martes, 27 de diciembre de 2011

SEGUNDA ETAPA DEL CAMINO; O CEBREIRO-CALVOR, 36 KMS

Al llegar al Albergue despues de cenar, fuimos directamente a la litera. Me embadurné bien los pies en vaselina (Que me habían dicho que era mano de santo y puedo atestiguar que sí que lo fue).

Ya os he contado que en las literas de mi izquierda, dos italianos estaban dale que te pego. Hacía mucho calor y no me apetecía meterme en el saco. Me puse en calzoncillos encima. Por si acaso, había llevado unos tapones para los oidos de los que reparten en los aviones en vuelos transatlánticos. Le dí un par al Yogui que dormía en la litera de arriba y creo que fue una de las cosas más útiles de todo el viaje.

En cuanto se apagó la luz, y al notar que los italianos no cejaban en su empeño, como barrera profiláctica expedí un regalo sonoro lo mejor que pude...como demostración de mi lenguaje corporal en la oscuridad, para poner alguna traba más, no fuera que les gustase el sexo en grupo. (Mi culo, protegido por una simple tela, se encontraba peligrosamente cerca, como una tentación para los sentidos)

En la lejanía se escuchaban varias locomotoras, que en un dormitorio de 80 personas no iba yo a ser el único que roncase. Los tapones, aislándome del mundo sonoro, cumpliendo su función.

A eso de las 6 de la mañana, una de las dos chinas que el día anterior sorbian sopa como si fuesen elefantes, con dos cojones, encendió la luz, cogió el petate y se fue...y ahí nos dejó a todos con la luz encendida. La gente más acostumbrada a moverse por albergues, utilizaban linternas de frente. Estas dos, no. Se enciende la luz y uno se va...aunque fuera sea noche cerrada. Miro hacia un lado y veo a los dos italianos, esta vez, ya relajados. Miro hacia el otro lado y veo una pava que ha estado durmiendo al lado mío...¡con una careta de monstruo! (Y pienso que Dios los hace de su padre y de su madre)

Nos comenzamos a levantar. Incrédulos por la situación. Tenía claro que no salíamos hasta que no estuviese amaneciendo, pero debía de ser yo el único que lo tenía claro.

Me estaba lavando la cara cuando del baño sale una pava ya preparada.. Le pregunté que dónde iba...que todavía no habían instalado el Camino, y se me quedó mirando como a alguien que le habla desde el más allá...

"Perdona, voy un poco zombi", me respondió, y yo pensé que sí, pero que no iba...sino que era.

Porque estaba cayendo una buena en el Cebreiro, y no veía yo el interés de salir por el monte de noche cerrada con lo que había. (Uno cree que hacer el camino, aparte de por deporte, se hace tambien para pensar, admirar el paisaje, hablar con la gente... disfrutar en suma) Salir de noche con el riesgo de perderte, no es algo que crea de gente sensata. (Máximo si las personas que lo hacen se nota a kilómetros que, de expertos montañeros tienen más bien poco)

Uno piensa que en un país civilizado, a las 6 de la mañana solo hay por la calle, lecheros, policías o putas...y a ninguno de los 15 ó 20 que vi salir les vi con botellas de leche o gorra de plato y porra...

A las 8, despues de una hora en la cocina, y de ver como un alemán colgado no ha salido practicamente en 16 horas de allí (Ha podido tomarse, delante nuestro, unos 30 tés desde el día anterior a las 4 de la tarde), decidimos que es hora de irnos a desayunar. Tenemos suerte porque abrimos el bar. Pedimos unas tostadas y nos sacan como una barra de pan gallego a compartir entre dos (Lo más cercano al concepto de barbaridad que recuerdo). Cuando estamos acabando, viene la marabunta y decidimos, que ese día, no lo hemos comenzado mal...que empezarlo con colas (Aunque no sean de italianos), no mola.

Está cayendo la del pulpo. Lluvia, además de niebla y viento. Nos ponemos la capa de agua encima de todo y comenzamos viaje. Hoy queremos hacer dos estapas en una...no sabemos si con ese tiempo será posible.

