sábado, 28 de junio de 2008

MI VIAJE MAS PELIGROSO

Y pensareis que, con todo lo que he tenido que pasar, el viaje en el que más peligro físico haya pasado, debe de haber sido muy, muy lejos.

Pues va a ser que no. Realmente, allí donde más he pensado que no lo contaba fue en Londres.

Debía de correr el año 98 ó 99. Habíamos digitalizado la redacción de Informativos de Tele 5. Un proyecto precioso, y venía la vorágine del resto de cadenas para no perder distancia. Nos encontrábamos enseñando a la dirección técnica y de informativos de Antena 3, instalaciones que les pudiesen servir de referencia. Había una instalación en Bristol a la que solíamos ir mucho. Los clientes tenían poco tiempo, con lo que, habían quedado con la competencia en ver las instalaciones suyas en Inglaterra justo a continuación de volver de Bristol.

Ibamos en dos coches. Uno que conducía mi amigo José Luis, y el otro que conducía yo. Por aquel entonces, José Luis trabajaba en GVG, aunque dentro de la Marca Tektronix. Aparcamos los dos coches en las cercanías de las instalaciones de la BBC en White City, en las inmediaciones de Londres y acompañamos a nuestros clientes a que se encontraran con nuestra competencia.

Despues debíamos regresar José Luis y yo a un seminario, creo que en Reading, pero no estoy muy seguro. Lo único que recuerdo es que volvíamos en los dos coches. El suyo lo había aparcado, en la dirección de la salida, en la misma acera, unos 10 coches por delante del mío.

Nos separamos. Monté en el coche y, en ese momento ví que asaltaban a José Luis 4 ó 5 bigardos y le metían en su coche a la fuerza. En un primer momento pensé en ir a ayudarle. Pero, con la cabeza fría, decidí que no iba a conseguir nada contra 4 y que lo mejor que podía hacer era ir a la Policia a denunciar el hecho.

Arranqué el coche, pasé muy despacito al lado del suyo para darme cuenta de como estaba. Se encontraba en el asiento de atrás, sentado en el medio de dos animales. En ese momento, José Luis debió de decir algo, o gritarme porque, su coche salió como una exhalación persiguiendo al mío.

En la puta vida supe lo que eran las carreras de persecución de coches en las películas hasta ese momento. Comencé a saltarme semáforos en rojo con el otro coche siguiéndome, hasta que perdí el coche de vista por el retrovisor. Sin embargo, no aflojé. Iba a toda pastilla sin saber muy bien donde, por una autopista entendía que de circunvalación. En cada momento esperaba encontrarme otra vez con el otro coche de marras. Buscaba como un loco algún sitio donde preguntar por una comisaria de policía.

A todo esto, el móvil echando humo intentando que nuestros colegas británicos, que se encontraban en la central de Londres, nos ayudaran. Nadie sabia muy bien qué hacer. Intenté llamar al teléfono de emergencia, pero cuando me descolgaron me dijeron que no podían hacer nada, porque la llamada había entrado en el centro de emergencia de Surrey. ¿Donde cojones estaba yo?

Al cabo de una media hora, aunque a decir verdad, no me acuerdo, ví un pueblo y pregunté si tenían comisaria de policia. Me indicaron donde estaba y, efectivamente, me había salido de Londres un buen trecho. Me tomaron declaración y me comentaron que no me preocupase. Me indicaron que lo que mejor podía hacer era ir a descansar. Les comenté donde iba. Debía estar a un par de horas conduciendo.

Bueno, el camino hasta el hotel fue bastante estresante. No tenía noticias de José Luis. Llamaba continuamente a nuestros colegas ingleses y nadie sabía nada. Cuando llegué, me metí en la habitación sin saber que hacer.

Al cabo de una hora poco más o menos, llamaron a la puerta. ¡Era José Luis! Despues de pedir disculpas, no sé si por mi cobardia o por mi cabeza fria, me dijo que lo entendía perfectamente y que, era lo mejor que podía haber hecho.

Le habían paseado por Londres hasta que le fundieron la Visa Oro. Ante mi pregunta de por qué no había dicho nada a ningún empleado o persona por la calle, me comentó que iban armados y que de héroes estaban los cementerios llenos. Una vez que se dieron por satisfechos (Y debieron de ser en varias compras más de un millón de pesetas de la época), condujeron otra vez a White City, se piraron corriendo y le dejaron con el coche.

Estaba mucho más tranquilo que yo. Supongo que era que él, además del dinero, sabía exactamente como reaccionaban y de qué iba el tema, y yo desconocía todo o ¿Tambien fue complejo de culpa?

miércoles, 25 de junio de 2008

Y ES QUE DEBES DE GANAR UNA PASTA....

Lo he contado en un foro en el que me relaciono con amigos del colegio, con lo cual, a alguno le sonará.

En mi pueblo, hay un montón de gente con mucha pasta. Y sobre ellos, un par o tres. Esta historia tiene como seudoprotagonista a uno de ellos.

Esto es hace 15 ó 16 años. Trabajaba en un empleo de los no mejor pagados de los que he disfrutado. Estábamos preparando un proyecto para AENA. La red de datos REDAN, que acabó adjudicándose Telefónica. El proyecto , lo preparábamos con unos ingenieros americanos, de Harris. Entegamos un proyecto que lo recuerdo como si fuera hoy. Hubimos de llevarlo en dos coches de la cantidad de carpetas que incluimos. No creo que haya vuelto a entregar un proyecto semejante.

Por la noche, me llevé a estos Ingenieros a cenar. Creo que fue por la "zona Nacional", Serrano o por ahí, ya que ellos tenían el hotel cerca. Cuando acabamos, fuimos a tomar unas copas.

Estaba hablando en inglés con ellos cuando entro un chico de mi pueblo, de esos de pueblo, pero podrido de pasta. Acababan de inaugurar un negocio en Madrid y había venido a la apertura. Es de mi edad, y, sin ser amigos, nos relacionábamos. Nos saludamos. El, un poco cotilla, pero menos que su mujer, hizo la radiografía a los dos yankis y me vió hablar en inglés con ellos. Ahí se quedó todo.

Al cabo de dos o tres meses, un domingo, a la hora del vermut (En los pueblos, la hora del vermut es despues de misa de una, vayas o no a misa), estaba en un corro con sus amigos y mujeres. Me vió entrar. Me saludó.

"Hombre, Kikas" Y dirigiéndose a la concurrencia soltó. "A este le vi en Madrid con unos americanos. Joder como hablaba en Inglés" "Tú, debes de ganar una pasta"

Este tío, en un mes, debe de ganar lo que yo en un año y, por aquel entonces, pues más. Pero, conociendo los pueblos...¿Le iba a joder yo la historia?

"Por supuesto" le contesté, "Ya sabes, cuando trabajas en proyectos importantes...es lo que tiene"

Y había que verle la cara, no solo a él, sino a su mujer. Porque no se esperaban la respuesta y, no sé si se lo creían, pero la duda ahí se les quedó. Ahora que alardear de pasta delante de uno de los más ricos del pueblo...

Que ya me estoy imaginando a su mujer comiendo en casa "Ya te dije que tenías que estudiar. Mira a Kikas, ganando una pasta, ¿y tú? ¿Tú qué?"

Ya que van a hablar de ti, por lo menos que no te compadezcan demasiado ;-)

Y que la cruda realidad no estropee una historia, por más fantástica que resulte, sobre todo, si la construye un "amigo"

domingo, 22 de junio de 2008

EL MOMENTO CERDO

Carmen tenía muchísimas ganas de ir a Nueva York. Por razones de trabajo, aunque yo había ido varias veces, siempre había surgido algo que nos había impedido encontrarnos ahí de regreso de algún viaje mío a California, o a Las Vegas .
 
Pasaba las dificultades en mi empresa que ya os he comentado anteriormente. Es decir, el pescado estaba vendido. Solo estábamos discutiendo cuando salir y cuanto costaba. No merecía mucho la pena sacrificar más puentes o vacaciones con una fecha de caducidad tan clara.
 
Se lo comenté y preparamos el viaje en un santiamén. A ella, que ha viajado en su juventud lo que yo no he viajado en mi vida, le sigue haciendo ilusión volar. Decidimos, una decisión equivocada como otra cualquiera, ir con Iberia. Para variar, problemas en Barajas. La T4 estaba recien inaugurada pero...lo que realmente tenía problemas era el 340 de las narices. Salimos con un par de horas de retraso, en cuanto solucionaron los problemillas técnicos que nos anunciaron.
 
Por cierto, a la vuelta, tuvimos el mismo problemilla técnico, o sea, que esos cabrones habían estado volando toda la semana con el avión jodido. A la vuelta ya no lo pudieron solucionar y, si no llega a ser por mi tarjeta de Iberia de algún metal precioso, todavía estamos esperando en Nueva York, en vez de volver vía Londres, pérdida de maletas incluida.
Siempre me han dado mal rollo estas excusas de las líneas aéreas, pero a ello me dedicaré en otra entrada.
 
