lunes, 27 de junio de 2011

¡QUE MAL ME LLEVO CON EL!

Varias veces os he comentado la absoluta divergencia de caracteres que tenemos mi viejo y yo. Decir que nuestra relación ha sido fácil en algún momento es una mentira tal que ZP es un niño de teta al lado de esto.

Dado que en casa Carmen ordena, (decir que indica es una metáfora amable) ;-), y yo humillo y obedezco, he de buscar el momento en que pueda salir el hombre que llevo dentro y discutir de igual a igual con un ser humano sin temor a tener que irme a la cama sin cenar.... Y de vez en cuando utilizo a mi viejillo para este propósito.

Mi padre se siente mayor y está solo. Con un caracter endiablado, no abundamos los que le demos bola, para qué engañarnos.

Pero nos queremos y él, a su modo, me lo demuestra

Mañana tengo reunión en Bilbao. Podía haber ido en avión, pero mi padre me consigue un vino de la Rioja a la tercera parte del precio que cualquiera de vosotros pagais. Y cuando hablo de vino de La Rioja, creedme, no hablo de vino peleón, sino de un vino por el que los pringaos pagan muchos € por botella. Por menos de 3 saco unos crianza para beber en casa a diario, y me vais a perdonar no decir la marca, que nadie me paga por hacer publicidad.

Yo sé que ver a mi viejo es discutir. Hasta ahí llego. Tambien sé que mi padre me demuestra su amor de una manera más bien tosca, que seguramente el 99% de la gente no pueda apreciar...pero yo sí.

Tomaba la NI con dirección a Vitoria. El cabrón de Pepiño Blanco tiene la NI empantanada desde hace año y medio. Sin avanzar absolutamente nada, pero con muchos conos y desviaciones para que parezca que se hace algo. Así llevamos más de 18 meses. Si no te mueves mucho por ahí piensas que el Ministerio de Fomento está invirtiendo, y lo que está haciendo el cabrón es mover montoncitos de tierra de un sitio para otro (Y lo sé porque un íntimo amigo, trabajador de una constructora, me lo confesó durante una noche con más copas de las debidas.) Que se viese movimiento aunque no se moviese nada. Ya cobrarían.

Aburrido de tanta obra llegué a Vitoria. Mi viejo tenía las 8 cajas de vino preparadas (Montar las casi 100 botellas en un Vueling me da que me iba a costar una pasta). Como siempre que llego a casa salimos a tomar un vino. Me encanta pasear por Vitoria y tomar dos o tres crianzas.

Con el apetito convenientemente despierto le invité a cenar. Me dijo que no, que había preparado cena para los dos.

Cuando mi viejo dice que ha preparado cena para dos quiere decir que pueden venir un par de familias del PNV a cenar (de esas de 5 hijos cada una), que no saldrán con hambre.

Y el cabrón se había esmerado.

Me ha sacado unas anchoas de Santoña que las del Revilla para Zapatero son una auténtica porquería. Seguramente más baratas, porque a la pensión de mi padre le deben de haber metido un buen meneo, pero no mejores.

El bacalao a la riojana con el que me ha homenajeado es de lo más excelso que recuerdo. Con tomate de verdad, de su huerta, unos pimientos picantes que daban ganas de quedarse a vivir en la cazuela...y el punto justo del bacalao. Que no hay mucha gente que sepa tratar el punto del pescado como lo sabe hacer mi viejo.

Despues de cuatro lomos y media barra de pan...para empujarlos, me ha dicho que sabiendo que venía, había ido ayer a Logroño a compra fruta en la Calle Laurel (90 kms de nada para unos melocotones y unas cerezas). Y es verdad que, de pequeño, recuerdo haber tomado fruta mejor, pero no desde hace unos treinta años, que ya es tiempo.

Antes de eso, sin embargo, le he visto una cazuela de barro con pochas, ya reposadas de la mañana, tambien compradas en Logroño...y un día es un día...les hice el homenaje. Miedo me da la reunión de mañana.

