EL CAMINO DE SANTIAGO PRIMITIVO. LLEGANDO A OVIEDO

El Camino nos había enganchado cuando en Diciembre hicimos el Francés desde Villafranca del Bierzo. Tenía interés en realizar el Portugués desde Valença o el Inglés, desde Ferrol y seguir disfrutando.Nunca pensé en hacer el siguiente en Agosto.

Y, sin embargo, durante una cena de matrimonios, Yogui me volvió a meter los perros en danza.. Me propuso el primitivo. Aquel que en el Siglo IX, Alfonso II el Casto realizó desde Oviedo.

Teníamos escuchado que el Primitivo era el camino más bonito...tambien el más duro, y no excesivamente frecuentado. A mí, despues de la experiencia de Diciembre, hacía falta poco para animarme. Eso sí...lo que empiezo lo termino. No imagino comenzar el Camino y no llegar a Santiago.

Yogui me dijo que él no tenía demasiados días y que se quedaría en Lugo. Yo diseñé un recorrido, quizás un poco más exigente de lo necesario a priori...y mucho más a posteriori.

El Camino, que está dividido desde Oviedo en 16 etapas, lo dejé en 10. Con una media de 32 kms cada una. Unos 320 kms duros de verdad.

Por supuesto, no concebíamos no realizar la travesía de Hospitales. Ruta de Montaña con las ruinas de tres antiguos hospitales de peregrinos, que hoy se encuentra abandonada debido a la indudable exigencia que comporta (Y no hay que olvidar, que el Camino lo realizan personas de todo tipo, que no todos son Juanito Oyarzabal)

Esta fue la etapa que más me complicó. El Camino en Asturias no está tan desarrollado como en Castilla o Galicia, y la escasez de alojamientos hace que la planificación, si quieres atravesar un paraje de montaña sin una mísera fuente en 20 kms, haya que analizarla en profundidad.

La otra premisa era dormir en el trecho desde donde coincide con el Francés hasta Santiago, una sola noche. No soporto las aglomeraciones y, en Agosto, iba a parecer el Metro de Sol un sábado tarde cualquiera...

Aun a sabiendas de que no estaría demasiado concurrido, localicé albergues privados, que pueden reservarse, allá donde pude, que no fue en demasiados sitios. El riesgo de llegar despues de una dura etapa y dormir en el porche de una iglesia o en el suelo de un albergue hace años que dejé de disfrutarlo.

Me preparé con las botas con las que había recorrido el Francés en Invierno. Me dolían, pero no le di demasiada importancia recordando el óptimo resultado anterior...craso error

Dos días antes, a por la Credencial. La cola de más de 100 personas en la Asociación de Amigos del Camino me hizo temer lo peor. Menos mal que, de todos los que oí, el único que hacía el Primitivo era yo...

Para recibir la credencial una pequeña charla. Que si los hospitaleros son voluntarios. Que si no hay que exigir nada, que si no hay que tirar basura al Camino....

O sea, si hay que repetir estas cosas, supongo que es porque antes han tenido problemas. Mera cuestión de educación, pero ¡qué pena que esto sea necesario recordarlo!

Tengo puntos de Iberia Plus para dar 14 veces la vuelta al mundo...o sea, que a Oviedo iría en avión.

Mochila preparada y muchísimas ganas.

Al llegar al Aeropuerto, bus a la estación de Oviedo (Ya iba en modo peregrino...obviar taxis). Me encontraría con Yogui allí.

Y una vez juntos, al albergue.

La visión que nos esperaba era una mujer entrada en carnes tumbada en una cama con la puerta abierta a la calle...¿Nos habríamos confundido?

No...nos estaba esperando. Las formalidades de rigor. Nos enseñó la habitación. En fin...éramos peregrinos...no esperábamos el Ritz...pero bueno...

Y eso sí, una vez con los petates a recaudo, a un sitio a cenar que al día siguiente nos esperaban 36 kms.

Un clásico del Camino, el Lomo con huevos y patatas...y un par de botellas de sidra...y a la cama

Si la primera visión a la entrada del Albergue me la llevé puesta, la providencia quería que todos cargásemos con nuestra cruz. El que se encontraba ahora en la Cama con la Puerta abierta del Albergue era, suponemos, el marido de la anterior...en calzoncillos paqueteros, con una barriga que era imposible que se la viese al mear...(No me estoy refiriendo a la barriga...). Yogui tuvo pesadillas aquella noche...y no fue por la incertidumbre a las peripecias del Camino...