Llegamos a Nueva York. Increiblemente no me cagué en la madre de ninguno de los bulldogs que tienen en la aduana. Iba de vacaciones...no estresarse.
Como suponía, fueron unas vacaciones maravillosas. Anduvimos lo que no está en los escritos (Manhattan es para andar). El dólar creíamos que estaba barato, ni parecido a como está ahora. Para variar, no yendo solo, tuvimos que comprar otra maleta para traer lo que habíamos comprado (O sea, un ahorro bárbaro, como os podeis imaginar, maleta que no necesitábamos incluida). Además, y pese a estar en Noviembre, el tiempo nos respetó.
En Nueva York puedes vivir sin hablar una sola palabra de inglés. Lo que necesitamos al ir allí son camareros, recepcionistas, taxistas, dependientes, en fin, que yo no necesito un director de banco en unas vacaciones en Nueva York, que son los que no serán hispanos. A mí, además, sabiendo inglés, me gusta hablar castellano allá donde voy. Al vender, intento hablar inglés...al comprar...que otro se esfuerce ;-)
Era domingo. Ibamos a tomar un brunch (Ya sabeis, ese palabro derivado de breakfast y de lunch). Los yankis siempre inventando jerga. Todos vosotros sabeis que el brunch se toma los domingos, cuando la gente se levanta tarde. Entonces es una comida en toda regla a eso de las 11 de la mañana.
A nuestro lado había una pareja de yankis neoyorkinos, de esos con pinta de yuppies pero incultos hasta decir basta. Les acababan de traer un par de toneladas de colesterol a cada uno. En la carta había unos platos mexicanos. Llamé al camarero y me dirigí a él en Español directamente. Pedí nuestros desayunos.
No me di cuenta yo, sino Carmen, pero nuestros vecinos comenzaron a cuchichear y a reirse. Debían haber apostado qué clase de fajitas y tortitas habíamos pedido, como pobres hispanos que éramos.
 
Trajeron nuestra comanda. En ese momento se miraron, miraron su desayuno, y uno de ellos exclamó, "estamos en nuestro momento cerdo" (This is our piggy moment)
Entre sus huevos, panceta, mas panceta, patatas, mantequilla, salchichas, etc, etc, y nuestra macedonia de frutas con zumo y café, había unos cientos de años de evolución culinaria, y, despues de su prepotencia prejuzgando, se dieron cuenta de que hay veces que es mejor "to wait and see" (o sea, esperar y ver).
Para estos prepotentes, unos inferiores, sin comerlo ni beberlo les habían dado una pequeña lección, sin intención alguna además, porque la cruda realidad es la que es y ellos, habrán llegado a la luna pero...de comer, y de otras muchas cosas....ni puta idea.

sábado, 21 de junio de 2008

CIUDAD DEL CABO, SOLO PARA MITOMANOS

¡Menuda semanita! O no ves a un cubano en años o no dejas de ver cubanos.
 
He estado con una de las máximas autoridades cubanas en materia de Radiodifusión. ¡Dios! Un ingeniero de los que sabe de todo, y, además, no te parece que alardee de ello. Un militante convencido del partido, que profesa una religión y que, cuando en su congregación le comentaron que no se podía servir a dos señores a la vez (Si lo sabran todos los jerarcas de todas las Iglesias que sí, que sí se puede, o...a lo mejor...tienen razón y solo se puede servir a uno y nos tienen a todos totalmente engañados) les contestó de esa manera que un cubano inteligente puede contestar. "Yo sirvo a uno y ayudo a otro. En cuanto se me ponga intransigente, le dejo de ayudar y ya está" (Filosofía por kilos en esta frasecita. Entre otras cosas, no sé quien es al que ayuda)
 
Bueno, que tenía este rincón un poco abandonado. No solo de trabajar toda la semana, sino que, ayer, por ejemplo, estuvimos en Toledo con él y con un judio Yanki. Cuando se lo pesento y le pregunto si tiene algún problema me dijo en un perfecto inglés, para que el otro lo captase, que él no tenía ningún problema con ningún ciudadano americano. Con quien tenía problemas era con su gobierno.
Lo del Judio visitando sinagogas en Toledo tambien es para contar, pero será en otra ocasión.
Me encantan los sitios en los que se respira historia y, posiblemente, uno de los que haya ido por causa de mi trabajo, y más me ha impresionado, haya sido Ciudad del Cabo. Johannesburgo es una ciudad peligrosa. No se recomienda andar por el centro a partir de la hora que cierran las oficinas. Es una ciudad preciosa, llena de bosques. Sin embargo, visitando a un cliente, al salir, me fijé en un mogollón como a unos 500 metros. Solo pregunté ¿Ahí comienza Soweto? No hacía falta la respuesta. Entre la ciudad de blancos y de la nueva élite negra, y la cruda realidad...¿Qué quereis que os diga?En Soweto nadie sabe los millones de personas que viven. Cada día reciben miles de inmigrantes de toda Africa. Para nosotros, en principio es fácil adivinar que un negro en principio, no tendría nacionalidad española. A ellos el tema se les complica.
Ciudad del Cabo es otra cosa. Ciudad con mar, con montaña, su famosa Table mountain, una meseta de unos 1000 metros de altura y tres kilómetros de largo justo en Ciudad del Cabo. Es impresionante. Y donde se respira historia, chicos. La historia de los grandes navegantes. Muchos de ellos naufragados en los alrededores del cabo de Buena Esperanza.
 
Hay que hacer notar que el Cabo de Buena Esperanza no es el punto más al sur de Africa. Este honor lo disfruta el Cabo Agullas, a unos 300 kms de Ciudad del Cabo. Sin embargo, era tal la complejidad en cruzar el cabo de Buena Esperanza, las tormentas que se originaban y los cientos de naufragios ocurridos, que, una vez cruzado este punto, se entendía que no había peligro mayor para llegar a las Indias.
El cabo de Buena Esperanza es un promontorio triste. Se observa en la segunda fotografía. Sin embargo, hay un centro donde te detallan los naufragios más conocidos de los alrededores y te orientan para localizarlos. ¡Y hay decenas de ellos en este punto!
El día que fui, el mar estaba en calma. Cuesta imaginar el mar embravecido, pero, creedme, debe de ser duro.Y lo intentamos pero....no pudimos localizar al "Holandés Errante", o "Flying Dutchman".
Cuenta la leyenda que este barco es un barco fantasma que no puede volver a puerto condenado a vagar por siempre por los océanos del mundo. El velero siempre es visto en la distancia, a veces a través de una luz fantasmal. Si el otro barco lo saluda, los tripulantes del Holandés Errante tratarán de hacer llegar mensajes, por medio del otro barco a personas muertas siglos atrás.
En el Siglo XVII, era famoso este barco por la velocidad con la que iba de Holanda a Java. Se decía que había firmado un pacto con el demonio. En vista de una gran tormenta, su capitán juró, que no daría la vuelta hasta atravesar el Cabo de Buena Esperanza, aunque le costase llegar al juicio Final. Desde entonces, el barco y sus tripulantes están condenados a vagar eternamente sin posibilidad de volver a tierra.
Y os parecerá mentira pero...hay cientos de avistamientos al Holandés Errante desde el Siglo XVII, en cuadernos de bitácora de medio mundo.
Nosotros, lo intentamos, pero ......no fuimos afortunados

lunes, 16 de junio de 2008

ENTRE EUROPA Y ASIA

Posiblemente, la ciudad que más me guste de todas las que conozco, y conozco unas cuantas, sea Estambul. Muchos de vosotros estoy seguro que la conoceis...quizás no tan bien como yo.
 
Dirigí una empresa Turca durante un año. No viví en Estambul, pero me desplazaba allí una semana al mes. Esta empresa tenía unos 15 empleados fijos y unos 150 eventuales. Instalábamos infraestructuras de telecomunicaciones en el Kurdistán Turco. Creedme, no os podeis imaginar el paisaje pero no os recomiendo que lo comprobeis, allí, nuestros trabajadores debían ir con escolta policial, porque estaba petado de guerrilleros del PKK. No era extraño que mientras instalábamos una torre se estableciese una ensalada de tiros como en una película del Oeste.
Hablar de Estambul es hablar de un doble espíritu, el europeo, y el del medio oriente. Podias pasear por zonas que creias que estabas en París, para luego sumirte en los bazares de Damasco. Por supuesto veías mujeres que no te hubiese extrañado verlas en Madrid, y otras que más bien podrían ser oriundas de Bagdag en la actualidad.
Me encantaba la sensación de pasar de un continente a otro dentro de la misma ciudad. Varios puentes unen ambas partes.
Habitualmente, la gente vivía en la parte asiática (Anatolia) y trabajaba en la parte europea (Tracia), donde se encontraban los organismos oficiales y la mayoría de las empresas. Sin embargo, nuestra Oficina, la teníamos en la parte de Anatolia (Asia). Había muy pocos hoteles allí, y todos carísimos, con lo que solía alojarme en la parte de Tracia,(Europa), cerca del Gran Bazar. Iba del hotel a la oficina en el Barco que atravesaba el Mar de Mármara, para evitar el caótico tráfico de Estambul.
Es una ciudad en la que respiras Historia, con mayúsculas. Desde los restos romanos de la antigua Constantinopla, hasta las ruinas otomanas, como el Palacio de Topkapi, bueno, llamar ruina a esto es una bobada como otra cualquiera o, el legado de Mustafa Kemal Atatürk, padre de la moderna patria turca. La habitación del Palacio de Dolmahbace, donde murió, cuyo reloj permanece a las 9,05 Am que es la hora en la cual falleció.
 
