sábado, 20 de diciembre de 2008

LOS CHICOS DEL CISNEROS

Y es que se ha levantado cierto revuelo. Alguien me ha otorgado una importancia que nunca tuve, pero, por eso, me ha enseñado que hay gente que te toma en serio, y, hay temas que, al ser importantes para ellos, pueden herir su sensibilidad, si se tratan de un modo irónico o ligero.
Este blog nunca ha pretendido ser nada más que un foro de reflexión y distracción un tanto cachondo. Si se toma demasiado en serio, deberé de empezar a tomarme en serio yo tambien, y a ciertas edades eso es difícil.

Estamos en el 2008, toda la Galia está ocupada ¿Toda? No. Hay una aldea, orgullosa, rodeada de mediocridad, que aun resiste al invasor.

No sé si ahora se sigue leyendo Axterix, pero esto... esto... esto es el Cisneros.

Los del Cisneros, los de antes y los de ahora, somos como los Galos. Orgullosos, irreductibles, y muy sentidos para lo nuestro, tratando de resistirnos a un invasor que nos quiere "globalizar", no dándose cuenta del tesoro que tiene entre las manos. Prefiere tener 50 Burgers, que 49 y un buen restaurante (iba a decir uno de estos que ahora están de moda entre los pijos que te soplan 200 euros por ver platos vacios, pero me ha parecido una ordinariez)

Más de una Universidad del Mundo se daría con un canto en los dientes si dispusiera del patrimonio intelectual que encierran esas paredes, Premio Nacional de Arquitectura durante la posguerra.

El Cisneros, heredero directo de esa Residencia de Estudiantes, a la que ahora todos los progres de medio pelo se apuntan. Esos mismos que luego intentan socavar sus más profundos cimientos, presentes en el Colegio, porque no conciben una isla Libre entre un mar de adocenamiento.

Y no digo esto porque sí. Los últimos estudiantes de la Residencia, en la Calle Pinar, al acabar la Guerra pasaron al Cisneros, haciéndonos el regalo más preciado, los valores de la misma. Isla intelectual y libre, entre la medianía del entorno durante aquellos años grises.

No voy a nombrar a nadie, en este momento. Todos tenemos en mente quienes, y quién en particular, con su empeño diario, se empeñó en que el Cisneros perpetuase estos valores.

Cuando alguien habla en la actualidad de la Residencia de Buñuel, Dalí, García Lorca...está hablando del Cisneros del 2008, como del 83, como del 66, como del 44.

No quiero aburrir a nadie con esta entrada. Simplemente quiero, que aquellos que pensaron que este blog tenía una importancia que yo desconocía y aun dudo de ella, sepan que, con mayor o menor acierto, conozco que intentan perpetuar los valores que alguien les legó, como yo lo intenté cuando llegué todavía con granos al Mayor.

Lugo, Tomelloso. El otro día yo intenté explicaros algunas cosas. Creo que quedó claro que me habíais malinterpretado, o yo no había estado excesivamente afortunado en trasladar mi visión irónica al teclado.

Como no podía ser de otra manera hablando con gente del Cisneros, tambien aprendí. Aprendí que todos vosotros seguís teniendo el orgullo de ser del Cisneros. Que pretendeis retener aquello que los mediocres os intentan quitar. Aprendí que, por creer en una idea, sois capaces de sacrificaros y hacer lo que creeis que es vuestro deber, a pesar de que pueda ser lo más difícil. (Y aunque el deber pueda reducirse a una anécdota) ¡Qué ejemplo para aquellos que se quejan de la juventud actual!

Eso es el Cisneros y, aún viviendo en Madrid, me encantaría, que mi hijo, cuando le llegue el momento, se pueda hacer un hombre en este Cisneros de hoy en día, que en sus valores, es el mismo que yo conocí.

¡Y dos Piedras!

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta tu estrategia. Para dejar de hablar del tema, lo mejor es....hablar del tema.

Hoy celebra mi hija mayor su sexto cumpleaños, aunque los cumple el lunes 22 (fue para nosotros un tempranero premio de lotería, pues nació a las 9 de la mañana) así que no puedo extenderme mucho.

Pero esta entrada, como siempre, no quedará sin mi oportuna réplica.

Kikas dijo...

Angel, es que Flandes está muy lejos de "las Españas", aunque la globalización se extienda.
Nuestros compañeros de hoy, entendieron algo que yo no quise decir para nada. Aunque a alguno ya se lo comenté en persona, dado que parece que este blog es de lectura obligada por todos los catedráticos que en la Universidad vegetan, he decidido, por una vez, escribir en serio, a ver si así nos entendemos todos.
Tuyo, Cisneriano

Mela dijo...

Kikas... a mí me quedó muy claro que estabas y estás orgulloso del Cisneros
No entiendo por qué alguien te malinterpretó
A veces es un buen ejercicio releer lo que se lee
¡Y dos piedras!... otra vez... empiezo a pensar que es una exclamación propia de los chicos del Cisneros