Y digo real hace 25 años porque hoy, y me alegro por ello, las Aulas de las Escuelas de Ingenieria, aquellas que casí no pisé, tenderán hacia la paridad entre sexos, que no géneros, como por otra parte es normal.
Y no porque los rectores y directores de Escuelas hagan discriminación positiva como el Gobierno, sino porque las chicas estudiantes se dirigirán hacia estas materias en igual número que los chicos. Y así, la que llegue será por sus propios méritos...o deméritos...como los demás.
Uno de mis mejores clientes en la actualidad es dirigido, en la parte que me toca, por una compañera de carrera (Una de las 4 ó 5 que había en mis tiempos) Tomando un café hace un par de meses me comentaba, además de actitudes de profesores hacia ella que ni aunque las hubiera visto me las hubiera creido de lo vomitivas que me parecen, que se la llevaban los demonios con todas las medidas de discriminación positiva y de paridad. Que ella, lo poco o mucho que había conseguido había sido gracias a sus propios merecimientos, y que pensar que el que pueda estar donde está se deba a un sistema de cuotas, no hace ningún bien a cualquier buena profesional. Supongo que debido a pensamientos como éste, está donde está. Si se dedicase a hacer la pelota en un partido político...por supuesto estaría mucho más arriba, pero sería mucho más inutil.
Dicho esto, vuelvo a mi juventud...
Era gente triste...no se comía una rosca. El buen estudiante de Ingenieria pasaba sin plena ni gloria a lo largo de su vida Universitaria. Generalmente, esta vida abarcaba más años que los 6 cursos en lo que estaba dividida su carrera.
Ante sus torpes acercamientos a cualquier miembro del sexo opuesto (perdona Zerolo, somos de otra generación), lo más educado que recibía era la sutil indiferencia, cuando no las risas crueles.
Sin embargo, por razones que solo la biología puede explicar, cuando se encontraba a pocas asignaturas de terminar la carrera, su cuerpo emitía flujos, como las gatas al estar en celo. Estos flujos podían ser interpretados por cuanta chica deseosa de pillar Ingeniero se acercase. Dichos fluidos constituían lo que un ilustre investigador definió como "El Síndrome del Ingeniero Terminal".
No fallaba. Tío que no se había comido un torrao desde la primera comunión, allá por octubre de su último año de carrera (Que no curso), ligaba con depredadoras sin escrúpulos que despues de las primeras salidas (Más bien salidos), lo sometían a una disciplina aun más cruel que la que los estudios obligaban.
Y el Síndrome se revelaba año tras año, cruzándonos apuestas acerca de quien sería el siguiente.
Garagorri en esto no entraba. Y no porque cursase Ingeniería Técnica, la de 3 años, sino porque era raro el fin de semana, desde que hizo la primera comunión, que Garagorri no pillaba.
Sin embargo, daba pena ver a tanto estudiante honesto, que había tenido una vida dura, caer en las garras de tanta mujer sin escrúpulos. Transitando sin pausa de la esclavitud de los estudios, a la esclavitud del compromiso.
No sé por qué hoy se me ha ocurrido hablar de esto. Yo...soy Ingeniero, pero me eché novia mucho antes...o eso creo recordar...
19 comentarios:
Mi padre me cuenta que en los años 50 había dos personas ante las que casi había que hacer una reverencia a su paso: el cura y el Ingeniero de la mina (que no sé si sería de minas).
Así que, imagino que ante un futuro Ingeniero las vampiresas nocturnas estuvieran al acecho.
Además, ¿algo tendría que ver lo de la Tuna? Por lo menos, ayudaba.
Un saludo
Esto me recuerda cuando me matriculé en Arquitectura Técnica (alias aparejadores; maldito sea el catedrático de cálculo y álgebra señor Ayuso Arranz, que las culebras jugueteen entre sus órbitas oculares) que seríamos como mil quinientos y, a repartir, como 6 u 8 chicas entre los tres cursos. Y dejando de lado a Leticia (nada que ver con la principesa) compañera de clase en primero... las demás ¡buf!