En la Oficina teníamos una señora cuyo único cometido era servirnos café. Cada vez que veía que ya no tenías café o té en el vaso, aparecía a llenarlo. ¡Y no dijeras que no! Podía pensar que su puesto de trabajo era superfluo. La verdad, nunca supe lo que cobraba aquella buena mujer pero, por lo que me decían, una oficina en Estambul, sin señora para el café, no era una oficina.

Durante el mes de Ramadán tenía menos trabajo. Mi secretaria, Çeyda no lo respetaba. Sin embargo el director de Operaciones y alma mater de la oficina, Suleyman, si. Yo, tambien lo respetaba. No me parecía de recibo estar comiendo o bebiendo mientras ellos me miraban. Quizás, Çeyda, la secretaria, podría hacerlo, no yo, extranjero e infiel.
Eso sí, esa semana de ese mes que me tocaba Ramadán, me iba de la oficina antes porque mi estómago era un concierto de ruidos.
 
Me encantaba comer en Estambul. La verdad es que la comida en todo el Mediterráneo es muy similar, con los gustos característicos de cada zona. En Estambul podías comer caro, para turistas, o barato y delicioso, para locales. Conocí un restaurante super famoso, que era donde iban las celebridades locales. Me ponía hasta arriba. Nunca pagué más de 10 Euros al cambio.
Otra de las delicias de Estambul, es tomar un bocadillo de caballa recien pescada y asada en una parrilla situada en un barco atracado en el Cuerno de Oro. Memorable.
El espectáculo de los vendedores del Gran Bazar hablando cuantas lenguas necesitasen es digno de verse. Sin embargo, el mercado que siempre me fascinó, fue el egipcio, o de las especias, tal es la cantidad de colores y aromas que se entremezclan. El caviar siempre lo compraba allí. Suleyman tenía un amigo suyo, quien me decía que lo vendía a El Corte Inglés, pero vete tú a saber, jajaja.
En Estambul he tomado el segundo mejor zumo de naranja de mi vida (El mejor, sin duda, en chinatown en Bangkok). Lo tomaba por la calle. Nunca me dió reparo esto, ni siquiera una estupenda sopa que me tomé en mitad de una calle de Shaigon y que mis compañeros me miraban tomarla como si estuviese loco.
Atatürk se llevó la capitalidad a Ankara. Nunca le gustó Estambul. Sin embargo, la razón esgrimida era que era más fácil defender una capital y su gobierno en mitad del país que en un extremo. Ankara simplemente tiene el aparato gubernamental y las empresas públicas. La iniciativa privada está en Estambul.
Hay una excursión deliciosa que es atravesar el Estrecho del Bósforo en barco hasta el Mar Negro. Tardas un par de horas en un barco de línea. Si tomas uno de turistas, te cobran cinco veces más, te dejan en la mitad del estrecho y nunca llegas a divisar el Mar Negro.

Un atardecer en Estambul, desde La Torre Gálata, al otro lado del Cuerno de Oro, es una de las vistas más impresionantes que se pueden tener en la vida, con el sol reflejándose en el Mar de Mármara y ocultándose bajo el Palacio de Topkapi y la Mezquita Azul.
Una de las experiencias imprescindibles en Estambul, es ir a un baño turco con un nativo. Se te queda la piel como el culito de un bebé y sales realmente como nuevo. Nunca perdonaba un baño con Suleyman. Hay baños para turistas pero, como con la comida...no es lo mismo.
Un día leí que uno de los timos a turistas más extendidos era llevarle a un burdel, "invitarle" a unas copas y luego que el pobre pánfilo pagase las consumiciones de todo el local. Si no estabas de acuerdo, salían un par de primos de zumosol del de la barra, que te convencian rápido. Dió la casualidad de que, paseando una noche al lado de Santa Sofía, se me acercó un chico bien vestido hablándome un correcto castellano. Según él, necesitaba practicarlo, porque lo estudiaba en la Universidad y no perdonaba español para charlar. Me pareció inofensivo y comencé a darle palique.
Al cabo de unos minutos me comentó que si me apetecía una cerveza. Yo estaba solo. Le dije, ¿Por qué no? y me encaminé a un cafe cercano. El me dijo que no, que me invitaba pero que me quería llevar al bar de un amigo que estaba ahí al lado. Ahora pienso que parecía gilorio pero, me siguió sin dar mala espina hasta que entrando en el antro, vi en la oscuridad, veinte mozas de buen ver. En ese momento, la historia se me vino a la cabeza y le dejé al tipo cuando pensaba que tenía al pánfilo que iba a pagar la cuenta del local esa noche, sujetando la puerta.
¡Jamás una historia del periódico me ha venido tan a capón!

domingo, 15 de junio de 2008

¡EN QUE PAIS VIVIMOS!

Ayer jugué una pachanga de Rugby de viejos en el día de nuestro club....Ahí me doy cuenta de que me hago mayor, y no en no poder leer de cerca. Primero porque todo el mundo nos mira con caras de cachondeo ¡Con lo que hemos sido! jajaja. Segundo porque hoy me duelen huesos que no tenía ni idea de que existían ni, por supuesto, que yo tenía. Me da que el ejercicio físico más intenso que podré hacer en la próxima semana será mirar fijamente a alguien, o algo así.

De todos modos, para variar, lo pasamos de maravilla.

Estábamos en Amsterdam. A mí, Amsterdam me gusta. Amsterdam no es Holanda, igual que Nueva York o San Francisco no son los Estados Unidos.

En Amsterdam se respira un aire de tolerancia que no he visto en ningún sitio del mundo. Claro, hablando con mi amigo Angel, o con Angelique, su mujer, pues te cuentan primero, que no lo es tanto, segundo que tampoco quieren la barra libre para todo.

A los holandeses les han pillado en su buena fé. Ellos que eran unos liberales convencidos se han encontrado de repente que en su interior han permitido anidar elementos que no lo eran tanto y ahora se enfrentan a brotes de integrismo en el centro de la Europa de las Libertades, y se han hecho mayores de repente. Ellos vivian en Disneylandia y, de repente, dos asesinatos integristas, el del cineasta Theo Van Gogh, y el del político Pim Fortuyn, les llevaron a la cruda realidad, que no todos compartimos los mismos valores que creíamos inmutables. Esto, en si, ni es bueno ni malo, pero se han dado cuenta de que no pueden dar todas las libertades que ellos quieren a gente que lo que quiere es arrebatárselas aprovechándose de esas mismas libertades.

Y claro, es que en Amsterdam puedes entrar en barrios que parecen Kabul (Con Burkas y todo). Y esto, no diré yo que esté bien o esté mal si la señora en cuestión quiere vestirlo, pero cuando el director de una escuela de uno de estos barrios se niega a saludar a la inspectora de educación del distrito por ser mujer....pues eso, que estamos entrando en unos terrenos en los que hay que tomar medidas, y de esto han comenzado a darse cuenta los holandeses.

Contaba que estábamos en Amsterdam con unos clientes. Os lo he dicho siempre, en Amsterdam, yo, todos los años, quiebro mi decisión de dejar de fumar y siempre cae alguna calada de esas divertidas, eso sí, sin pasarse.

Estábamos en uno de los antros más populares, en Rembrandplein. Creo que se llama el Smokeys, pero, la verdad, cada vez que he ido ahí, no iba a leer carteles. Compartíamos un elemento quemable, y tomábamos unos whiskies, descojonándonos de risa. En esto, a uno de mis clientes le sono el móvil y comenzó a contestar. Los dos maromos que atendían la barra, salieron como posesos. Nos metieron un chorreo de mil pares de narices. Yo, al principio no lo entendía...luego sí.

Ahí eran tan tolerantes tan tolerantes, que tú podias hacer lo que te saliese de la punta de las narices, fumar, beber, reir......eso sí, respetando siempre al de enfrente y, ¿no os parece que tener tres conversaciones de móvil alrededor es ciertamente molesto? ¿Y de fumar? me direis...Pues de fumar nada porque, a ese antro...todo el mundo va a fumar, con lo que no molestas a nadie, más que a algún despistado.

Claro, a la salida nos carcajeábamos pensando que nos habían casi echado por hablar por teléfono de un sitio donde estábamos fumando cosas de esas que hacen reir y metiéndonos unos lingotazos de impresión.

Pues eso, en nuestro país, que no tenemos muy claro los límites de la libertad, que por supuesto existen, es normal que nadie diga nada si alguien te está tocando las pelotas porque, según nuestro erróneo modo de pensar, el otro es libre.

Los Holandeses lo tienen clarísimo. La tolerancia se basa en que tu libertad acaba, donde comienza la mía...y todo es mejor, creedme.

viernes, 13 de junio de 2008

EL KARAOKE

Yo me daba cuenta que, Jing Shing, Li Sheng y el chofer, Wu Lao, cada vez que me sacaban de Pekin, me hacían beber como un animal (los cosacos debían de ser unos niños en esto), a la comida y a la cena. Aparte de preguntarme los chinos mucho acerca del Real Madrid (Para lo cual ya me había documentado suficientemente los dos días anteriores leyendo el MARCA con fruición para ver la última pollada que pensaba Raul) les hablaba de Toros (Si el Mono o el Innombrable me oyesen pisoteando el Cossio) y, sobre todo, algo que a ellos les volvía locos...los encierros. Ahí, he de reconocer que les daba juego. Les explicaba por qué siempre cogian los toros a un Yanki o a un Australiano, por qué el Diario de Navarra, en fiestas, se editaba en formato sábana, cuales eran las escapatorias en caso de apuro, etc, etc

Con los palillos y una servilleta hice demostraciones memorables de matar al volapié, recibiendo, la suerte natural, en fin....Los chinos se descojonaban conmigo y yo, yo cerraba negocios.

