sábado, 30 de enero de 2010

¿DONDE ESTAN LOS GURUS?

El otro día tuve que visitar a un empresario que tristemente se hizo celebre contra su voluntad. Sí, entre tanto Fefé y tanto gilipollas que alucinan por aparecer en los medios juntándose con un bonito florero 40 años más joven que ellos, aunque la flor sea lo único que le falta al florero (Y perdonad el comentario machista), tambien hay empresarios honrados, que trabajan y salen en los papeles a pesar suyo.

Este hombre, que durante su triste experiencia hizo gala de una fortaleza de espíritu impresionante (Hace falta tener la cabeza muy bien puesta para aguantar en un zulo de 2x2 unos cuantos meses y no volverse loco) me hablaba de la crisis, y de lo que podrían pensar las mentes más preclaras.

La conversación derivó hacia los gurús, y yo le expuse mi teoría (En realidad esta teoría creo que me la explicó mi amigo el Yogui, flamante secretario General de un Colegio de Ingenieros, que como su Decano se entere que los amigos le llamamos igual que Bubú, a lo mejor le despide, porque no es serio, no señor). Esta dice;

¿Donde coño están los Gurús hoy en día? Porque cuando las cosas iban bien que te cagas, no había día que no apareciese un soplanabos y soltase una bobada, haciéndose eco del mismo otro puñado de cantamañanas en los medios de comunicación más dispares que imaginarse puedan. Pero cuando las cosas van mal, mal que te giñas, todos han desaparecido. No se ve a ninguno por el horizonte, hasta el Jevy ha desaparecido. (Es broma, Jevy ;-) )

Y es que cuando las cosas marchan solas, la burrada que sueltes tiene que ser muy gorda para hacer que todo el proceso se joda, con lo que las ideas más peregrinas las pones en marcha y a peor es difícil que vayan las cosas, sin más a causa de la pura inercia.

¡Ay, amigo! Pero cuando las cosas van mal, hace falta que lo que digas sea bueno de verdad, y entonces descubrimos que nadie tiene nada que hacer ni que decir, ni siquiera una idea en la cabeza, más que esperar a que escampe.

Porque el papel y el Power Point lo aguantan todo. Y sí para el gráfico te va mal un 50, pones un 500 y santas pascuas. Pero como decía mi contertulio, para los que tenemos una cuenta de resultados, 50 y 500 no es exactamente lo mismo.

De todos modos no os preocupeis. Cuando estos brotes verdes sean generalizados, aunque la inefable Espinosa sea incapaz de decirnos cuándo ni por qué (Incapaz de eso y de tantas otras cosas), vereis como esos Gurús de cartón piedra vuelven a la superficie desde su madriguera, y comienzan otra vez a pontificar y a darnos por culo con sus ideas absurdas. Y el coro de gilipollas se pondrá otra vez a hacerles la ola.

miércoles, 27 de enero de 2010

UN VIAJE EN PRIMERA (ESO QUE LOS PIJOS LLAMAN BUSINESS)

Hace unos años ir en primera era un símbolo de estatus. Los afortunados viajeros se pavoneaban delante de la "chusmy class" entrando y saliendo antes del avión, disfrutando de periódico o de desayuno gratis.

Yo he viajado muy poco en primera. Recuerdo un viaje a San Francisco porque mi cliente viajaba en primera y había de ir con él, y algunos viajes por Asia donde Angélica, mi asistente, se conchababa con la agencia de viajes y no me pregunteis cómo, me sacaba esos billetes a precio de turista. Lo demás, el 99,9999% (Parezco la tasa de fiabilidad de una compañía telefónica) con el rebaño.

Dado que he viajado más que muchos pilotos, tengo la tarjeta oro de Spanair y, por ende, de StarAlliance, lo que me permite descansar en las salas de pasajeros frecuentes de aeropuertos de medio mundo y tomarme una cerveza gratis (Bueno, en Philadelphia, con United, la cerveza cuesta 5 dólares más propina). Para que te den esa tarjeta viajando en turista tienes que viajar más que Willy Fogg pero yo la mantengo desde hace más de diez años (Creo que este año ya no podré)

Una de las atenciones que las compañías tienen contigo es, por tu cumpleaños, y con una caducidad de un año, regalarte un ascenso a primera. He perdido estos ascensos varios años.

