miércoles, 2 de abril de 2008

RAPACIÑA

Nada, hoy el jet lag me esta matando y no puedo dormir. Os tengo que contar una historia equina.

Debía de ser el año 87 o por ahí. El Peque (Bueno, describir a mi amigo el Peque ahora es demasiado. Diremos que se tomaba la vida con cierta tranquilidad), decia que el Peque andaba buscando voluntarios para hacernos ricos. Había bote de la Triple Gemela del Hipódromo (Acertar los ganadores y segundos creo recordar, de las tres primeras carreras de las 6 del programa). El Peque llevaba desde el martes haciendo variaciones, permutaciones, y combinaciones con o sin repetición, para acabar con nuestra suprema pobreza de estudiantes.

Por fin decidimos quienes íbamos a salir de ese lamentable estado, Carmelo, Giuseppe, Carmen, mi novia, y yo, además del Peque.

Conociendo al Peque, sabíamos que la emoción iba a estar asegurada. Emoción de saber si llegaríamos a tiempo. El Peque siempre llegaba tarde a cualquier sitio que se propusiera, semanas incluso, pero esta vez, había empeñado nuestro dinero.

Le convencimos para comer pronto ese domingo. Nos fuimos a Moncloa y cogimos (Tomamos para mis amigos mexicanos) el Bus al Hipódromo.

El Peque lo tenía todo absolutamente estudiado. Tenía rellenas unas 400 o 500 apuestas (Que no digan que no soy exagerado). Llegamos con media hora de adelanto y nos dirigimos a las taquillas de apuestas. Tomamos una al asalto y ahí comenzó el Peque a trasladar sus ideas a papel oficial. Ya me imaginaba lo que iba a pasar...empezaría a dudar en el ultimo minuto y nos cerrarian la persiana de las apuestas. Pero ahi estabamos nosotros para impedirlo. Y al pobre Peque le teniamos totalmente estresado haciendo algo rapidamente por primera vez en su vida. Como suponíamos nos dieron el último minuto y nos quedaban unos cuantos boletos por entregar. ¡No podia ser! Nuestra fortuna podía estar en los rezagados. Así que metimos la ultima apuesta y casi al Peque le pillan los dedos con la persiana.

Por supuesto la primera carrera había empezado. Nos dio tiempo a llegar a la tribuna cuando los caballos estaban llegando a meta. 4 pares de ojos se volvieron hacia el Peque en ese momento en petición de socorro ¿Y?

"Acabamos de joder la triple gemela" dijo el Peque.

¡Que abatimiento! Llevábamos soñando con hacernos ricos desde el martes y se nos habia acabado el sueño antes de empezar....¿Y ahora?

Pues vosotros mismos. Apostad a ganador o colocado, o lo que sea

Y ahí nos tienes a nosotros 4 apostando 5 duros a todo, y no ganando nada.

Era la quinta carrera. Una yegua se destaca por un huevo de cuerpos de ventaja mientras en la grada solo se oyen silbidos, y gritos de tongo y fuera fuera.

De repente el Peque comienza a tirarse de su ya escasa cabellera. ¡Me lo habian dicho! ¡Me habian dado el soplo!

No entendiamos nada

Parece ser que al Peque, un amigo suyo Jockey, en boxes, le habia dicho, "apuesta por Rapaciña, que se sale". Y el Peque, como quien oye llover había pasado. Rapaciña debia de salir de una lesion de meses y sus dueños la presentaban como para entrenar, pero la gente silbaba porque puede ser una tactica para reventar las quinielas, presentar a un caballo que dices lesionado pero perfectamente en forma.

Conclusión, se pagaron las apuestas 95 a 1. Y el Peque haciendo cabalas desde el Martes ¡Este era el Peque! (Por cierto, un tipo entrañable)

Carmen y Carmelo le querían matar (Yo casi le maté. No fue por falta de coartada. Cualquier juez lo hubiera entendido. Es que no me había traido una camisa de repuesto)

Al día siguiente, Rapaciña aparecía en todos los periodicos

En la vida me olvidare de ese nombre

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Anónima2.
Pues lo mismo nos hemos visto en el hipódromo en aquella época, yo tambien estaba "tiesa como la mojama" cuando estudiaba en la Complutense y el "chico con el que salía"(como se decía entonces) y yo, probábamos suerte con las apuestas, colocado, ganador, y....nada. Luego nos ibamos a Cerebro en la Plaza de los Cubos. ¡Que tiempos aquellos!.

Kikas dijo...

Lo dudo, fue una monoexperiencia. El experto era el Peque, y nunca más confié mi dinero en él ;-)
Anónima2, ¿Nos conocemos? Tengo curiosidad

Anónimo dijo...

Anónima2.
Bueno, puede que hayamos coincidido solamente un día en el hipódromo, aunque al parecer nuestro plan era el mismo, pero había muchos mas sitios de encuentro, recuerdas?, vamos a ver si coincidimos: los preñaditos de La Princesita, las diablas (eran patatas bravas), el autobus 61 que era el que yo cogía hasta mi facultad desde Moncloa, la tortilla de patata del 51 de Princesa,los bajos de Aurrerá (antes, mucho antes de lo del golpe), la leche de pantera de Chapandaz (o era con “s”?). Si viviste alguna experiencia en alguno de esos sitios hazmelo saber, escribe sobre ello. Otro día te contaré mis incursiones en el mundo de los Colegios Mayores y del rugby (todo en la Comlutense). Tus escritos me resultan muy cercanos y familiares, como el aroma a café o el pan recien hecho.

Kikas dijo...

Pues si te resultan cercanos...a lo mejor es que tambien viajas....

Anónimo dijo...

Anónima2.Pues no.Hace mucho tiempo viajé mucho y bien, pero hace mucho tambien que no lo hago. Desgraciadamente, no puedo. Por eso tus escritos me producen alegría y nostalgia.Gracias

Daragh dijo...

Me encantó tu relato Kikas - La verdad es que me resulta familiar - Espero con ganas la proxima entrega :)

Kikas dijo...

No me presiones, jejeje
Tengo unas 15 o así, y lo que pretendo es arrancar a la Gente del Colegio una sonrisilla
Sacaré una por semana, más o menos
Un abrazo

Mela dijo...

Kikas... sé que hay una entrada anterior que no he leído, pero al ver el nombre de "Rapaciña"... he tenido que leer esta.
Yo tampoco podré olvidar nunca ese nombre. Así se llamaba una muñeca que adoré.
Tenía muchas muñecas y la pobre Rapaciña se quedó sin brazos.
Mi madre quería tirarla... nunca lo consentí

Kikas dijo...

Una niña con principios, Mela...eso siempre está bien....sin que sirva de precedente te lo digo....
;-)

Mela dijo...

Si llego a estar en ese hipódromo te hubiese dicho, enseguida, que apostaras por Rapaciña. Yo hubiese apostado por ella sin dudarlo

Kikas dijo...

Y más entonces...debias de tener 3 años y tu muñeca tener todos los apéndices intactos....

Mela dijo...

Es posible que jugara con muñecas, y Rapaciña era mi favorita... pero no tenía 3 años.
Tú sí que tenías 3 años.
Te ha sentado mal que te diga que yo hubiese apostado por Rapaciña... pues sí hubiese apostado por ella

Kikas dijo...

Perdona, Mela, un error de tecleado...se me escapó un 3....
Quería decir que en los ochenta tenías 33 años, como por otra parte queda de manifiesto al ver tu foto...