Sin embargo, había cosas que me extrañaban. Las cenas, con puntualidad británica, comenzaban a las 6 de la tarde y acababan a las 8 de la noche. A esa hora, mis compañeros de fatigas, me dejaban en la habitación de mi hotel, y ellos desaparecían.

Dependiendo en qué ciudad estuviese, iba al bar del hotel a pedir una "ping pillow maafanla" (Perdón por mi escaso dominio del Pinyin) (O sea, una cervecita fria) y, había veces que coincidía con matrimonios españoles que iban a adoptar niñas. Yo, con mi conocimiento del Pais, hablaba con ellos, nos hacíamos compañía y les ayudaba con las tensas horas de la espera.

No hay nadie en el mundo que supere en generosidad a estas parejas que me encontraba. No solo por el acto absoluto de amor sin contrapartidas que demostraban. Es que el Gobierno y las autoridades chinos les sangraban de mala manera. Vamos, hasta los dodotis los tenían que comprar en la tienda de al lado del orfanato a un precio doble que en cualquier Carrefour español. Además del carrito, ropa, chupetes...etc...y eso, que a la niña le entregaban con harapos. Daba lo mismo lo que hubieses traido de España. Si no comprabas todo en la tienda de al lado de la puerta del orfanato que, ¡oh casualidad! era del primo de la directora, te comias una mierda.

Ver las caras de los papás, a esa horas que para ellos, recien llegados, eran las dos de la tarde, con una niña que pasaba de ellos o no, mientras ellos babeaban por las mesillas, eso es algo que no se paga con dinero.

Bueno, yo me extrañaba de mis compañeros, pero supongo que continuaban "la negociación" con los clientes. Una vez que ya se habían reido conmigo, les apetecerían emociones más fuertes, pensaba.

Un día les pregunté que a donde iban y, me contestaron que al Karaoke. Yo, tierno infante, les comenté que me encantaría conocer un karaoke chino. "¿Si?, bueno, si te apetece, esta noche vamos." Me preguntaron que de qué tipo me apetecía, y les comenté que no tenía ningún problema con ninguno ¡Inocente criatura!

Según me comentaron me iban a llevar a uno no demasiado cañero. O sea, que un occidental lo podría sobrellevar con dignidad. Y allí entramos, en una sala grande con una pantalla gigantesca y...sin nadie.

Entonces, hablaron con un encargado y nos metimos, los tres chinos y yo, en una sala con una televisión, unos tresillos, una mesilla en el centro y...nada más.¡Qué marcha! pensé para mis adentros. De repente, se abre la puerta de la habitación y empiezan a entrar tias que parecía que no íbamos a caber, y mis compañeros comienzan a elegir como si se tratase de una feria de ganado. Yo, no daba crédito a lo que veía. Al final nos quedamos cada uno con una. Cuando a mi comenzaron a preguntarme que a quien queria, yo dije, como un gilipollas, que para mi, la que mejor cantase, y ellos se debieron de pensar que era bobo.

Y ahí empezó el show. La verdad es que todos los chinos cantaban de puta madre, pero no era eso precisamente lo que les atraía del lugar.(Y las chinas que dilia Ibaletxe y Bibi Aido, nuestla ministla pala la igualdad, o como cojones se diga, que menudo descubrimiento. ¿No tendrán nada mejor que hacer que inventarse palabros, en vez de trabajar en algo útil? ¡Es que quien les paga, entre muchos otros, soy yo!) ¡Y no me jodais como que seguramente hay un poso de machismo en mis palabras! ¡Si un hombre es un incompetente, se lo digo! ¡Incompetente! ¡Y si es una mujer, pues tambien! ¡Incompetenta!

(Para los amigos no españoles, Bibiana Aido, nuestra pizpireta ministra para la igualdad, lo más útil que se le ocurre es inventarse femeninos de palabras que, o solo tienen la forma masculina, o son neutras. Cuando se le critica, dice que acaba de venir de Latinoamérica y ahí se dice mucho. ¡Joder! ¿A qué sitio de Latinoamérica va esta pava? ¡Si en el lugar del mundo que mejor español se habla es allí, que cualquier peón caminero habla como un catedrático!)

Bueno, sigo a lo mio. Prometo una entrada de Bibi, que nos va a deparar tardes de gloria...estoy seguro.

Enseguida comenzaron las escenitas de desnudar a las chicas y que cantasen así y, en fin, esto, como no es un blog de mayores, pues omito lo demás que, la verdad, no es demasiado edificante. Baste decir que he visto pocos espectáculos más degradantes y...he presenciado unos cuantos, con botellas, micrófonos, plátanos y demás. (Que por qué no se los meterian ellos por el culo, digo yo)

Claro, ellos comenzaron a quedarse en calzoncillos tambien. Más no. Debía ser que podían correr riesgos de que les rellenasen algún hueco de su cuerpo con un micrófono viajero ante las risas de los presentes.

Yo, aduciendo que me resfriaba, ahí seguia tapado como un cura...total, ¡qué más daba! Ellos ya habían decidido que yo era raro, y yo ya había decidido que era la última vez que tenía una iniciativa de aquel tipo.

Siempre he dicho que los chinos, además de machistas, en cuestión de mujeres, son unos canallas, y, mis amigos, y lo siento por ellos, no eran una excepción.

La verdad es que era un modo como otro cualquiera de calentarse a lo bobo porque, a las chicas se las alquilaba por horas, y al cabo de un par de horas de cánticos y otras actividades (ninguna reproductiva), la gente comenzó a vestirse y a decir que qué de puta madre se lo habían pasado.

Yo, como ninguna canción era de Perales, canté alguna de Frank Sinatra. O sea, no disfruté demasiado.

Y es que, en China, país en el que la prostitución está oficialmente perseguida, pero que es practicada masivamente, locales como estos hacen de tapadera perfectamente. (O si no, salones de belleza, masajes, peluquerias, etc) A mi ya me dijeron una vez, que si en un hotel tienen un salón de belleza abierto a partir de las 10 de la noche....malo. (Y casi todos lo están). Otro día os cuento alguna historia de estas que, en un hotel Occidental sería absolutamente imposible que ocurriese.

(Entre nosotros, Bibiana Aido se podía preocupar de estas cosas, que a lo mejor tambien ocurren en España, y no de ser ocurrente con las palabras para salir en la tele. Y no penseis que la tomo con ella por ser mujer, es que me joden los papanatas y las papanatos.)

Lo mejor fue a la hora de pagar porque, al ver que había un narizotas en el grupo, creyeron que yo podía pagar por todo el local, con las 30 ó 40 salas que tuvieran. Mis amigos, que en ese momento, volvían a serlo, y además se habían ofrecido a pagar ellos, se agarraron un globo de la leche. Comenzaron a volar vasos, la mesilla de cristal, un sillón. Las chicas salieron de estampida, y el encargado con la receta tambien. Pocas bromas pensé. Yo estaba alucinado.

Aunque no haya estado en la Legión, lo que sí que he aprendido rápido en la vida, es a saber quienes son los míos. Para eso el Rugby me ha ayudado tambien.

Cuando entraron tres tíos a arreglar de modo expeditivo el incidente, el que les hizo frente fui yo y, la verdad no sé por qué fue, quizás porque sacaba 10 cms al más alto, los tios se acojonaron. A partir de entonces, el chofer, que siempre me había tratado como un asqueroso narizotas, me comenzó a tratar con un respeto de la leche y, no solo eso, a través de terceros me llegaron las alabanzas que vertía sobre mi ante quien quisiera escucharle. Que era un tipo en el que se podía confiar....amigo de sus amigos, y comprometido con ellos.

La verdad, en aras de ser justos, si machacaban a los míos, ¿A ver qué hacía? Ni puta idea de donde estaba, ni como llegar a mi hotel, ni nadie que hablase algo parecido a lo que yo puedo medio dominar y en mitad de vete tú a saber donde.

Eso era un karaoke elegante, ¡Dios! ¿Como serían los cutres?

jueves, 12 de junio de 2008

EL HOY SENADOR PIERDE UNA COMPETENCIA

Mr 23, que se va a hacer famoso, me ha pedido una de un aforado...A ver como me sale una de las suaves (No aquella de cuando su novia le pilló las revistas porno debajo de la cama y echó la culpa a sus compañeros que eran unos cabrones y ella se tragó aquel sable...el de las revistas porno, digo. Que aquí solo nos podemos cargar una carrera política , pero eso sí, varias veces consecutivas) Ya sabeis, como cuando a Bill Clinton le preguntaron si había fumado Marihuana y en un arranque de sinceridad dijo que si...y luego, para que todos los papanatas del país no se le echasen encima, tuvo que aclarar al cabo de un par de días que nunca, nunca se tragó el humo....
Y es que...como lo de las novatadas no es politicamente correcto, pues eso, no se puede decir que las practiqué ni que me las hicieron y...que me vinieron de cojones para espabilarme.

