Todos tenemos material gráfico para hundir la carrera de más de uno. Un actual senador temblaría si alguno de los que le conocimos y tomamos más que mostos con él, hiciéramos públicas algunas manifestaciones impresas de aquellos años de vino, mucho vino, y alguna rosa.
Yo tambien. No sólo aquellas con las que amenaza el Jevy .(Que vamos a ser serios, a mi edad verme con leotardos otra vez es algo que no me parece edificante, en primer lugar de cara a la educación de mis hijos).
Todavía recuerdo a mi pobre madre, que en Paz descanse. Vino a visitarme y le pedí que me comprase unos leotardos para la tuna. Nos fuimos a una tienda y pidió unos pantys para mí. La dependienta, mirándome y con cara de estar pensando"menudo julandrón", le preguntó que si los quería estampados. Mi madre, que tenía una coña que deberíais haberla conocido, se descojonó en su cara mientras le decía que no, que tupiditos, que eran para que no pasase frio en invierno.........cuando iba con la tuna (Despues de una pausa lo suficientemente larga como para seguirle tomando el pelo a la dependienta)
(Entienda la juventud, que hace 25 años todavía no se había aprobado la Ley de Matrimonios Homosexuales de Zapatero, y que había cosas que llamaban más la atención). (Hago la aclaración no me pongan en una lista de blogs homófobos y la jodamos, que actualmente hay que tener un cuidado con lo que se dice....)
Bueno, que me estoy dispersando. Os decía que no solo hay ese tipo de material gráfico circulando por ahí, espero que no todavía en el ciberespacio, sino mucho otro, producto de algún viaje profesional o de placer.
A Las Vegas ya he perdido la cuenta de las veces que he ido a la feria del NAB. Generalmente, mi actividad es Feria hasta las siete de la tarde, una ducha, paseo por alguno de los hoteles o, ultimamente, dado el tipo de cambio, alguna compra. Una cenita y una copa en alguno de los miles de garitos. Alegrar el ojillo y a dormir que es lo mejor que podemos hacer.
Lo de Las Vegas, creo que ya lo he contado, es la esquizofrenia americana en estado puro. Es la auténtica ciudad del vicio. En Las Vegas, la prostitución no solo está prohibida, está perseguida. Ahora bien, por prostitución se entiende penetración (O sea que Clinton no estaba desencaminado) Cualquier otro tipo de actividad lúdica...ya sabeis. Para los que les da un apretón de meterla, a una horita en coche, teneis el Chicken Ranch. Un prostíbulo que se encuentra en un terreno de unas 15 Hectareas y guarda proporción con el terreno o sea que.... que no está nada mal la parcela.
Cuando éramos estudiantes y 23, Jevy, el Senador (glups, perdón) y muchos más, nos intercambiábamos revistas un poco subidas de tono, yo siempre me pregunté por qué a esas chicas no las veía por la calle. Años tardé en descubrir la razón...¡Todas estaban en Las Vegas! La ciudad del recauchutado. No sigo por aquí no vaya a decir algo de lo que luego me arrepienta.
Bueno, un año de esos decidí que debía ver algo del desierto de Nevada, y, convenientemente informado, busqué un vuelo para sobrevolar el Gran Cañón. Quisieron acompañarme dos clientes y amigos (Uno de ellos el cuñado de mi anterior jefe, por cierto) Ya sabeis que los clientes el tema de las Ferias se lo toman de una manera un poco más relajada. Yo, directamente, en 15 veces que haya ido, me he escapado una mañana.
Nos fuimos en bus hasta Boulder City, que es uno de los sitios donde tienen aeródromos para sobrevolar el Gran Cañón. Era un día con un viento de la leche. Eso quería decir que, en vez de un avión grande, de unas 25 plazas, volariamos en uno pequeño, de unas 8.
Nada más llegar yo me empeñé en que quería ir en el asiento del copiloto. ¡Menuda perra!Lo logré. El piloto al verme me preguntó si me mareaba, ya que el avión se iba a mover un poquito. Le miré con cara de suficiencia. Tenía más millas que él, seguro, ¿de qué me estaba hablando?
Despegamos.
El paisaje era una maravilla. Vimos la presa Hoover, y comenzamos a sobrevolar el Cañón. Paredes cortadas a pico, todas las gamas de ocres que os podais imaginar. El piloto acercándose a las paredes con el fin de que la impresión fuese superior.
Debido a las corrientes de aire eso se empezó a mover como un tiovivo y, al estar separado de las alas, pivotaba mucho más. Comencé a ponerme malísimo. El cuñado de mi ex-jefe, un tio encantador, es el dueño de una productora de video. El muy cabrón, que estaba sentado detras del piloto, en cuanto comenzó a verme amarillo, cogió su cámara de video. Y ahí le teneis, tomándome unos primeros planos mientras cogía la bolsa, metia mi carita dentro, en fin, que me ahorro los detalles.
A todo esto, el piloto no me ahorró ni un segundo de sufrimiento. Realizó todas las piruetas que se le ocurrieron mientras bastante hacía yo para intentar mantener el contenido de la bolsa en su interior.
Una vez aterrizado, le di las gracias por el paseo. Mis dos acompañantes se partían el culo.
En el autobús de vuelta me enseñaron la película. No lo podía creer. Intenté que la borrasen. Imposible.