Empezamos la bajada del Cebreiro, 500 metros en 7 kms. Recuerdo que siempre me costó mucho más bajar que subir pero, una vez abajo, comenzamos la subida al Alto de Poio, máxima altura en el Camino en Galicia. Corto pero duro...y la lluvia y el viento. Antes de llegar, el Alto de San Roque, con el monumento al Peregrino.

No paramos hasta O Biuedo, Km 14. No puedo con tanta agua encima. El poncho me mete más agua de la que me saca (Todo sudor, se entiende). Entramos en un bar y pedimos permiso para quitarnos todo y ponerlo a la lumbre. No queremos tomar nada más que un café, pero secamos la chamarra y el polar. La credencial, dentro de la chamarra, parece chicle...así no llega a Santiago, pienso. La pongo a secar cerca del fuego antes de ponerle el sello del bar. La dependienta me pregunta si me echa "unas gotas" al café...y no dejaré de tomar el café "con gotas" hasta llegar a Santiago. Le dejamos dos € y el bar hecho una pena de agua, y nos despide con una sonrisa. Notaremos la diferencia de actitud de la gente, antes y despues de Sarria, ya todo más masificado.

Seguimos bajando hasta Triacastela. El Paisaje es de cuento. Un Km antes de Triacastela, en Ramil, nos hacemos una foto delante de un castaño más que centenario. Es la una del mediodía y, en teoría, hemos finalizado la etapa.

Vamos hacia la Iglesia a poner el sello, pero está todo cerrado. (Es lo que más he notado, la indiferencia de los párrocos con muy contadas excepciones. Luego se quejarán de que la sociedad va por un lado y ellos por el otro.) Llevan dos mil años que, si no es por la fuerza, poco hacen por convencer. Si es una pura cuestión de marketing, aprovecha que pasan por delante de tu negociado miles de personas y no dejes que se marchen de largo...Nada, como si oyen llover o fuese obligación creer lo que ellos dicen sin más esfuerzo...

Entramos en un bar. Pedimos un Caldo Gallego y un vino. Pido permiso para quitarme las botas y cambiarme un compeed. Son muy amables.

Les comentamos que queremos seguir camino hacia Sarria. Ibamos a ir por Samos y dormir en el Monasterio Medieval, pero hemos leido que el Ayuntamiento estaba haciendo barbaridades en el Camino. Y es que un Concejal de Urbanismo con tierras es más peligroso que una caja de bombas. Decidimos que, si vamos a dejar algo de dinero, que sea donde se lo merecen.

Nos comentan que por San Xil no va a haber nada abierto y que es muy desierto. Llevamos días llamando al Albergue de Calvor sin respuesta. Soy cabezón y decido que nos vayamos por San Xil...Dios proveerá (Y lo hizo)

Sigue lloviendo. Despues de comer, las dos y media, nos vamos a meter otros 15 kms y no sabemos muy bien donde dormiremos, pero eso es una de las cualidades del Camino...ya se verá.

El Camino es inenarrable. Para mí la etapa más bonita. Yogui me hace notar que es la Galicia más profunda, invariable. Los colores del Monte, esos castaños, esos robles... ¡menuda lotería que nos ha tocado!

Llevamos todo el día caminando. No hemos visto practicamente ni un solo peregrino. Las botas, no sé si del sudor o de la cantidad de agua, comienzan a calarme y sí, comienza a hacerse pesado. La bajada a Morlán es peligrosa. Un alucinante camino de piedras de pizarra está resbaladizo, pero puedo asegurar que nunca vi nada semejante. Estoy disfrutando de cada dificultad y de cada rincón.

Llevamos 11 kms despues de comer, y entramos en Pitín. Hay un cartel de pensión a 500 metros, pensión que nos han dicho por teléfono que habían cerrado la semana anterior hasta la primavera. ¡Pena de spray para tachar la señal! Porque nosotros fuimos precavidos y sabíamos, pero no quiero imaginarme a otros, con la misma paliza que llevamos nosotros y encontrarse un alojamiento (El único que hemos visto en esta etapa) cerrado con este tiempo.

Nos queda kilómero y medio hasta Calvor. Las botas están encharcadas. A cada paso hacen "chop, chop". Si el Albergue está cerrado, otros 5 kms hasta Sarria, que se me van a hacer eternos

Y llegamos a Calvor. El Albergue está abierto y somos los únicos huéspedes...son las 5 y media de la tarde.

