domingo, 27 de septiembre de 2009

ENSEÑANDO A PESCAR

Creo que, en alguna ocasión, ya os he hecho ver que, a mi juicio, tenemos a nuestros hijos hiper-protegidos, con lo que se dan de bruces con el mundo que les rodea el primer día que les dejamos ir solos a por el pan.

Estimo que hay mucha mamá histérica que escucha demasiado a Ana Rosa Quintana que creen que hay un violador detrás de cada coche en cada barrio de cada ciudad.

Recuerdo que, con 8 años, yo iba solo al colegio en una ciudad como Vitoria. Tenía que cruzar cinco pasos de cebra y el recorrido era un kilómetro más o menos. Ya, alguien me dirá que con 9, en uno de esos pasos de cebra y al salir tarde de Judo (Yo he tenido una vida anterior muy intensa), tambien atropellé a un coche (Decir lo contrario sería injusto). Perdí el conocimiento y puede ser que algunas características de mí que sabeis los que me conoceis provengan de dicho incidente.

Sin embargo, en esta época que tengo tiempo de sobra, estoy alucinando con según qué costumbres. El colegio de JA estará a 500 metros. Vivimos en una zona residencial y para llegar desde nuestra casa hay que cruzar 6 pasos de cebra.

Al niño le llevo por la mañana, le recojo a la una para que coma rico rico de lo que le hago yo o deja su mamá, le vuelvo a llevar a las 3 y le recojo a las 5.

Creo que hay que acostumbrar a la gente a que haga ejercicio y me niego a hacer este trayecto en coche a no ser que medie una circunstancia de que luego tenga que ir a otro sitio.

Miércoles y Jueves recojo a las hijas de una vecina a la una, de 12 y 11 años.

¿Creeis que es normal que niños de 12 años no puedan hacer este trayecto de día, en una zona concurrida y con poco tráfico? Ojo, no me estoy quejando de hacer algo que no me cuesta nada. Es una cuestión de filosofía.

El martes 22, a las 3 le pregunté si quería volver solo desde el cole a las 5. Con una alegria que no le cabía en su cuerpecillo me dijo que sí. Yo le dije que ya era muy mayor y que creía que podía hacerlo si era prudente y responsable.

Pienso que, a los niños hay que darles poco a poco responsabilidades que puedan manejar, aunque el año pasado, al comentar esto con la profesora y la orientadora me lo desaconsejaron.

10 minutos antes de que saliese, estaba escondido detrás de una columna. Le vi salir, tan serio que me daba la risa. Mirando a los dos lados, tan responsable. No me separé más de 10 metros de él, aunque en ningún momento se dio cuenta. (No soy un cacho de carne sin escrúpulos que empujo a mis hijos inconscientemente al peligro).

Al llegar a casa estaba tan orgulloso como yo, podría decir. Le pedí, exultante que llamase a su madre para comentárselo. Claro, al decir que había venido solo, la que se montó fue buena. Hasta que ella no llegó a casa no pude explicar, y me costó, la realidad.

Al día siguiente, una amiguita de clase le preguntó que por qué iba solo por la calle. "Es que vuelvo solo a casa", contestó orgulloso.

Y lo que me deja frío es que, con 9 años sea el único niño que hace esto. ¿Tanto ha cambiado el mundo? ¿O los que han cambiado han sido los padres?

Pienso que esa atmósfera superprotectora es tremendamente perjudicial, y luego nos quejaremos de que los niños ahora son menos espabilados que antes, que no asumen responsabilidades, que quieren que se lo demos todo hecho.

Si no empezamos por nosotros será muy difícil que ellos mejoren solos.

Prefiero enseñarle a pescar, cruzando solo los pasos de cebra debidamente controlado, que darle los peces en forma de que cruce los pasos de cebra de mi mano hasta que cumpla los 18 años.

Porque, y ahora viene el matiz politicamente incorrecto ya que la culpa siempre ha de ser del macho, si no, podría pasar como la generación de hombres que fue terriblemente maleducada por SUS MADRES para que no supiesen, o no quisiesen poner un plato en la mesa. Y en algunas casas, todavía se arrastran consecuencias de aquello.

JA ya es mayor y me ha demostrado (A su madre todavía no, pero esa es una guerra que tendré que ganar para él) que tiene la suficiente responsabilidad y buen juicio para venir solo a casa, desde el colegio. Espero que el viernes, que su madre llega a casa pronto, me permita que podamos hacer el experimento siguiéndole ella, para que se convenza.