Mi viejo tiene el caracter fuerte, pero cuando quiere que se note que desea agradar, sabe conseguirlo. Un Viña Real Reserva del 2000. No sé como puedo escribir ni describirlo.

Y aunque no cena habitualmente, para acompañarme, nos hemos tomado unas cuajadas, con miel de romero de Soria.

Eso sí, para variar hemos discutido...¿Y qué?

Mañana, camino de Bilbao, a la panadería de Mª Angeles a por las tortas que me vuelven loco desde que era niño, que a mis hijos tambien les gusta.

Mi viejo es inaguantable, pero sabe demostrarme que me quiere. Cuando tenga que demostrar mi amor por mis hijos, me gustaría que se me notase tanto como a él.

sábado, 25 de junio de 2011

UN ACCIDENTE DE COCHE EN LA CHINA PROFUNDA

Hace dos años y medio que no he tenido que ir a China y, he de reconocer, que lo echo de menos. Hay muchos momentos en los que me vienen a la cabeza circunstancias estrambóticas que allí me sucedieron, y una sonrisilla de nostalgía me asoma por la comisura de los labios.

Más de una vez os he comentado que en China, conducir bien, no es lo que se hace habitualmente. A la falta de educación vial se une la idiosincrasia del chino de a pie, ése que se busca las habas sin importale demasiado el prójimo y si, para esquivar un atasco, se tiene que meter en dirección contraria en una calle de un carril, que se jodan los que vienen de frente (Y alguna cosa increible que os contaré otro día)

He visto decenas de accidentes de tráfico en China. Poco graves generalmente. Si la Policía no hace el atestado in situ, el seguro no paga (Para aquellos pringaos que tienen seguro). Esto hace que una mera rotuta de un intermitente en un cruce, provoque atascos kilométricos.

Para el que no lo haya visto nunca, un accidente en China tiene una trama que parece sacada de una obra de teatro. En este momento me estoy acordando de uno que viví no recuerdo muy bien donde. Creo que fue en Kunming, capital de Yunnan, pero puedo estar equivocado.

Un mero toque en un cruce.

Se paraliza el tráfico. Como en una pelea de perros salen ambos conductores y se empiezan a merodear entre sí (Si llega a ser una conductora, el valiente macho se la come sin empezar el baile) (Perdón Leyre, es un dato objetivo, aunque sea politicamente incorrecto. Porfa, no me cierres el blog)

Dan vueltas y más vueltas mirando los inexistentes daños. No se hablan. De repente, uno de los dos conductores, el que más inocente se cree, lanza un lamento en voz queda. Sigue sin dirigirse al otro.

Los curiosos empiezan a rodearles. Los conductores se saben protagonistas de un pasatiempo comunal. A nadie le importa ya el pifostio montado en el cruce. Se solucionará en unas horas, o no...

El primer conductor comienza a dirigirse al otro. Al principio en voz baja, maldiciendo su mala suerte y haciéndole partícipe de esa desgracia. El otro conductor no dice nada de momento.

Wu Lan y yo llevamos observando cerca de 5 minutos este drama en cámara lenta desde la acera de enfrente. Hemos de ir a cenar.

Estando Wu Lan y yo solos, la cena no se demora. El inconveniente de ir dos personas a cenar en vez de 20, es que solo se pedirán tres platos (Uno por persona y uno más) Si comen 5 personas se pedirán 6. Si comen 40, 41. Esto hace que no haya demasiada variedad.

La comida de Yunnan es picante, aunque no tanto como en su vecina Sichuan. Yunnan es famosa por sus frutas y verduras que son deliciosas, en especial las setas. La cerveza, como siempre, local, y fria.

