Me encuentro en el Aeropuerto de Niza después de un chunchun de la empresa. A quien le cuente que he estado en la Costa Azul, a menos de 15 metros del mar 3 días, y no sé si la playa es de arena o de piedra, no se lo cree, pero esto es lo que me pasa últimamente, que no disfruto demasiado de los viajes laborales ¿Me estaré haciendo mayor? ¿O es que tengo demasiado trabajo? (No me quejaré por si acaso, que peor sería no tener nada de trabajo, o trabajar por España, como dice esa desgracia que nos ha caído encima. Que siiií, que yo le voté la primera vez, lo reconozco y asumo mi culpa, pero nunca más)
Sin embargo, el pasado Puente del Pilar, realicé unos de esos viajes que recuerdas. A los niños nos gusta moverlos, y que conozcan cosas nuevas. Lisboa era un destino apetecible.
Dado que íbamos a ir en coche, nos planteamos el viaje para poder disfrutar del camino también, y se nos cruzó Evora por medio.
Evora es una Ciudad Patrimonio de la Humanidad. Su casco histórico es una auténtica maravilla. Se respira ese Portugal de provincias, parecido a la España de hace 40 años. Gente encantadora, tranquila y amable, acogedora.
Algo tremendamente llamativo, es la capacidad que tienen los portugueses para hablar todos un correcto castellano y nuestra incapacidad crónica para decir siquiera “moito obrigado”.
Comenzar a hablar de monumentos en Evora es una tontería, porque la ciudad en sí es un auténtico monumento, con una muralla espectacular, un acueducto también llamativo y rincones realmente bonitos por todas esas calles estrechas y empedradas. Sin embargo, en lo más alto de la ciudad existe un templete, rehabilitado bien es cierto, pero que te transporta al Foro romano.
La Catedral, pegada al templete, también merece la visita, con un coro que realmente es una auténtica maravilla.
Lo más peculiar de Evora es la Capilla de los Huesos, con esa fijación que el Catolicismo antiguo (Hasta no hace tanto, aclaro) ha tenido por la muerte. Más de 5000 esqueletos conforman las paredes de esta capilla. El Buen rollito ya se muestra con la Leyenda de la entrada “Los huesos que aquí estamos, por los vuestros esperamos”. Toda una declaración de principios.
La mañana se nos fue echando encima. Por la noche tenía una sorpresa guardada en Lisboa, y, aunque cerca, no podíamos llegar muy tarde. Los 130 kilómetros de Autopista no parecían un obstáculo, con lo que decidimos desviarnos un poco de la ruta y visitar dos monumentos megalíticos muy próximos. Y fue la segunda idea genial del viaje. (La primera, por supuesto, Evora)
Al Cromeleque dos Almendres, se llega después de unos 4 kms de una pista forestal en perfecto estado para cualquier automóvil. Impresiona el conjunto. Decenas de Menhires, algunos de ellos con inscripciones, situados en círculos en un enclave privilegiado, te transportan a noches de luna llena adorando a los astros. El enclave es espectacular, dominándose la llanura Alentejana, plagada de alcornoques y bosque mediterraneo. Un lugar bello de verdad.
Con una antigüedad de unos 9.000 años, impresiona pensar como aquellos antepasados nuestros pudieron transportar esos bloques de piedra hasta allí. Se respiraba energía, y los niños, efectivamente, alucinaron.
Amenazaba lluvia durante toda la mañana, y allí, definitivamente, el cielo se cerró. En medio minuto estaba cayendo agua como para llenar un par de piscinas. El Menhir dos Almendres se encontraba a unos 2 kms por la misma pista. Una vez llegamos parecía que paraba de llover, pero era bajarme del coche y, como si alguien allá arriba quisiera vengarse de mi descreimiento en según qué, el Diluvio Universal. Despues de meterme en el coche y salir de él tres veces con el mismo resultado, ante el descojono de todos, decidí que lo mejor que podíamos hacer era comer, y probar suerte luego. (Que tus hijos te llamen gafe no creais que es plato de gusto. Grandes desgracias han sucedido por menos)
Comer en Portugal es realmente asequible. Las raciones son gigantescas y, sobre todo en el campo, muy barato. Al comienzo de la Pista había un restaurante que, al llegar nosotros estaba absolutamente vacío. Mala suerte, pensé. Un sitio sin gente, en teoría, no promete demasiadas alegrías. Sin embargo, a los 5 minutos comenzó a llegar el personal. Supongo que les pillaría la lluvia frotando en las dehesas.
Me metí una alubias con cerdo que todavía lloro al recordarlas. Forcé a Carmen a probar unas migas alentejanas, para compartir, y he de reconocer que me equivoqué. Plato absolutamente típico., la gente que llegó después de nosotros las reclamaron también. La ración, para que se alimentase un batallón de granaderos, pero la textura y el sabor no acabaron de convencerme. Acabamos pidiendo flanes para poderlos bailar (Esta práctica, que mis hijos me reclaman cada vez que vemos flan en un restaurante, consiste en tomarse el flan aspirándolo, con las manos en la espalda. Se necesita buena boca, y capacidad de succión y, aunque ya no soy capaz de comerme uno montado sobre otro como en mi juventud, todavía me hago un buen apaño ante el regocijo de los niños y el espanto de Carmen pensando en como me calificarán nuestros vecinos de mesa)
Un café y al Menhir dos Almendres.
