miércoles, 24 de julio de 2013

LA OTRA JMJ

Aterrizo en Rio de Janeiro al caer la noche. Papa Paco ha llegado hace tres o cuatro horas. El Aeropuerto Santos Dumont parece un parque temático, Pacolandia, o algo así. En vez de Mickey Mouse y el Pato Donald, señores calvos con sotana, muchos de ellos con una bandera argentina al cuello. Vienen a la jornada mundial de la juventud, y es que, ya se sabe, la juventud se lleva en el corazón…y si no, que me lo digan a mí….
 
Estoy cansado. El día en Sao Paulo ha sido duro. Mi hotel, francamente mejorable pero imposible que sea más caro, está en Copacabana. Llevo dos días sin cenar. Hoy no comí…hay que salir…
 
Los preparativos de la JMJ se hacen notar. Mucha policía, tiendas oficiales de merchandising (Aquí el que no corre vuela), un escenario inmenso en la playa de Copacabana, supongo que para alguna misa multitudinaria. He estado en Iglesias bastante más feas que esta….
 
Copacabana de noche es un ecosistema curioso. Mendigos, turistas y…muchas putas. Nada tengo contra ellas, que bastante tienen con lo que tienen, mientras respeten mi espacio. Llevo bastante peor a los puteros…de cualquier país. Esos sí que me parecen unos auténticos canallas.
 
Hoy, además, está petado de peregrinos que vienen a la fiesta de Paco. Despues de la semana que llevo, me apetece ver gente. Sé que, entre la gente, el 90% de las mujeres, serán de amistad remunerada. No me gusta, pero es eso, o no cenar…. (Despues de ver la mierda en la ducha de la habitación que me ha costado 160 napos sin wifi, solo de pensar en un Sandwich Club ahí, me entra dolor de cabeza)
 
Hay una táctica infalible en estos entornos. NUNCA, NUNCA, establecer contacto visual. Mirar al infinito, y continuar impasible aunque te planten una teta a 5 cms de tus gafas bifocales. (Al ser bifocales, fijo que encuentras el ángulo para ver la teta optimamente…pero resiste, porque si no, estás perdido)
 
Y no digo que estés perdido porque caigas en la tentación más baja, que no tiene por qué ser así. Cada uno afronta esas situaciones como puede o sabe. Estás perdido porque has salido a cenar, no a otra cosa, o sea que si no vas a acabar cenando… ¿Para qué coño saliste?
 
A mí, lo sabeis los que me leeis, esas aventuras no me van. Y me considero muy afortunado. Explicar en casa cómo has cogido unos mejillones en la entrepierna, como ha tenido que hacer más de un conocido, ha de ser de todo menos sencillo.
 
Una terraza que me suena conocida. En la barra, el muestrario de mujeres buscando compañía más completo que os podais imaginar. Con cara de poker me dirijo a una mesa libre. En una de las 12 televisiones del fondo, campeonato del mundo de natación sincronizada. No despego la vista de la pantalla ni para pedir la carne en su punto. Juro que en mi vida he prestado más atención al octeto Francés pegando saltitos en el agua…pero es eso o que se te atragante la cena….
 
Me ven solo. Pasan varias veces a mi lado, restregando cualquier parte de su cuerpo contra mi brazo izquierdo, que pugna por trinchar el trozo de picanha sin que se me caiga al suelo. Sigo impasible. Le está tocando el turno de los saltitos a Brasil ante la indiferencia del personal. Despues de Brasil, Ucrania… Que parezca que tienes el brazo dormido. Que la vista vaya del bañador de la ucraniana al vaso de cerveza…como cruces tu mirada….ya tienes compañía….
 
Porque si dices algo o tus ojos se fijan en los suyos, y, como es mi caso, no deseas nada más que que te dejen en paz, la has jodido. Si no quieres ser desagradable, va a resultar cansado el dar explicaciones repetidamente para que te dejen comer solo.
 
Pero si no te quieres cansar, no va a resultar agradable ser expeditivo. Porque ser expeditivo es mandar a la pobre chica, que bastante tiene con fingir que muere por follarse a un casi cincuentón, calvo y con gafas, a tomar por donde amargan los pepinos. En español o en portugués (A propósito, ¿Cómo cojones se dirá “amargan los pepinos” en portugués?)
 
