miércoles, 29 de septiembre de 2010

UNA METEDURA DE PATA

Tengo un amigo que solo espabila a golpes. Es decir, va confiado por la vida, se lleva un golpe, y aprende una cosa más. No es lo más recomendable pero a veces sucede.Desde luego es mejor aprender por deducciones y observaciones de la vida alrededor tuyo, pero lo cierto es que muchas veces te pegas una leche y es entonces como aprendes.

Estaba en una feria de televisión en Pekín. Me encontraba en el stand de nuestro socio chino. La feria era una locura.

Para variar, en las aduanas nos tenían bloqueados unos equipos. La chica de logística, Xiao Fei, la última por la derecha, simpática como ella sola, había sido incapaz de liberar los equipos. No podíamos exponer. Me permitireis que no le haga publicidad al tendero y borre el logo que exponía. Despues de ver la foto, ¿os creeis que yo era lo más vistoso que tenían estas empleadas para exponer?

Una feria cuesta una pasta. De nada me servía que los equipos me los liberasen un dia despues de que acabase.

El evento duraba de viernes a lunes, ambos incluidos. Yo había llegado el jueves para montar. Xiao Fei me comentó que tenía problemas con los equipos, y que esperaba poder sacarlos el viernes por la mañana (O sea, podría instalarlos durante el primer día. Un inconveniente, pero asumible)

Y llegó el Viernes por la mañana. Nada más verla fui a informarme de la situación. Chungo. Según me dijo, era imposible que el equipo lo liberasen antes del lunes.

Entonces comenzó a conocerme. Porque yo, a cachondo, es difícil que me gane mucha gente (Alguno habrá). Pero a serio en mi trabajo tampoco es muy fácil que lo haga mucha gente. Y la palabra imposible, para mí, no existe. Y así se lo hice saber. Que Imposible era cuando el lunes, un minuto despues de acabar la feria, no nos hubiesen entregado la mercancia. Que mientras tanto, todo era posible.

Y ahí comenzó la chinita a saber lo que era la presión. Porque si esos equipos no los liberaban el viernes, o a lo sumo el sábado por la mañana, mi empresa habría perdido una pasta y yo demasiada energía.

Y supo que el cachondo que estaba continuamente bromeando, cuando se ponía serio, se ponía serio de verdad.

Pobre Xiao Fei. Supongo que nunca nadie la había hecho sentir la responsabilidad de ese modo. Y a la pobre, la quemé durante todo el viernes, preguntándola cada cuarto de hora sin descanso.

El sábado por la mañana comenzó igual. Presionada por mí hasta perder el resuello y ella intentando que su agente de aduanas, aquel que había comentado que era imposible, se enterase que la mierda era para repartir entre todos.

A las 12 de la mañana del sábado me miró con una sonrisa. Lo había conseguido.

Y yo exploté. La abracé y la di dos besos.

En ese momento ella se quedó paralizada. Se separó y como un tomate me dijo que nunca debería de haber hecho eso.

Y cai en mi error. En una cultura como la china, donde el contacto físico está tan mal visto, y la mujer es inferior en todos los sentidos al hombre, esa inocente muestra de gratitud la había convertido a los ojos de todos los compañeros de la empresa en poco menos que una prostituta.

Y lo peor del caso es que lo sabía. Anteriormente había trabajado con otra empresa, cuyas ingenieras entendían mucho más a los occidentales, no como la pobre Xiao Fei. En aquella empresa no estaba mal saludar a tus compañeras con dos besos, ante las miradas desaprobadoras de sus compañeros chinos (O envidiosas, id a saber). Pero sabía de su incorrección en la vida real allí.

Di una explicación en voz alta para que todo el mundo me escuchase (Y como veis, nada que ver con las estrecheces en materia de personal con la que nos manejamos por acá). Comenté que en mi cultura, ésa era una muestra de agradecimiento inocente. Que por supuesto no había querido ofender a Xiao Fei y que ella nada había tenido que ver en mi acción. Hasta que no se había insinuado tuve que explicar.

