UN PASEO POR LIMA...CON FRAY ESCOBA

Lima es un caos de tráfico con unos conductores que conducen con una sola mano (La otra no la utilizan para hacer guarradas, malpensados, sino para tenerla posada permanentemente en la bocina). Es tal la intensidad acústica, que hubo un momento en el que odié pasear por allí (Afortunadamente, me metí en un restaurante y la experiencia me reconcilió conmigo mismo). Con más de 9 millones de habitantes, las distancias no son lo que se digan amigables.

Sin embargo la Lima colonial es una ciudad maravillosa. Ideal para pasear (Con unos adecuados tapones para los oidos).

Mi hotel se encontraba en Miraflores, a unos cuantos kilómetros del centro colonial. Barrio residencial y de negocios, barrio "bien". El hotel, tranquilo.

Como siempre, pedí cama grande y, la única que tenían se encontraba en la Suite...más de 100 metros cuadrados de habitación. No debían de tener el establecimiento completo. Menos mal que el polvo no lo quitaba yo. Lástima de no poder compartirla...aunque solo fuera para echar unas carreras hasta la pared y volver ;-)

Tenía el sábado para pasear y me propuse aprovecharlo.

La Plaza de Armas de Lima es una maravilla. Circundada por el ayuntamiento, el Palacio del Virrey (Hoy ocupado por el golfo de Alan Garcia), y la Catedral con el palacio Arzobispal. La fauna que pulula por la Plaza es variopinta, mezcla de turistas, escolares, locales, vendedores de alfombras y buscavidas. ¡Ah! y policia...mucha policia.

El perímetro de la Lima colonial tampoco es exagerado. Se puede observar en un día tranquilamente. El convento de Santo Domingo y el de San Francisco son dos conjuntos impresionantes. En el primero sirvió, y está enterrado San Martín de Porres, nuestro Fray Escoba. La superficie que aun hoy ocupa da una idea de la magnificencia que debió de albergar y de los privilegios que la Iglesia disfrutaba por evangelizar el Nuevo Mundo.

Una de las cosas más curiosas es la talla del abrazo de Santo Domingo y de San Francisco (Presente tambien en el otro convento), sabiendo las puñaladas que se lanzaban los miembros de ambas congregaciones. Nadie dijo que la desinformación fuese un invento yanki de nuestro siglo.

Mientras paseaba por uno de los claustros de Santo Domingo me enseñaron la fuente donde Fray Escoba lavó el azúcar morena que traia y que milagrosamente quedó convertida en azucar blanca, despues del chorreo que le cayó del hermano portero. (Hay veces que te das cuenta de como la tradición, el azar o el interés, convierte en milagros hechos que no pasarían de ser anecdóticos si no fuese por la institución a la que hacen referencia) Por ejemplo este hecho, un "radio macuto" que hoy no tendría la más mínima importancia, dada la imposibilidad de comprobar la realidad.

La biblioteca, impresionante, ante la que el viajero siente auténtica lástima por el estado de deterioro en el que se encuentra, mientras los golfos que dirigen el pais se encojen de hombros con cuidado, para que la pasta que roban no se les caiga de los bolsillos.

Lo más sobresaliente de ver en San Francisco son las catacumbas. Ese culto a la muerte que la Iglesia Católica ha desarrollado a lo largo de los siglos. Huesos ordenados de más de 25.000 personas allí enterradas en un montón de niveles. Friki que te cagas...

Ante el segundo o tercer paseo por la Plaza (No me cansé de pasear por allí), ví a un equipo de la Televisión Chilena. Me acerqué al cámara y le pedí una foto. Le adulé insistiendo en que él era un profesional de eso.

Se tomó tan en serio el piropo que, despues de tres minutos haciéndome posar, acabé por decirle que el profesional era él...no yo.

El artesonado de la balconada del Palacio Arzobispal, al lado de la Catedral mereció que se me quemase la calva admirándolo. Y es que siempre se dijo que la pasión por el arte provocaba cáncer de piel (Como el tabaco, pero esto no te lo avisan en las cajetillas)

Me habían recomendado el Museo de la Inquisición, ubicado en lo que fuese Tribunal del Santo Oficio. No fue un chalado, sino varias personas. Fui...De las imágenes tomad lo que os plazca...pero no tengo cuerpo para comentar las diferentes torturas a los monigotes allí emplazados. Sí es cierto que es curioso ver las celdas (Que hoy nos quejamos de los zulos de algún secuestrado) 2x1x1. El que pueda dar media vuelta ahí y no comerse sus deposiciones que me avise. Y todavía la gente te comenta que era la Santa Inquisición...¡con dos cojones!

No soy de estómago delicado. Despues de salir de ahí, me apetecía un ceviche (pescado marinado típico de esta zona). Intente descubrir un antro sin ningún guiri...o sea, que yo elevase el nivel de cosmopolitismo...y lo encontré. El sitio tenía cierta estética Kistch. Tres familias de lugareños se ponían como pobres. No parecía muy sucio, aunque la Televisión con un canal musical para estrellas añejas y el Sagrado Corazón enmarcado en la bandera del Perú hiciese que mi tradicional tendencia a la gula quedase convenientemente aplacada.

Por supuesto me colaron el ceviche "de luxe"...ese que llevaba "de tó". 15 dólares. Me cobraron el doble que a los demás...con gusto hubiese pagado 30.

He de reconocer que estaba delicioso...con una cervecita. Sabeis que sigo algún blog gastronómico..en ese momento me hubiera encantado compartirlo.

A la salida tomé una foto a la Placa de la calle. Para que cuando en mi pueblo alguien me hable de la tradicional independencia vasca a lo largo de los siglos, le pueda contestar con un documento gráfico, de alguien de por ahí..no cerca...sino al lado, que hace 500 años parece que no pensaba así.