jueves, 29 de mayo de 2008

UN VISADO DENEGADO ¿SERE UN DELINCUENTE INTERNACIONAL?

Me encuentro por segunda vez en dos días en el Consulado de Cuba intentando sacarme un visado de negocios. Me voy el sábado y hoy es el último día para sacarlo. Lo primero que he de decir es que me parece antinatural necesitar visado para un País hermano y tan querido como Cuba. Es el único país latinoamericano en el que a los españoles se lo exigen y a uno, no acostumbrado debido a que gracias a Dios, y por mucho que se empeñen nuestros políticos, a España en los últimos 30 años no le conoce ni la madre que la parió, le revientan estos trámites. Hoy siendo Nacional español, y Ciudadano Europeo, nos acostumbramos demasiado mal y demasiado pronto.

Recuerdo mi primer pasaporte con 11 años. Franco todavía no había muerto. Había una lista de países vetados que ocupaba una página.

Y esta manía de los Gobiernos de entorpecer el libre tráfico de personas pero no de capitales me parece simplemente obscena. Que conste que soy un privilegiado, que ser ciudadano nigeriano debe ser mucho más incómodo, y tampoco soy un panoli que acabe de nacer pero, ¡Dios! ¡Con Cuba!

Con las vueltas que he dado por el mundo, es la primera vez que me deniegan una entrada. Bueno, denegar, denegar a lo mejor es un poco fuerte. Que ya sabemos que las velocidades en algunos sitios son diferentes que en otros, y, a la carta de invitación de mi cliente cubano, correctamente enviada, le deben de faltar un par de acentos.

Una vez allí me dicen que no tengo autorización para entrar. ¡Esto es ridículo! Me pasa por pillármela con papel de fumar. Debería haber ido desde un principio a una agencia de viajes. Solicitar un visado turístico que cuesta la tercera parte y a mamarla a Parla. Sin embargo, una vez que nos ponemos exquisitos, hay que perseverar, que todos somos cabezones.

El funcionario, muy amable se ofrece a ayudarme. Le pido el teléfono de la Oficina Comercial. Me atiende una persona que es como para desesperarse por capítulos. La típica funcionaria española de hace 40 años, con el pelo cardado, pintándose las uñas y con cara de fastidio porque los ciudadanos la interrumpen en su meditación…pero en Caribeño, o sea, ¡Que te cagas!.

Pienso que ametrallándola no voy a desahogarme lo suficiente aunque descargue dos peines de balas. Toda la tensión que mete en mi cabeza es imposible que se vaya por el dedo índice de la mano derecha.

Analizo otra posibilidad, hacer uso del deporte nacional cubano, el béisbol, y con un buen bate hasta que me salgan agujetas.

Simplemente estoy pidiendo, y creedme, muy educado, que me diga qué problemas existen en mi carta de invitación, qué he de hacer para corregirlos, y con quién tengo que hablar y es incapaz de darme ni una sola de las respuestas. Ella solo suspira por el teléfono sin decir nada. Por lo menos si el suspiro fuese de placer…pero es de fastidio. Estoy a punto de decirle que me pase con el maromo que se lo está haciendo tan mal para darle un par de indicaciones a ver si más contenta me atiende mejor, pero temo equivocarme.

Ya he perdido toda la mañana con el trabajo que tengo pendiente. Hasta las 2 no puedo hablar con Cuba y llamo a la persona que ha redactado una carta de invitación idéntica a la última que pasó sin problemas, simplemente cambiando las fechas de entrada y salida (¿Será la calidad del papel? ¿El toner?) ¡Un misterio!

Por la tarde ya me comunican que han hablado con la Embajada otra vez y que no tienen que cambiar esos dos acentos que parecía que estaban mal. O sea que ya puedo volver a pasar a recoger mi Visado.

Otra vez colas. La ventaja es que los visados comerciales no aguardan colas. Un pequeño detalle ya que cuestan 3 veces lo que los turísticos. ¿Lo habrán aprendido de los mostradores de facturación de las líneas aéreas con los pasajeros de primera clase? Que aunque parezca mentira, la expansión capitalista lo corrompe todo. ;-)

Ale, Caracas-La Habana dentro de dos días. ¡y pensar que hace tres días me esperaba que iba a tener un Junio tranquilo!

Entrego mi pasaporte y le pido al funcionario de ayer que me lo haga volante. Dos razones, una que tener demasiados visados cubanos, al entrar en USA canta y, ya sabeis lo que pienso de la inmigración gringa cuando la noche anterior han echado un mal polvo. La segunda es que hace 6 meses que tengo este pasaporte y ya me he comido la mitad de las páginas. ¡El papanatismo del Gobierno español de pensar que los españoles no viajan! 32 páginas y las 6 primeras y la última no sirven…. ¡Deberían de aprender del Gobierno de Singapur! 100 páginas de pasaporte ¡con dos cojones!

Me lo dan con la Visa en el pasaporte, ante mi protesta, el cachondo del funcionario me dice que se lo pida a los chinos tambien. Cuando le hago notar que mi visado chino es por dos años y entradas ilimitadas le pregunto, ¿Me lo hacen ustedes igual? Con cara de terror me dice que por supuesto que no. Le vuelvo a preguntar, entonces ¿Hablo con los chinos? Tambien admite la broma con buen humor.

Por lo menos hay buen rollo y es que, con un cubano….¡Qué difícil es que haya malo! Bueno, sí, con las funcionarias incompetentes….


PD;
Creía que ya había acabado con el tema pero....esto es genial!!!!

Una vez que ya tengo el visado, que ya han cerrado el Consulado, y que nada se podría hacer hasta por lo menos el lunes (Yéndome el sábado anterior), me llama la "amable funcionaria" de ayer para decirme que ya puedo recoger el visado, jajaja, y hoy no suspiraba, claro, serán las prisas de tener algo que hacer!!!

¡¡¡Y el pueblo español se queja de sus funcionarios!!!

4 comentarios:

Mela dijo...

Hola Kikas... pues sí, eres un delincuente internacional muy peligroso
Llamaste delincuente a Nico... ahora, yo, te llamo delincuente a ti
O sea, que ametrallando a la funcionaria... no ibas a desahogarte lo suficiente... eres muy bruto, Kikas

Kikas dijo...

Solo me desahogaría al 80%
No suficiente....

Mela dijo...

No te creo, Kikas, no creo que fueses capaz de disparar a nadie... no pienses que vas a engañarme
Lo que te pasa es que te enfurruñas enseguida... y dices cosas sin reflexionar

Kikas dijo...

En las circunstancias adecuadas puedo ser muuuuuuy peligroso, Mela...