Claro, yo debo ser un tio normal. Los viejos que me putearon eran tios normales y...tener el privilegio de estudiar (Bueno, es un decir) en el Colegio Mayor más Antiguo de Madrid, heredero directo de la Residencia de Estudiantes, ya sabeis, García Lorca, Dalí, Buñuel, Severo Ochoa...., pues tiene sus servidumbres.

Habíamos ido a tomar copas a los bajos de Aurrerá. Veníamos con un moco de cojones. Vimos los carritos de la compra aparcados fuera del Supermercado Galaxia, el de al lado de la cafetería (si, hombre, la de la Operación Galaxia, no jodas, ¿no te acuerdas? El ensayo de Tejero en el 23-f. Joder, si es lo que pasa cuando te lee gente demasiado joven, que todo hay que explicarlo) y tomamos dos para hacer unas carreras.

En esas que en un carrito se monta el hoy feliz senador y en la otra PDM ( por aquel entonces, el PDM era un equipo holandés de ciclismo en el que militaba Perico Delgado. Sí, que el ciclismo para algunos existía antes de Indurain) Este PDM no era ciclista, sino extremeño.

Vamos echando carreras por la Avenida de la Victoria con los dos carritos de la compra, siendo convenientemente empujados y llegamos a la Avenida Séneca.

Para los que no conocen el lugar, la Avenida Séneca linda a su izquierda con el Parque del Oeste, y a su derecha con los Colegios Mayores y, debe de tener un kilometro de longitud y un desnivel cercano al 6%, o sea, una rampa de puta madre.

Se paran los dos carritos en lo alto de la Avenida Séneca y decidimos que el que llegue antes al Colegio, como a unos 500 metros, gana.

Ahí que se empieza la carrera. El carrito del senador convenientemente empujado toma una pequeña ventaja. El carrito de PDM no cede en su empeño. PDM adelanta convenientemente al carrito del senador. PDM se emociona y grita, ¡tira, tira, tira!, mientras la ventaja con el carrito del senador se va haciendo más y más grande. A PDM en la lejanía se le oye reir viendo como va a ganar y, cuando se da la vuelta para agradecer a su animal de tracción, la formidable victoria, se da cuenta de que le habían soltado al principio de la cuesta e iba sin control....ni frenos.

¡Menuda hostia se dio PDM! ¡Y sin casco!

Y todos arriba, senador incluido, que por aquel entonces todavía no tenía que disimular ninguna mala baba, descojonados de risa viendo como el pobre extremeño aterrizaba con el carrito a una velocidad que no me atrevo a intentar imaginar.

A PDM el pedo se le pasó en las décimas de segundo que transcurrieron desde que se dió cuenta de que estaba en órbita, hasta que aterrizó. A los demás, tres meses despues, todavía nos duraba el pedo, si hacemos caso a las carcajadas que echábamos solo de ver a PDM magullado. ¡Que le duraron las heridas un huevo!

Y es que, como decía el otro día...¡Si no te gustan las bromas, te vas del pueblo!

miércoles, 11 de junio de 2008

EL TIO EULOGIO

Me han dicho, me han contado…por supuesto... yo no sé nada……

A un famosísimo estudiante de Ingeniería de Telecomunicaciones le atacó el Síndrome del Ingeniero Terminal. Este era un síndrome curioso. Desconozco si sigue sin erradicar en España. Sucedía con precisión de reloj suizo. Después de que el estudiante de ingeniería se había tirado toda la carrera sin comerse un colín, en sexto, sin remisión, aparecía una bella ninfa que le llevaba directamente al altar, y así, el pobre aprendiz de ingeniero pasaba de virgen a padre, sin estado intermedio (Una especie de sublimación, que se diría en Ciencias Naturales, pasar del estado sólido al gaseoso sin pasar por el líquido…o algo así)

Este afortunado y famoso ser, invitó a sus compañeros y amigos del Colegio Mayor a su boda. No se recuerda en ningún tratado de historia, mayor densidad de hijoputa por metro cuadrado, que entre aquella parte específica de su lista de invitados.

Después de una bonita ceremonia en mitad de La Mancha se ofreció un espléndido convite en un famoso hotel sito en el Km 200 de la N-IV, peculiar porque las habitaciones son bungalows que dan a una piscina y por detrás a un aparcamiento.

Personaje curioso en aquella boda era el Hermano del Padre del Novio. Le llamaremos el Tio Eulogio.

El Tio Eulogio se pasó todo el convite contando anécdotas de su juventud. En una de las que mas incidió fue cuando, su otro hermano y él, en la boda del padre del feliz novio, se metieron debajo del tálamo nupcial (Vulgo, la cama encima de la cual iba a consumarse el matrimonio) y, cuando los felices recien casados, a la sazón padres del novio en este convite, se encontraban dale que te pego, salieron de debajo de la cama gritando ¡Sorpresa! O algo parecido. No se explicaba como su cuñada, treinta años después, siguiera teniéndole esa manía. ¡Si es que las mujeres son unas rencorosas! Además de ésa, contó 15 ó 20 del mismo pelo y es que…el tío Eulogio debía ser de armas tomar.

He dicho ya que, entre los amigos del novio, el índice de hijoputa por centímetro cúbico alcanzaba niveles de saturación química.

Según me cuentan, aunque vete tu a saber si es verdad, los amigos del novio decidieron gastar una bromita a los novios (Ya sabes, si no te gustan las bromas…te vas del pueblo). Fueron a la recepción del hotel un elegante caballero acompañado de un chica vestida de rojo. Pidieron las llaves de la habitación nupcial aduciendo que eran hermanos de la novia y que les iban a dejar un regalo dentro. Los inocentes miembros de la recepción del hotel, creyendo que se la estaban tratando con gente más o menos normal, accedieron a esta inocua petición.

Una vez con las llaves en su poder…..¡MOVILIZACION! La habitación, con todos los detalles, fue trasladada al parking por esa recua de impresentables, entre el descojono de todos ellos sin excepción. Lamparitas (Con luz incluso gracias a unas alargaderas), mesillas, alfombras, por supuesto la cama.

Vamos, no les pusieron los apliques del baño en el parking porque no tenían alicatadores a mano y el taladro que me compró el Notables para mi boda, todavía ni había sido publicitado debido a que mi boda, por aquel entonces, aun era un proyecto un tanto lejano. Y no digo que yo estuviese …que solo hablo del taladro.

Quedó como para un reportaje de una revista de decoración buscando nuevos ambientes para dormitorios.

Os podeis imaginar la que, me cuentan, se montó cuando los novios, entre los guiños cómplices del respetable, decidieron que era hora de descansar….o no.

Llamadas a recepción, Cristo mayúsculo….

En recepción…supongo que por el ajetreo, los nervios y demás, solo supieron decir que, la llave, se la habían dado a un señor con bigote acompañado de una mujer de rojo.

Mujeres de rojo había varias pero, da la casualidad que, la única persona con bigote en toda la boda….¿Sabeis quien era? ¡Bingo! ¡El tío Eulogio!

Nunca un error humano ha traido tanta desgracia a un inocente. Dos generaciones de la misma familia que le odian como solo se odia en los pueblos, a raiz de los viejos conflictos de lindes de tierras.

Por supuesto, la cobardía es condición fundamental entre los hijoputas y, en este caso, no iba a ser una excepción. Nunca, nunca, aliviaron de su losa al pobre tío Eulogio quien sigue viviendo en la ignominia pero…¿A quién se le ocurre presumir de hazañas pretéritas treinta años despues?

domingo, 8 de junio de 2008

Y MIRAD QUE HE COMIDO MIERDAS...DELICIOSAS

Pues sí; Yo entiendo que una de mis obligaciones profesionales es comer y beber de lo que me ofrecen. Generalmente, tus anfitriones quieren agradarte y, no es de buena educación rechazarlo.
Supongo que eso tiene que ver con la ética profesional de cada uno y, tambien, con la educación recibida. Esa educación que prohibía dejarse nada en el plato. Nuestros padres vivieron la posguerra...y eso nos marcó a nosotros tambien. A otros les tocará tomar copas con modelos....todos hemos de sacrificarnos en la vida (Desde luego...si el tópico de la rubia tonta es cierto, creedme, para mi un sacrificio de cojones) (Y en aras de mantener la pijada de lo politicamente correcto, insisto, SI es cierto. No empiecen a escribirme rubias cabreadas)

En cada parte del planeta tienen sus especialidades. Algunas más cercanas...otras no.

Por poner un ejemplo, las huevas de hormigas que se toman en México, el escamole, como no me gustan es cuando me las hacen con mantequilla. Yo, como Carlos Herrera, la mantequilla, para engrasar puertas.

Yo, aunque disfruto y me encanta la comida china, en mis reuniones allí siempre pido, por favor, que no me cuenten lo que estoy comiendo...que ya me lo comeré solito.

Se da la anécdota de que, en una negociación ciertamente complicada, y viendo que no conseguían doblegar mi postura, me invitaron a cenar y los cabrones me pusieron el menú en inglés, con todas las exquisiteces que os podais imaginar, escorpiones fritos, escarabajos, hormigas....no sabían que a chulo...pues eso.

