Tengo un cliente, director de compras en Latinoamérica. Nos relacionamos desde hace un montón de años. Vive en Sao Paulo. Es un tipo duro en su trabajo, pero entrañable cuando accedes a su lado íntimo.
Recuerdo la última vez que le ví. Estábamos metiendonos un Rodizio entre Pecho y espalda. Ya a los postres me comentó que él, en su vida particular, era un comprador compulsivo.
En cuanto escuché esto, tomé un trago de aquel buen tinto de Mendoza, le miré con toda la seriedad que pude y, con el tono de voz más neutro que fui capaz de emitir y mi coña a flor de piel, le pregunté...
"Oye, fulano...¿Por qué no me pasas los pedidos desde casa?"
Esto viene a cuento porque a mí, comportarme de un modo diferente en el trabajo que en mi vida personal para según qué cosas, me parece absurdo. Además, todos cumplimos años...y Carmen no es una excepción.
Estoy hasta los huevos de cagarla año tras año y decidí que éste no iba a ser igual. Le iba a comprar un reloj de esos que no cuestan 25 €.
Hablo con mi hermana. En Vitoria me he comprado mi reloj y el que le regalé a mi mujer cuando nació nuestra hija. Resulta que llegué 5 minutos tarde porque la lista de precios cambiaba (Y no a mejor, para mí, se entiende) el 1 de Septiembre.
A pesar de que entre mi casa, las de mis hermanas y la de mi madre llevábamos comprados no menos de 8 relojes de los de muchos ceros (que a nosotros nos gustan pocas cosas pero buenas), nos debió de tocar la becaria. Hay veces que con una simple mala atención comercial te obligan a cambiar tus planteamientos de siempre. Hicieron un negocio redondo, de cojones. Me abrieron la puerta a conocer el mundo exterior. Puerta que nunca hubiese abierto a nada que se hubieran puesto minimamente a tiro.
Yo, aunque no sea Florentino Perez, he de reconocer que me gasto mis € en según qué cosas para mis seres queridos (A mí, aparte del reloj, dudo mucho que me querais por mis alhajas). Y siempre negocié en estos establecimientos el precio, que gastarse varios mil € sin discutir me parece snob a reventar.
O sea, que abandonamos nuestro establecimiento de toda la vida y me dediqué a recorrer los 8 establecimientos que la citada casa de relojes posee en Madrid. Me encontré de todo...el mismo reloj con una diferencia de precios de más de 500 € entre un sitio y otro.
Y llegué, y ahí estaba él. Tan inmutable como el establecimiento, referente de la Gran Via. En cuanto me vió llegar me caló hasta las cachas. Le dije el modelo exacto que venía a buscar y mis requerimientos. Vió que no estaba de paseo. Que deseaba invertir el tiempo justo para un adecuado acto de adulación y una oferta irrepetible. No pasaron más de 5 minutos.
¡Un profesional!
Me dió el mejor precio y le dije que le diría algo al día siguiente.
A los 10 minutos llamé a la segunda oferta. Le dije que tenía una oferta mejor y, entonces, me comenzó a tratar de tú, en plan "eres un pringao" (Estábamos hablando de más ceros de los que me gasto habitualmente en cañas, o sea, una pasta)
Me tocó los cojones. Yo aguanto a tiburones regateándome el 1% todos los días, tiburones que son luego los que no rechistan en estos establecimientos, y estos "meacolonias", se me ponían incómodos cuando les pedía una vuelta de tuerca. ¡Bienvenidos al mundo real!
Si hubiese visto los 8 establecimientos como Dª Manolita antes del sorteo de Navidad me lo explico, pero la realidad era bien otra, que la crisis pega para todos. ¡Áburridos hasta decir basta con las tiendas vacias!.
Pues no me bajó 200 € y se quedó sin compra.
Y le volví a llamar. Hablamos del reloj, de los cambios que podíamos pedir si a ella no le acababa de convencer, llegamos a un acuerdo.
Prudente le dije que tenía una oferta mejor, pero que me obligaban a pagar en efectivo. Que si me la igualaba, la venta era suya. No me pilló el farol, pero vió la intención de alguien que no bromea.
Alguien que se toma la vida en serio no deja cabos sueltos. Reuní a mis hijos y les dije en lo que estaba metido. Cada uno me ofreció 50 napos (la paga de un mes para una...la paga de medio año para el otro). Mi parte era un poco más elevada. Ya podía decir que el regalo era de los tres.
Y ahí que engañamos a la mamá el día del cumple. Estábamos paseando como quien no quiere la cosa. El bocazas de mi hijo menor dijo a Carmen, "¡mira, Rolex!". Ella dijo, "pues ya me podías regalar uno"...y visto y no visto, sin darse cuenta estábamos dentro.
Ella pensaba que iba de farol hasta que apareció José Antonio, me saludó y me preguntó..."¿Su señora?"
Se quedó sin palabras....lo cual no fue óbice para que cambiase absolutamente el modelo del reloj y dejase mi negociación sin ningún efecto. Comportarse de otro modo, conociéndola, a estas alturas, me parece Ciencia Ficción.
José Antonio, ante la multitud, pretendió retomar la ventaja que yo le había ganado en la negociación anterior, pero al ver que de verguenza yo ando escaso, asumió el descuento previo.