¿Y por qué no se cuadraban ante los seminaristas, digo yo?
¡Ah! Será porque ellos tenían coro gregoriano, y la tuna les quedaba muy moderno
Juan Carlos, ya veo por qué acabarías en Farmacia...o periodismo, jejeej
Efectivamente, todos tenemos un pasado
Pero yo, ennoviarme con una Ingeniera...me da que las tertulias iban a ser demasido densas...
Por cierto...no sé si mandar tu comentario al ministerio de Bibi...no me parece politicamente correcto, jejeej
jajaja buena entrada!!! Como bien sabes, soy muuuucho más joven que tú -sin ánimo de faltar o faltando lo justo- y ya en mi época se estilaba más ese sindrome pero en la versión "Sindrome del Teleco Termineitor" -disculpas por la escritura onomatopéyica pero es más ilustrativa-. Acuérdate si no de los casos de Fulanito, Menganito y como no hablar del famoso caso de Zutanito. (pa'que dar nombres ¿verdad?)
Ah! Fijate que muchos de los afectados por el Síndrome de Ingeniero Terminal también pasaron por la tuna... ¿coincidencia?
Un saludo
Tendi, yo te saco en años lo que tú me sacas en cms de cintura...o menos, digo.
No di nombres...no merece la pena.
Todos los teníamos a principios de Octubre en nuestra cabeza "Este año cae éste"
Y sí, alguno pasó por la tuna...la mayoría no, que vida dura llevaron...y continuaron llevando, ¡Vive Dios!
¿Nos vemos una tarde este septiembre?
No puedo resistirme cuando te pones tontón para pedirme una cita... anda... si... guapetón... quedemos a tomar unas cervezas :-)
Pues ya te escribo, que no quiero que se llene el bar de fans buscando autógrafos el día de la cita
Y es que la fama es lo que tiene (La de tu panza, digo)
Teniáis el pito lleno de amor después de muchos años acumulándolo. ¡Ja,ja,ja,ja,ja!
Domingo...¡eres un guarro!
Por cierto, ¿Estás seguro de que era eso lo que ellas buscaban? Porque me da que lo dosificaban...
Recuerdo a uno de esos ingenieros: se armó de valor y expuso sus cuitas en público en forma de villancico:
"Seis años llevo aquí,
en este Colegio Mayor,
por mi habitación
ninguna pasó,
lo importante es participar".
La segunda estrofa la recuerdo vagamente pero decía algo así como:
"En estas fiestas
queridos compañeros
echadme una mano
a ver si me como
algo de una vez"
La rima no era buena, pero la intención...sublime.
Con un par...
Creo recordar que triunfó en aquella fiesta de la Inmaculada y fue recibido con vivas y aplausos a la hora del almuerzo.
Pero todo lo recuerdo muy vagamente, como si hubiera ocurrido hace veinte años aunque no creo que hayan pasado más de diecinueve.
Me preocupa el catatónico y comatoso baul de los recuerdos que atesoras, 23.
Es cierto lo que dices, pero no es cierto que a este caso le podamos aplicar la existencia del Síndrome. Ese malagueño, efectivamente, despues de 6 años en el colegio, y ante su nulo éxito académico, decidió partir para sus orígenes y hoy es un reputado economista.
Es tambien cierto que, en aquella fiesta triunfó. A la hora de la comida del día siguiente, a su entrada en el comedor, recibió la ovación más cerrada, unánime e incontestable de la que yo he disfrutado en mi ya no tan corta vida, con muestras de sano reconocimiento ante su hazaña por doquier. El correspondió, con gesto torero al respetable. Si hubiese lucido montera, lo hubiera hecho, montera en mano, "comme il faut".
Sin embargo, y aunque nos salgamos de tema, para rimas sublimes, la de otro paisano suyo, motrileño para más señas, telequeitor asímismo.