Recuerdo en Lanzhou, provincia de Gansú. Una ciudad de unos 4 Millones de personas. Me sentaron a comer con el alcalde y un séquito de unas 15 personas. El alcalde me quería tumbar. Los narizotas, según ellos, nos emborrachamos rápido. Y el incauto vino a por mi desde que nos sentamos. Se lo llevaron entre dos a rastras con un coma etílico. Tambien debía de tener casi 70 años pero....es que yo no sé qué ganas le da a todo el mundo de emborracharme. Al día siguiente, me llamó a su despacho a congratularse de haberme conocido, que una persona con mi aguante debía de hacer unos negocios estupendos (De Paté de hígado, pensé yo para mis adentros)

En esta comida, el plato estrella fue una tortuga de más de medio metro con caparazón y todo. El alcalde quería que hiciese los honores. Yo, discreto y sin saber como quitarle el caparazón con los palillos a la puta tortuga que me miraba fijamente desde su rigor mortis, le indicaba que comería, pero despues de él. El me indicó que, de ninguna manera. Si mi problema era el caparazón, él me lo retiraba pero, que me fijase. Había 15 pares de ojos esperando que empezase. Para ellos, era un manjar. Si yo no empezaba, a ellos se les enfriaba.

Ahí que cierro los ojos y dirijo mis palillos hacia el centro del cuerpo, pidiendo por favor que no me dijese que lo más exquisito era la cabeza o las patas, que le tiraba la tortuga a la cabeza. Tragué sin masticar. Ya estaba hecho. ¡Misión cumplida! Quince pares de palillos se abalanzaron sobre el pobre animal que quedó reducido a nada en un pispas.

Pero quizás, lo más fuerte que me ha pasado en la vida, y muchos no os lo creeréis, me sucedió en Guandong. En esa zona de China se comen tooooodoooooo lo que os podais imaginar.

Nos hicieron sentar en una mesa hueca, con una anchura de unos 15 cms y una puertecilla en el perfil de la mesa. Asimismo había un agujero delante de cada comensal en la superficie de la mesa con una trampilla que lo cerraba.
Nos pusieron un delantal que nos tapaba completamente la ropa. En esto que llega un tío con una jaula llena de monos vivos. Abre la puertecilla y mete un mono por cabeza. Cada mono sacó la suya por el agujero que teníamos delante y, con la trampilla, aprisionamos su cuello para que no se moviese.

Nos dieron un machete a cada uno y la historia era rebanarle la parte superior del craneo con el machete (Una escandalo de sangre de cojones) y con el mono vivo todavía y berreando, con los ojos fuera de las órbitas, sacarle los sesos con los palillos y comerlos inmediatamente.

¡Rock Duro!
Por supuesto no pude trepanar al mono. Lo tuvieron que hacer por mi. Hice de tripas corazón, cerré los ojos para no ver los del mono, (Los oidos ya no me los podía tapar porque entonces a ver con qué tomaba los palillos, y los chillidos eran ensordecedores) y me comí los sesos.
Todo el mundo se quedó acojonado de que superase la prueba, y es que...a cabezón....

viernes, 6 de junio de 2008

LA HABANA, OTRA VEZ

Acabo de volver de La Habana. Como siempre, alguna historia especial.

Al acabar una reunión larga en casa de mi cliente, explicando la oferta que había ido a defender, y dado que ahora, a ellos les tocaba montar la oferta para su cliente, decidí no entretenerles, ni sacarles a cenar, con un punto de pudor. Ellos no pueden invitarme...a mi no me gusta distraer a las personas de sus familias...es difícil. Si ellos no te pueden invitar, invitarles tu, si no sabes si les apetece...en fin, ese juego de relaciones humanas que a veces es fácil y otras...francamente difícil. Al día siguiente, tomándome alguna confianza, se lo confesé y, según me comentaron, todos hubieran estado encantados de haberse venido conmigo. Me lo creo. Me regalaron, coco almibarado, dulce de guayaba, y un Santiago de Cuba, blanco y un Havana club añejo reserva. Nunca, nunca, podrán imaginarse mi agradecimiento. Debido a mi incapacidad para expresarme, nunca, nunca, podré expresar lo hondo que me llegó. Eso puede equivaler a la mitad de su sueldo mensual. Si, ya se que todo cubano se busca la vida...lo cual no es óbice para que sepa el inmenso sacrificio que esos regalos han supuesto para ellos.

Bueno, a la directora de compras, mujer estricta donde las haya, le gané una cena cariiiiiiiiiiisima, con baile. Esas salidas mías para desengrasar situaciones complicadas. Estábamos en un punto complicado de la negociación. Un tema de garantías que yo no podía asumir como me planteaban y ella, esgrimiendo una normativa cubana, no variaba ni una letra. Se desvió un pelín la conversación, 5 segundos. Hablábamos de algo que nos habían pedido por escrito. Teníamos una divergencia seria. Era un caso objetivo. La verdad, me lo puso a huevo. Ella, hija de Rusa pero debería de ser de Madrid, con ese punto castizo de chuleria cachonda. Le aposté una cena...caríiiiiisima, a lo que ella aceptó. Le dije, nunca pierdo una cena, me contestó, yo tampoco. (Alguna vez debe de ser la primera, pensé) Le dí tres oportunidades de irse para atras, la última, se lo recalqué, con honores. Dijo que no. Al final, acordándome de mi amigo de la infancia, Guillermo Ferrer, bilbaino, chulo, y tio entrañable, le dije, "esto es como poner la zancadilla a una abuelita ciega cruzando un paso de cebra" Se vino arriba otra vez...Fue cuando la dije, la cena, además de carísima...con baile, y me la aceptó.

Efectivamente, Emma entendió que yo nunca pierdo una cena....Y como en el mus...lo peor no es perder...sino la cara que se te queda...sobre todo cuando el contrario restriega un pelin el cachondeo....

O sea que doble objetivo cumplido....situación complicada solventada...cena gratis con baile en Cuba...pa cagarse, vamos!
Este viaje ha sido, el primero en años, en el que he dispuesto de un día para mi, para hacer turismo. Este día lo compartí con Chema. Chema trabaja en el departamento de Producción de Radio Progreso. Como todo cubano, se busca la vida continuamente, pero es una persona alegre con un punto de locura, un auténtico descubrimiento.
Chema, le contó a su Jefe que no se encontraba bien el día que fui a visitarles. Salió y me esperó fuera de la Radio. Yo, yo no sabía nada, pero Chema me dijo al verme salir ¿Conoces La Habana? Como un Habanero no, contesté, y Chema me dijo, yo te la voy a enseñar. (La Habana ;-) )

Fuimos a mi hotel, dejamos mis cosas, tomamos un taxi. Me llevó alrededor de la Plaza Vieja. Era de noche. Un paseo maravilloso. Tomamos un daiquirí en el Floridita, seguimos caminando.
Me descubrió unos rincones de La Vieja Habana inolvidables. Paseamos, hablamos....Una vista de la Embajada de España iluminada(El primer edificio que se ve al entrar desde el puerto. Posiblemente, el edificio más bonito de La Habana, espectacular)

Chema tiene dos hijos a los que adora de dos parejas diferentes. Esas son las cosas que pasan habitualmente en Cuba.

La recepcionista de mi hotel, con un poquito de confianza me preguntó el primer día que por qué en España teníamos hijos tan tarde. Yo contesté que por qué ellos los tenían tan pronto y de diferentes parejas, vamos, a la gallega.
Chema conocía Italia y, continuamente hablaba de aquel mes maravilloso que pasó allí, en Bérgamo, cuando llevaba una vida bohemia, y sus amigos, turistas italianos, le invitaron. Me hubiera encantado haber podido participar de ello y que pudiese recordarme con ese cariño que desprendía hacia ellos.

Decía que Chema se busca la vida continuamente. Le invité a cenar. El Cafe Mercurio. Me lo había recomendado Yuletsy. Hablamos mucho y de muchas cosas y lo pasamos bien. Tomamos un taxi y le deje en casa. Me dijo que al día siguiente, si queria, se enfermaba y veiamos La Habana de día. Esas son las cosas de este país. Les engañan en el salario...pero en el trabajo no. Si acaso, ya se buscarán la vida para ellos.
Es miope y tiene astigmatismo. ¡El mundo al revés! Le resulta mucho más fácil, económico y rápido operarse al láser que conseguir un par de gafas. Si conseguir un par de espejuelos, como dicen ellos, fuese sencillo, diría que estábamos en el paraiso. Dado que no es así, porque cuestan el salario de más de dos meses, tienes lo que tienes y en darte un par de lentes tardan esos dos meses que estás trabajando para conseguirlos, no creo que sea el caso. Claro, si le das 4o dólares a un trabajador de una óptica, tienes gafas en una semana y la variedad de montura que te puedas imaginar.