Me miraron como Obelix a sus entrañables enemigos, con cara de "Están locos estos romanos".


Sin embargo, y una vez pasado el sofoco, Xiao Fei me reconoció una cosa....hasta que no es imposible, la palabra imposible, no existe

sábado, 25 de septiembre de 2010

NO ESTUVIERON MAL

Hay gente a la que le gusta recordar las vacaciones nada más concluir. A mí me gusta dejarlas reposar, no en demasía, que luego no recuerdas nada, y más a estas edades.















Porque iba a decir que ya estábamos tomando velocidad de crucero, pero desde que llegué creo que solo viví un momento de mayor actividad allá por el 97, cuando a Aznar le entraron las fiebres televisivas e inaugurábamos un canal de esos que entonces se llamaban "digital" así, con mucho misterio, cada tres días. Generalmente todos estaban aguantados con alfileres, pero la necesidad era tener una señal en el aire, aunque fueran campeonatos regionales de petanca, para putear a Polanco. Entonces, del 1 de Agosto al 1 de Enero del 98 creo que libré 4 fines de semana. Ahora llevo dos semanas de trabajo solo. Ya no está Aznar (Por lo menos todos los días en la tele ;-) ) pero las 16 horas de trabajo diarias no me las está quitando nadie.

Por lo cual voy a retroceder a cuando era joven e inexperto, o sea, hace menos de un mes, y rememorar ese mar azul, esos arroces abanda, esas excursiones por acantilados disfrutando con JA que ya comienza a poder acompañarme en alguna caminata, esas mañanas de buceo.
Por cierto, una mañana que JA y yo queríamos bucear estaba la mar movida. El único sitio que desde los acantilados vimos que estaba resguardado era la cala nudista. "¿Te importa bucear desnudo, JA?"
A JA le importó, a mí, despues de tantos años de vestuario de Rugby...no tanto. Sobre todo para que no se pensasen que era un viejo verde que se aprovechaba de un niño de 10 años para ver carne, jejeje
Mi conciencia la tengo tranquila ;-)...al llegar, lo primero quitarme las gafas. Lo peor es que sin gafas a lo mejor me comía una gorda en bolas, y eso sí que iba a ser dificil de explicar

Días de pesca, salidas en velero (para que cuando muestre mi carnet del PER, no se me caiga la cara de verguenza al leer...."habilitado a vela"), arroces, excursiones culturales y a sitios maravillosos....


Hace tiempo que nos compramos una casita en la costa. He de reconocer que hasta este año mi actividad allí fue, arroz, leer y estar a la sombra (Que siempre se dijo que era lo mejor del sol).

Supongo que este año, con JA ya comenzando a poderme acompañar en actividades más exigentes, he decidido que ya estaba bien de vacaciones de sol y playa. He leido, mucho, como siempre, pero tambien he podido dedicarme a las excursiones más o menos exigentes. Noches de "Bous a la mar", si no hubiese estado acompañado ;-) ... , buen pescado (Me encanta el buen pescado).

Y descanso...y tranquilidad

Lo mejor de todo es que me quedan un montón de días, y hace tiempo decidí que podía regalar horas de mi vida a la empresa, pero días...días ni uno. Este año toca esquí, y a conciencia, Navidades y lo que se tercie...

Por cierto...os sigue gustando mi gorra, ¿verdad?

sábado, 18 de septiembre de 2010

EL PROFESIONAL

Tengo un cliente, director de compras en Latinoamérica. Nos relacionamos desde hace un montón de años. Vive en Sao Paulo. Es un tipo duro en su trabajo, pero entrañable cuando accedes a su lado íntimo.

Recuerdo la última vez que le ví. Estábamos metiendonos un Rodizio entre Pecho y espalda. Ya a los postres me comentó que él, en su vida particular, era un comprador compulsivo.