24 comentarios:

Jevy dijo...

El tema suele estar en la presión social y el miedo. E incluso, en algunos casos, en los riesgos que uno corre como padre responsable.
Muchas veces miramos a un niño que está solo en la calle y pensamos: ¿dónde estarán sus padres? Les culpamos de la negligencia de dejar un niño solo. En otros tiempos se hacía, dicen que porque había menos peligros (no es del todo cierto; en 1968 en el colegio de mis hermanas una niña del pueblo fue violada y se supo; otra cosa es que los periódicos de la época lo "hicieran saber") pero también era otra sociedad. Una madre ama de casa se iba a hacer la compra y podía dejar a dos hijos pequeños en casa. Hoy en día se hace eso, hay una desgracia en casa (los niños prenden fuego a una cortina y mueren abrasados) y no sólo pierdes a tus hijos: quedas estigmatizado de por vida (eso, si levantas cabeza por perder dos hijos).
Es más: ¿no ha pensado más de uno, muchas más personas, que la tragedia de la niña ésa (¿Mariluz?) que murió a manos de un pederasta fue como consecuencia, en parte, de que sus padres le dejaran ir sola a comprar algo al kiosko? Yo de pequeño no es que fuera solo: es que mi padre me obligaba a bajar por tabaco, desde la más tierna infancia.
Tenemos miedo a que a nuestros hijos les pase algo, miedo a la repercusión social de nuestros actos, miedo al qué dirán, y miedo, bien cierto, a cosas que hoy pasan y antes no: antes, los violadores tenían edad penal; hoy hay violadores de 14 años; antes, había menos redes de pederastia que comerciaban con imágenes de violaciones de niños y niñas a las que su canguro viola sin piedad; ahora, desde hace unos años, con internet como medio de comunicación y encubridor, esto es el día a día. ¿Miedo? Sí. Lo malo es que, a veces, está justificado. Casos que nos hacen tener miedo, los tienes bien cerca. Creo que a Anabel Segura la raptaron bien cerquita de donde vives. Al menos, en la misma provincia. Violaciones como la de Sandra Palo, las violaciones de niñas de 12 años a manos de 6 menores este verano... todo hace tener miedo. Y si tienes una hija, más. Parece que ellas, de momento, son las que se llevan más daño en este tipo de macabros delitos.

Kikas dijo...

Jevy, te he dicho cienes y cienes de veces que ni veas peliculas de miedo, que dan mucho miedo, ni bebas antes de escribir, que la gente que no te conoce se lleva un mal concepto al leerte.
Anda, lee un poquito lo que has escrito y cuando se te pase el subidón te dejo que lo rehagas.

Gonzalo dijo...

Por un lado tienes razón... por otro, llevo dos veranos diciendo que mi hija mayor (hará 10 en noviembre) ya puede ir sola a la piscina (cruzar tres calles) pero... Buf, qué acojone cuando la pierdo de vista.

Batallita: Volvía de la feria el pasado abril con mis dos hijas mayores (el enano estaba dentro de su mami a falta de 10 días para aparecer) y acompañado de mi cuñada y mi sobrina. Al pasar por la casa en la que viví hasta los 14 años, le dije a mis hijas: "Mirad, aquí vivía yo de pequeño, y en esos árboles de ahí (un aparcamiento ajardinado) jugaba de pequeño".

"¿Y a qué jugabas?" Preguntó la mayor.

"Pues me bajaba de casa y si estaba solo a subir a los árboles, y si había algún amigo, o nos subíamos los dos, o hacíamos guerras de palos y piedras. No como ahora que los niños estáis amariconaos, tanta maquinita y tanta leche".

Mi cuñada abría mucho los ojos. La pequeña le miró y susurrando le preguntó "Tía Pepa... ¿qué dice papá de los niños acondicionaos?". "Nada, bonita... tu padre que está muy mayor".

Gonzalo dijo...

Había escrito antes de leer a Jevy. Yo no veo pelis de miedo pero tengo dos hijas... y le entiendo perfectamente.

Kikas dijo...