Hoy iba a Bilbao acompañado. Ayer pregunté si les parecía mal que aprovechase ese ascenso y me dijeron que ellos dormían, o sea que tranquilo. En el Aeropuerto he pedido el canje y al avión que me he dirigido.

En estos momentos, ir en primera tiene algo de obsceno dado lo que llueve. Si va algún cliente en el avión no queda bien que te vean allí (La siguiente operación te pedirán más descuento), con lo que se procura, si no eres un tiburón de Wall Street que a esos hijoputas les da lo mismo lo que pase despues de la que montaron, pasar lo más desapercibido posible, y así hice yo, entrar de los últimos y ocupar mi asiento en la fila 4.

Y ocurrió. Peor, mucho peor que un cliente. Uno de los amigos del mba, de esos con los que me junto a comer de vez en cuando (Y somos 4, o sea que queda bastante clarinete) iba en la fila 6, detrás de la cortina.

¿no querías que nadie se enterase? ¡Pues ya la tenía montada!

Se me ha atragantado el minicroasan de plástico y el café, porque el descojono lo oía detrás, que él iba con un compañero.

Y tiene cojones que a la salida tengas que dar explicaciones, que incluso creyéndoselas, no evita el choteo.

Ya me estoy imaginando la próxima comida, no sé si retrasarla

Por cierto, menos mal que llevaba la tarjeta de embarque de la vuelta y le he podido mostrar una maravillosa fila 14, turista y sin derecho a cambio.

Sin embargo, Spanair ha tenido otro detalle y, despues de enseñarle la flamante tarjeta Oro nos han metido en el vuelo de vuelta anterior evitando la espera de un par de horitas en el Aeropuerto. Esta vez dando pedales y sin café gratis, como siempre por otra parte

domingo, 24 de enero de 2010

LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE QUIERE CERRAR EL COLEGIO MAYOR CISNEROS

En alguna ocasión se criticó este blog por ser endogámico. Hoy me vais a perdonar pero voy a ejercer de ello.

El Colegio Mayor Cisneros, heredero directo de la Residencia de Estudiantes de la Calle Pinar (Aquella de Garcia Lorca, Buñuel, Dalí o Albertí), Premio Nacional de Arquitectura, lugar donde se formaron algunas de las mejores mentes de este pais desde la Posguerra es una joya de la Universidad Complutense de Madrid.

Enumerar la lista de personas relevantes que se han formado entre sus paredes haría esta entrada interminable y no voy a cometer ese error, pero Ministros, Diputados o Senadores (Estos no tienen por qué ser de los más ilustres, ahora que me doy cuenta), académicos, deportistas y grandes profesionales de los que habreis oido hablar cientos de veces en vuestras vidas, son algunos de las muchas personas para las que el Cisneros es parte de su vida, como lo es para la mía. Gente que sin las enseñanzas recibidas allí nunca hubieran llegado a entender la vida, el debate y la disparidad de ideas.

El Club de Rugby Cisneros, fundado en el año 43 ha ganado 2 Ligas de División de Honor, 4 Copas de España, 2 Copas Ibéricas y más de 20 Campeonatos de España Universitarios. El Rugby en este pais no podría entenderse sin nuestro club.

En cualquier pais del mundo el Cisneros sería un bien a conservar y potenciar (Ahora que se habla tanto de la Residencia de Estudiantes como escribía antes), pero vivimos en este pais de trepas e indocumentados, a los que un amiguete les da un cargo y por ello se creen por encima del bien y del mal.

Esta joya del librepensamiento y del debate abierto, incluso en los años más oscuros de la dictadura, aquella donde un Director, Falangista, echó a los Grises en los años 60 de la entrada del Colegio cuando iban persiguiendo a un colegial comunista, hoy senador del PSOE, ( la evolución es vida ;-) ) , está siendo acosada por algunos para los que la invención del velcro fue fundamental en su vida debido a su incapacidad para aprender a atarse los cordones de los zapatos. Y no es que aquel llorado director desconociese las actividades entonces ilegales que podría realizar el estudiante, sino que era el máximo garante de que en el Colegio cualquier idea pudiese defenderse con educación y responsabilidad.