La conversación entre nosotros fluirá. Nos llevamos muy bien y se nota. Me parece una ingeniera competentísima. Por muy occidentalizada que se crea, su mentalidad china no le abandona, con lo que me encantará escuchar argumentos que, si no fuesen enunciados por ella con seriedad creería que está de broma. Lo que he aprendido de Wu Lan solo es comparable, creo, con lo que ella aprendió de mí.

Regresamos al hotel. Habrá pasado una hora u hora y media. Nos sorprende el atasco kilométrico en el cruce del que ya nos habíamos olvidado. Está la policia rellenando formularios. El círculo de curiosos es reseñable. El que cree que tiene razón ya se ha quitado la careta. A gritos está arrinconando al otro conductor que aguanta el chaparrón como puede. Nos quedamos observando otros cinco minutos sin que la acción se desarrolle de modo veloz.

La obra de teatro transcurrirá hasta que los dos se pongan de acuerdo en el coste de la reparación, para que no haya que avisar al seguro. Seguramente, durante esas dos horas, lo único que han hecho ha sido regatear acerca del coste del piloto, esté la policia o no.

La muchedumbre curiosa ya tiene tema de conversación para la próxima semana, mientras se entretiene jugando al Mahjong, en cuclillas en las aceras.

martes, 21 de junio de 2011

UNA EXPERIENCIA CUASI RELIGIOSA

Conoceis la absoluta veneración que siento por el taxista parisino. Hoy he vivido una experiencia cuasi religiosa.

Aterrizaba en Charles de Gaulle a eso de las 9 de la mañana (Llevaba levantado desde las 5 y sin un mísero café). Había quedado en Suresnes a las 10. Habitualmente, o sea a cualquier hora que no tome yo un taxi, el trayecto lleva unos 35 minutos. A esas horas, suelo tardar entre hora y hora y cuarto.

Independientemente del día, siempre hay una razón para que en París haya unos atascos de pelotas. Cuando no es una huelga (Muy a menudo, por cierto), es una obra, si no...un accidente

Hoy he disfrutado. A las 9,15 estaba montado en un taxi. Al tomar la autopista ya me he dado cuenta que el viaje iba a ser de todo menos corto.

Dos horas y cuarto y 90 € más tarde, hemos llegado a mi destino. El cachondo del taxista, que se ha tirado las 2 horas y cuarto hablando por teléfono, me dice que el problema hoy era... la lluvia.

Me he quedado mirándole con cara de Mus Negro, y con mi paupérrimo francés le he dicho que París era París, no era Sevilla, que en París llovía habitualmente.

Me ha mirado pensando que le quería fastidiar. Eso sí, como tenía cambios, le he dado los 90, 60 € que marcaba el taxímetro, que encima redondear a 100 ya me parecía tomadura de pelo.

Entonces, efectivamente, ha pensado que le quería fastidiar con j.

Al llegar a mi reunión casi me hacen la ola, por cierto.

Así como los japoneses se tiran la vida flexionando lumbares, en París estás todo el santo día dándote la mano. Te cruzas con alguien en el pasillo, que solo le conoces de vista, te das la mano. Te vas a la máquina del café donde hay 7 personas en corro, das la mano 7 veces. Te sientas en el sitio que te dejan, entra alguien a la habitación, y hace la ronda de mesa en mesa dando la mano. Y luego dirán que nosotros perdemos el tiempo...

Por la tarde tenía una cita con un cliente sudamericano en el centro de París. Solo por el paseo en taxi desde el lugar de la reunión hasta mi hotel en Suresnes ya me ha merecido la pena el madrugón.

Y es que la vista de la Torre Eiffel desde Trocadero, puede ser la vista que más me guste del mundo.

Mi hotel está lleno de estudiantes de secundaria en viaje de estudios. Sé que me espera una nochecita para recordar...

domingo, 19 de junio de 2011

LA ESPECIE MEJORA...SIN DUDA

Nunca fui un gran jugador de ajedrez. Muevo las piezas y me fijo un poco. Hubo un tiempo en mi juventud en el que jugué algo, tampoco demasiado.

