lunes, 30 de julio de 2012

LA CATEDRAL DE SAL DE ZIPAQUIRA

bado en Bogotá. Despues del ron del día anterior, me apetece algo que no haya visto. Una mirada en internet…La Catedral de Sal de Zipaquirá….

Investigo como ir. Son las 9. Hay un tren turístico que sale a las 8, casi mejor no me doy prisa…

Puedo ir en Buseta. Dice que tarda un par de horas. Tomo un taxi a la Estación terminal. La estación terminal es lo más parecido a un zoco marroquí que recuerdo. Despues de un par de preguntas, llego a la taquilla. Quedan 5 minutos, el billete cuesta poco mas de euro y medio.

La buseta tendrá 20 plazas. Debemos de ir 8. Poco ingreso 12 €, para un trayecto de dos horas con conductor y “secretario”.

Nos cuesta salir de la estación. Es sábado por la mañana. La ciudad está revolucionada. El Santa Fé se juega la final de copa al día siguiente con el Pasto. Tienen la posibilidad de conquistar el trofeo por primera vez en 37 años….no se habla de otra cosa.

Sin embargo, a medida que vamos circulando por la ciudad, la buseta va decelerando en cada parada de bus urbano que vemos. “El secretario” va gritando por la puerta abierta “Zipaquirá, Zipaquirá”. De vez en cuando, alguien alza la mano y paramos. Comienzo a ver la rentabilidad del asunto.

En cada semáforo se sube un vendedor de cualquier cosa que os podais imaginar. Canta su mercancía y se baja en la siguiente esquina. He de decir que estoy fascinado… Esto es mucho más divertido que un taxi….¡dónde vamos a ir a parar!

Tardamos en salir de la ciudad más de hora y media. “El secretario” nos retira los billetes ¿A qué seguro reclamo si nos damos una piña? Los que se han montado en las paradas pagan en metálico sin recibo en contraparte….como para hacerles una paralela de IVA…

Una vez hemos salido de Bogotá, la gente se va montando y bajando, llegando a pagar menos de 20 cms por algún salto…y llegamos a Zipaquirá

Le digo al “secretario” donde voy y donde puedo bajarme (Como para ponerme exquisito con una parada oficial) y me deja en la subida hacia las salinas. No he comido…y de camino hacia la Catedral de Sal, veo un asador….echo un vistazo a la carne…una pinta estupenda…ahí me quedó.

Zipaquirá es una ciudad pequeña, con un casco antiguo muy bien conservado. La Plaza Mayor, típicamente colonial, es una auténtica maravilla. Las calles que llevan a las Salinas son absolutamente deliciosas, envueltas en una belleza rústica que es difícil de olvidar.

No deseo ponerme demasiado técnico. Hace unos cuantos millones de años, esta parte de Colombia era mar. Al elevarse el continente y calentarse, los lagos que quedaron, se desecaron. Conclusión…mucha sal en la superficie. Si a eso le añadimos los movimientos tectónicos (¿Dije algo de no ponerme insoportable?) que forman los Andes y esa sal queda envuelta como en un pastel de crema, en una montaña rellena de sal…pues eso…Una montaña llena de sal que se explota desde tiempos precolombinos.

Hace 50 años, los mineros que explotaban la mina pidieron hacer una catedral dentro al Obispo (Vete a saber si el Obispo tuvo la idea genial y se la propuso al capataz de la mina…que yo desconfío por definición)

Esa Iglesia en los años 90, al estar demasiado cerca de la boca de la mina, por razones de seguridad, hubo que cerrarla, y entonces llegaron unos que tenían un abuelo de Bilbao y se coscaron dentro de la montaña una Catedral que te giñes Pascual.

La Catedral comienza con un Viacrucis, en el que entras 800 metros dentro de la montaña a una profundidad de unos 200 metros…tampoco para volverse loco…

Pero todas las cruces están situadas al comienzo de antiguas Galerias de la Mina de más de 200 metros de recorrido…y es impresionante.

Como colofón, la inmensa nave de la Catedral, con una cruz alucinante que, hasta que no te acercas, no te das cuenta de que es hueca….¿Otra mentira de la iglesia? ;-)

Despues del paseo, vuelta a Bogotá. Pillo la primera buseta al vuelo donde me bajé….Paso al lado de “Andrés carne de res” y me dan ganas de ver si el cura ya ascendió a Obispo….

jueves, 19 de julio de 2012

INTENTANDO BAILAR SALSA EN BOGOTA

Hay ciertas cosas que uno sabe que no es capaz. Eso de los ritmos caribeños, lo intenté con un nulo éxito y mi autoestima por los suelos después de que mi profesora personalizase en mí, todos los males del bailarín hispano.

Me encontraba hace unos días en Bogotá. Un posible proveedor quería sacarme a disfrutar del Bogotá La Nuit con su esposa y unos amigos. Aunque desplegué todas mis excusas, buenas y malas, no fui capaz de escabullirme.