La Universidad Complutense junto con la Politécnica, quieren crear un Campus de Excelencia. Para ello a alguien, que ese día hubiese podido quedarse en la cama y nadie se hubiera dado cuenta, se le ha ocurrido que pueden cerrar el Cisneros y dedicarlo a (Documento oficial de la Universidad) " Encuentros Científicos, Workshops, conferencias internacionales, etc., de tamaño medio (hasta cien personas) con posibilidad de alojamiento in situ para parte de los participantes…
...Se buscará un partner que asuma la ejecución del proyecto y la explotación posterior del complejo mediante el acuerdo oportuno"
.

Empiezan cojonudamente. Cerrando uno de los pocos reductos donde la Excelencia es su razón de ser. Y por cierto, ¿Quién cojones es el pavo que en una Universidad Española escribe un documento oficial con palabras tales como Workshops, partner? ¿Es esta la excelencia que quieren trasladar? ¿O es que no saben castellano, por ejemplo, taller o socio?

Estos asnos son los que pretenden decidir acerca de la Excelencia sin tener ni puta idea de escribir un documento en Castellano.

¿A alguien se le ocurre que la Universidad de Alcalá cerrase su Paraninfo renacentista porque no tienen suficientes baños para los alumnos? ¿Alguno piensa que en Cambridge, Oxford o Harvard cerrasen alguno de los centros históricos de Excelencia por una idea peregrina de un tontolaba que acaba de aterrizar en un despacho y que le han pedido un informe para el lunes?

En estos momentos me encantaría que este blog lo leyese mucha, mucha gente. Y que lográsemos montar mucho, mucho ruido. Para que más de un cobarde que no tienen ni puta idea de nada se acojonase con perder el puestecillo, y el despacho, y las fotocopias de sus hijos gratis.

¡Porque hay que ser asno!
¡Y dos piedras!

jueves, 21 de enero de 2010

LOS CUARTOS DE BAÑO DEL AEROPUERTO CHARLES DE GAULLE DE PARIS

En España comenzamos a estar demasiado bien acostumbrados. Gracias al pastizal que nos ha venido de la Comunidad Europea, y al tradicional atraso de nuestras infraestructuras, cuando hemos comenzado nos hemos convertido en la envidia de más de uno.

No solo nuestra red de Alta Velocidad es de lo mejorcito del mundo (Aunque demasiado dinero se haya ido perdiendo en maletines), sino los metros, particularmente el de Madrid, las redes de cercanías o los Aeropuertos.

El Reino Unido dejó de invertir en la época de Margaret Thatcher, y lo que habían sido unas infraestructuras modelo hasta entonces, se convirtieron rápidamente en algo arcaico e incómodo.

AENA actualmente pierde pasta. Lo importante no es el balance, ya que infraestructuras como la T4 de Madrid, o la T1 de Barcelona hay que amortizarlas a lo largo de extensos periodos de tiempo. Lo importante es el resultado de explotación u operativo, el famoso EBITDA, donde durante el año 2009 ha debido perder unos 400 millones de €, que se dice pronto. Y ahí primero se nota el descenso de pasajeros por la crisis, y luego los delirios de mucho alcalde que quieren un Aeropuerto para hacerse fotos pero no para tomar aviones.

Sin embargo, afortunadamente, las Infraestructuras son buenas y racionales. Y te das cuenta de ello cuanto más viajas por el mundo.

Ultimamente, por razones de trabajo, he de viajar bastante a Paris, y tanto el Aeropuerto de Orly como el Charles de Gaulle dan un poco de lástima.

Aeropuertos diseñados cuando las normas de seguridad distaban mucho de ser las actuales se han quedado incómodos, por no decir imposibles.

En el Aeropuerto CDG, los baños están antes de pasar los filtros de seguridad. Procedimiento para los no iniciados; aguanta una cola, mayor o menor dependiendo del número de vuelos coincidentes, quítate el cinturón, reloj, monedas y zapatos, saca el PC del maletín y deposita la americana y el abrigo en la bandeja junto con el teléfono móvil. Pasa el arco de seguridad (Los pijos ahora le llaman scaner) y te pita. Sitúate en una tarimilla para que te cacheen. Te abres de piernas (lo justo para que te examinen, que todo os lo tomais de modo literal), y pon los brazos en cruz. Un individuo con guantes de cirujano palpa detenidamente tu anatomía sin encontrar nada. Tú no le dices, que has tomado lentejas que tienen mucho hierro, que todavía te mete los dedos para evaluar la papilla (Algún americano tendrá una idea genial próximamente a cuenta de esto, ya veréis). Puedes pasar.