¿Qué decir? Un Menhir de tres metros y medio de altura y unas cuantas toneladas, que solo nos faltaba, y eso que lo buscamos por los alrededores, Obelix buscando “jabalines”. Ambos monumentos absolutamente nada concurridos. No haré demasiada propaganda no sea que nos los estropeen pero, aprovechando que DAKIPALLA no lo lee nadie, os los recomiendo de verdad.
El viaje prometía, aunque todavía nos quedaba mucho y, lo mejor de todo, es que nadie sabía lo que realmente nos esperaba.
11 comentarios:
¿¿¿Dónde está la gorra???
PD: Ahora te leeré, y ya esta noche o mañana te comento más tranquilamente, que me voy ya.
Un saludo
La buena pitanza debe de crear mala leche
Ten cuidado con el ácido láctico, que ataca las meninges
;-)
Disfruto como un enano leyendo tus crónicas viajeras, con ese gracejo tuyo tan característico. Son la repanocha. ¡Je,je,je! Por cierto, amigo Kikas, el año que viene, aún no es seguro, me iré a Londres, y como seguro que tú ya has estado por allí me preguntaba, si es posible y no te supone mucha molestia, si podrías hacer un post sobre tus experiencias en esa ciudad. Y si no quieres hacerlo, no pasa nada, yo te voy a seguir queriendo igual, o sea, nada. ¡Je,je,je! ;)
He visitado Londres...¿treinta? ¿Cuarenta veces?
Carmen ha vivido allí durante más de un año. Ella sí lo conoce bien...yo, no salía de los Pubs
Recuerdo unos chili con carne que me tomé siendo estudiante en un pub, como plato del día. Todavía lloro, pero de verdad
¿Por qué no haría caso a la camarera cuando me dijo que picaban en serio?
Por cierto, el 5 de Febrero, sábado, dormiré en Londres. Y es que llegar a Cardiff para ver el Gales Inglaterra es bastante complicado. Pero salir hacia la península desde allí...imposible
Alguna entrada caerá, pero a lo mejor es de los tiempos de Enrique VIII, y ya no tiene tanta utilidad
Un abrazo, Domingo, que me parece que empiezas a viajar demasiado para nada bueno
;-)
Me lo apunto, para cuando sea mayor y rico como tú y pueda permitirme escapadas en los puentes.
:-P
Mayor ya eres
Rico...es que a algunos nos viene de familia.
Pero a los que no les viene de familia, sino de partido político, se les nota más. En vez de a Portugal que queda un poco al lado, les da por organizarse viajes a Seychelles, y no a visitar atuneros, precisamente
Contrariamente a lo que pueda pensarse, a estos, además, no les suele costar un duro
Descubrir en un mismo post una ciudad histórica y monumentos megalíticos poco frecuentados es una suerte. Como también lo es disfrutar de esas alubias que cuentas.¡Que envidia!
En lo referente al flan me ganas, nunca llegué a comérmelo de un tirón. Aunque hace años que no pruebo....
Saludos.
Fran, lo que ganas con la experiencia lo pierdes en facultades...
Si con 25 años no pudiste meterte un flan de un golpe...muchos atajos tienes que utilizar para hacerlo a posteriori
Pero es un placer intentarlo... repetida e incluso compulsivamente
;-)
Tras dejar la broma (que no es tan broma) de la gorra, tengo que comentarte esto que cuentas.
Vaya tela. Resulta que uno se cree que ha estudiado y sabe más o menos... y ahora resulta que un primo segundo de Obelix estuvo ahí al lado y yo ni idea. Está claro que tengo que visitar Portugal...Mi madre me lo decía: No hables en público, tú pasa desapercibido que sino te retratas, jaja.
Por otro lado... ¡¡Kikas unas fotos de las alubias con cerdo o de lo que comaaaas!! jajajaja. La cabra tira pa´l monte está claro.
Por cierto, fíjate qué poco imaginativo soy que no se me había ocurrido bailar un flan encima de otro...
Así que ya tengo en mi mente algo que no se irá al menos hasta que lo pruebe.
Bailar un flan es cosa de niños, jeje...
Otra vez, gracias por compartir todo esto.
Jejej, CB, que mala memoria...
La gorra, por supuesto, en la guantera del coche. Ya no me vuelven a pillar despistado. ¿No te lo dije ya?
;-)
Para descubrir según qué cosas hay que alejarse de donde todos los japoneses y tener un poquito de curiosidad y preguntar a la gente, aviso ;-)
Con respecto a las fotos culinarias...me está costando, pero estoy abandonando cierto pudor. Carmen ya se ríe. Ultimamente, cuando salimos, hacemos fotos de los platos y decimos, "para mandar a los Guisaillos", pero la verdad no lo hago, jejej
Sin embargo, y aunque quedan dos crónicas del viaje, me parece que en la última me atreveré a poner alguna...¡Y es que en Sintra comimos de escandalo!
¿Nunca has bailado dos flanes? ¡Aficionado!
Kikas... Evora me ha parecido una ciudad preciosa, exceptuando la Capilla de los Huesos
Paraba de llover, bajabas del coche y volvía a llover... así hasta tres veces... jajaja... Eso te pasa por descreído ;-)
Bueno, tus vecinos de mesa quizás aprendieron la práctica de como aspirar un flan con las manos en la espalda ;-)
Moito obrigado ;-)
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