como es posible que yo haya andado tanto y todavía esté vivo.

Y es que, debo ser como la Espe, que mala hierba nunca muere o....que tengo mucha, mucha suerte.

¡Y que dure!