Ponte el reloj los zapatos y el cinturón. No se te olviden las monedas y mete el ordenador en el maletín. A todo esto, con prisas que hay gente en la cola. La americana y el abrigo. Espera un ratito al avión (Si los controladores deciden que no van a putear tu vuelo). Mierda, ganas de mear.

Date por jodido. Porque ves la cola (Has sido previsor y has entrado con tiempo) y ahora sí que hay gente. Y miras a un lado y a otro. Ni una mísera maceta para miccionar discretamente.

¿A que agobia? Pues ahora vete a Paris y me lo cuentas de verdad, que esto era virtual.

martes, 19 de enero de 2010

LA SEGREGACION RACIAL O UN PASEO POR HARLEM

Este no es un blog politicamente correcto. Creo que algún avispado lector ya se habrá dado cuenta de ello. Hace mucho tiempo que dejé de pedir perdón por las cosas de las que no era responsable. O sea, que si alguien espera que pida perdón por la Guerra Civil va de culo. Entre otras cosas porque antes de que llegase Zapatitos, el único que hablaba de eso era el hijo de un relevante fascista de Azpeitia llamado Arzallus, y me parecía un casposo de cojones, totalmente desconectado de la calle.Tampoco harán que pida perdón por la conquista de América. Lo primero porque entonces yo era muy pequeño ;-) , lo segundo porque si alguien ha de pedir perdón serán los abuelos de los que están allí. Los míos nunca salieron de España. Con lo que cada vez que Fidel Castro habla de genocidio me descojono en estereo.

Con todo esto, lo que pretendo decir es que por mucho que la corrección política diga que son galgos, si son podencos...lo son, no son galgos.

Carmen, que ha trabajado en varios paises del mundo tenía un compañero de Ghana cuando trabajaba en Londres. Cada vez que al africano no le daban la razón, decía que le discriminaban por ser negro, hasta que Carmen le dijo que no, que le discriminaban porque era idiota, que es algo muy diferente. (Como cuando a tantas políticas del Gobierno, comenzando por la Inefable Espinosa, le dan un repaso a causa de su ineptitud, y se defienden apelando al machismo de los críticos. Si esa es la defensa, casi mejor que se callen porque todavía quedan mucho más patéticas)

El último día de estancia en Nueva York, quería dar una sorpresa a Carmen, y me informé acerca de un oficio religioso con buen Gospel, por supuesto en Harlem. Si despues nos metíamos entre pecho y espalda un buen brunch sureño, miel sobre hojuelas.

Harlem no tiene nada que ver con el Harlem de antes de Giuliani, pero ir de noche no es como pasear por la Gran Via. Lo primero de lo que te das cuenta es de que, a medida que vas yendo hacia el norte en el metro, los rostros pálidos son menos, y los negros, negros son más, muchos más. Parece mentira que pueda existir una diferenciación tan grande de gente en unas pocas calles de distancia.

Llegamos a la calle 145 y buscamos donde estaba la Iglesia. Yo me había informado de que tenían oficio a las 9 y a las 11. En su página web decían que a las 11 se admitían a turistas. Yo, intrépido aventurero, pensé que no nos dirían nada por presentarnos a las 9.
Una riada de gente vestidos de "Paseando a Miss Daisy" se dirigían a la Iglesia. Todos de punta en blanco. Al llegar enfilé rápido la puerta cuando un armario ropero de 3X3, vestido de chuloputas de película de serie B (No le faltaba detalle, ribetes de piel en el abrigo, botas en punta, cuellos de camisa diseñados por un Ingeniero Aeronaútico, cadena de oro de a kilo y gafas de sol con protección 45 de metro cuadrado cada lente) me indicó que los turistas habían de ir a la cola. ¿Y este pavo por qué se pensará que yo soy turista? Podía haber pensado. Uno que es bastante viajado se dió cuenta de porque no llevaba cadenón de oro ;-)

Al mirar la cola me deprimí. Parecía la de un comedor social. Todos blancos blanquísimos y pretendiendo que como íbamos a ser los únicos nos dejarían pasar. Nos situamos en nuestro sitio pensando que una vez que ellos se hubiesen acomodado, los locales, nos dejarían pasar. Y ahí que comenzó a pasar el tiempo hasta que se me inflaron los huevos y fui a la puerta de la iglesia, encontrándomela cerrada. El hijo de puta del chulo de la puerta nos había mandado a la cola hasta las 11, como si no tuviésemos otra cosa que hacer.