A mi alrededor, varias mesas de peregrinos. En una, un grupo mixto. Ahí no hay peligro. Ninguna chica va a pretender romper esa armonía de risas y bromas. O no se enteran de lo que hay, o hacen como que no se enteran…más bien lo primero…
 
En la de enfrente, dos peregrinos, jovencitos gringos de ascendencia oriental. Carne de cañón. Sus buenos propósitos, confesiones y misa diaría se diluyen en las sonrisas eternas de dos garotinhas, que saben más de la vida que los ratones colorados. Sus ojos rasgados materializan que la carne es débil.
 
Cuando le toca entrar en la piscina a Canadá, pago y me voy meneando la cabeza, sabiendo que esos dos pardillos mañana van a pasar hambre. Porque el presupuesto de esa comida se lo van a gastar esta noche en un Big Mac apresurado. También un menú rápido…
 
Una rubia recauchutada hace conmigo un último intento. Mientras camino de vuelta al hotel, sonriendo, niego con la cabeza. No es necesario ya ser desagradable.
 
Me voy pensando en lo que van a contar mañana los chinos, que he dejado en la mesa, al resto de su grupo. Hay gente a la que sus padres no les deberían dejar salir de casa….que a la mínima se pierden….o no saben donde van… Y luego, a pedir explicaciones a Paco, o a su prima…

domingo, 21 de julio de 2013

UN FIN DE SEMANA EN SAO PAULO

Hay ciudades que te gustan más y otras que gustan menos. São Paulo, para mí, es de estas últimas....
 
Me recuerda, salvando todas las distancias, al Bilbao de antes de que se gastaran ahí, el almacén de dinero del tío Gilito. Una ciudad gris, sucia, por la que los bilbainos mataban....
 
Eso es São Paulo. Una ciudad que ninguno que no sea Paulista soporta, pero que los Paulistas defienden a muerte....
 
¿Que los atascos se miden en centenares de kms? Y qué...
 
¿Que es un monstruo de 20 millones de habitantes? Y qué...

Ellos siempre te dirán que es una ciudad que nunca duerme y donde puedes hacer cualquier cosa a cualquier hora....lástima que siempre estés demasiado lejos para poder hacerla y con un atasco kilométrico de por medio....
 
Por ello, de las más de 30 veces que puedo haber venido a São Paulo, no recuerdo que me haya quedado ningún fin de semana aquí.... Siempre he procurado irme a Montevideo, Buenos Aires, Caracas, Bogotá, o incluso Quito donde sufro la Ley seca los domingos por la tarde, cuando no encuentras una cerveza ni en el minibar de la habitación.....
 
Pero esta semana me estoy jugando algo más que la caspa en Brasil. Me avisaron el lunes por la noche que el Jueves me querían aquí para intentar cerrar un negocio. El miércoles me lo pegué viajando. Con escala en Rio, dado que no tenía plazas para venir directo, si no era vía Londres (Esa canallada que están haciendo los ingleses con Iberia, que luego dirán que pierde dinero y se quedarán con todas las frecuencias.... Economía de Mercado le llaman...)
 
Y me voy el martes, con lo que no tiene sentido salir de aquí.
 
Ya hace dos años me tocó escapar de los peregrinos de la JMJ....En todos los aeropuertos por los que iba pasando en mi periplo americano en Julio, hordas de "jovenes" que alguno no cumplia los 60, se dirigían a Madrid.....
 
Este año me toca a la inversa. Los "jóvenes" vienen a Brasil. Entre ellos, muchos españoles. Procesiones improvisadas, cánticos con megáfono, mucha sotana....
 
Un sacerdote peruano le indicaba a un jóven que caminase delante de él. Y yo, sabiendo lo que sé, pensaba que iba a caminar delante de un sacerdote por mucha sotana que lleve, cuando yo te diga...
 
Estoy con mi jefe. Generalmente, los fines de semana los paso solo. Y no sé si tenemos muchas cosas en común. Decidí que me apetecía pasear, y se me apuntó.
 
La zona histórica de São Paulo no es antigua...es vieja...y sucia. No hay demasiado que resaltar. La Catedral, por decir algo. El Patio do Collegio, lugar donde se fundó la Ciudad hace casi 500 años, el Mercado Municipal, sitio con sabor....pero como tantos... El teatro.....
 
Despues de unas cervezas, insistí en ir al Bairro da Liberdade, Area japonesa de São Paulo que, para el que no lo sepa, es la ciudad con más japoneses fuera de Japón, más de dos millones....
 