Una de mis pesadillas recurrentes, cada vez menos frecuente, es que no he acabado la carrera. A veces, cuando me siento estresado me despierto sudoroso porque me falta de aprobar la Electrónica de Dispositivos de segundo, o los Campos electromagnéticos de tercero. En este sueño recurrente, nunca falta, y no sé muy bien por qué, este sublime ejemplo de Arte menor, heptasílabo esforzado, con una hermosa rima en disonante. Los escondidos vericuetos que relacionan este prodigio con el resto del sueño se lo dejo a los sicólogos.
Dice así
"La comida del Mayor,
más que comida es alfalfa.
Si no pillas una colitis,
es por lo poco que comes"
En mis largos años de ejercicio profesional he leido poesía con asiduidad, y todavía no he logrado encontrar nada equiparable.
De malagueño nada, gallego y de ingeniero de telecomunicación nada, ingeniero de caminos, canales y puertos, de carácter apocado pero aficionado a la polémica: su proyecto de fin de carrera fue el diseño de una presa que, de haberse construido, habría supuesto la desaparición bajo las aguas del pueblo de su madre.
La polémica le acompaña aún, pues después en su carrera profesional ha tenido que enfrentarse a airados grupos ecologistas por sus proyectos. Se llamaba Ricardo y hasta ahí puedo leer.
Has de saber, querido y nunca bien ponderado 23, que ese Ingeniero, a quien llamaremos Houdiny por obvias razones que se relacionan con su segundo apellido, ya vino de su pueblo con bicho, con lo que, o era un guarro, o esa bonita rima no describe su situación real, sino alguna más bien figurada.
Houdiny, como bien dices, ha tenido una trayectoria polémica. Director de una Conselleria en la Xunta, firmaba lo que el golfo de su jefe, por fotuna ya fallecido, le ponía por delante. Y así, a su jefe, como a Al Capone, solo le pudieron pillar por un "quítame allá esos trajes para limpiar el chapapote", y Houdiny cuando al golfo le pudieron meter mano, tuvo que dar más de una y mas de cien explicaciones acerca de alguna firma de la que se había beneficiado dicho golfo.
Por cierto, a nuestro común amigo Yogui, con quien por cierto compartiré bebercio este fin de semana, antiguo trabajador tambien de dicho ente autónomo pero dependiente de otra conselleria, el golfo un día le invitó a comer.
Yogui, cuyo puesto era bastante inferior al del golfo, se sintió en la obligación de asistir.
A la vuelta de la comida, el Jefe del Yogui, equiparable en estatus al golfo, le llamó al despacho y le dijo...
"Mira, Yogui, no es bueno que te vean comiendo con según quien"
Y es que en los sitios pequeños se acaba sabiendo todo.
Por último, y dado que historias de estas en el Mayor podemos contar más de mil de casi todos (Por supuesto, exceptuando a Garagorri) yo he aludido a un Malagueño, que podría ser otro. El Malagueño al que me refiero tenia un jardín lleno de flores en su segundo apellido tambien, y tú, si no te acuerdas del lance, esa fiesta debiste de querer permanecer frotando a la hora de la comida con la novia aquella que hiciste bien en dejar cuando conociste a tu actual. Sí, esa que tiene un padre que 20 años despues te sigue sin saludar cuando vas a tu pueblo...y es que en los Montes la gente es rencorosa.
Kikás, perdona el pequeño retraso (casi un año) en el comentario. Igual ya no procede, pero ha sido ahora que la has enlazado en Facebook cuando he leido la historia ...
Así que, como mejor en derecho proceda, hago saber:
1. Que el gallego, pajarero como yo, no traía bicho alguno cuando entro en la gloriosa Escuela de Caminos. Bueno, era de una promoción anterior a la mía, y pudiera haberlo tenido y dejado antes de mi llegada, pero estoy seguro de lo contrario por lo que paso a exponer en el punto siguiente.
2. Su sequía centenaria era aceptada con naturalidad por él mismo. Tanto era así que fijamos una apuesta en el pasillo: cuando Houidini mojara, nos invitaría a unas cañas a algunos de nosotros
3. La estrofa del villancico a que hace referencia Don 23, fue compuesta (no diré por quien ...) para su último año en el Mayor, y seguía haciendo referencia a su legendaria sequía goleadora.
