miércoles, 12 de mayo de 2010

LO CARO QUE ES VIAJAR EN UNA LOWCOST. PARIS MADRID EN TREN

Había volado a París. Debido a lo que está lloviendo, por supuesto, en Low Cost. Acababa de terminar la reunión. Un mensaje en el móvil (Por lo menos, sirve para algo) Que no vaya al Aeropuerto, vuelo cancelado.

Ataco la página de AENA y veo que, aunque en el mensaje se me dice que están afectadas todas las líneas, el único vuelo cancelado de Paris a Madrid es el mío.

Supongo que como solo tendrán un avión para la ruta, si se ha visto afectado por una cancelación anterior, ya no llega a mi escala.

La secre de la central parisina es una máquina. Le pido que mire alguna alternativa. Efectivamente hay vuelos, pero ya no hay ninguna plaza. Dado que no sé como va a evolucionar el tema, le pido que mire a ver si hay un tren. Por primera vez en años observo como alguien se pone en contacto con una agencia de viajes. Mi secre echa humo, al cabo de diez minutos encuentra la última plaza en el "Francisco de Goya". Sale a las 19,45 desde París Austerlitz y llega a las 9,30 de la mañana siguiente a Madrid Chamartín. Compartimento individual. Al ver el precio me pregunto si no estaré pagando tambien la carrera de la hija del maquinista. Bueno, en avión no creo que sea mucho más barato. Me reservan la plaza hasta las 7 y cuarto porque hay que emitir el billete en papel y para la estación que me voy disparado.

Al llegar veo una cola en las taquillas para salidas inmediatas que no sé muy bien cuanta gente pierde el tren habitualmente. Es de una lentitud desesperante. Me toca. Todo confiado les indico el número de mi reserva. Intentan emitir el billete, pero es imposible. Hay un fallo informático. En la agencia nos han dicho que ellos no pueden emitir el billete sino que se emite en la estación, pero al llegar ahí el sistema detecta la reserva pero no puede emitir.

Intento que me saquen otro billete. No se puede, es la última plaza. ¿Qué hacer? La chica me dice que no me mueva de la taquilla. Esperaremos a que la reserva se cancele para sacarla de nuevo, pero que tenemos que ser rápidos porque hay 5 taquillas.

Pregunto que si me retiro, y me dice que no. Son las 7 y cinco, y me hace quedarme 11 minutos con ella dándole conversación mientras en la cola se están cagando en mis muertos en diversos idiomas.

Por fín se cancela la reserva. La chica, como si estuviese en una partida de un videojuego teclea como una deseperada. El Sistema se queda pensando.....¡bingo! Conseguimos la plaza.

Hace casi 30 años que no realizo un viaje nocturno en tren. Por supuesto, nunca en compartimento individual. De estudiante estaba yo como para viajar en primera. Al llegar me sorprendo. Mi compartimento es doble ¿Estaré pagando como los gordos en Estados Unidos dos plazas de avión? ¿O me aparecerá una rubia a compartir cubículo? ¿Y si el que aparece es un rubio que hago?

Viene el revisor y me pide el billete y el DNI. Cuando me pide que se lo saque de la cartera le pregunto que por qué. Porque lo necesita para que pase la frontera de Irún. Pero este es un espacio Schengen, le contesto. No necesito documentación para pasar a España. Si tomo un avión en Munich llego a Madrid sin enseñar ni una sola vez el DNI. Parece que en la frontera de ferrocarril de Irún no se han enterado de esto.

Me pregunta si voy a cenar, porque en el comedor solo le queda sitio para las 10. Me parece bien. Me facilita un vale de desayuno. En mi billete, aparte de pagar la licenciatura de derecho a la hija del maquinista, tambien entra un desayuno.

Doy un paseito por el vagón. Gente de otra época. No parecen afectados por el volcán. Estudiantes en butaca, parejas de jubilados en coche cama...curioso, muy curioso.

Una vez que acaba mi labor de investigación y veo que ni rubia, ni rubio, saco el periódico que compré por la mañana.