No lograba rematar las partidas. Podía llegar con diferencia al final pero hacer mate me costaba, siempre me costó.

Despues de aquello, lo más, damas o damas chinas. No creo que haya vuelto a jugar en los últimos treinta años al ajedrez.

Para juegos de pensar las interminables partidas de Scrabble en el Cisneros, en la habitación del Marqués, siendo los otros dos jugadores el Innombrable y el Lupas. Nos podían dar las 5 de la mañana día sí, día tambien, con exámenes o sin ellos, diccionario en mano y dejando que el Marqués nos hiciera trampas interpretando las reglas a su criterio, que para eso la habitación y el Scrabble eran suyos ;-) (Y si no aceptas pulpo me voy a la cama y tu a tu keli)

Fue en una de aquellas noches en las que el Marqués dictaminó que, de entre los que jugábamos, el único que lograría mejorar la especie sería él, que lo nuestro era imposible. A partir de entonces pasó a ser denominado entre nosotros, Sultán.

Los más jóvenes no recordareis que una de las primeras medidas del, por aquel entonces, recientemente formado Gobierno de Cantabria fue el comprar en Estados Unidos un toro semental para mejorar la cabaña bovina cántabra, al que se llamó Sultán.

La existencia de Sultán era un asco...como la nuestra ;-). De aquí para allá en un camión montando vacas o extrayéndole semén. El nombrecito al Marqués le encajaba como un guante.

La vida, desde entonces, ha dado muchas vueltas. No sé si hoy nos atreveríamos a enunciar semejantes afirmaciones viendo nuestro decrépito estado.

A JA con diez años le dió por el ajedrez. Lleva 8 ó 9 meses jugando. Tampoco mucho. No compartimos demasiadas cosas y le gusta que juguemos juntos. Me acuerdo de cuando mi padre jugaba tambien conmigo y es de justicia concederle esa pequeña satisfacción.

Mi padre nunca fue Fisher, pero en la vida logré ganarle una sola partida. Algunas tablas arrancadas duramente.

Desde hace unas semanas he jugado tres veces con JA, de las que me ha ganado las dos últimas. Y aunque no me gusta perder ni a los chinos, he de reconocer que me llena una íntima satisfacción (Muy íntima, que conste).

Si hago caso a la científica afirmación del Marqués, Carmen respecto a JA, me la ha pegado con queso (O con el del butano).

O a lo mejor Sultán se equivocó y el único que mejoraría la especie sería yo...

jueves, 16 de junio de 2011

UN POQUITO DE PEPINO EN PARIS

Llevo una temporadita yendo y viniendo de París. En tres semanas voy a ir 4 veces. No está mal. Acabo de volver y en tres días me vuelvo a ir.

París está precioso. Un tiempo ideal, soleado pero fresco. Pasear por París esta primavera es una auténtica maravilla.

Habitualmente voy a Suresnes. Los Parisinos le dicen "Siguén"...o algo así. A mí los taxistas me entienden y eso es lo que me importa. Esta localidad, separada de París por el Sena y el Bois de Boulogne es conocida en España porque fue la ciudad donde el PSOE celebró el Congreso en el que Felipe Gonzalez fue elegido Secretario General...no ha llovido.

No os recomiendo pasear por el Bois por la noche...o sí...depende de lo que busques.

Suresnes es un suburbio tranquilo de Paris, residencial, pero tambien con Empresas. Cercano a Suresnes se encuentra La Defense, o distrito Financiero de la Capital.

Teníamos reunión comercial de todo el Departamento de Europa, Africa, Latinoamérica y Caribe. O sea, 6 personas y el Jefe. Mis 5 compañeros son 3 franceses, un alemán y una de Albacete, que tiene el buen gusto de vivir en París. Generalmente, despues de las reuniones, nos suelen reservar un buen restaurante de los alrededores para socializar. Ayer nos tocó cenar en Issy les Moulineaux, al lado de Sevrés.

