Me encontraba en un Hotel al lado del Mirador de Guapulo, en Quito, allá donde Orellana partió para descubrir el Río Amazonas. La vista en el desayuno era espectacular, con un cortado que impresionaba y circundado de montañas altísimas cuyo verdor casi dolía. Tenía el día libre sin nada que hacer.
Venía muy cansado despues de más de dos semanas de ir cargado con una maleta y, aunque tenía una reunión muy importante el lunes, podía prepararla tranquilamente el domingo por la tarde.
Había estado 6 ó 7 veces en Quito. Conozco bien la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, pero no había tenido la oportunidad de darme una vuelta por los alrededores. Hablé con un taxi en el hotel. 40 dólares toda la mañana. Intenté regatear, pero el conductor, amabilísimo como cualquier ecuatoriano, estaba bien adiestrado.
Cuando viajamos por el mundo nos volvemos terriblemente suspicaces con el dinero. 40 dólares, al cambio, eran unos 25 €. No es una cantidad pequeña, pero yo me gasto más de eso en un taxi para que me lleve a Barajas cuando dejo el coche en la oficina...y está al lado...
No tenía sentido pegarme por 5 dólares. Había descansado. Había desayunado mirando al paraiso y me apetecía irme al ecuador o, como dicen los Quiteños, "la mitad del mundo".
La línea del ecuador no está a más de 30 kilómetros del centro de Quito. El conductor, que por supuesto conocía la ruta a la perfección, me llevó primero al Mirador de Pululahua, antigua caldera volcánica, y espacio fértil allá donde dirijas la vista.
El conductor me comentó que él me iba a llevar a un espacio privado, el museo de Inti-ñan, en la línea del Ecuador establecida por GPS. Que luego me llevaría al Monumento oficial, más conocido.
Supongo que los conductores recibirán un dolar de los 4 que cuesta la entrada. Sin embargo, he de decir que la visita a la Mitad del Mundo fue muy divertida. Nos enseñaron curiosidades antropológicas de la zona como tumbas, cabezas reducidas, o grandes serpientes.
Sin embargo, lo más interesante fue el realizar experimentos que, obviamente, solo pueden desarrollarse en el ecuador, debido a la ausencia de la aceleración de Coriolis. (Que un metro a un lado de la línea y a otro, el remolino de agua gire al revés, o poder colocar un huevo encima de un clavo, por ejemplo)
La experiencia del huevo, de los 10 que componíamos la visita, solo nos salió a tres, o sea que un respeto ;-)
Lo más interesante, desde luego, debe de ser ir durante los equinocios y, darte cuenta a las 12...que no tienes sombra, jejejeje, como los fantasmas.
Muy ufano, una vez colocado el huevo, me entregaron un diploma, que yo voy cargando la maleta allá donde llego, jejeje
Lo de caminar con los ojos cerrados por encima de la línea del ecuador sin caerte tambien merece un capítulo aparte... No sé por qué, es cierto que es muy complicado andar en línea recta sin mirar y sin desequilibrarte
Una vez terminada la visita, nos fuimos al monumento oficial. Situado 240 metros al norte y famoso en el mundo entero. Aquí tambien realizan los mismos experimentos así que, o bien es falso lo de los 240 metros al norte, o los experimentos tienen truco. Y como no quiero desvelar que los Reyes son los padres, os dejo que vayais con vuestros hijos y lo observeis. Es curioso, muy curioso.
Había echado la mañana. La verdad, por 48 dólares, había disfrutado como un enano. Y es que esto de viajar solo, cada vez me cuesta más.
Una vez visto todo, y con gazucilla, a tomar cebiche. Al conductor le pregunté por un buen sitio para tomar cebiche, e insistí, no quería un sitio caro, si lo era, estaba bien, pero había de ser bueno.
Las conversaciones en esta parte del mundo son deliciosas. Hablas con cualquiera que parece que es un catedrático (Y me estoy acordando ahora de una profesora asociada, desgarramantas ejecutando clases en políticas, en la Universidad Complutense). El Conductor me hizo una disertación acerca del valor y el precio, y me recomendó un sitio donde iba con su mujer cuando querían celebrar algo.
El Cebiche, delicioso. El precio...tambien. Y es que es llegar a estas latitudes y no como otra cosa en semanas
Venía muy cansado despues de más de dos semanas de ir cargado con una maleta y, aunque tenía una reunión muy importante el lunes, podía prepararla tranquilamente el domingo por la tarde.
Había estado 6 ó 7 veces en Quito. Conozco bien la ciudad, Patrimonio de la Humanidad, pero no había tenido la oportunidad de darme una vuelta por los alrededores. Hablé con un taxi en el hotel. 40 dólares toda la mañana. Intenté regatear, pero el conductor, amabilísimo como cualquier ecuatoriano, estaba bien adiestrado.
Cuando viajamos por el mundo nos volvemos terriblemente suspicaces con el dinero. 40 dólares, al cambio, eran unos 25 €. No es una cantidad pequeña, pero yo me gasto más de eso en un taxi para que me lleve a Barajas cuando dejo el coche en la oficina...y está al lado...
No tenía sentido pegarme por 5 dólares. Había descansado. Había desayunado mirando al paraiso y me apetecía irme al ecuador o, como dicen los Quiteños, "la mitad del mundo".