Y es que cuando te segregan racialmente te jode, aunque los que te segreguen sean los que se quejan de lo que les pasa a ellos.

Decidí que un armario ropero no me iba a joder la mañana y nos encaminamos a la calle 125 a meternos un brunch entre pecho y espalda en un local famoso por su música Soul los domingos por la mañana. ¡Qué decepción! La socialización es lo que tiene. Hasta las 11 no abrían y yo lo tenía planeado todo para estar en el hotel a las 11, recoger a los niños y marcharnos al aeropuerto.

O sea, que esta es la historia de aquello que pudo ser y no fue, pero que no sea porque no se intentó.

Supongo que alguno se descojonaba detrás de una cortina viendo los vanos intentos del turista blanco pretendiendo conocer el Harlem negro, y así me sentía yo, jodido.

La próxima vez que lea algo de segregación racial en Estados Unidos me acordaré del cabrón de la puerta, por muy politicamente incorrecto que resulte, ¡y que se joda!

jueves, 14 de enero de 2010

NUEVA YORK CON NIÑOS

Había visitado varias veces Nueva York, pero nunca con mis hijos. Nueva York es una ciudad que despierta grandes filias y fobias. Yo soy de los del primer grupo. No solo me encanta sino que creo que no la conozco del todo mal.

Habíamos tomado la escala en Zurich. Un oportuno retraso en el vuelo a Estados Unidos de tres horas en la escala enjugó los 45 minutos de retraso con el que llegamos a Suiza.

Los trámites de la aduana fueron increiblemente fáciles con la que está lloviendo. Supongo que me tendrán fichado y no quisieron que les volviese a ganar otro pleito ;-) Sin embargo, y debido al retraso en la llegada, poco más que cenar una hamburguesa (¿qué si no?) cerca de Times Square podíamos hacer.

A mí me gusta patear las ciudades, y Manhattan es un sitio para patear, lo siento por mis acompañantes...aunque sean pequeños. Al día siguiente nos levantamos pronto. Había establecido un pequeño plan para que los niños (Carmen ya conocía Nueva York de un viaje que realizó conmigo hará unos tres años) viesen lo más importante antes de que acabasen hasta las pelotas.

El primer día decidí dar un paseo por la Quinta Avenida, el Rockefeller Center con la pista de hielo (La retiraban a los dos días), el Empire State Building y, si se terciaba, algo de China Town al atardecer.

Hacia un frio de pelotas pero, bien equipados como se ve, fuimos quemando las etapas.

En Nueva York solo había italianos (Es comprensible, a ver si se olvidan por unos días de Berlusconi) y, a gran distancia, españoles de compras.

Yo conocí las Torres Gemelas. A mí, las vistas desde el Empire State me gustan más que las que había desde el Sur de Manhattan, a pesar de la diferencia de altura. El estar más céntrico y, sobre todo, mi debilidad que es el Flatiron Building (En el cruce entre Broadway y la Quinta), se observa desde un enclave privilegiado. A 300 metros de altura si que había rasca, pero de la de Soria, tios. No apta para pijos.

Tomamos un bus hacia Canal Street, donde antaño comenzaba China Town (Ahora ocurre como en todo el mundo, que los chinos han invadido Little Italy, y parte del East Village). Sin embargo, el leer los nombres de las calles en chino volvió a sorprender a los niños.

Algo que me sorprende, y no sé por qué, es que un Indio de Nueva York habla inglés igual que uno de Delhi (O sea, con la boca cerrada y apuntando mucho la u), y un chino de Nueva York habla igual que uno de Pekin, o sea, generalmente nada, que hay que joderse, que casi llevan 150 años allí, más que muchos.