El restaurante se encontraba rodeado de viñas. El vino local no es para echar cohetes (Ni siquiera un mísero petardo), pero allí arrastran fama de productores de vino.

El Chemin des Vignes, que era como se llamaba el restaurante, nos ofreció una terraza muy agradable teniendo en cuenta la noche que hacía. En París, en estas fechas, siempre suelo pedir de aperitivo Kir, que es vino blanco mezclado con Cassis. Refrecante, me abre el apetito.

La comida fue corrientita. Yo tomé Foie, un solomillo de ternera con la peor salsa de tomate que recuerdo, y un café con pastelitos.

Mi compañera manchega pidió un Gazpacho de Pepino (Que no sabía yo que el Gazpacho se podía hacer de otra cosa) y eso me dió pie para preguntar a mi colega alemán, si le gustaban los pepinos.

Los provenientes de allende de los Pirineos con el español medio, generalmente, suelen ser condescendientes manifestando su intrínseca superioridad (Y me refiero al francés y al alemán, principalmente). Cuando se demuestra que quienes meten la pata son ellos, directamente no saben de lo que les estás hablando, hasta que llegamos al tema de las idemnizaciones, donde se dan cuenta de que ellos tambien han dejado de vender y están muy perjudicados.

El Teutón, aunque provenía de Hamburgo, pretendía desconocer la problemática, y esto me dió pié para exclamar ¡Viva el pepino español!, lleno de fervor patrio

Mi compañera, algo se le tenía que haber pegado despues de 8 años en Gabacholandia, matizó que el pepino francés y el alemán eran mucho más grandes que el español. Sin conocimientos para rebatir esta afirmación tan general como temeraria, yo sí que los tenía para asegurar que, cualquier consumidor avezado, por supuesto, encuentra el pepino español mucho más sabroso.

Mi intervención concluyó con la aseveración de que, si tanto le gustaban los pepinos, y aunque no pretendamos fidelidad a un producto en concreto, preferir el pepino del Norte no es muy inteligente. Debido al clima, el pepino español se puede disfrutar todo el año, mientras que el pepino gabacho y el alemán, escasamente un par de meses...y depende

Y perdona Leyre, que todo empezó con el Gazpacho...

domingo, 12 de junio de 2011

APROBANDO, GRACIAS A DIOS

En mi pueblo, Feudo del PNV, algo que no podía faltar era una buena colección de conventos. Que yo recuerde había tres. Dos femeninos y uno masculino. No estaba mal para 625 habitantes que estábamos censados.

De los dos conventos femeninos uno era de Carmelitas de Clausura. Mi padre era el médico. Para hacer las revisiones era una auténtica tortura. Ellas nunca querían quitarse el hábito. Por supuesto, eso de desnudarse ni en peligro de muerte.

La verdad no sé como afrontaba estas situaciones mi viejo, porque su genio cuando no podía trabajar como él creía, era famoso. Alguna vez sé que hubo que llamar al Cura para que mi padre pudiese hacer una revisión en condiciones.

Sin embargo, a mi padre las monjitas le adoraban. Para sostenerse, tenían una huerta y vendían las hortalizas. Y tambien huevos.

Para las generaciones que no saben lo que es un huevo de verdad, supongo que pueden dedicarse a leer otra entrada. Para los demás, os lo estais imaginando, frecuentes los de dos yemas, amarillos, casi anaranjados, fritos con chorizo, deliciosos, en fin...comienzo a salivar.

A mis hermanas y a mí, mi madre nos mandaba a por huevos, a las monjas, los sábados (De lunes a Viernes, nosotros tres vivíamos en Vitoria, donde íbamos al colegio). En aquellos tiempos sin tanto estudio de la Universidad de Bermuda de Arriba acerca de los efectos perversos del colesterol, eso de tomar huevos todas las noches era habitual y a nadie le pasaba nada, con lo que mi madre iba entre semana tambien para tener huevos frescos a diario practicamente.