Me llevaron al Parque de la 93, a un antro salsero puro.

Bien entré, me atornillé a la silla con doble arandela de seguridad. La verdad es que, todos los cursos que he hecho de marketing, siempre hablan de la necesidad de la diferenciación. Lo conseguí. Creo que era el único que no estaba continuamente dando vueltas por la pista, y debía de llamar la atención.

Mi posible contacto, al interiorizar mi negativa profunda al baile, me dejó en la mesa mano a mano con el ron. Al lado mío, un grupo de cuatro maduritos…o sea, como yo, cada uno con un instrumento de percusión, el cencerro, los bongos, los palitroques esos que se tocan, en fin…

Yo me creía que era una orquesta que iba a tocar luego, pero simplemente acompañaban la música que sonaba y, creedme, lo hacían de maravilla.

Alguna chica de alguna mesa cercana, al verme, madurito resultón de buena factura, con una intensa discusión con la botella, se acercó a sacarme a bailar. Yo le hice ver mi absoluta imposibilidad fisiológica para bailar estos ritmos. Los vascos, como dijeron en “Vaya Semanita”, no tenemos caderas. Los húmeros se articulan desde las costillas flotantes….No se lo
acababa de creer, y yo tampoco me iba a dejar hacer una autopsia para que se convenciese.

Uno de los de la mesa de al lado, al darse cuenta de mi sin par acento, se vino con el cencerro…y comenzó a repetir como si le fuese la vida en ello….

-“Joder, Tío, Hostia”…..

En este país en el que para atracarte te piden la cartera por favor, y te dan las gracias cuando se la entregas, suena horrible oírles decir un taco. Cuando se enfadan mucho exclaman un “juemadre” que hay gente que se santigua y todo al oírlo….

Yo le sonreía con cara de bobalicón…la mía. Por supuesto, cuando el otro aterrizó en nuestra mesa, la ninfa con ganas de bailar se volatilizó, supongo que pensando que acababa con el cencerro colgado del cuello.

A la quinta vez que me repitió eso de “Joder, tío, hostia" solo le dije que debía de haber conocido a algún español muy maleducado…¡no te jode! ;-)

Ahí bailaba todo el mundo. Me sorprendió ver una señora, que ya no cumplía los 80, bailando dale que te pego con un chico de menos de treinta…y no lo hacía nada mal.

De vez en cuando, quien me había llevado al antro, se acercaba solo para comprobar que la segunda botella de ron seguía bajando ostensiblemente.

En una de estas, le dije que me disculpase, que una tercera me parecía demasiado. No insistió.

Me creía muy inteligente, pero, en la puerta, no me dejaron salir. Necesitaba el justificante de haber pagado. Vano mi intento de explicar que quedaba más gente. O salía con ellos o no salía.

La situación era Kafkiana, no tenía ganas de quedarme, pero si no demostraba haber pagado no me podía ir. Desde luego, si llego a tener 20 años les arruino. Si no me dejan salir me quedo dentro toda la noche y me bebo hasta el agua de los floreros.

Pero no tengo 20 años y ya llevaba más ron del necesario. En vez de sacar a mi contacto, pague las dos botellas de ron. Me dieron un papelito amarillo y me fui pensando que ya podían beberse otras dos, porque si no, los que se quedaban dentro eran ellos….

lunes, 16 de julio de 2012

EL TEMPLO MAYOR DE MEXICO DF

Me levanto de buen humor. Despues de la pelea de la noche anterior, mis dos tequilas, y la birria de la cual repetí, quiero perderme por el centro. No tengo muchos días en el DF. Me apetece exprimir la comida y la bebida, además de los paseos.

En Isabel la Católica, muy cerquita del Zócalo está el Bisquet de Obregón.

En México, el desayuno es una especie de competición por ver quien la tiene más larga. Eso del café con leche y croasan es para amanerados (seamos políticamente correctos)

Pido unos chilaquiles rojos, sin crema por favor (mariconadas las justas…¿alguien decía algo de la corrección política?), La bandeja de pan dulce (bollos) es de lo más espectacular que recuerdo, y un zumo de zanahoria.

Los chilaquiles pican a rabiar. Si quieres más picante, te ponen salsa aparte. Soy macho…pero tanto no. Con lo que sí me atrevo es con los chiles encurtidos….¡Menuda manera de comenzar un día!

El Centro del DF un domingo por la mañana es espectacular. No me atrevo a calcular la cantidad de misas que se dirán. Me dirijo al Palacio de Gobierno. Si puedo me gusta ir ahí. La figura de Juarez me impacta y siempre que puedo doy un paseo por sus estancias.

A la salida, en vez de dirigirme a la Catedral, auténtica maravilla, camino doscientos metros hasta las ruinas del Templo Mayor.

El Templo Mayor, estuvo sepultado bajo un parking. Es inmenso. A principios del Siglo XX, se realizó una canalización de aguas y lo atravesaron de lado a lado…parece ser que nadie se dio cuenta, o sí, pero si avisas a lo mejor te echan la culpa por habértelo cargado tú...