A la espalda de la catedral, un grupo de pilinguis nos hacían ojitos mientras esperábamos que el semáforo se pusiese en verde. "Estas se hacen de oro hoy con los de la JMJ", pensaba...
 
Y almorzamos japonés rico...con unas caipirinhas mejorables...

A la vuelta al hotel, un baño en la piscina... que no aguantaba más cura enrollado tocando la guitarra y dando palmas...
 
Y me levanto el domingo.... Tengo trabajo. Le doy al PC cuatro horitas...me apetece pasear por la Pequeña Italia de São Paulo. Mi jefe está con su hijo, que viene a estudiar un año aquí...
 
La verdad es que todas las Little Italy del mundo son similares. Mucha bandera tricolor, mucho San Genaro.

 
La Pequeña Italia de Sao Paulo se formó cuando el propietario de la parcela (Ya me gustaría saber a quien le compró ése la parcela y en qué registro de la propiedad la tenía inscrita el antiguo dueño), sobre el 1870, la dividió. Enseguida comenzaron a llegar Italianos de Calabria...y hasta hoy. Hay que decir que ya casi no viven italianos. El barrio es protegido y, como no se pueden modificar las casas, no sirven para especular, con lo que el Italiano que ha hecho dinero, mantiene el restaurante, y se muda de área, y aquí viven emigrantes del Norte de Brasil...
 
Las casas pintadas son una delicia, aunque se echa en falta más cuidado. Está lleno de cantinas humildes y es agradable pasear y tomar unas cervezas.
 
Mi jefe ha decidido demostrar a su hijo que es sumamente austero, y hemos comido los tres por 30 euros unos macarrones y una cerveza. Supongo que a su hijo adolescente le ha dado igual, pero él ha quedado muy convencido de su buen ejemplo...
 
El hijo, se ha empeñado en buscar el "Teatro Oficina". Según él, un sitio mítico del teatro Alternativo..... Menos mal que he mirado por internet la dirección porque, despues de preguntar 20 veces nadie sabía de lo que hablábamos... Y es que Oficina en Portugués es un taller mecánico...y el "Teatro", en efecto, sería un sitio mítico para el hijo de mi jefe y dos colegas, pero más parecía un taller...y si no llegamos a saber el número exacto, lo pasamos fijo...
 
Como venganza, me he empeñado a ir al Monasterio de São Bento, que sabía que los domingos cantaban Gregoriano..."Una por ti y otra por mí". Bromas las justas. Y tambien le he dicho que era un sitio de Gregoriano alternativo....(La verdad, Gregoriano en Brasil, común, común...no es). No sé si me he hecho un amigo para toda la vida...
 
Que ya ha pasado el domingo y, efectivamente, despues de un fin de semana agradable, me doy cuenta de que no vibro como en México DF o Buenos Aires....Lo cual tampoco es extraño, por otra parte...el listón está alto...



 

lunes, 15 de julio de 2013

POMPEYA, UN AUTENTICO LUJO...

Una de las escalas que no pensaba perderme por nada del mundo, era Pompeya. JA estaba emperrado en ir y a mí, verle disfrutar de esas cosas que también me gustan, me levanta el ánimo.
 
Nos habían advertido. Mucho cuidado en Nápoles. Tanto nos lo dijeron que acabamos dejando los pelucos en el hotel. Al final, como siempre suele ocurrir, una ciudad meridional de las que hay tantas en tantos sitios, con demasiado pícaro y donde simplemente has de andar con un mínimo cuidado.
 
Nápoles es caótico. Ellos viven así. Yo...no podría.
 
Teníamos claro que queríamos ver Pompeya. Yo quería ir en tren, que sabía que nos dejaba en la misma entrada de las ruinas. Dado que la estación estaba a unos dos kms del puerto, y para no crear tensiones innecesarias, admití contratar un transporte. Me debí de gastar el doble que en el tren, pero hay cosas que no tienen precio cuando estás de vacaciones... entre otras cosas, un enfado absurdo...
 
Después de torear a doscientos taxistas, pesados hasta decir basta, vimos un transporte turístico. Nada de tarjetas, todo en cash... negro hasta decir basta...luego reclamamos a Europa....
 
El transporte no salía en hora, y ya me comencé a mosquear....."estos no salen hasta que no llenen el vehículo". Después de 20 minutos, y viendo que poco más iban a vender, con 8 partimos, menos mal.... Por delante, dos horas de visita...
 