Nos pegamos una buena paliza. Para cenar me habían recomendado un sitio que decían que daba las mejores hamburguesas de Nueva York. En el vestíbulo de un hotel de lujo, escondido tras una esquina, un local de 30 metros cuadrados, estaba petado dando hamburguesas sin parar. Nos pusimos como Carpanta (Este comentario es para cuarentunos, ya lo sé). Una ración de las que solo existen allí con patatas para alimentar una comunidad de vecinos y mi cerveza favorita, La Samuel Adams Seasonal. Menos de 15 dólares por cabeza. A la vuelta pasamos por el paraiso de más de uno (No yo, todavía, que conste). La casita de las pastillas azules... ;-)

Nueva York tiene muchas peculiaridades. Una de ellas es que un filántropo estableció hace más de un siglo una línea de ferries gratuitos 24 horas entre Manhattan y Staten Island. Hay otros que te sacuden la correspondiente galleta, que te dejan en la Isla de la Estatua de la Libertad y en la de Richard Ellis, donde más del 50% de los habitantes de Estados Unidos tienen un antepasado registrado (Era la puerta de entrada por mar, y debían de pasar un periodo de cuarentena en unas situaciones digamos que de Subsahariano en un centro de detención de Lanzarote)

Desde el 11-S no se puede subir a la corona de la Estatua de la Libertad, que no es que tenga nada, pero a los niños les podía gustar, con lo que decidí tomar el ferry de ida y vuelta a Staten Island y ver las maravillosas vistas de Manhattan y de la Estatua de la Libertad desde allí. No es extraño que haya gente que se confunda, como unos de Segovia que querían ir a la estatua de la Libertad, no sabían inglés y les llevaron a Staten Island. Menos mal que ese día me disfracé de buen samaritano y les ayudé a regresar ;-)

A la vuelta un paseo por el barrio financiero y el solar de las Torres Gemelas. Mi extraña teoría (Ya sé que vais a decir que soy un descreido), es que no les interesa demasiado hacer nada allí, porque entonces se les acaba el chollo, los altares y las fotos de bomberos. No habían hecho nada desde hacía tres años más que cubrir los andamios de los cimientos. Eso sí, obreros con cascos con pines de barras y estrellas para aburrirte.

Comimos en Little Italy. De maravilla, la verdad. Desentonaron unas ostras que pedí que estaban insulsas, pero los espaguettis con albóndigas que me metí estaban sublimes.

Los niños aguantaban como jabatos. Por la tarde les volví a poner a prueba porque uno de los paseos que más me gustan es cruzar a pie el puente de Brooklin. Decidí evitarles la ida porque las vistas bonitas son las de Manhattan desde Brooklin y llegamos allí en metro. Les encantó. Sin embargo, al llegar otra vez a la Gran Manzana, Maria estaba harta y hubo que transigir. Tocaban compras.

Como el siguiente día se preveían nevadas, decidimos que era el día de los museos. Carmen no había ido al Metropolitan, con lo que, como meter dos museos a los niños nos parecía mucho, obviamos el MOMA. Sin embargo, antes nos dimos una vuelta por el Guggenheim, para ver la maravilla de edificio que proyectó en los 50 Frank LLoyd Wright.

El Metropolitan me gustó menos que el MOMA. Sin embargo guarda una buena colección de una de mis debilidades, Van Gogh. Solo por eso mereció la pena. Los niños aguantaron, pero en realidad teníamos previsto ir al Museo de Historia Natural despues cruzando Central Park nevado y desistimos. Demasiada presión en la caldera. Pero el paseo por Central Park nos lo dimos, y a conciencia. Una maravilla.

Central Park, un sábado por la mañana de primavera es uno de los sitios más divertidos que conozco (Un domingo no, que hay brunch ;-) ). La gente patinando, andando en bici o jugando al beisbol. Músicos espontaneos en los rincones más insospechados. Una ciudad que respira vida.

Este viernes de enero estaba solitario, pero nevado y precioso.

Los niños querían perritos calientes de carrito, pero con el día que hacía, los de los carritos decidieron que no era buena idea. Nos metimos en el Brooklin dinner de la calle 57. Como veis en la foto, un perrito de casi 40 cms que es casi un gran danés, no en Bilbao, por supuesto ;-)
Como podeis ver, nos pusimos como cerdos. Y lo peor del caso es que lo sabíamos.