Eso es lujo asiático. En ningún hotel del mundo me he sentido nunca como en este Albergue público con Dormitorio comunal. Nos duchamos. Al intentar poner a secar la ropa nos damos cuenta que la calefacción es de suelo radiante. No sé si así las botas acabarán de secar. Hacemos una lavadora con secadora y llegan 3 peregrinos más. Seremos 5. Nieves de Madrid, Eugenio y Paco de Valencia, y nosotros dos.

Para cenar, el resto tiene comida. Despues de un día como hoy yo he de meterme algo sentado y en condiciones. Hay un bar a 1 km. Llegamos y vemos gente llegando. Son los dueños. Vienen de la matanza. La señora nos hará la cena más espectacular que recuerdo.

Unos huevos fritos recien puestos (Como dijo el Yogui, del culo a la boca), unas patatas de su huerta y unas chuletas del gorrino que habían matado hoy.

De postre, una tarta de leche, un flan y unas madalenas caseras. La señora nos pregunta si está a nuestro gusto. Le respondo, ante su regocijo, que si no estuviese acompañado de un gallego apocado, le daba un beso.

Acabamos con un licor de hierbas casero, como para sacar al responsable del invento en procesión, y un café de pota "con gotas"

Del precio no os digo nada, no sea que me lean y lo suban el año que viene.

Hemos prometido llegar antes de las 9 al Albergue para que el paisano se pueda ir a casa dejándolo cerrado. Le pregunto si podemos secar la ropa en el salón, y nos dice que por supuesto. Le dejamos el salón hecho un solar, todas las ropas aprovechando las tuberías del recorrido del agua caliente.

Hoy dormiremos sin Italianos, pero despues de lo pasado, como dice Yogui, ya nos sentimos peregrinos. ¡Nos hemos ganado la credencial!















12 comentarios:

Anónimo dijo...

Esparaba más "chicha" del episodio de los italianos. La cronica es sosita, muy descriptiva y con poco cuore. Hay que mejorar o tienes los bioritmos pochos.
Besos

Kikas dijo...

Bien, bien...anónim@ ¿periodista?
Que la realidad no te estropee una buena crónica
Podía haber dicho que, al llegar me tire un cuesco que hizo que los italianos mirasen para otro lado, pero me parecía un recurso facilón ;-)
Pero si creías que me iba a enzarzar con los italianos delante de 80 no conoces de mi natural timidez
Que es que sois unos hooligans... no respetais ni la Navidad
;-)

Juan Carlos dijo...

Dos cosas, mejor alguna más. Una: El pedo ¡magnífica idea! Mejor si fue con retumbe ¡anda y que se vayan a menear a solas, con lo cansino que es oir holgar a dos (o tres) a tu vera sin poder participar.
Dos: Los cansinos: hoy tenemos que llegar a... sin falta, tenemos que hacer... quilómetros como poco, tenemos que levantarnos a... de la madrugada. Pero ¿de dónde sale esa panda? esto es para hacerlo a gusto, con gusto, parando donde se quiera, avanzando cuando se pueda, mirando todo lo que se pueda, hablando con los que quieran charlar. El Camino es para vivirlo mientras se hace, no es una contrareloj. Lo mejor es dejarlos abandonados y que den la tabarra a otros de su ralea
Tres: Los curas de todo hay. Yo me topé con unos cuantos que eran de altar directamente y con dos que hubiera enterrado debajo de un puente untados de miel al lado de un hormiguero.
Cuatro: Anduviste a pie lo que yo hice en jamelgo: Triacastela, As Nogais, Ferreiros, Becerreá, el núcleo más bonito desde Pedrafita. A nosotros nos llovió un poquito pero como lo hicimos por mayo o así no molestó mucho. Y ¡qué quesos! ¡y chorizos, güevos y cosas do porquiño! ¡ñam, ñam!
En fin, que me emociono leyendo tu viaje y recordando el mío igual que tú con lo del rabo de toro.
Salu2, peregrino (por cierto ¿repiterás peregrinaje otra vez?)

Kikas dijo...