En cuanto escuché esto, tomé un trago de aquel buen tinto de Mendoza, le miré con toda la seriedad que pude y, con el tono de voz más neutro que fui capaz de emitir y mi coña a flor de piel, le pregunté...

"Oye, fulano...¿Por qué no me pasas los pedidos desde casa?"

Esto viene a cuento porque a mí, comportarme de un modo diferente en el trabajo que en mi vida personal para según qué cosas, me parece absurdo. Además, todos cumplimos años...y Carmen no es una excepción.

Estoy hasta los huevos de cagarla año tras año y decidí que éste no iba a ser igual. Le iba a comprar un reloj de esos que no cuestan 25 €.

Hablo con mi hermana. En Vitoria me he comprado mi reloj y el que le regalé a mi mujer cuando nació nuestra hija. Resulta que llegué 5 minutos tarde porque la lista de precios cambiaba (Y no a mejor, para mí, se entiende) el 1 de Septiembre.

A pesar de que entre mi casa, las de mis hermanas y la de mi madre llevábamos comprados no menos de 8 relojes de los de muchos ceros (que a nosotros nos gustan pocas cosas pero buenas), nos debió de tocar la becaria. Hay veces que con una simple mala atención comercial te obligan a cambiar tus planteamientos de siempre. Hicieron un negocio redondo, de cojones. Me abrieron la puerta a conocer el mundo exterior. Puerta que nunca hubiese abierto a nada que se hubieran puesto minimamente a tiro.

Yo, aunque no sea Florentino Perez, he de reconocer que me gasto mis € en según qué cosas para mis seres queridos (A mí, aparte del reloj, dudo mucho que me querais por mis alhajas). Y siempre negocié en estos establecimientos el precio, que gastarse varios mil € sin discutir me parece snob a reventar.

O sea, que abandonamos nuestro establecimiento de toda la vida y me dediqué a recorrer los 8 establecimientos que la citada casa de relojes posee en Madrid. Me encontré de todo...el mismo reloj con una diferencia de precios de más de 500 € entre un sitio y otro.

Y llegué, y ahí estaba él. Tan inmutable como el establecimiento, referente de la Gran Via. En cuanto me vió llegar me caló hasta las cachas. Le dije el modelo exacto que venía a buscar y mis requerimientos. Vió que no estaba de paseo. Que deseaba invertir el tiempo justo para un adecuado acto de adulación y una oferta irrepetible. No pasaron más de 5 minutos.

¡Un profesional!

Me dió el mejor precio y le dije que le diría algo al día siguiente.

A los 10 minutos llamé a la segunda oferta. Le dije que tenía una oferta mejor y, entonces, me comenzó a tratar de tú, en plan "eres un pringao" (Estábamos hablando de más ceros de los que me gasto habitualmente en cañas, o sea, una pasta)

Me tocó los cojones. Yo aguanto a tiburones regateándome el 1% todos los días, tiburones que son luego los que no rechistan en estos establecimientos, y estos "meacolonias", se me ponían incómodos cuando les pedía una vuelta de tuerca. ¡Bienvenidos al mundo real!

Si hubiese visto los 8 establecimientos como Dª Manolita antes del sorteo de Navidad me lo explico, pero la realidad era bien otra, que la crisis pega para todos. ¡Áburridos hasta decir basta con las tiendas vacias!.

Pues no me bajó 200 € y se quedó sin compra.

Y le volví a llamar. Hablamos del reloj, de los cambios que podíamos pedir si a ella no le acababa de convencer, llegamos a un acuerdo.

Prudente le dije que tenía una oferta mejor, pero que me obligaban a pagar en efectivo. Que si me la igualaba, la venta era suya. No me pilló el farol, pero vió la intención de alguien que no bromea.

Alguien que se toma la vida en serio no deja cabos sueltos. Reuní a mis hijos y les dije en lo que estaba metido. Cada uno me ofreció 50 napos (la paga de un mes para una...la paga de medio año para el otro). Mi parte era un poco más elevada. Ya podía decir que el regalo era de los tres.