Las monjas atendían a la gente por un torno. Creo recordar que de 10 a 12. Se llamaba a un timbre y escuchabas dos puertas abrirse y cerrarse:

"Ave Maria Purísima"

"Sin Pecado concebida. Hermana, soy Kikas, vengo a por huevos"

Y ahí las pobres, más aburridas que un hongo, nos preguntaban y se interesaban por nuestra vida. Mi antipatía hacia las religiones, desde luego, no puedo achacársela a estas monjitas entrañables.

El día de la Inmaculada, nos llamaban para que fuésemos a recoger una bandeja de arroz con leche o unas natillas, que no os podeis imaginar como estaban.

La historia de mi ingreso en la Escuela de Teleco de Madrid fue seguida en el convento con interés. Me preguntaban cada sábado las novedades.

De ser un alumno ejemplar en el Colegio (Según me dijeron, saqué la mejor nota de matemáticas de mi convocatoria en Selectividad de toda Alava), pasé a ser de los torpes de la Escuela de Teleco. Yo no entendía como podía haber tantísima diferencia. Algunos compañeros me parecían auténticos marcianos.

Mi primer año en Junio aprobé dos, Quimica y Cálculo, creo recordar (De cálculo me parece que aprobamos 8). O sea, no es que yo fuese demasiado tonto, pero sí que había mucho profesor que entendía que la calidad estaba reñida con los aprobados. Porque 8 aprobados de 800 que podíamos estar matriculados en la asignatura, no era muy normal. No me creo que en Teleco hubiesen cogido a los torpes de COU de toda España.

Las monjitas decidieron que algo tenían que hacer. Y se tiraron todo el verano recordando mis exámenes de Septiembre en sus oraciones y Misas. Cada vez que aparecía por el torno me comentaban lo mucho que estaban rezando por mí.

Supongo que el saber que tenía apoyo divino hizo que me relajase. El desastre en Septiembre fue elocuente.

Visto que en Febrero tambien se esforzaron las monjitas y los resultados fueron parecidos, en Vacaciones de Semana Santa tomé una determinación, y tuve una conversación por el torno.

"Hermana, yo les agradezco mucho la intención, pero por favor, dediquen sus mejores propósitos a quien lo necesite más que yo. No creo que haya que distraer a Dios de lo realmente importante" (Yo siempre tan diplomático)

No sé si llegaron a captar el matiz que quería trasladarles, pero nunca más me dijeron que rezaban por mis exámenes. ¡Mano de Santo! Ese fue el último verano que no necesité abrir un libro.

jueves, 9 de junio de 2011

EJERCIENDO DE HIJOPUTA

Los que me seguís os dareis cuenta que no ando prolífico ultimamente. No voy a contar los problemas laborales a los que me estoy enfrentando, que internet la carga el diablo y ahí se puede demostrar tu debilidad o no, pero me da pie para contar otras veces en las que tampoco lo pasé bien.

Acababa de terminar un MBA en el IE. Estábamos en la burbuja de las puntocom hará 10 años. Joven Ingeniero (O no tanto), con ganas de progresar. Era accionista de la empresa en la que trabajaba. Acciones que la empresa me cedió en función de mi proyección y esfuerzo, o vete tú a saber. No solo me encontraba a gusto. Mejor ambiente laboral no he tenido en mi vida.

Un día recibo una llamada y, como en Sicilia, una oferta de esas que no puedes rechazar. Una empresa francesa, otra vez, necesita un Director General para su filial de España. La empresa no es muy grande, 7 personas, pero es un salto.

Me dicen, "pide por esa boquita", y yo me dejo querer. Me triplican el sueldo, me ponen un Audi de torero...en algún momento pienso que o bien me han estado engañando hasta entonces o bien no negocio bien, porque a nada me dicen que no. Nunca se me ocurre pensar que hay gato encerrado.