O sea, Gonzalo, que no dejamos a nuestros hijos evolucionar no porque desconfiemos de ellos o del entorno, sino porque no nos resulta cómodo. Está bien que, por lo menos, nos demos cuenta de ello, y pensemos qué hubiera sido de nosotros si nuestros padres no nos hubieran dado la libertad que nos dieron, controlada, por cierto. Al final es nuestro egoismo el que impera.
¿Qué crees tú? ¿Que nuestras madres no estaban despiertas hasta que volvíamos de farra los sábados por la noche? Como nosotros ahora, pero eran más honestas porque sufrían sabiendo que era necesario para nuestra propia evolución. Nosotros nos hemos instalado en esa comodidad en la que tambien hemos instalado a los hijos y les estamos haciendo un flaco favor. Tú puedes decir a tus hijas que te subías a los árboles. Ni un solo niños de hoy, acompañado de padres o no se lo podrá decir a los suyos. ¿Y tu crees que tus padres eran unos irresponsables por dejarte solo en ese parque temático de peligros en forma de caidas, chichones y arañazos? Seguramente eran mucho más responsables que nosotros. Es más, creo que quien realmente está "acondicionao" en estos tiempos somos los padres, no los hijos.
Y al Jevy no le tomes demasiado en serio. Yo le llevo tomando a broma más de 25 años y no me va tan mal. Creo que ni sus alumnos le toman en serio ;-)

Jevy dijo...

Es evidente que los tiempos han cambiado. Y nosotros somos ahora responsables de la educación de nuestros hijos, y cometeremos errores como nuestros padres.
Una de las cosas de las que más me alegro es de que mis hijas vivan sin televisión. Es una de las mejores cosas que les hemos dado: saben jugar. Juntas se montan unas películas geniales, y gracias a que no se sientan frente al televisor, frente a la Wii o frente a los juegos de ordenador. Su ordenador, de momento, es la imaginación.
¿Dejarles subir a un árbol? Yo en la vida me subí a uno más que en los pueblos. A ver un niño de ciudad a qué árbol se sube.
¿Por qué había más libertad antes, entre otras cosas? Los padres se desentendían de la educación; para eso estaba la madre, y ellos, para llegar tarde a casa cansados con el jornal en el bolsillo. Nuestra madre nos dejaba ir solos al colegio, pero porque tenía que lavar, hacer la comida, ir a la compra (no existían los supermercados, las lavadoras eran una patata hasta que yo tuve 8 años, los frigoríficos apenas tenían congelador...), hacer la ropa de invierno (tejer chaquetas y jerseis, hacer faldas y vestidos para las niñas, hasta tejer las bragas de perlé), barrer, fregar el suelo arrodilladas, limpiar las manchas frotando en el fregadero aquél con ondulaciones... Era normal que nos dejasen ir solos al colegio. Yo empecé a los 6 años, en Ponferrada, donde viví de los 4 a los 10. Ponferrada era una ciudad un poco pueblito, y aunque ir al cole me llevaba más de 15 minutos, por el camino íbamos un montón de gente. Ningún peligro.
Si yo dejase ir sola a mi hija mayor, además de que el cole está a más de media hora andando, pasa por muchas zonas por las que yo voy y que están completamente solitarias. Y el miedo es libre.
Nuestros padres, si recuerdas, tampoco jugaban con nosotros. Y ahora se dice que debemos jugar con ellos. Los tiempos están cambiando. Ya lo decía Bob Dylan en 1964, y desde entonces ya murieron Kurt Cobain, Tupac Shankur y Lola Flores. Los chavales tienen otros horizontes y aún así, serán felices si tienen suerte.
Por ponerte otro ejemplo: mi fallecido suegro, que era un hombre de izquierdas pero no demagogo, estaba en contra del matrimonio entre dos personas del mismo sexo y que pudieran adoptar. Decía que los otros niños en el colegio se burlarían de ellos. Que tendrían que decir: "Mi papá es Manolo y mi mamá Ramón" Yo le dije, y es cierto: los niños y los adolescentes aíslan socialmente y se burlan de los gordos y feos, sobre todo si son chicas. las chicas gordas y feas siempre están apartadas, porque los adolescentes y los niños tienden a ser crueles con ellos. Y capturas notas que se pasan entre ellos del tipo: "Sandra es fea, pero la chupa". Ya ves dónde llega la intelectualidad de los adolescentes. Son más pitocráticos y machistas que nuestra generación.
Toma ladrillo

Kikas dijo...