Dejamos a los niños en el hotel y salí con Carmen a ver si comprábamos un bolso. Omito detalles, no merece la pena ;-)

Sé que se os está haciendo largo, pero desde luego ha sido un viaje intenso. El penúltimo día nos tocaba el Museo de Historia Natural, paraiso de los Dinosaurios. Y JA alucinó. Estuvimos 5 horas y podíamos haber estado 5 días. Despues de una tarde de compras...a Virgil's, otro de mis sitios favoritos en la 42 a tomarnos dos raciones para 4 como las que veis. Si pedimos 4 raciones nos recogen los GEOS. Al llegar a Madrid he vuelto a un agujero del cinturón que hacía tiempo, mucho tiempo que no usaba.

El último día tenía reservada una sorpresa a Carmen.....

domingo, 3 de enero de 2010

LOS CONTROLADORES

Para alguien que ha llegado a montar en avión más de 160 veces al año, algún año, montando más de 60 por lo general todos, los follones de Aeropuertos, Aerolíneas, Filtros de seguridad y controladores no dejan de ser algo con lo que tienes que convivir.

Pienso que muchas de las bobadas a las que nos someten en muchos aeropuertos es para hacer que hacen algo, lo que no quiere decir que lo hagan de hecho. Y si de paso meten un poquito de miedo a la población, así nos tienen un poco más acojonados.

Un buen amigo con el que hice negocios, que vivió en Indonesia varios años, me comentaba cada vez que yo aterrizaba en Jakarta, a la vista de las "impresionantes" medidas de seguridad para entrar en los hoteles, que era "seguridad indonesia". Quería decir que aparatosa que te cagas, pero que la lima la metias dentro de la barra de pan y no se enteraba ni dios. Y así me parece que funcionan las cosas en los Aeropuertos de medio mundo (Mención aparte los de Gringolandia, ahí además son maleducados)

Si un día llegas a Barajas y a los vigilantes les han echado un chorreo por la noche, o están en huelga de celo para que les den 10 minutos más para el café a mitad de turno, date por jodido. En los arcos de seguridad te sonaran hasta los empastes. Parece mentira que un día te suene el cinturón o un bolígrafo y otro día no. Pero es verdad como la vida misma. Basta con que el encargado ajuste un pelo más la sensibilidad del scanner y todos como puta por rastrojo ese día en el Aeropuerto.

Lo de los aeropuertos ingleses y gringos ya es de nota. Porque dar por culo hasta decir basta, pero sus fallos de seguridad claman al cielo. Eso sí, leches maternales en biberón, botellas de vino sin abrir o una lima para las uñas y vas a la fila de los sospechosos.

Cuando descubren a alguien como estos días aterrizando en Detroit y los intrépidos reporteros de las Teles de medio mundo van a los aeropuertos a entrevistar a los sufridos pasajeros, muchos de ellos dicen que les parecen bien las molestias, que es por su seguridad. Y yo pienso que en nada aumentan la seguridad esas medidas si los que las aplican son unos animales cuyo idioma natural es el rebuzno. Más valdría aplicar las medidas normales correctamente y dejar de jugar a los Rambos. Ya he dicho, sin embargo, que si con esas medidas pueden meter un poco de miedo al respetable para que deleguemos parte de nuestra libertad en sus manos sin protestar, eso que se llevan puesto los responsables de las cloacas de muchos estados. (Y no estoy hablando de los supervisores del sistema de alcantarillado, que conste)

Bueno, que me voy a los Estados Unidos. No tendría nada de particular si no fuera porque me voy con mi familia, y me toca los cojones que les estropeen las vacaciones a los niños. Y por ello llevo unos días preocupado. No logré sacar vuelo directo a un precio razonable y hacemos escala de una hora en un aeropuerto europeo.

Y me toca los cojones que alguien quiera defender sus privilegios a costa de las vacaciones de mi familia (A mí, si fuese solo, perder la conexión me tocaría las narices, pero poco más).

Un muy buen amigo es controlador. No está en Barajas. El define a los de Barajas como unos piratas y dice que el colectivo está como loco por quitárselos de encima, pero me parece que ponen poco empeño si esto es así. Me ha dicho que no tengo por qué preocuparme y es más, el día que salgo él tiene turno y que le llame si tengo algún problema, más que nada para que me de la razón del desastre. Poco más podría hacer.

Y despues de los cientos, miles podría decir, de veces que he tomado aviones, me jode no estar tranquilo por una puta escala.