En la década de los 70, al realizar unas obras los de la compañía de aguas o electricidad, encontraron el medallón que actualmente se expone en el museo de interpretación…y se descubrió la inmensidad de lo sepultado

La altura del Templo Mayor es solo 15 metros inferior a la altura de las agujas de la Catedral. La visita merece la pena. Una vez fuera, me apetecía meterme en la Catedral. Si esperas en México a encontrar un domingo por la mañana una Iglesia sin oficio, mejor llévate una silla. Es impactante la religiosidad expresada barrocamente en estos países (En Colombia he llegado a Observar una
Misa en la Gran Plaza de un centro comercial o en un Centro de Control de Tráfico Aéreo, en mitad del patio)

Aun sin poder observar detenidamente, se agradece a la prelatura católica el que dejen entrar a admirar sus templos, incluso durante los oficios. No será la primera vez que en otros Templos me prohíben la entrada por no ser de allí (No seais malpensados…en Harlem, por ejemplo)

Va siendo hora de comer. Los chilaquiles hace tiempo que se digirieron y necesito mi dosis de picante. Me meto en un bar especializado en Mescal, y me resulta delicioso, con sal de chapulines (Ese tipo de hormigas comestibles) Al lado, un pavo con el que se hace fotos todo dios. Pregunto en qué equipo juega a pesar de su prominente barriga…es el alcalde y su mujer me dicen…paso de hacer el gringo y sigo a mi mescal.

Se va dando la mano a todo el mundo. Al llegar a mí y extenderme su mano con una sonrisa de oreja a oreja solo le pregunto…”¿Hemos sido presentados”

Parece ser que esa pregunta no le aparece en su argumentario del día. Se da media vuelta y se va saludando, seguido de su piba…que no está nada mal

Domingo tarde en el DF…debe de ser hora de comer…despues de la manduca me seguiré sorprendiendo...

lunes, 9 de julio de 2012

EL TIGRE DE SANTA JULIA

Estoy en Mexico DF. Cuánto más vengo, más me gusta venir. Me gusta todo. La comida, espectacular, la gente, si obviamos pequeños temas de conversación sin importancia como la Conquista (Es que yo era muy pequeño y ya casi no me acuerdo…ellos tampoco, pero se lo deben de machacar continuamente en casa y en el colegio), el Centro del DF, el tequila con sangrita…

El Tigre de Santa Julia fue un delincuente cuya historia he llegado hasta nuestros días. Uno de esos héroes populares que se hizo famoso por su habilidad para burlar a sus perseguidores, servidores de la ley y el orden (En realidad, en según qué circunstancias, no sé muy bien quien es el servidor y quien el que atenta…).

Santa Julia, a finales del Siglo XIX no era la zona más segura de México. Aun hoy, algunas calles por la noche, distan de ser lo que se dice, tranquilizadoras. Sin embargo, en la actualidad es un barrio de clase media en el que, a quien preguntes por el Tigre, te contará ufano su historia.

Al Tigre solo pudieron capturarle cuando el instinto pudo más que la razón. Sí…se descuidó…vosotros os imaginais haciendo qué…

Llegué el Sábado por la Noche. ¿Qué mejor para alegrar alma y espíritu? Una Birria con un buen tequila, Cazadores reposado. La birria, creo que ya os lo he comentado, es una sopa de chivo, originaria de Jalisco, por supuesto picante, que está como para decir que has visto a Dios. Con la carne de la sopa me gusta hacerme unos tacos con las tortas de maíz. Recordaba La Polar, sitio taurino cerca de la Colonia de Santa Julia y de mi Hotel.

La Birria deliciosa. Era sábado, mucha gente alegre…alguno demasiado alegre

Tuve mala suerte. En la mesa de al lado, una señorita acompañada, con más tequilas de los deseables, se empeñaba en encender la máquina de la música mientras un mariachi tocaba en directo a 5 metros suyo. Ante los intentos de los encargados de que la apagase, esa amenaza de los patanes….

“Soy autoridad y te puedo cerrar el local”

Extraño ese sentimiento de aquellos que confunden el Servicio Público con el ser dueños de no sé qué chiringuito…(Como mi antiguo presidente de la Comunidad de vecinos, para entendernos)

Y mientras sacan a la impresentable entre dos guardias de seguridad, en la mesa de atrás comienza una pelea entre dos machos…, que ya no cumple ninguno los 60. He elegido mal día para dejar de fumar, pienso

Dejar esa birria a medio acabar me parece un pecado. No, no me voy a ir. Acabo de pedir que me traigan más consomé para acompañar mis tacos de carne de chivo.

Y al escuchar como se rompe la primera botella mientras los guardias de seguridad acuden a toda prisa, rápidamente me cambio para estar de cara a la pelea.

Porque como dicen en Mexico, no quiero que me agarren como al Tigre de Santa Julia….cagando