Con tristeza me despido de mis compañeros. El correo de despedida de mi entonces Director General con copia a toda la compañía todavía lo conservo. Me incorporo a mi nuevo puesto.

Mi despacho tiene las mejores vistas de todo Madrid. El alquiler es carísimo. Que mi secretaria se siente en su mesa cuesta dos veces lo que gana ella. Hay un detalle que me descoloca. Me han dejado un ordenador que parece la Máquina de Von Neumann. Cuando escribo a París para comprar otro me dicen que me espere. No lo entiendo muy bien. Por lo que me pagan deberían querer que fuese productivo. Sin embargo lo que quieren es que no gaste mucho. ¡Qué raros son estos gabachos! pienso.

Empiezo a enterarme. La empresa en París, de 4000 trabajadores, está en una posición de derribo. En proceso de venta a unos italianos, necesitan a alguien en España para demostrar solvencia frente a Telefónica y, sobre todo, América Latina. Franceses contra italianos, jugando a ver quien es más trilero.

Yo no es que sea muy inteligente, pero antes de entrar he solicitado información de la compañía. Me muestran el balance financiero de la empresa en España. Envidiable. No me preocupo. Solo hay un matiz. Por muy buena situación financiera local que tengas, si te cierran la matriz, te comes los mocos.

Al mes de entrar se declara la quiebra en Francia. Y ahí me doy cuenta de toda la jugada. Me triplicaron el sueldo como me lo podian multiplicar por 8. Nunca pensaron en pagarme, sino en vender la empresa conmigo dentro.

Y es en situaciones bajo presión donde te das cuenta lo rápido que te rula la cabeza si no te encierras en ti mismo. Lo primero abrir una cuenta con tu única firma, para que los franceses no tengan opción de llevarse la pasta.

Darme cuenta de quien es mi enemigo. No es nadie más que el cabrón que me contrató sabiendo lo que había.

Por último prepararme para la guerra.

Analizar la situación de tesoreria y balance de clientes y proveedores. Reunir al personal. Explicarles la situación y darles todo el dinero que les corresponde. Lo único que no quiero es que se piensen que llegué para cerrar el garito. Yo soy un sufridor como los demás

Del resto, separar lo que me corresponde por contrato y hablar con clientes y proveedores. Negociar el papel pendiente de cobro. Necesito todo líquido, y contar.

Hay dinero para pagar el 70% de las deudas. Por teléfono hablo con ellos. Todos aceptan la quita menos la Alianza Francesa, que nos da clases de frances. "¿Franceses? Pues que os paguen los que me contrataron, si les encontrais", pienso. Los únicos que se quedarán sin cobrar nada.

La negociación más dura es con el propietario de la oficina. Una gran empresa con millones de metros cuadrados en Inmuebles. Me viene a ver el Director de Patrimonio..., un pringao.

Le explico la situación. El contrato que tenemos indica que si no cumplimos el plazo nos penalizan con una barbaridad. Comento que si quieren yo me voy y no les pago más. Si no quieren yo dejo de pagarles y hasta que un juez me eche. Que elijan.

¿Cuando me puedo ir?, preguntan

"Al día siguiente, pero necesito autorización de París", contesto

"Consíguela"...

Teléfonazo al gabachohijodelagranputa.

"Puedo llegar a un acuerdo con los propietarios de la oficina", saludo

"Cierra el acuerdo", contesta

Ese es el momento que he estado esperando...

"He dicho que puedo llegar a un acuerdo, no que vaya a llegar a un acuerdo. Para conseguirlo, primero he de llegar a un acuerdo contigo"...

El cuchillo entre los dientes. Nunca supe que podía ser tan frio y cabrón como en ese momento.