4. Poco antes de finalizar su estancia, en la fiesta de Mayo, se vio por fin obligado a celebración. Al día siguiente bajamos a merendar algo a la Avenida de Valladolid porque no teníamos opción a los pinchos de tortilla del recordado Mourelos .
5. Mostró su hablidad huidiza y pagó las cañas y los cafés, pero los sandwiches nos lo pagamos cada uno. Esto no es coña: yo creo que otro gallego, un leonés y un ilustre central del Athletic fueron testigos conmigo de esto.
6. Creo recordar que Don 23 heredó la habitación de Houdini en la Pajarera (un gran acierto su traslado, lo mejoramos mucho). No sé si algo del espíritu asceta con que el gallego impregnó la 108 (¿o 109?) se quedó flotando en el tigre
7. ¿EL malagueño? Yo creo más bien que te refieres a un almeriense, ¿no? (y no estuvo más que un par de años).
8. Las rimas motrileñas aún me vienen a la cabeza cuando me tomo dos copas alguna Navidad.
Houidini, la historía del auténtico Ingeniero terminal que supo escapar a su destino ...
Discúlpame Pedro, por mi poca precisión en los datos. Yo te disculpo por tu laxitud en los comentarios. Un año no es una eternidad, pero se le aproxima bastante
Es posible que fuera almeriense. Ya sabes lo que siempre dije. Debajo de Miranda...Africa (Espero que no me cierren el blog), o sea, que tanto da, aunque para un almeriense dé un ardite, que diría el Capitán Alatriste.
Siempre pensé que Houdini trajo bicho de Galicia, bajito y muchas veces de negro, pero puede que las brumas del alcohol nublen mis recuerdos.
Por último, uno de Bilbao, se podría haber quedado durmiendo en la calle en Junio estudiando para exámenes, pero te aseguro que hubiese pagado esos sandwiches...de tortilla o jamón..que dicen los clásicos en sus rimas y trovas
El viejo Houdini, hoy conduciendo un Peugeot 607 siempre detrás de un puro más grande que él
Kikás, disculpas aceptadas. Y no lo digo por lo de la referencia africana, que en realidad eso no nos molesta a los que vivimos al sur de Navas de Tolosa (ojo, esta no es la de los pimientos, que los vascos enseguida os tirais al único placer que os es permitido). Porque eso de ser africano es circunstancial: en otros pocos millones de años puede que se forme otra Pangea y tengamos de vecinos a, pogamos, Nueva Zelanda. Y bailemos la haka en lugar de flamenco. Así que tú dirás: "de Miranda hacia abajo, todos maoríes" :-)
Mientras seguiremos siendo al tiempo acomplejados y condescendientes con nosotros mismos. Eso no lo cambia ni el tiempo geológico.
Para terminar, lo del puro y el 607 de Houdini me ha descabalado la idea que tenía sobre él. Siempre lo imaginé con un Mercedes (no me digas que no le va conducir uno de esos enormes), pero el puro ... Un tío al que le gustaba Madonna, por favor.
Un abrazo
Por Dios, Pedro...Navas de Tolosa, 1212, las cadenas de Navarra...en fin...aceite de oliva...nada de pimientos, por favor
Houdini, en su despacho en la Xunta, se sentaba con las piernas cruzadas encima del asiento, y no es broma...¿Te suena? ¡Menuda imagen para las visitas!
Bonita estampa para un Director General de la Xunta
Y el puro, habitual, no le entraba en la boca. Parecía un tratante de ganado en la Feria de Chantada
Hola, Ingeniero
Pues estoy segura de que esas depredadoras sin escrúpulos se equivocaban mucho... porque la sensación más hermosa del mundo es amar a alguien por cómo es... nunca por lo qué es
Publicaste esta entrada el día del cumpleaños de mi padre... 1 de septiembre, sí
Feliz tarde de sábado
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