Paseamos por La Habana de día. Totalmente diferente. Fuimos a La Bodeguita...cada vez hacen el Mojito peor. ¿Los precios? Bueno, como dicen los cubanos, los precios están multados. Ya que no ganan para vivir, suben el precio y, la diferencia es para los camareros.
Vi unos rincones inolvidables. Se nos fue la mañana. Fuimos a comer al aljibe, en Miramar, unos frijoles autenticamente deliciosos. A Chema le sirvieron dos veces. Merecían la pena. Me acompañó al hotel paseando por la playa. Mojé los pies en el mar. Uno de esos momentos maravillosos e inolvidables.
De vuelta, mis clientes llevaban llamándome desde las 10 de la mañana (Querían entregarme sus regalos. Yo no lo sabía) Al llegar al hotel me encontré un montón de mensajes. Había prometido pasar antes de irme.
"¿Qué pasa? ¿Se han vuelto ahora alemanes ustedes? Les dije que vendría, no que vendría a las 9 de la mañana". Cuando me entregaron sus presentes he de reconocerlo que me emocioné. Incluso una carta de cocteles cubanos para Carmen.
Los que me siguen desde hace tiempo recordarán que, en el Aeropuerto de La Habana tuve un encuentro con una camarera en Febrero. Regalé un libro de Noah Gordon entonces.
Ahí la vi, rubia, preparando unos mojitos. Me senté enfrente sin decir nada. Ella levantó la vista, me sonrió y me dijo..."Hola corazón, ¿Qué libro me has traido esta vez?" Pensé en morirme. Yo creia que nunca se acordaría de mi....Me equivoqué. Esos Pilares de La Tierra que nunca volverán a España. El mojito corrió por cuenta de la casa. En esta ocasión no hubo sensación de acoso, solo una conversación agradable.
Y es que, este pais, si vienes con ganas de empaparte de él, siempre te sorprende

miércoles, 4 de junio de 2008

QUE USTEDES NI NOS VENDIERON….USTEDES NOS REGALARON

Acabo de pasar una semana inolvidable con unos invitados cubano-brasileño-venezolanos en España. Siempre es interesante saber la visión que sobre nosotros tienen otras personas, en este caso tan cercanas como las cubanas.

Pues bien, lo que más me llamó la atención de las muchas conversaciones que compartimos fue la desazón que expresaban ante lo que siempre habían estudiado en el colegio. España, a Cuba, ni la vendio a los gringos. Directamente la regaló. Y lo decían con tristeza y convencidos. Yo les decía que eso no era cierto. Que España sufrió una depresión Nacional ante la pérdida de Cuba y de Filipinas que le duró varias décadas. La famosa generación del 98. No les pude convencer. Ni enumerando la catástrofe Naval ocurrida en la bahía de Santiago donde se encontraba todo lo que quedaba de la “Armada” (Por decir algo) Española, y nos bloquearon la salida a mar abierto un puñado de barcos Yankis, y debido a ese honor quijote español, se tomó la decisión de intentar salir a pelear, y uno tras otro fueron saliendo de puerto los barcos españoles, y uno tras otro fueron siendo hundidos, que los Yankis estaban en posición de tiro, y nosotros solo podíamos ir a su encuentro.

Y esto lo cuentas con esa cercanía que da el hablar entre hermanos, que hace mucho tiempo que no se ven. Y todos nos vamos descubriendo uno a otro.

Me siento bien entre cubanos. Graciosos, despegados, cercanos. Sí, pasan necesidades, pero afrontan la vida con alegria e ingenio. Otra cosa es llegar a sus aeropuertos. Tremendamente amables, pero te das cuenta de que no estás en un país normal. Te hacen una ficha completa. De repente, te toca como a mí esta mañana, inspección rutinaria…y te has cagado. No porque vaya a ser muy compleja…sino porque se hace con ritmo caribeño “amigo…no se impaciente, hay tiempo”

“Ya, es que me he levantado a las 3 de la mañana, son las 2 de la tarde y no sé qué hacen que no empiezan”

“Tiene que venir el compañero interrogador” (Que viene, cuando llega, nunca antes) El aduanero, mientras esperamos al compañero interrogador, me dice, "amigo, no se ponga usted nervioso" A lo que yo, hasta los huevos de esperar le contesto, "no, yo no me pongo nervioso, quien me pone nervioso es usted".)

Vuelvo a mis invitados, gran labor de educación que tiene este pueblo. Cultura con mayúsculas. Comparados con un gringo medio….iba a decir una barbaridad.

Todos hacen gala de sus abuelos españoles. A la menor oportunidad te lo dicen, de donde eran, o que tienen contacto con algún primo de su abuelo.

Disfruto enseñando Madrid. Aunque no sea de aquí, pasear Madrid me gusta y, creo, que no soy mal cicerone. Muchos libros de historia leidos, anécdotas escuchadas de gente que sabía mucho más que yo, y pasión por mostrar y agradar.

Ha sido una semana espectacular, ¿para qué vamos a engañarnos? Tapas y paseos por Madrid, Visita a una bodega en La Rioja, Pintxos en Bilbao. Ahora es cuando puedo entender que los bilbainos se sientan orgullosos de serlo. Que antes, y la mayoría de mis amigos eran de Bilbao, te lo decían y te descojonabas, con la cantidad de mierda por metro cuadrado que almacenaba esa ciudad. Hoy, ¡Dios! Da gusto verla ¡Temblad Donostiarras! Joder, menos mal que estoy a 450 kms. Si antes no había Dios que los aguantase hablando de Bilbao, hoy, y con razón, debe de ser nolotil en vena.

Visita a varias villas medievales (Lerma, Laguardia….) flamenco y…mercadillo (Gran acierto haber decidido incorporar a Carmen la última noche y mañana de la visita) ¡Se volvían locos con las cosas que encontraba y sus precios!

Yo creo que todo les gustó pero, las dos cosas que más les marcaron fueron la Bodega y el flamenco.

El Flamenco, bueno, es un clásico en estas visitas. Lo de la Bodega sí que les rompió los esquemas porque, aunque no entiendan, a todos les gusta el vino y, si les organizas una visita explicando el proceso de elaboración, como se disfruta, maneras de beber….Me han vuelto a América enólogos todos.

Lo más kistch, salsa en un bareto de Laguardia regentado por alguien que se casó con una dominicana. Ahí que entramos a las 12 de la noche toda la troupe (Bueno, toda no, porque a Trini, una simpática Ingeniera venezolana, el vino le debió dar sueño…y bien que lo sintió a la mañana siguiente cuando le contamos la fiesta que montamos.)

Los parroquianos, cincuentones solteros alucinaron con nosotros. Ahí estaban un par de cubanas amigas de la mujer del dueño, y se pensaron que íbamos a robarles eso que ellos no iban a conseguir. Miradas de, “forastero, no te pases un pelo que aquí somos muy brutos”

El Crack de la noche, Anderson, el Brasileño, que movió a Yuletsy, nuestra amiga cubana como una peonza, mientras el solo movia el dedo con el que la hacía dar vueltas. Bueno, Yuletsy me hizo bailar hasta a mi, que cuando se lo conté a Carmen, se agarró un mosqueo de pelotas, porque hace 20 años que no lo consigue. Y mira que le expliqué que eran negocios. Nada, esta chica me conoce demasiado bien. Sabía que era que me lo estaba pasando de cojones. Marco el venezolano bailando salsa y Paulo, mi hermano negro cubano(que a mis hijos les tendré que explicar que el abuelo no hizo ninguna travesura en Cuba), bailando casino, o sea, como Marco, pero boca abajo, o algo así, según me explicaron

Acabamos a las 5 de la mañana que no nos lo creíamos, bueno, en el bar tampoco. Cuando nos íbamos, un panoli, con todos los aperos de Borroka militante ¡En Laguardia! comenzó a dárselas de vasco y me enhebró tres frases que yo contesté adecuadamente. Al ver que no me impresionaba su dominio de la Lengua de Aitor desistió. ¡Y es que siempre tiene que haber un gilipollas suelto!

¡Y el mercadillo! Los cubanos se iban el sábado a las 5 de la tarde. Había llevado a Carmen a acompañarnos al flamenco la noche anterior (Que no la había visto en toda la semana) Sabía que iba a congeniar con Yuletsy y, además, sabía que les podía ayudar con los encargos que traían. Es la primera vez que Carmen me acompaña en un sarao de trabajo de estos. Sabía que todos nos íbamos a encontrar a gusto.

Los venezolanos tambien querían, pero ellos se iban a las 2.

Fuimos a buscarles al hotel y, no me equivoqué. ¡Qué habilidad para encontrar gangas!

La conclusión es que, incluso el último día fue redondo. Y si, además, durante toda la semana se les ha dado un training intensivo de producto….vamos, que así me gustarían a mí los cursos de formación. Ya, si además vendo algo, me retiro.

martes, 3 de junio de 2008

¿TRES HORAS ANTES EN EL AEROPUERTO? ¡ANDA, NO JODAS!