Tengo sed, me dirijo al bar. Allí, en este tren internacional, un cocinero y un camarero sacados de una película de Ozores con suecas, atienden en un perfecto español cualquier petición. Si quien se dirige a ellos lo hace en otra lengua que no sea el castellano, le responden muy educadamente, en español, despacito y gritando mucho. Que se vea que ellos hacen por que les entiendan.

La verdad es que paso una horita y media mazándome a cervezas y sin parar de reirme.

Es otro modo de viajar.

Voy a quitarme la corbata antes de ir a cenar. No sea que solo haya sopa y con el traqueteo acabe como un ecce homo.

Pulpo con cachelos, entrecot y buen vino. Me siento como en el Orient Express. La gente confraterniza entre las mesas. Noto que me gusta.

El Servicio sigue siendo de película de Landa, pero amable hasta aburrir. Acabo tomándome un whisky de malta para ver si encaro la cama de otro modo.

Me doy cuenta de que es una manera diferente, y no me desagrada.

Al llegar al compartimento, la cama ya está hecha. Sé que lo que peor voy a llevar es el no ducharme por la mañana, pero me tomo una pastilla para dormir que siempre llevo y procuro descansar.

Me despierto sobre las 4 de la mañana. Demasiado ruido, demasiado movimiento, pero me siento cómodo en la duermevela. Y va transcurriendo la noche.

A las 7 y media de la mañana me levanto. No quiero pillar cola para el desayuno, pero tengo sitio. Y me sigue asombrando la amabilidad del Servicio ¿Les habrán pinchado? De verdad que es llamativo. Todos son porfavores y gracias, ¿más café? ¿Otro zumo?

Noto que hay gente esperando y decido irme a la cama otra vez. Pero ya me han montado el compartimento. Bueno, trabajaré con el ordenador.

¿El Mundo, Pais, ABC? Joder, estos han salido el domingo por la tarde de Madrid, estamos a martes por la mañana. ¿Qué coño de periódico me va a dar éste? Recientito, recogido en Burgos, periódico del día

Es cierto que no he dormido mucho. Es cierto que llego a Madrid cansado, pero no es menos cierto que me ha sorprendido muy agradablemente la experiencia y, ¿Quién sabe? A lo mejor repito.

11 comentarios:

Carrascal Bollo dijo...

La verdad es que el tren tiene cierta magia alrededor que gusta.

Cada vez que voy a Madrid, aunque sea más caro y tarde más, prefiero el AVE antes que el avión.

Curiosamente en breve iremos a Barcelona, y una de las opciones era un viaje en tren nocturno...

Aunque creo que vamos en avión, eso sí, si nuestro amigo el Shijithjikihysjhyty deja de vomitar ceniza...

Un saludo y gracias. Esta entrada está contada con cariño Kikas, no despotricas de nadie, casi irreconocible estás ;-P

Kikas dijo...

Para viajes de menos de 3 horas merece la pena el tren lo mires por donde lo mires.
Mucho más espacio, más cómodo, puedes trabajar, no has de pasar catorce controles de seguridad ni desnudarte delante de un escaner (Aunque todo se andará)
Vaya, lamento que me catalogues como un pequeño (O gran cascarrabias), porque entonces, con la siguiente entrada que tengo a medio escribir vas a reafirmarte en lo que piensas, jejeej

Gonzalo GY dijo...

El encanto del tren no lo tiene ningún otro medio.

Hace tiempo quería escribir sobre los trenes moennnos... y esas prisas con tanto Ave y el olvido de los viejos expresos.

Igual me sirves de musa.gy

Anónimo dijo...

Compañero del Metal:

Lo de viajar en el tren Francisco de Goya Madrid-Paris y viceversa es una auténtica delicia. Es otro ritmo en el que tan importante como llegar es el estar yendo.

Para lo de la ducha debes saber (¡avaro, que eres un avaro!) que hay departamentos similares al que te dieron, pero con una cabina de labavo/ducha muy apañadita que te permite asearte debidamente y llegar a destino hecho un pincel. No recuerdo el precio, pero como sustituye al billete de avión y a una noche de hotel, no me pareció caro.