La agradable sorpresa que nos llevamos es que los menores de 18 años no pagan, con lo que la visita nos salió muy apañada.
 
Hay una serie de visitas que son obligadas en Pompeya. Una es la casa Vettii, que se encontraba cerrada restaurándose. Otra es la Via delle Tombe, para la que hay que salirse de los límites estrictos de la ciudad, a una media horita caminando. Esas dos, no las pudimos ver. Y es de las cosas que ya sabía a la hora de contratar el transporte. Dos horas te dan para hacerte una idea, pero no para disfrutar plenamente de Pompeya. Nos hubieran hecho falta otras dos.
 
Pompeya es una ciudad que se encuentra prácticamente como hace dos mil años. Una maravilla es decir poco... Multitud de edificios abiertos, casas particulares, termas o templos.
 
De lo que vimos abierto, por supuesto, la casa de los angeles dorados, el anfiteatro y, como no, el burdel.....
 
Visto lo visto, lo de apremiar para que tardes poco no debe de ser un invento moderno. 5 cámaras contiguas, con un lecho de piedra, que muy cómodo, muy cómodo no parecía ser, no es lo que yo llamo un templo del glamour, la sofisticación y el "alto standing".
 
Sin embargo, algo salidos si parecían estar los pompeyanos. Es conocido que hay una habitación en la casa Vettii llena de pinturas pornográficas. Bien, el Nacho Vidal del S II estaba en el vestíbulo, que era lo único que pudimos ver...a saber el rock duro en la habitacioncita de marras....
 
Las vistas yendo de Nápoles a Pompeya son fabulosas. Por un lado, la Isla de Capri. Por otro, el Vesubio...
 
Al llegar a Nápoles, teníamos la alternativa del barco pero, ¿Cómo no probar una pizza en la Cuna de la Pizza? Me había informado, y uno de los sitios más populares, y por lo que vimos, con mucha gente local, era el Trianon...cerca de la estación de tren...eso que me hubiese ahorrado... ;-)
 
Hay varias pizzerías tradicionales, pero la pizza del Trianon, efectivamente, fue algo diferente a cualquier pizza que yo hubiese probado. Tomé la Margherita con queso de buffala (Más típica que la Mafia), de masa fina, con un sabor delicioso. Lo único, el viejo truco que dicen que admiten tarjetas y luego presentas cuatro y no te funciona ninguna..... Menos mal que llevábamos telanga, que si no, tenemos un problema de verdad en Nápoles...
 
A la salida, un helado, para mí de fresa y limón, que estaba como ha de estar un helado italiano... espectacular.
 
Tampoco teníamos mucho más tiempo para ver Nápoles aunque, he de reconocer, que mucha gana no es que tuviese. Esa tarde regresábamos a Barcelona.
 
Las vistas de la bahía, con el Castel dell'Ovo, y las Islas de Capri, Isquia y Prócida, para recordar.
 
También, la vista de Nápoles desde el mar, para fusilar a más de un concejal de urbanismo desde los años 60, corrupto hasta decir basta, fijo.
 
Los de aquí han debido de tener buenos maestros
 
Y nos volvíamos a Barcelona. Dos noches y un día de navegación. El único momento en el que, de verdad, noté la cantidad de gente que íbamos en el barco.
 
Por cierto, y ya puesto a hacerme amigos. (Los concejales de urbanismo, los pícaros, los taxistas, el dueño del Trianon y las tarjetas...) Lo de los musulmanes es acojonante. El barco iba petado de ellos.
 
Y no voy a poner ninguna palabra trampa, que Obama me cierra el blog, o los otros me ponen una bomba en los bajos del coche. Pero eso de ir fresquitos que te cagas, con camisetas de tirantes y bañador, y su santa, y nunca mejor dicho, cubierta hasta el colodrillo, no sé cuantos siglos les va a durar, pero el día que una de esas se de cuenta del tema, a más de uno le va a faltar desierto para correr...

jueves, 11 de julio de 2013

UN PASEO POR MONACO

Tampoco penséis que da para mucho más...
 
No volvía desde hacía 30 años, poco más o menos. Eso os da una idea de que mi fortuna personal es manifiestamente mejorable.
 
El crucero nos había dejado en Villefranche, entre Niza y Mónaco. Un pueblo precioso de la Costa Azul. Teníamos claro que Niza, siendo final de etapa del Tour, era una emoción demasiado fuerte para nosotros... que estábamos de vacaciones, sin ganas de aglomeración ninguna. Reconozco que la visión de la bahía desde el barco era una pasada. Había un barquito que nos trasladaría al muelle.
 