Me encuentro sobrevolando algún punto del Caribe. Acabo de partir de Caracas y voy rumbo a La Habana, vía Panamá. He dormido poco. Ayer invité a cenar a mis clientes-amigos, Felipe y Pedro. Jorge tenía que seguir fichando…Lo de los Cubanos y las novias que se echan, joder, así están todos, como el espíritu de la golosina, que da gusto verles sin un kilo de mas…¿La receta? Baile, y más baile, vertical…y horizontal

Pues eso, era el cumpleaños de Felipe. Fuimos buenos chicos, pero cayeron un par de rones ….o trece, que no me acuerdo. Era lunes y no había mucha gente. Estuvimos en el Salero, nuestro local de cabecera. No había mucha gente. Un par de parejas bailando pero….me podría haber tirado toda la noche viéndoles dar vueltas. Y es que estar aquí y disfrutar con estas cosas es todo uno. Y claro, Pedro y Felipe intentando explicarme por qué ellos bailan al revés… ¿Lo ves? nosotros nunca soltamos la mano izquierda como ese. Joder y yo, mareado de tanta vuelta que no sé donde está la mía, como para saber cual es la del pollo de la pista

El avión salía a las 7 de la mañana. Los Aeropuertos en Latinoamérica están tremendamente desorganizados y el que estés 3 horas antes de la partida en el Aeropuerto, como en España hace 30 años, es una absoluta necesidad. A los que un Aeropuerto es nuestra segunda casa, que vamos con el piloto automático, que lo pasamos horrible en Julio y en Agosto cuando los Aeropuertos se llenan de “domingueros” y por el Arco de detección de metales pasa la señora con el móvil, luego con el bolso, deja el bolso y el móvil y le suena el marcapasos…pues eso. Que son los únicos momentos en los que podemos perder aviones.

Acostumbrados a ir con el tiempo cronometrado, nos toca Maruja en la cola de facturación que empieza a gritar que por qué te cuelas (Cuando facturas en business, no porque vueles en preferente, sino porque vuelas tanto que te faltan metales preciosos para la tarjeta de viajero frecuente), y alguien le dice que es que ella factura en turista y te sigue mirando no muy convencida, porque en el Carrefour es la misma cola para todos, tengas VISA Oro, o de cartón.

Y la prima de Maruja, o Manolo, que me da lo mismo, y que pretende pasar con un cinturón que parece la armadura del Cid, de la cantidad de remaches que lleva por el arco de detección de metales, y tú, cagándote en todo, que ya te has quitado el reloj, el cinturón, has sacado el portátil de la bolsa, metiste el móvil en ella, y el pavo que es la cuarta vez que pasa y sigue pitando el puto arco….

Pues eso, que hoy he llegado a las 4,30 de la mañana al aeropuerto (Con mala cara pero eso sí, limpito que parecía un San Luis. Que no me duchaba con agua fria desde que era nuevo en el Colegio Mayor) Parece que esta mañana, en el Hilton, les ha dado por ahorrar caldera y o me duchaba así o no llegaba. Una cola de tres pares de pelotas, y en esto me ve el buscavidas del Aeropuerto, que voy con vaqueros y polo de lo más normal, pero debemos de tener un neón en la frente que dice “guiri”. (Será porque no me ve tetas postizas y en este país eso debe de ser extraño)

Amigo, ¿en qué vuela?.

En turista, (Por supuesto, he pensado para mi, ¡No te jode! Las únicas veces que vuelo en business es cuando se confunden en la agencia y me cobran al mismo precio que en turista, que me ha pasado varias veces, por cierto).

Alguien me dijo, una vez que volaba a Singapur, que si iba de vacaciones, y le contesté que ir a Singapur en turista, siempre es trabajo. Vacaciones debe de ser otra cosa.

¡Buff, que cola! ¡Acompáñeme! Me lleva a la cola de primera, me facturan me dan la tarjeta de embarque (No me lo puedo creer, me han dado primera con mi billete de “Chusmy class”) Me lleva a por el formulario de inmigración, luego me paga las tasas de salida y,. con una desfachatez rayana en la caradura, me pide 200 €. Lo arreglamos en 30 (Que solo el upgrade a business debe de ser 300 napos) y me corto de pedirle recibo para la empresa.

Dará 5 € a la chica de la cola, otros 5 a la del mostrador de facturación, y 20 para él, y ya ha hecho el día, con un panoli como yo.

Sabía que me iba a timar, pero era tal la cola que me he dicho ¡Qué cojones! Porque perder el avión y no llegar a La Habana hasta mañana si que iba a ser un problema.

Solo me queda la cola de detección de metales, que en algún aeropuerto lo único que me falta es quitarme los empastes de la boca. Un día me voy a quedar en pelotas y me van a detener por escándalo público.

Y, por último, pasaportes. Los agentes de inmigración venezolanos son los tipos más simpáticos que conozco. Siempre con una broma, una buena palabra, un saludo en la boca. Hay que reconocer que yo les doy pie pero…vamos, como los de la migra estadounidense.

Español, ¿Es del Real Madrid?

Ande, selleme el pasaporte y no me joda. Menudo susto a estas horas de la mañana

Tranquilo amigo, buen vino en España…

Sí, tengo un par de botellas en la maleta

¿Y por qué no me trajo?

Porque no me dijo usted que hoy le tocaba turno….

Y así nos podemos tirar 5 minutos mientras la cola se va agrandando

Pues eso, voy camino de La Habana….solo hay una cosa que siento…esta noche.. después de terminar la reunión me llevarán a La Casa de la Música, seguro. No hay cosa que me guste más que ir a un sitio cubano, de cubanos, con cubanos. ¡Y voy a tener un sueño de cagarme!

lunes, 2 de junio de 2008

UN DELITO FEDERAL

Estoy en Caracas; Hoy he estado comiendo y echando unos tragos con mi amigo cubano Jorge Ariel. El tenía que fichar esta noche, y siendo las 8,30, estoy en el hotel. Me siento un poco solo. Además, el clima no acompaña. Ha caido, lo que aquí se llama un palo de agua de impresión. En este continente, la naturaleza, siempre es desbordante. Es como la primera vez que fui a las cataratas del Iguazú. No eran muy altas, no me impresionaron. Conté que eran como dos mil millones de grifos echando agua a toda pastilla.

Contaba el otro día que a lo mejor era un delincuente internacional. Siguiendo con el tema, hablaré de algo que me han contado. Ya sabeis, tratándose de delitos nunca sabes si han prescrito, o sea que esto lo protagonizará el amigo de un amigo mio, que yo no conozco ni sé su nombre, por supuesto. O sea, zutano.

Zutano vino de una pequeña ciudad del Norte de España a estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones. Al llegar el primer día a la Escuela, vió un banderón de España como nunca había visto (bueno, él venía del Pais Vasco y, por aquel entonces, esas demostraciones patrióticas ya no se estilaban. Digo esas, porque de las otras se estilaban, quizás demasiado, así nos ha ido luego. Sabeis lo que pienso de los nacionalismos. De TODOS los nacionalismos)

Bueno, no sé lo que pasó por la cabeza de zutano en ese momento, pero se prometió que algún día, se llevaría la bandera. (Una chorrada como otra cualquiera, por cierto)

Pasaron una serie de años y zutano, jugando al rugby, se rompio la clavícula. Había partido internacional en el central de la Universitaria, y, despues de unas cervezas, zutano le dijo a Isidoro, (Por supuesto, nombre ficticio) su compadre por aquel entonces, "Inodoro, vamos a robar alguna bandera del central" Inodoro se apuntaba a una ronda de valium, y ahí que se fueron los dos. Era más de medianoche.

Había que escalar una pequeña tapia. Zutano, con su clavícula inmovilizada, le costaba. Fue pasar al otro lado y comenzar a bajar la primera bandera, cuando dos perros salieron de no sé donde ladrando que en la vida se ha visto a un fracturado de clavícula trepar más rápido una valla (Bueno, ya no se recuerda si fue trepando o directamente a lo fosbury)

Ya tenían el mono de las banderas y zutano, en aquel momento, se acordó de su promesa y se lo dijo a Inodoro. ¿He dicho ya que Inodoro se apuntaba a una ronda de aspirinas?

Pues vamos a Teleco, contestó Inodoro.

Al llegar a la escuela se encontraron la bandera, flameando. Serían sobre las dos de la mañana. Justo enfrente, el bedel, de cara a la bandera y a unos diez metros, echándose una siesta de pelotas.

La adrenalina comenzó a fluir por los cuerpos de ambos dos, mientras uno de ellos bajaba la bandera y el otro la intentaba doblar, sin hacer ruido no fuera que el bedel se despertase.

¡Era un banderón de cojones!. No había Dios que lo doblase, por lo menos, a un tamaño razonable.

Acabó metiéndoselo zutano bajo la cazadora y le salia una panza de embarazada alucinante.

De vuelta al mayor, pasaron por delante de físicas, donde las parejitas frotaban en los coches. En ese momento, un coche de la policia paso muy lentamente.

Inodoro solo pudo exclamar "Zutano, esto es un delito federal", con la voz temblorosa. En cuanto el coche, despues de ver a ambos, continuó, zutano e Inodoro salieron escapados al Mayor, no fuera que volviesen de ronda y tuviesen que dar más de una y mas de dos explicaciones.

Al día siguiente, en la Escuela, todo el mundo se preguntaba qué había pasado con la bandera. Como Zutano e Inodoro asistían poco a clase, solo les llegaron referencias de oidas, erradas (sin h) la mayoría.

Esa bandera estuvo varios años en el mayor. La primera de sus muchas anecdotas fue, aquella misma noche, cuando entraron, zutano e Inodoro en la habitación del matrículas (El hermano listo de Notables) (Perdón Notables, el chiste es fácil) y le arrojaron la bandera encima de la cama mientras el dormia. El salto que pegó matriculas fue de ordago. Se pensaba que le venía volando un fantasma. Bastante maloliente, por cierto.

Zutano, nunca ha sido ni patriota, ni patriotero. Simplemente ciudadano. Fue la vez que más cerca estuvo nunca de nuestro símbolo patrio.