Y ahí que engañamos a la mamá el día del cumple. Estábamos paseando como quien no quiere la cosa. El bocazas de mi hijo menor dijo a Carmen, "¡mira, Rolex!". Ella dijo, "pues ya me podías regalar uno"...y visto y no visto, sin darse cuenta estábamos dentro.

Ella pensaba que iba de farol hasta que apareció José Antonio, me saludó y me preguntó..."¿Su señora?"

Se quedó sin palabras....lo cual no fue óbice para que cambiase absolutamente el modelo del reloj y dejase mi negociación sin ningún efecto. Comportarse de otro modo, conociéndola, a estas alturas, me parece Ciencia Ficción.

José Antonio, ante la multitud, pretendió retomar la ventaja que yo le había ganado en la negociación anterior, pero al ver que de verguenza yo ando escaso, asumió el descuento previo.

Como os decia, ¡Un profesional!

Este año Carmen no se quejará del regalo. Supongo que porque sabe que, por primera vez, es de los tres. No estaría bien que les metiese caña a los niños. ;-)

lunes, 6 de septiembre de 2010

UN DIA DE PESCA

Mi viejo, que es más de interior que los patios de luces, hace 20 años se sacó el título de Patrón de Yate, con habilitación a vela. Se compró un velerito con un amigo, velerito al que nunca me monté. Supongo que porque no quería comprobar en carne propia la excesiva carga teórica de los títulos en España.
Aquel velero murió...de muerte poco natural, y mi viejo, que quería seguir escribiendo gloriosas historias naúticas, se compró un barquito para salir a pescar.

Supongo que porque soy un envidioso, me decidí a sacarme el PER. El título de Patrón de Yate, despues de oir a mi pobre madre que mi viejo había estudiado más que durante la carrera (siempre fue muy responsable, jejeej), me pareció un alarde sin mucho sentido.

Saqué el PER con habilitación para navegar a vela despues de que me pasearan dos tardes en un pantano con otros 10 y me dijeran lo que era una orza y una driza, y ahí entendí que mi prevención para salir con mi viejo en el velero no era un capricho...sino puro instinto de supervivencia ;-)

Sin embargo los años pasan. En estos últimos años he decidido tender los puentes con mi padre que nunca existieron, y el salir a pescar de vez en cuando es uno de ellos. A mi viejo le gusta porque, aunque se marea como un bebé (Y todos obviamos el tema, por cierto), con nosotros viene mi hijo JA, y así nos juntamos los 3 JA que existen en el mundo (Bueno, en realidad hay uno en Venezuela que es un cantante religioso, lo sabemos por su página web, pero no creemos que haya nadie más con los huevos suficientes para portar este nombre con gallardia, jejeej)

Cuando salimos, viene con nosotros un amigo de mi padre, que es el que realmente sabe de esto (Aunque mi hijo se crea que el que sabe es él porque le dejamos sacar los peces)

La casa de mi padre está a 140 kms de la mía en vacaciones. A mí me gusta madrugar estos días y llevarme a JA a desayunar a un bar como hacia mi padre conmigo cuando íbamos a cazar o a pescar al río. Supongo que guardará el mismo recuerdo de mayor que guardo yo de aquello. ¡Qué importante, un vaso de leche y un bollo en un bar de carretera!

Nos salió un día de exposición. El mar como un plato, sol, y un poquitín de levante. Y ahí nos embarcamos los 3 JA y Mateo.

Sacamos un atún y 4 jureles, tampoco para volverse loco, pero mi hijo volvió a creerse el Capitán pescanova, yo francamente disfruté hablando con Mateo del mar...y de todo, mientras procuraba ir a menos de 4 nudos para que el curricán fuese efectivo y mi padre bastante tuvo con no caerse por la borda del mareo que pilló (Yo me hago 140 de ida y 140 de vuelta para estar con él, y él se marea para estar con su hijo y su nieto...es justo).

