sábado, 8 de mayo de 2010

LA CHINA QUE NADIE VE

Supongo que es una suerte. Ahora, con la Expo de Shanghai, parece que todo el mundo acaba de descubrir China. Lamentablemente, muy poca gente saldrá un poco más allá de los circuitos que el Touroperador de turno les diseñe.
Siempre he dicho que yo he sido tremendamente afortunado, pero que la suerte tambien se busca y se merece. Si te conformas con lo que te dan, es muy posible que no llegues más allá.

Escucho opinadores profesionales, de esos que aterrizan y permanecen 24 horas en un sitio y te hacen una radiografía exacta de la realidad de ese sitio, y me vais a perdonar, pero me descojono de risa.

China es ese sitio en el que poco extranjero sale un poquito de las ciudades, entre otras cosas porque si en Pekin (Ahora, los enterados dicen Beijing), nadie habla inglés, no se espera que en la provincia de Qinghai (pronúnciese Chinjai) vayas a a estar menos perdido.

El Chino no es una persona acogedora. Pueden acogerte de puertas para afuera, pero meterte en su casa es terriblemente complicado. Ahora bien, si uno o una de esos (o esas, no se me vaya a cabrear Bibi Aido) te meten en su casa, su amistad es para siempre.

Yo he tenido la fortuna de hacer dos amigos, dos, chinos. Una, mi ingeniera de apoyo, Wu Lan. Mi mano derecha allí. La persona sin la que nunca hubiera podido hacer un uno por ciento de lo que conseguí (Mérito mío el haber sabido ganármela, modestias las mínimas)

El otro, el único ingeniero competente y honrado de mis clientes, Yu Heng. No estaba afiliado al partido...no pillaba. Le bastaba con la curiosidad, como a mí, de conocer gente diferente y enriquecerse con ese conocimiento.

A mis socios chinos siempre se lo dije. Pídeme lo que necesites, yo haré mis cuentas, y si nos interesa a los dos, nunca, repito, nunca, me digas en qué utilizaste el dinero, que no me interesa para nada. (Supongo que es esa doble moral de la que me impregné de tanto ir a Estados Unidos, o de tanto escuchar a Felipe Gonzalez despues de que le dijese a Barrionuevo "acaba con ETA y no me cuentes cómo")

Gracias a estos dos amigos he realizado viajes de ensueño. He estado en sitios en los que ninguno de los que me leeis estareis en la vida, y no sabeis lo afortunado que me siento. Y sí, he conocido China, esa que ningún extranjero ve. No es que sea más espectacular, pero sí más real.

Me he desplazado por ese medio rural, en el que la miseria campa, y la gente subsiste como en España hace 60 años. He visto ojos de niños escrutarme como el Jevi escrutó al primer negro que vió en su vida, y me he sentido un animal de circo al bajarme de un autobús mientras la gente se acercaba para hacerse fotos conmigo como si fuera un extraterrestre.

Y creedme, no he subido mi caché despues de ello


Hace más de un año que no voy...y lo echo de menos

3 comentarios:

Javier dijo...

Envidia y tristeza es lo que me produce leer este post.
Envidia por poder disfrutar las cosas tal como son, sin manipulaciones ni edulcorantes, y tristeza porque parece que se está recompensando a China (Olimpiadas y Expo). Es lo que tiene que prime lo económico.
Un saludo

Kikas dijo...

Sí Javier, se recompensa a China, a Rusia, a Arabia Saudí, a Venezuela...
Pero no solo en razón de la economía...A Pakistán, al actual Gobierno de Afganistán...
Es lo que tiene la Geopolítica
De todos modos, créeme, la China real, 100 kms más allá de Tiannmenn, llama, y poderosamente la atención.
Es lo que tiene estar gobernado en vez de por un régimen comunista, por un régimen de partido único.
En otros sitios, por lo menos, la sanidad y la educación son gratis
(Y para nada estoy defendiendo los regímenes comunistas, pero en otras latitudes, por lo menos, intentan guardar las apariencias.) Aquí saben que el pueblo es sumiso

Mela dijo...

Kikas... Pues es posible que esta China real de la que hablaste, me gustara más que la China espectacular... y es que los medios rurales me atraen
Buenas noches, extraterrestre ;-)