Es generalmente entendido en nuestra generación, si no somos Ibarretxe, que decir padres abarca a los dos generos, proque yo no tengo dos padres masculinos (Ya, ya sé que desde la Ley de matrimonios homosexuales hay gente que sí, pero no es el caso)
Por otra parte, en tu caso, en vez de árboles, si no había, seguro que te podrías haber subido a un tiesto. El vértigo podría ser semejante.
Por último, no sé si quieres que BdJ y su amiga anónima se metan en el bolso dos de éstos para sacudirme, que les recomendé que con un ladrillo dentro, por favor.
No obligo a nadie a que haga lo que no desea. Creo que 500 metros es una cosa y media hora caminando entre descampados y pandas de adolescentes es otra. Pero no digas que el mundo ha cambiado. Los que hemos cambiado, por mucho que le pese a Dylan, somos nosotros

Jevy dijo...

¿Somos nosotros los que hemos cambiado? Texto escrito por una persona de 17 años, 1º de Bachillerato (nuestro 3º de B.U.P.):
"...
2º Seguir a la multitd y sus gustos aveces no es lo ma apropiado, porque normalmente se explota burbuja y que somos demasido avariciosos para desprendernos de las cosas a tiempo.
Que una sola persona pudiera engañar a todo un pais.
3ºCon el bum inmoviliario qe ubo hace unos años.Al final construyeron tanto que aora no tienen como venderlo y muchos se han arruinado por no saber parar a su determinado tiempo
...(Sic)"
¿Éramos nosotros así?

Kikas dijo...

No Jevy, tienes razón, nosotros no teníamos piercings.
Por lo demás....No comments, anonadado me he quedado
¿Este es el listo de tu clase?

Jevy dijo...

Pues ni listo ni tonto: es el estudiante medio. Lo he copiado y pegado, tal cual, de un texto pequeñito escrito por alguien (preservar la identidad) en cierto sitio en el que yo pido que dejen respuestas a unas cuestiones sobre textos que les doy on line. Les pedía comparar el famoso texto de Groucho y yo de la ruina de un inversor no profesional, con otro de la burbuja de los bulbos de tulipán en la Holanda del Siglo XVII, y buscar alguna similitud con la actualidad. Y esto es lo que alguien dejó, tal cual, sin cambiar nada para exagerar. ¿Crees ahora que es verdad que la juventud ha cambiado?

Jevy dijo...

Otrosí (en cuanto al cambio generacional, esta vez culpa de los padres): ¿alguno de vosotros hizo alguna vez actividades extraescolares (música, inglés, natación, kárate, esgrima, lliönés, ajedrez, orientación, etc. etc.? Los niños de ahora parece que van a ser Hawkihg de mayores, no sé si de sabios o de "pasmaos". Tanta carrera para hacer extraescolares no puede ser buena. Mis extraescolares eran jugar a fútbol y baloncesto, esquiar los fines de semana, jugar al tenis... Sólo dos veces hice algo: en 5º de E.G.B. clases de inglés en el colegio (boicoteábamos totalmente a la profesora, la Mariví, porque íbamos a pasarlo bien) y Judo en 2º de primaria (al llegar a cinturón blanco-amarillo tuve que dejarlo por dolores de cabeza... con 14 años descubrieron que era sinusitis, viva la medicina).

Kikas dijo...

Sí, Jevy, la juventud ha cambiado. Ahora no saben escribir pero saben entrar en el tuenti.
Entiendo que dar clase a estos especímenes debe de ser frustrante de la leche.
Por otro lado, yo sí di clase de Judo, al mediodía. (Cuando atropellé al coche salía de clase de Judo en 4º de básica, o sea, como JA ahora) LLegué a cinturón marrón y lo dejé. Tambien daba clases de inglés tres tardes por semana. Pero me gustaba. Mis padres no tenían que llevarme y traerme, porque iba solo por la calle, y supongo que eso ayuda.
Ahora no les apuntamos para que aprendan o disfruten sino como las mamás y los papas trabajan, como un tipo de guardería con actividades.
Y es que, y aquí viene mi comentario politicamente incorrecto de hoy, nos han engañado, pero principalmente a las madres.
Eso de la liberación está muy bien, pero como todo el mundo tiene más dinero para gastar, las cosas suben, con lo que ahora dos sueldos te cunden menos que antes uno. Eso sí, ahora estamos pringados los dos, y los niños con los abuelos o en extraescolares.
(Pero todos vivimos mucho más realizados, donde vamos a ir a parar) Y no digo que la mamá sea la que se tenga que quedar en casa, pero el negocio que han hecho algunas currando fuera y en casa porque el marido es un bantú me parece de todo menos liberador.
Sin embargo, ya sabes, sarna con gusto...