Lo del pedo se me ocurrió sobre la marcha, no fuese que les gustase ampliar amistades. Porque hay algo peor que que no te dejen participar...es que te hagan participar cuando no te apetece (ni mucho ni poco)
Nosotros es cierto que esta etapa la teníamos que hacer por narices por algo que descubrirás en su momento. Teníamos los días que teníamos y nos faltaba un día. Luego ya todo fue más relajado (Aunque no más descansado, porque he descubierto que el cuerpo humano se cansa lo mismo independientemente de si haces 10 kms más o menos)
Y sí, el año que viene o el otro, en otoño, haré el Camino portugués...Tenían razón, una vez que lo pruebas, repites

Juan Carlos dijo...

Pues voy a desempolvar las botas para el camino que igual me apunto con vosotros (si me dejáis)

Kikas dijo...

Totalmente invitado...pero sin estréssss...que aunque un año pasa pronto, queda un año o dos, jejeje
Y ya con más tiempo me gustaría hacer el Primitivo desde Oviedo, que tambien me han dicho que es precioso, pero el Portugués, en 4 o 5 días lo hacemos
Un abrazo

Luis Medina-Montoya Hellgren dijo...

Si es que ya te decía yo que no entendía como tú, precisamente tú, no habías hecho aún el Camino, con lo que yo sabía que te iba a gustar...
Esta última vez, mi primera noche de Camino en el Albergue de O'Cebreiro, fue horrorosa a cuenta de los ronquidos...Sobre todo los de un francés que tenía enfrente y que desde luego debía tener una apnea del sueño, porque más de una vez pensé que en esa se quedaba...No dormí de pura preocupación que el tipo se quedara tieso en la cama.
De los Taliban del Camino ni hablo, como tú, no entiendo qué gracia tiene ponerse a andar cuando aún es de noche...Todavía en verano que está todo petado y si no llegas pronto no encuentras dónde dormir, pero en invierno?? Muchos simplemente repiten lo que han visto a otros hacer en sus primeros días de caminata y sólo lo reproducen.
En cuanto "público" que atraviesas, hay de todo, como habrás comprobado. Gente amable y agradable que está súper agradecida al Camino y todo lo que este les ha traido y otra que es para darle una patada el trasero de lo tonta, tonta, tonta que es...Pero de todo tiene que haber en la viña del Señor, no?
Venga, sigue con las siguientes etapas que te demoras mucho!!!

Fernando Solera dijo...

Está claro que es toda una experiencia. Lo mejor creo que ha sido vuestra actitud. No entiendo a la gente que realiza el Camino de Santiago como si fuese a una guerra, preparada para el máximo sufrimiento, con altas dosis de masoquismo. La mejor actitud es la de tomarla como una experiencia positiva que hay que disfrutar lo máximo posible, aunque pueda haber momentos muy duros.

Kikas dijo...

Joder, Marqués...¡qué poco te prodigas!
En efecto, siempre me pareció una cosa muy complicada como para explicarlo en casa, tomarte una semana sin móvil, dejar a Carmen con los niños en mitad del curso...en fín
Y cuando vi que alguien lo tenía ya todo organizado...¡es fácil!
Por lo demás, gracias a dios, la única gente friky que vimos fue en Cebreiro. El resto tremendamente amable, siempre con una sonrisa y presta para un rato de charla.
Recuerdo con una sonrisa dos italianas jovencitas a las que invariablemente adelantábamos todos los días con un ¡Buen Camino!. Alguna parada con ellas en algún cruceiro y mucho error gramatical en "il mio italiano orale"

Kikas dijo...

Fernando, si conocieses a Yogui sabrías que es muy difícil tener otra actitud con él...buen humor, buen yantar y mucha retranca gallega, incluso hablando seriamente.
Así es una auténtica gozada. De otro modo supongo que es una competición deportiva y, para eso, yo ya juego en veteranos
;-)

Mela dijo...

Lluvia, viento y niebla... no seas quejica, que se junten estos 3 elementos es maravilloso.
Tu regalo sonoro fue una tremenda ordinariez.
Procuraré no salir a la calle a las 6 de la mañana.
Me ha encantado la foto del paisaje que has colocado... un sendero precioso.
¿Ves? La cena de esta etapa está bien

Kikas dijo...

Tú no sabías la zorrera que caía...
Pero eso sí...un paisaje maravilloso toda la etapa...de las más bonitas...