El tren hasta Mónaco nos llevaría unos 20 minutos...un tren español. Un tren gabacho llegó con 15 minutos de retraso a la ida y 35 a la vuelta, que hay veces que solo tienes que darte una vueltecita por ahí para apreciar lo tuyo....
 
El paseíto en tren hasta el Principado, una auténtica delicia. Eze, Cap d'Ail...Multitud de calitas escarpadas, playas de piedras generalmente, todo cubierto de pinares...algún desastre urbanístico que nada tiene que ver con los que acostumbramos por territorio patrio. Una Costa Brava sin madrileños ni señoritos de Barcelona...
 
Al llegar a Mónaco, ya notas que no eres de allí. No necesitas que nadie te lo recuerde. Ver más Ferraris que Renault Laguna, no debe de ser muy normal...en cualquier sitio menos en Monte Carlo.
 
Cómodo, lo que se dice cómodo para vivir, no es...ni aunque tengas chofer....Porque los atascos para subir al casino en coche (Un rico, qué cojones va a ir al casino andando) deben de ser gigantescos...
 
Pero ese es un ecosistema poblado por esos a los que no se les puede preguntar por la procedencia de su dinero, no sea que en un ataque de sinceridad, te lo cuenten...y te conviertas en cómplice...
 
Al lado de la entrada del casino, en Chandal, como un jubilado de Leganés, Juan Villalonga...Ese cuya mayor virtud fue ser compañero de pupitre del otro mermado que va dando lecciones de patriotismo a cien mil la hora, sin admitir preguntas.
 
Que les veo con la pulserita rojigualda, presumiendo de españolidad, mientras están vaciando España y dejando nuestra pasta en Suiza o Mónaco, y me quedo con cara de gilipollas...aun más de la que llevo. Falta de reflejos para haber sacado la cámara...que estaba en la puta calle....
 
Mónaco, aparte de ricos que juegan con las cartas marcadas si no algo peor, yates, y putas a tres mil el polvo, no es que tenga demasiado que ver. Hay demasiada pasta como para que un técnico de urbanismo en condiciones ponga orden.
 
Un país que cabe en un circuito de Fórmula 1, y no de los más largos, ya me contareis....
 
Cruzando en un barquito el puerto, se llega a la Ciudad Vieja. Puedes subir la roca a pinrel, o llegarte hasta el final del parking y tomar un ascensor (Sí, sí...estoy hablando de un país entero...)
 
Allí, el Oceanográfico...que un poco más y lo construyen en medio del mar... La Catedral y el Palacio Real... "protegido" por una policía que da más risa todavía que la Guardia Suiza
 
En 1297, François Grimaldi, Il Malizia, conquistó la Roca de Mónaco. Un pirata como tantos otros. Con la moda de los pijos ingleses por ir a la Costa azul a finales del S XIX, Dios les vino a ver. No es que hayan mejorado nada la estirpe con el paso de los siglos...pero no se les puede negar que son listos cual concejal valenciano de urbanismo...
 
El Casino y la Sociedad de Baños, de su propiedad. No miran de donde te viene la pasta mientras la tengas.
 
El bisabuelo del actual Príncipe, Luis II, tuvo que reconocer a su hija natural (Abuela de Alberto), como legítima para poder seguir en el machito...todos muy católicos pero más golfos que la Chelito. No es que me vaya yo a poner muy estrecho ahora, pero si las normas de las dinastías se las saltan así, no os extrañéis luego que no les pidan el recibo del IVA cuando cualquier Bárcenas... o Villalonga, vaya con el maletín.
 
Como veis, el simple trato accidental con esos que me miran desde arriba pensando que hay que ser "pringao" para no cobrar todo en negro, me pone calentito, calentito....
 
Como decía....con más de media hora de retraso, de vuelta al barco. Desde luego, mucho más que ver en Villefranche, aunque el precio de la cerveza fuese más caro que en Mónaco...y es que los gabachos sí que nos debieron de confundir con los de allí... supongo que por mi falta manifiesta de clase...Esa que mi madre decía que se tenía o no se tenía...pero que no se podía comprar... o sea...como un ruso en chándal por Mónaco...por poner un ejemplo...o que no sea ruso...

martes, 9 de julio de 2013

EL CRUCERO

He de reconocerlo. Nunca pensé que me fuera a gustar...
 