Angel Rubio dijo...

Pero hombre Jevy, no te das cuenta, lo que dice este muchacho: "Que una persona pudiera engañar a todo un país". Este alumno tuyo ya sabe que la culpa de la crisis inmobiliaria es de Aznar y de las constructoras. Ya sabe bastante, hombre. El año que viene ya podrá votar con conocimiento de causa.

No estoy de acuerdo en que las actividades extraescolares van en detrimento de la educación. Se ha demostrado en los Estados Unidos, que es un país en el que debe de sobrar el dinero para hacer demostraciones, que la diferencia en el nivel de lectura y matemáticas entre los alumnos pobres y los acomodados no se produce durante el curso sino durante las vacaciones. Esto es debido a que los niños de los padres acomodados pueden permitirse realizar actividades durante las vacaciones que estimulan sus capacidades mientras que los niños pobres se quedan en casa o en la calle. Como consecuencia de ello, el nivel de lectura y matemáticas de estos últimos no sólo no ha avanzado sino que ha retrocedido y es fundamentalmente ese retroceso vacacional en el que se ve la diferencia.

Y en principio, no veo diferencia alguna entre los deportes que tú practicaste y los que practica mi hija ahora, salvo que para jugar al futbol basta un balón para todos y un terreno más o menos plano (yo he llegado a jugar al futbol en un campo con un desnivel del 6%) y para jugar a hockey, cada uno debe tener espinilleras, rodilleras, medias, coderas, faldita con short por debajo para que no se les vean las braguitas, camiseta de gore-tex para que no suden mucho, bastón y protector bucal y pagar 450 Euros al año por poder utilizar los campos de hierba artificial pero fuera de eso, es lo mismo.

Y otra cosa más, ¿tú aprendiste solfeo y a tocar la guitarra y el cuatro solo o como actividad extraescolar?

Kikas dijo...

23, eso se llama calentamiento de la economía, y sirve para capear la crisis, o sea, incentivar el consumo.
Es más, propón que se juegue de noche y os meten un plus de luz artificial, y de paso ayudais al pais.
Todo eso de Estados Unidos, ¿No te lo habrán dicho en la peluqueria, verdad?

Jevy dijo...

Yo debí ser un caso raro. Mi padre traía varios periódicos a casa, ya lo dije una vez (Pueblo, El Diario de León, Proa, Informaciones, El Diario Español del Pueblo Vasco, y revistas como Cambio 16, el de los principios, y otras por el estilo) y yo desde los 6 años leía el periódico, me interesaba. Leer lo que pasaba en Vietnam, con aquella salida a toda leche, y aquellas imágenes de la niña corriendo desnuda abrasada por el napalm. Todo eso lo leí. Y cuando leí que una diplomática de Idi Amín Dadá ´había sido cesada por mantener relaciones sexuales (entonces se decía de otra forma) en un baño creo que del Aeropuerto Orly, le pregunté a mi madre: "¿Y esto cómo puede pasar?". Mi madre se enfadó: "¿Pero no te he explicado ya lo que hacen los hombres y las mujeres para tener hijos?". Mi contestación, tierno infante: "Ya, pero ¿cómo hacen eso en un váter si no hay camas?". Me interesaba el mundo, la ciencia, leer noticias de otros países, saber de geografía... Ahora llevo a mi hija de 7 años a un museo de ciencia natural que a mí me hubiera entusiasmado con 7 años, y a ella le aburre solemnemente... No sé, creo que yo era diferente.
Yo aprendí a tocar la guitarra muy levemente con mi hermana. Ella cantaba muy bien, y me enseñó las primeras canciones protesta: Víctor Jara, Quilapayún, Yupanqui.
Pero lo que aprendí realmente fue en la tuna: cuatro, charango y guitarra con ritmos sudamericanos. Todo me lo enseñaron otros y luego, practicando, superé a alguno de mis maestros, a otros no. Y viajar con la tuna me hizo aprender más. Creo que gracias a los viajes con la tuna pisé más de 25 o 30 países. O sea que nada de extraescolares... o sí, extraescolares de la Universidad, porque en Oviedo yo nunca empezaba el curso antes de enero. Y solfeo... ni idea. No sé leer ni un Sol.
Con respecto a las extraescolares, lo que decía es que nosotros apenas las hicimos, y hemos salido de todo: desde notarios a ingenieros, pasando por Ignífugos Fuegos Negros hasta senadores y cosas así. Y ahora muchos niños andan a pijo sacado para ir a inglés, informática, natación, judo, tenis, refuerzo de matemáticas... Así no se puede ni respirar.