Como os decia, ¡Un profesional!
Este año Carmen no se quejará del regalo. Supongo que porque sabe que, por primera vez, es de los tres. No estaría bien que les metiese caña a los niños. ;-)
22 comentarios:
Qué complicado es hacer un regalo, qué difícil es encontrarse con un profesional, qué bien se queda cuando se unen las dos cosas.
Salu2
Un profesional a la altura de jean reno.
Ni te imaginas, Juan Carlos, lo que a mí me cuesta hacer un regalo. Y no solo me cuesta...me estreso desde meses antes intentando pensar.
Y cuando ya te has estrujado el cerebelo lo entregas, yo siempre con temor, jejeje, y, por supuesto...vuelves a fallar.
Por eso, este año me busqué aliados, para que diese pena manifestar que volví a errar
;-)
Hombre, Jordi, José Antonio en su vida privada no sé lo que será, pero no me dió la sensación de que fuese un asesino, jejeje
Si es que Carmen se lo merece todo...
Con ese tipo de regalos, por la de ceros que gastan, es mejor no jugársela con aficionados.
Un abrazo
Bueno, Javier...tantos tantos ceros no.
Es que yo soy de cerca de Bilbao y tiendo a exagerar ;-)
Pero cada cero que se mete...no sabes como duele
Un abrazo
Eso está bien! REGALITOS para una!, es bonito pensar en qué regalo hacer y si es caro... pues no vea! A mí también han optado por preguntarme, cosa que no entiendo mucho, porque se supone que mi marido, sin ir más lejos me conoce y sabe qué me puede gustar y que no.
jejejjejeje, nosotras somos complicaditas pero simpaticas :)jejejejej
osculos!
Malvi, pensar en qué regalo hacer es de las cosas más agobiantes que conozco...
Y, además, está la presión de que sabes que no vas a acertar
Tú crees que tu marido te conoce. Pregúntale a tu marido cuatro cosas que crees que debería conocer y verás qué sorpresa te llevas
Mejor dicho, no le preguntes nada. Es un tripero, pero me cae bien...y eso era un consejo envenenado
Me siento en la obligación de informar a todos tus amables lectores de que esta entrada tiene un valor intrínseco adicional.
Por la hora de su publicación, veo que la subiste entre la primera y segunda etapas del recorrido gastronómico festivo del concurso de tapas de nuestro pueblo de adopción del pasado sábado. Al ser testigo directo y partícipe de la segunda etapa vespertina-nocturna, admiro en gran manera que tuvieras el valor y los santos c.... de escribir y subir este testimonio en dicho momento y en tus circunstancias... Bravo maestro!!!
Ahora pienso también que quizás debí filmarte en video-teléfono cuando juntos cantábamos, a voz en grito e increíble armonía, en el establecimiento de cierre de la noche, el "Como una ola" de la excelsa cantante folclórica española Rocio Jurado. Qué bello momento!
Marqués...por alusiones...
¡Eres un cabrón!
Porque pudiendo citar el "Eres tú" de Mocedades, mientras salíamos del Garito a las 5 de la mañana, me sales con la Jurado
¿Qué van a decir mis admiradoras Rockeras? (En fín, que el ritmo de la citada copla era rockerillo, aclaro)
De todos modos, como dirían en mi pueblo....¡Qué bien lo pasemos! (Sí, sí, pasemos)
Como me gusta mi regalo de este añooooooo!!!!!
Oye... ¿que me van a traer los Reyes? ;-)
Ni sé quien eres ni sé lo que te han regalado por tu cumple, anónimo.
Tampoco soy Rappel, o sea, que si eres alcaldesa de Valencia, a lo mejor los Reyes te traen una estación del Ave. Si no...no tengo ni idea
;-)
Jajajaja!
Es buenísimo!!!! :D
No hay nada como un buen regateador y un profesional para que todos acaben satisfechos con la compra-venta :)
Küsse!!
Ya lo dijo Patxi Andion;
Si usted quiere ser macho
Le dejamos vencer
Y si usted regatea
Le seguimos también
Usted salva su facha
Delante su mujer
Y al final si podemos
La engañamos también
En fin..es un tema de que todos acaben contentos del trato...¿winwin dicen los modernos?
Kikas... he vuelto a hacerte caso y he leído esta entrada... pero creo que me vas a llamar "snob".
Nunca he regateado un precio... a mí no me llames "snob"... porque, si lo haces, te llamaré "pavo"
Algun dia tendras que hacerlo...y no sabras ni como empezar.....
Te dejare que te lleves impresa la entrada para orientarte...
Bien, muchas gracias.
Aunque no sé por qué voy a tener que regatear un día... no me gusta discutir precios
Efectivamente...
En este comentario se distingue los que sois ricos de cuna de los que somos unos meros arribistas...
;-)
Eso lo has dicho tú... no lo he dicho yo.
Y si ya te vas a poner en ese plan... regatearé la próxima vez que compre algo
Elige bien el sitio no te vayan a mirar raro...
;-)
¿Y te lo devolvió al romper peras?
Ja, ja, ja, ja...no...los chicos también aportaron...
;-)
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