El malnacido que me metió en ese jardín se da cuenta que yo tengo cara de gilipollas, pero que gilipollas del todo no soy. Hemos de hablar acerca de "qué hay de lo mio"

Y le explico claramente que dimito en ese momento y le dejo un marrón de tres pares de cojones que no le entrego ni la llave de la oficina, o me paga lo que considero justo y lo cerramos como si fuésemos amigos.

Despues de la mierda que lleva encima no tiene más remedio que aceptar mis condiciones.

En un mes y medio he cerrado la empresa y estoy trabajando en otra. Y pienso..."¿Para qué cojones pagué yo por un MBA? Para MBA lo que me he llevado puesto".

Y aunque mis actuales circunstancias no tienen que ver con estas, que yo sepa, siempre está bien saber lo que da uno de sí en situaciones complicadas. Puedes más de lo que tú te crees, seguro.

domingo, 5 de junio de 2011

EL TAXISTA PARISINO

París es una ciudad que me encanta. Una de mis debilidades. Voy una vez al mes como mínimo y me suelo quedar un par de fines de semana al año. No es que os pueda hacer de guía, pero la conozco razonablemente bien.

Los habituales, me lo habeis leido un montón de veces. No hay en el mundo tío más desagradable que un camarero parisino. Bueno, exagero. Sí que lo hay...el taxista parisino.

Todo camarero parisino que se precie se creerá que estás obligado a hablar un francés de Burdeos, y si no te entiende no es problema suyo, ya que estás obligado a consumir en su establecimiento (No sé que extraña mutación genética les hace pensar tal cosa. La próxima no será la primera vez que, con el servicio y el pan en la mesa, me han tocado de tal modo los ovoides que les he dejado el trabajo hecho para el siguiente cliente pringado y me he ido). Por supuesto eso de explicarte en qué consiste un plato no entra dentro de sus responsabilidades.

Es habitual que si tienen el establecimiento más allá de los tres cuartos, te sienten en una mesa junto a una pareja que de nada conoces, por supuesto sin separación alguna. Y si dices que ahí no, la respuesta son lentejas. O esa, o a la calle. (Por supuesto, saben que vienes de más alla de los Pirineos, y eso suele exacerbar su mala lactea).

Sin embargo, no sé que te ponen en el café por la mañana, que me encanta ir y pasear por París.

Y es entonces cuando te encuentras al especimen que te creías olvidado. El Grupo taxista, subgrupo parisino, especie hijodelagranputa.

Para un taxista parisino, los pasos de cebra son adornos en la calle, sin otro propósito que el ornamental. Aunque te encuentres a la mitad de uno de ellos, a fuerza de largas y sin frenar te echarán sistematicamente a la acera. Por supuesto, si hay un charco cerca pasará a toda leche por encima para que, además, te lleves un recuerdo de su puta madre.

Si el nivel de cultura y urbanidad de un pueblo se mide por cómo se reacciona ante un paso de cebra, el parisino típico se encontrará al nivel de un francotirador serbio en el cerco de Sarajevo. Eso el parisino típico...el taxista parisino nada tendrá que envidiar a Ratko Mladic.

Pero no es que sean maleducados con los peatones. El nivel de golferío con los clientes es tal que, por sistema, se quedarán con la propina que les salga de la punta del boniato.

Como recomendación, si no soleis ir mucho, vais por trabajo, y teneis un poquito de verguenza torera, primero pedid la cuenta, viendo lo que marca el taxímetro. Una vez que te den las vueltas correctamente, pide el recibo. De este modo te evitaras redondeos de 25,5 € a 30 que son los que te aplicarán si primero preguntas si te pueden hacer un recibo sin haber soltado el parné. Ellos piensan que total, para el capullo del propietario de tu empresa, ¿Qué son 3 ó 4 € en cada carrera?

Y si se monta una buena cola de coches esperando porque la calle es estrecha...que se jodan. Son conductores parisinos y, con un poco de suerte, habrá algún camarero entre ellos, por supuesto pitando.