Desde entonces, siempre he tenido un comportamiento exquisito con ambos dos. Yo a los clientes siempre les trato bien pero estos...estos...estos tienen un plus, y a lo mejor no es por ser el cuñado de mi ex-jefe.
Yo tambien. No sólo aquellas con las que amenaza el Jevy .(Que vamos a ser serios, a mi edad verme con leotardos otra vez es algo que no me parece edificante, en primer lugar de cara a la educación de mis hijos).
Todavía recuerdo a mi pobre madre, que en Paz descanse. Vino a visitarme y le pedí que me comprase unos leotardos para la tuna. Nos fuimos a una tienda y pidió unos pantys para mí. La dependienta, mirándome y con cara de estar pensando"menudo julandrón", le preguntó que si los quería estampados. Mi madre, que tenía una coña que deberíais haberla conocido, se descojonó en su cara mientras le decía que no, que tupiditos, que eran para que no pasase frio en invierno.........cuando iba con la tuna (Despues de una pausa lo suficientemente larga como para seguirle tomando el pelo a la dependienta)
(Entienda la juventud, que hace 25 años todavía no se había aprobado la Ley de Matrimonios Homosexuales de Zapatero, y que había cosas que llamaban más la atención). (Hago la aclaración no me pongan en una lista de blogs homófobos y la jodamos, que actualmente hay que tener un cuidado con lo que se dice....)
Bueno, que me estoy dispersando. Os decía que no solo hay ese tipo de material gráfico circulando por ahí, espero que no todavía en el ciberespacio, sino mucho otro, producto de algún viaje profesional o de placer.
A Las Vegas ya he perdido la cuenta de las veces que he ido a la feria del NAB. Generalmente, mi actividad es Feria hasta las siete de la tarde, una ducha, paseo por alguno de los hoteles o, ultimamente, dado el tipo de cambio, alguna compra. Una cenita y una copa en alguno de los miles de garitos. Alegrar el ojillo y a dormir que es lo mejor que podemos hacer.
Lo de Las Vegas, creo que ya lo he contado, es la esquizofrenia americana en estado puro. Es la auténtica ciudad del vicio. En Las Vegas, la prostitución no solo está prohibida, está perseguida. Ahora bien, por prostitución se entiende penetración (O sea que Clinton no estaba desencaminado) Cualquier otro tipo de actividad lúdica...ya sabeis. Para los que les da un apretón de meterla, a una horita en coche, teneis el Chicken Ranch. Un prostíbulo que se encuentra en un terreno de unas 15 Hectareas y guarda proporción con el terreno o sea que.... que no está nada mal la parcela.
Cuando éramos estudiantes y 23, Jevy, el Senador (glups, perdón) y muchos más, nos intercambiábamos revistas un poco subidas de tono, yo siempre me pregunté por qué a esas chicas no las veía por la calle. Años tardé en descubrir la razón...¡Todas estaban en Las Vegas! La ciudad del recauchutado. No sigo por aquí no vaya a decir algo de lo que luego me arrepienta.
Bueno, un año de esos decidí que debía ver algo del desierto de Nevada, y, convenientemente informado, busqué un vuelo para sobrevolar el Gran Cañón. Quisieron acompañarme dos clientes y amigos (Uno de ellos el cuñado de mi anterior jefe, por cierto) Ya sabeis que los clientes el tema de las Ferias se lo toman de una manera un poco más relajada. Yo, directamente, en 15 veces que haya ido, me he escapado una mañana.
Nos fuimos en bus hasta Boulder City, que es uno de los sitios donde tienen aeródromos para sobrevolar el Gran Cañón. Era un día con un viento de la leche. Eso quería decir que, en vez de un avión grande, de unas 25 plazas, volariamos en uno pequeño, de unas 8.
Nada más llegar yo me empeñé en que quería ir en el asiento del copiloto. ¡Menuda perra!Lo logré. El piloto al verme me preguntó si me mareaba, ya que el avión se iba a mover un poquito. Le miré con cara de suficiencia. Tenía más millas que él, seguro, ¿de qué me estaba hablando?
Despegamos.
El paisaje era una maravilla. Vimos la presa Hoover, y comenzamos a sobrevolar el Cañón. Paredes cortadas a pico, todas las gamas de ocres que os podais imaginar. El piloto acercándose a las paredes con el fin de que la impresión fuese superior.
Debido a las corrientes de aire eso se empezó a mover como un tiovivo y, al estar separado de las alas, pivotaba mucho más. Comencé a ponerme malísimo. El cuñado de mi ex-jefe, un tio encantador, es el dueño de una productora de video. El muy cabrón, que estaba sentado detras del piloto, en cuanto comenzó a verme amarillo, cogió su cámara de video. Y ahí le teneis, tomándome unos primeros planos mientras cogía la bolsa, metia mi carita dentro, en fin, que me ahorro los detalles.
A todo esto, el piloto no me ahorró ni un segundo de sufrimiento. Realizó todas las piruetas que se le ocurrieron mientras bastante hacía yo para intentar mantener el contenido de la bolsa en su interior.
Una vez aterrizado, le di las gracias por el paseo. Mis dos acompañantes se partían el culo.
En el autobús de vuelta me enseñaron la película. No lo podía creer. Intenté que la borrasen. Imposible.
Desde entonces, siempre he tenido un comportamiento exquisito con ambos dos. Yo a los clientes siempre les trato bien pero estos...estos...estos tienen un plus, y a lo mejor no es por ser el cuñado de mi ex-jefe.