Pero mis suegros cumplieron este Mayo sus bodas de oro. Y decidieron invitarnos a sus hijos, contrarios y nietos a un crucero por el Mediterráneo.
 
Vaya por delante el agradecimiento por el detallazo.
 
Lo que más me gusta del mundo... es ir de viaje con mi familia, con Carmen, María y JA. A nuestro aire. Lo disfruto como no os podeis imaginar, y sé que es complicado comprenderlo despues de los tutes que me doy de aviones. Por ello, cualquier otro viaje que haga que ese "a nuestro aire", no sea realmente "a nuestro aire", lo disfruto menos.
 
Sin embargo, en esta ocasión, he de decir que me ha gustado.
 
Reconozco que he ido un poco por libre, y ese era el trato con Carmen. Es decir, de cinco excursiones, me he apuntado a una con toda la familia, y a otra con Carmen y los niños... y el resto, lectura, footing, Jacuzzi y teléfono absolutamente apagado durante 8 días. Y supongo que esto es lo que más me ha ayudado a llevarlo excelentemente.
 
Porque tengo un montón de problemas laborales...y el convencerte a ti mismo que una semana desconectado solo puede oxigenar la cabeza y que nada irremediable va a pasar, ayuda.
 
Lo que peor llevo cuando voy a un hotel de vacaciones o en este caso a un barco, es la comida. Da lo mismo cuantos restaurantes tenga. Al final siempre comes lo mismo, ensalada, pasta, embutido malo.... mierdas....  Al segundo día ya estoy harto...y aquí, aunque las cenas eran atendidas, y no hemos cenado mal...me pasó lo mismo.
 
El barco...una pasada. Tenía hasta un rocódromo de varios metros de altura, una pista de más de 300 metros para correr, o un área para hacer surf. (También un gimnasio incluso con Ring reglamentario de boxeo...como para tomar unas copas ..."¿A qué no hay cojones?")

Lo mejor, cuando más de la mitad del barco salía de excursión por la mañana, y nos quedábamos aquellos a los que no nos gusta ver Roma en 6 horas...
 
Convenientemente pertrechado por varias recomendaciones de Silvia, la semana ha pasado deliciosa.
 
Paramos en Toulon, base naval francesa, donde perdoné la excursión.
 
En Villefranche, al lado de Niza, donde me apunté con todos a ver Mónaco, que a Niza ese día llegaba el Tour y no iba a pasear tranquilo ni Hollande.
 
El día siguiente, en La Spezia, a una horita de Pisa y a dos de Florencia, lo regalé...y fue uno de los mejores días...¡qué tranquilidad!. Ya conozco ambos sitios y verlos en menos de un día no me merecía la pena
 
La parada en Civitavecchia era la que, a priori, ya sabía desde un mes antes, que me iba a atornillar al barco. Porque Roma en 7 horas...me niego...y más cuando ya has ido unas cuantas veces. Mis hijos dicen que lo disfrutaron....yo, también.
 
El penúltimo día, Nápoles y Pompeya. En casa tenemos viajes siempre pendientes con los niños; Egipto, Berlín....Pompeya, hasta la semana pasada estaba en esa lista....y lo disfrutamos, vaya que si lo disfrutamos.
 
Y un día entero cruzando el Mediterráneo de vuelta a Barcelona donde nos empapamos de Sagrada Familia, otra vez, y Parque Güell.
 
Os decía, que pensaba que no me iba a gustar...pero he cambiado de opinión...y no me importaría uno por las Islas Griegas
 
Porque conforme llevas unos cuantos sellos en el pasaporte, siempre buscas algo diferente y, las costas desde el mar son de una belleza infinita, allá donde nuestros políticos todavía no han llegado...cosa que no podemos decir de Nápoles, por ejemplo, que en la Costa Valenciana nos quejamos de vicio.... (Los golfos se parecen en todos los sitios, y a mí, parecerme a un político de la Italia Meridional, no es lo que más me ponga, para entendernos)
 
Dentro del crucero, que supongo que a mis suegros les ha costado una pasta gansa, pero que he tenido el buen gusto de ni siquiera mirar el coste por internet, los precios para cualquier cosa disparatados. Y a las entradas al barco en las escalas, más seguridad que en una central nuclear...no metas una cerveza y se les joda el negocio....
 
Ya estoy de vuelta....¿os he dicho que me ha gustado la semana? Mañana, de vuelta a la crisis.... casi ni me acordaba...