Si haces el viaje con tu señora se convierte en una escapada memorable. Como tu has dicho, la comida en el restaurante es bastante aceptable y tienen vinos mas que decentes. Este tren es un Talgo, y ya sabes que los famosos "polvos de Talgo" alivian todas las irritaciones.

Además, no me negarás que no es lo mismo llegar al aeropuerto de Orly o CdG que llegar a las 9 y pico de la mañana a la estación de Austerlitz con el día por delante.

Un abrazo.

Kikas dijo...

Gonzalo, no me jodas...musa a mis años
Deja, deja, no se fije Zerolo en mí y me elijan para una campaña publicitaria
Por favor, no cites fuentes

Kikas dijo...

O Compañeiro!!!
Antiguamente, este tren era el "Puerta del Sol", y era el que tomaba desde Vitoria a las 5 de la mañana para venir a Madrid.
Por supuesto, viajaba en segunda en un compartimento con otros 7. Si tenías suerte y no era puente o día de vuelta de vacaciones, podías pillar compartimento para ti solo.
Eso de estar a las 9,30 en Chamartín, con todo el día por delante, te daba para dormir la famosa siesta del Carnero, o sea, hasta la hora de comer. A la RENFE le echaré la culpa del desarrollo, lento como la antigua RENFE, de mi carrera.
Sí que tenía lavabo el compartimento, pero meterme entero en esa pileta de 15 cms por 15 cms me parece una hazaña propia de Gudini. Lo ultilicé, como en mis años mozos, para aliviar mi próstata sin tener que salir al pasillo en calzoncillos.
Bueno, veo que me estoy metiendo en un jardín sin que nadie me invite.
La culpa es tuya por hablar de los "Polvos de Talgo". Siempre preferí los de 4 ruedas. Menos lujosos, pero más entrañables
Espero noticias de tu disponibilidad para una buena cerveza (Pago yo, of course)

Anónimo dijo...

Compañeiro:

¿Ves como eres un pardillo? Mucho viajar con El Tendero a Las Vegas y todavía no sabes que dentro de tu compartimento, justo al lado de la entrada del aseo (pero sin haber entrado), a la altura de las canillas, hay una pequeña portezuela registrable que contiene lo que parece ser una salsera. Esa salsera es un dispositivo ideado por RENFE para que te puedas aliviar sin tener que ir a los pasillos en calzoncillos. Cuando la repones en su alojamiento tiene su grifo y todo para ser limpiada.

Se de muchos viajeros de RENFE que ignoran la existencia del adminículo y de para que sirve.

La cervecita ya está próxima. Utilizaremos el código clave "La Gitana". Vd. me entiende.

Un abrazo.

Kikas dijo...

Comprenderás que yo estoy acostumbrado a viajar con mayordomo que era el que portaba el orinal
La puta crisis me está dejando desnudo frente al mundo
Mear en un lavabo, ¿quien me lo iba a decir a mí?

Don 23 dijo...

Yo me hice ese viaje París-Madrid con mi mujer embarazada de ocho meses y fue una cosa para contar...y no repetir.

Y eso que tuvimos el compartimento para nosotros solos, a pesar de que tenía cuatro camas.

¡Menos mal!

Kikas dijo...

Coño, el aparecido!!!!
Hoy mi santa me preguntaba por vuecencia.
¿Todo ben? (Que dicen los portugueses)
Solo por curiosidad...¿Tenias algo que ver en el embarazo de tu mujer?
(Como ves, los dias de ausencia no limitan la mala leche)
¿Pero el viaje, fue inolvidable?

Mela dijo...

Kikas, al principio he pensado que se trataba de un complot... que alguien no quería dejarte salir de París ;-)
Los trenes tienen un encanto importante... comprendo que te gustara la experiencia
Lo que no acabo de entender es como sabías que el maquinista tenía una hija ;-)
¿Por qué no podía tener un hijo? ;-)
Feliz inicio de semana