Una fideua de escándalo en el puerto hizo que todos nos quedásemos con ganas de más..de todo: barco, pesca, conversación, fideua...

Y esto es como el último día de esquí...si no te quedas con ganas de más, malo

Por la noche tomamos el pescado más fresco que podais imaginar...delicioso

Y ahora que los "guisaillos" me hablen de restaurantes de pescado ;-)

miércoles, 1 de septiembre de 2010

EL SINDROME DEL INGENIERO TERMINAL

Antes de que Bibi me cierre el blog lo aviso, esta es una entrada machista hasta la arcada, lo que no implica que no sea real como la vida misma. O, por lo menos, real hace 25 años.

Y digo real hace 25 años porque hoy, y me alegro por ello, las Aulas de las Escuelas de Ingenieria, aquellas que casí no pisé, tenderán hacia la paridad entre sexos, que no géneros, como por otra parte es normal.

Y no porque los rectores y directores de Escuelas hagan discriminación positiva como el Gobierno, sino porque las chicas estudiantes se dirigirán hacia estas materias en igual número que los chicos. Y así, la que llegue será por sus propios méritos...o deméritos...como los demás.

Uno de mis mejores clientes en la actualidad es dirigido, en la parte que me toca, por una compañera de carrera (Una de las 4 ó 5 que había en mis tiempos) Tomando un café hace un par de meses me comentaba, además de actitudes de profesores hacia ella que ni aunque las hubiera visto me las hubiera creido de lo vomitivas que me parecen, que se la llevaban los demonios con todas las medidas de discriminación positiva y de paridad. Que ella, lo poco o mucho que había conseguido había sido gracias a sus propios merecimientos, y que pensar que el que pueda estar donde está se deba a un sistema de cuotas, no hace ningún bien a cualquier buena profesional. Supongo que debido a pensamientos como éste, está donde está. Si se dedicase a hacer la pelota en un partido político...por supuesto estaría mucho más arriba, pero sería mucho más inutil.

Dicho esto, vuelvo a mi juventud...

Era gente triste...no se comía una rosca. El buen estudiante de Ingenieria pasaba sin plena ni gloria a lo largo de su vida Universitaria. Generalmente, esta vida abarcaba más años que los 6 cursos en lo que estaba dividida su carrera.

Ante sus torpes acercamientos a cualquier miembro del sexo opuesto (perdona Zerolo, somos de otra generación), lo más educado que recibía era la sutil indiferencia, cuando no las risas crueles.

Sin embargo, por razones que solo la biología puede explicar, cuando se encontraba a pocas asignaturas de terminar la carrera, su cuerpo emitía flujos, como las gatas al estar en celo. Estos flujos podían ser interpretados por cuanta chica deseosa de pillar Ingeniero se acercase. Dichos fluidos constituían lo que un ilustre investigador definió como "El Síndrome del Ingeniero Terminal".

No fallaba. Tío que no se había comido un torrao desde la primera comunión, allá por octubre de su último año de carrera (Que no curso), ligaba con depredadoras sin escrúpulos que despues de las primeras salidas (Más bien salidos), lo sometían a una disciplina aun más cruel que la que los estudios obligaban.

Y el Síndrome se revelaba año tras año, cruzándonos apuestas acerca de quien sería el siguiente.

Garagorri en esto no entraba. Y no porque cursase Ingeniería Técnica, la de 3 años, sino porque era raro el fin de semana, desde que hizo la primera comunión, que Garagorri no pillaba.

Sin embargo, daba pena ver a tanto estudiante honesto, que había tenido una vida dura, caer en las garras de tanta mujer sin escrúpulos. Transitando sin pausa de la esclavitud de los estudios, a la esclavitud del compromiso.

No sé por qué hoy se me ha ocurrido hablar de esto. Yo...soy Ingeniero, pero me eché novia mucho antes...o eso creo recordar...