La línea del ecuador no está a más de 30 kilómetros del centro de Quito. El conductor, que por supuesto conocía la ruta a la perfección, me llevó primero al Mirador de Pululahua, antigua caldera volcánica, y espacio fértil allá donde dirijas la vista.
El conductor me comentó que él me iba a llevar a un espacio privado, el museo de Inti-ñan, en la línea del Ecuador establecida por GPS. Que luego me llevaría al Monumento oficial, más conocido.
Supongo que los conductores recibirán un dolar de los 4 que cuesta la entrada. Sin embargo, he de decir que la visita a la Mitad del Mundo fue muy divertida. Nos enseñaron curiosidades antropológicas de la zona como tumbas, cabezas reducidas, o grandes serpientes.
Sin embargo, lo más interesante fue el realizar experimentos que, obviamente, solo pueden desarrollarse en el ecuador, debido a la ausencia de la aceleración de Coriolis. (Que un metro a un lado de la línea y a otro, el remolino de agua gire al revés, o poder colocar un huevo encima de un clavo, por ejemplo)
La experiencia del huevo, de los 10 que componíamos la visita, solo nos salió a tres, o sea que un respeto ;-)
Lo más interesante, desde luego, debe de ser ir durante los equinocios y, darte cuenta a las 12...que no tienes sombra, jejejeje, como los fantasmas.
Muy ufano, una vez colocado el huevo, me entregaron un diploma, que yo voy cargando la maleta allá donde llego, jejeje
Lo de caminar con los ojos cerrados por encima de la línea del ecuador sin caerte tambien merece un capítulo aparte... No sé por qué, es cierto que es muy complicado andar en línea recta sin mirar y sin desequilibrarte
Una vez terminada la visita, nos fuimos al monumento oficial. Situado 240 metros al norte y famoso en el mundo entero. Aquí tambien realizan los mismos experimentos así que, o bien es falso lo de los 240 metros al norte, o los experimentos tienen truco. Y como no quiero desvelar que los Reyes son los padres, os dejo que vayais con vuestros hijos y lo observeis. Es curioso, muy curioso.
Había echado la mañana. La verdad, por 48 dólares, había disfrutado como un enano. Y es que esto de viajar solo, cada vez me cuesta más.
Una vez visto todo, y con gazucilla, a tomar cebiche. Al conductor le pregunté por un buen sitio para tomar cebiche, e insistí, no quería un sitio caro, si lo era, estaba bien, pero había de ser bueno.
Las conversaciones en esta parte del mundo son deliciosas. Hablas con cualquiera que parece que es un catedrático (Y me estoy acordando ahora de una profesora asociada, desgarramantas ejecutando clases en políticas, en la Universidad Complutense). El Conductor me hizo una disertación acerca del valor y el precio, y me recomendó un sitio donde iba con su mujer cuando querían celebrar algo.
El Cebiche, delicioso. El precio...tambien. Y es que es llegar a estas latitudes y no como otra cosa en semanas
12 comentarios:
Lo del huevo me imagino que te salió bien porque los debes de tener cuadrados. Eso al menos es lo que se deduce de algunas de tus aventuras por este vasto mundo.
Por otro lado comprendo que se te debe de hacer duro viajar solo, e intentes pasar las horas aprovechándolas al máximo, como deberíamos hacer todos, independientemente de que estemos en la otra punta del mundo o no salgamos del barrio.
Me he debido de explicar mal...
El huevo no era mío
Y yo, como los tengo, es negros de andar por el mundo...
;-)
¡Qué bien me viaja mi niño! Conozco a más de un par de compañeros que cuando tienen que ir de viaje a donde sea su ruta es: avión, hotel, trabajo, hotel, avión. ¿Visitar el sitio donde he ido tenga o no tiempo? ¡amos anda! ¡sólo faltaría con lo trabajado que estoy! Por supuesto, ello se lo pierden y tú te lo ganas.
Salu2
No te creas, Juan Carlos. Mis viajes muchas veces son de 10 dias en 10 ciudades diferentes. Así es complicado conocer nada. Eso sí, como me gusta, cuando voy a otro continente, viajar dos semanas (Para aprovechar el tiempo y que salga más barato), los fines de semana trato de conocer (La alternativa es habitación de hotel)
Un viaje con pruebas científicas... si es que eres de un práctico.
Un abrazo
Ingeniero sin mas, javier...
;-)
Interesante lo de los experimentos, y el cebiche voy a ver qué es aunque el tentáculo ese que asoma no se no se...
Kacerola...delicioso
Pescado marinado frio...con limón, a veces picante....
Es llegar a esas latitudes y no pruebo otra cosa...
"En la mitad del mundo", me encanta esta frase. Serviría como título para una novela.
Te dieron un diploma por colocar un huevo encima de un clavo, se te ve muy complacido ;-)
Supongo que si caminas por la linea del Ecuador, al ser la Tierra redonda, es lógico que te desequilibres. Y cuidado con decirme alguna barbaridad.
El Cebiche, por su aspecto, no lo pruebo.
En fin, Mela....
Como la tierra es redonda, cualquier linea que la divida en dos partes iguales tendria el mismo efecto....
Pero me da que aqui hablamos de la aceleracion de Coriolis, y no de la forma de la tierra
Aunque no lo digas, por tu tono noto que piensas que he dicho una soberana tontería y lo peor es que tienes razón
Nooooooooooo........
;-)
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