Angel Rubio dijo...

Tus padres te pusieron en una situación en que la abundancia de material de lectura y periodístico te incitó a leer. No hizo falta que te dijeran "Jevy, que tienes que leer". Ellos simplemente leían y dejaban los libros y los periódicos y las revistas a tu alcance. Te pusieron en la ocasión de leer durante horas y aprendiste a leer.

Después no te quitaron a tiempo de la ocasión de que aprendieras a tocar la guitarra. Cuando te sacaron del Cisneros, el gusanillo ya estaba dentro. Pero donde tú probablemente aprendiste a tocar bien fue en tus viajes a América Latina con la Tuna, donde tocabas en restaurantes durante horas con un público que te pedía cada vez algo nuevo. Al cabo de los años de hacer esto, tenías según tus propias palabras "un repertorio que ni el Orfeón Donostiarra".

Los padres que llevan a sus hijos a actividades extraescolares variadas, no siempre lo hacen porque no tengan tiempo para ocuparse de ellos. También lo hacen porque poniendo a sus hijos en contacto con las más variadas actividades, aumentan las oportunidades de que encuentren algo que de verdad les motive. Al menos, esa es mi intención cuando llevo a C.M. a hockey, natación, gimnasia y danza clásica y cuando voy andando con ella a la escuela: que encuentre una actividad física que la saque de su inmovilidad. Que se estaba convirtiendo en una niña gordita que solo quiere jugar "a juegos de no correr" en sus propias palabras.

Jevy dijo...

En tu caso, está claro que había que empezar con el deporte. para mí, es la actividad principal, las demás se deben adaptar. Las dos van a natación, cursos cada trimestre del Ayuntamiento, al buen precio de 22,55 euros el trimestre por dos clases semanales. Dos objetivos: aprenden a nadar bien (vital para papás que pretendan leer un poquito en la piscina o la playa sin estar observando cada décima de segundo a sus pequeñuelas). Lía es pequeña, 4 años, para hacer más cosas. Y Violeta, que tiene 7, va los días alternos a música, a la Escuela Municipal, menos exigente que el Conservatorio. Yo el Conservatorio sólo lo veo interesante para niños y niñas con aptitudes verdaderas, ya que la inversión en horas y horas de su infancia y juventud sólo acaba rentando a una parte ínfima de los sufridos infantes. Y a Violeta le encantaba hacer danza, pero nos pareció (y a ella, menos mal, lo mismo) que con dos actividades, al final una hora de cuatro días de la semana, era suficiente. Suficiente para ella y suficiente para nosotros: si no, tras tu trabajo, pasas la tarde en las extraescolares, al llegar a casa ya toca hacer la cena, cenar, acostar a las peques con un cuento, y cuando te das cuenta, un poco de trabajo y rendido a la cama, casi sin tiempo para los mimos conyugales. Por eso, es mejor liberarse un poco de actividades: bueno para los chavales, bueno para los padres.
Mi suegra intentó lo mismo que tú, pero alternativamente: un año a danza: fracaso; varios años a arpa, fracaso; tenis, fracaso; etc, fracaso. Clara era una cabeza lectora que con 10 años ya leía a Sartre (todavía no lo entendía, pero lo leía), se enamoró de Madame Bovary o En busca del tiempo perdido con menos de 12, y con 17 ya estaba por Deleuze, Baudrillard, Foucault y Derrida. Creo que a ésos (salvo, quizás, a Foucault) no los entendería yo ni con 89... Lo mismo, tu hija quería ser como mi mujer, y te aseguro que es un ser maravilloso.

Kikas dijo...

Joder Jevy, es que no sé por donde empezar.
Bonita la Embajada de los USA en Saigon (Ahí delante sentí yo que estaba en un lugar histórico, como en el Cabo de Buena esperanza)
Pero comenzar con Victor Jara y Quilapayún, joder, así has salido. Digámoslo finamente...denso.
Lo que sí es cierto es que, como más aprendes de la vida y de muchas otras cosas, siempre que quieras aprender, es viajando.
Y ya sabes que este es un blog caballeroso con las damas (A excepción de BdJ, pero porque ella se lo busca) pero joder, alguien que lee a Deleuze, Baudrillard, Foucault y Derrida, en pareja con alguien que toca a Quilapayun, Victor Jara y Atahualpa Yupanqui, a lo mejor es beneficioso que las niñas se tiren todo el día en extraescolares y no aguanten a los papis
¡Qué cruz!
;-)

Kikas dijo...

Vamos, que en Los Yébenes dices que una descendiente del terruño hace hockey, natación, gimnasia y danza clásica y la proclaman pregonera para las fiestas.
Por cierto, no sé si esto es bueno o al final el abuelo tiene que pagar el aperitivo y si no va al pilón, que allí sois muy vuestros...

Fuego negro dijo...

En LY aprovechando el famoso Plan E se ha hecho una pista de padel tenis.

La banda municipal tiene más de cien miembros, todos de LY procedentes de la escuela de música.

Mis sobrinos van a nadar a una piscina cubierta y uno de ellos, probablemente, competirá a nivel nacional cualquier año de estos.

Los tiempos han cambiado mucho, Kikás. Ahora es en las ciudades donde no hay infraestructuras suficientes y las que hay tienen que jugárselas a los chinos con los emigrantes, cuando no pagar por utilizarlas, aunque sean públicas y estén en la calle.

Kikas dijo...

Y es que los ricos no teneis gobierno, el Innombrable dixit.
Me parece muy bien que los tiempos hayan cambiado, que todo el mundo pague impuestos, que se trabaje y no se viva subsidiado, que haya convergencia real entre regiones y que, entonces, deje de reclamarse solidaridad de las regiones ricas con otras que dicen no lo son tanto, 30 años despues.
Porque efectivamente, cuando no eres rico, el dinero hay que emplearlo para cosas básicas, que eleven el nivel de vida de los ciudadanos, como las que citas (Cultura, sanidad, educación y deporte, amén de infraestructuras públicas que desarrollan un entorno)
No sé donde entran aquí otros gastos que no voy a nombrar que luego me llaman facha.

Luis Medina-Montoya Hellgren dijo...

Pues volviendo al tema original de esta entrada, estoy de acuerdo con el hijo del médico en que hoy nos pasamos de sobre protectores. Sobre todo las madres creo yo.
Yo con 11 o 12 años iba desde mi casa al colegio en bicicleta. Si, en la Costa del Sol y no en Usera, pero el 80% era por caminos de tierra campo a través y tardaba una 1/2 hora. Anda que no llegaba yo y me iba orgulloso de mi "autonomía" e independencia. Ahora eso sí, gracias a las charlas y advertencias de mi padre, tenía bastante claro cómo reaccionar ante según qué situaciones y personas. Aún recuerdo el día en que me explicó lo que debía hacer ante las "aproximaciones", deshonestas claro, de un "gay" diríamos hoy. A los niños hay que dejarlos que asuman y ejerzan su responsabilidad e independencia. Poco a poco, si. Con mucha labor de formación del espíritu y del criterio propios, pero soltando cada día un poco más la cuerda. De lo contrario su madurez verdadera tardará en llegar o no llegará nunca.

Kikas dijo...

Marqués, ¡¡¡tú lo que quieres es que me cierren el blog!!!
¡¡¡Pijo, homófobo!!!!
¿Qué tendrás contra los de Usera? ¿Y contra los Monosexuales?
Este es un blog politicamente correcto y le llamo al orden, no sea que Bibiana Aido me ponga una multa, y la Trini otra si se entera que he fumado porros en alguna ocasión, que a la fiscalia la carga el diablo, perdón, el Gobierno...
Por cierto, y aunque me joda, que estoy de acuerdo contigo y sin que sirva de precedente. En lo de los niños, digo...

Mela dijo...

Creí que había dejado comentario en esta entrada... tal vez no le di a publicar o tal vez lo eliminaste sin darte cuenta... uno de los dos es culpable ;-)
Bueno, yo creo que es mejor enseñar a pescar que dar pescado
La protección excesiva hacia los hij@s no es recomendable porque les va a costar más enfrentarse a la vida... y un día van a tener que enfrentarse
De todos modos, no sé si me gustaría pescar... ahora estoy hablando de pescar de verdad
Eso sí, como pescado de vez en cuando ;-)