
Para descubrir que tengo un
saque importante, no hace falta contratar al Teniente Colombo….ya os lo digo
yo. Es más, el título de esta sección lo apunta….
Y he de decir que siempre
fue así. En casa me acostumbraron a comer de todo, y cuando digo de todo, digo
de todo….
De bien pequeño recuerdo la
sopa de rata de agua, exquisita, que no debía ser tan extraña cuando Delibes la
dedicó un libro. Lo de las ancas de rana, también presentes en mi niñez, una delicadeza…

Llamó a mi madre a capítulo….
“Doña Merche…yo necesito
trabajar….pero me niego a limpiar todos esos bichos…”
La pobre mujer se pensaba
que tenía que limpiar las angulas una a una….
Si hay un sitio donde nunca
comí bien ha sido en Inglaterra. La primera vez que fui tendría 13 años. Eso de
desayunar alubias pintas con tomate en una tostada…no sé…no lo veía civilizado.
Todavía recuerdo con pavor aquel mes. El segundo domingo pusieron pollo. Creía
que iba a ser mi oportunidad….Vana ilusión…de todas las partes, me toco la del
Chiste….
Para Zapata, la pata…para
Zabala, el ala….para Angulo….”
Y ahí acabaron mis recuerdos
gastronómicos de ese primer mes en el extranjero…¡Qué poco imaginaba entonces
que sería el primero de tantos!
Siempre recurro a lo mismo
pero, el país que me abrió los ojos de verdad en esto de la comida, fue China.
Nunca sabía lo que comía, y casi todo me gustaba…menos las patas y las cabezas
de pollo, con el pico y las uñas…que ellos devoraban.
La única comida que no
soportaba era el desayuno. Acabé acostumbrándome a desayunar tomates crudos,
ante su cara de sorpresa, ya que nunca les echaba azúcar (Para ellos, el tomate
es un postre, y se lo toman con azúcar…en fín…lo mejor la salsita….puagggggg)

Aquella noche, durante la
cena, me pusieron el menú en inglés por primera vez…como medida de presión. Y
los muy cabrones no se cortaron pidiendo exquisiteces…
Pero si eso era todo lo que
tenían para doblegarme….no fue suficiente… Despues de ver el menú, y os voy a
ahorrar los detalles, simplemente me fijé en cómo comían los demás, y actué del
mismo modo…Escasa munición para una guerra nuclear…
Allá donde viajes, hay
especialidades que sin duda te sorprenderán. Siempre digo que los pueblos, a lo
largo de los siglos, se convierten en sabios. No me cabe duda de que los chinos
toman el agua caliente (Sí, sí…caliente, casi hirviendo), para luchar contra
las infecciones a través del agua. A ellos les sorprende muchísimo que tomemos
el agua fría.
Cada vez que traía clientes
chinos a España, las explicaciones a los camareros cuando me pedían un vaso de
agua, y el agua debía de ser de la cafetera…más de un camarero se ha pensado
que me estaba quedando con él, ante mi cara de poker y de hombre de mundo…
Lo de los picantes, lo he
comentado muchas veces, se da principalmente en países calientes o tropicales
y, estoy seguro que al principio, era para poder tolerar el que los alimentos
estuviesen en mal estado. Se da en el Sudeste Asiático, en Singapur, en Africa,
en México…
En España, costumbre
madrileña, el pescado lo acompañamos de limón, cosa que, cualquier cocinero,
nos dirá que es una aberración. Sin embargo nos hemos acostumbrado. ¿Y eso por
qué? Siguiendo mi teoría para, hace décadas, poder tragar el pescado al llegar
a la capital, ya no tan fresco…
Los chapulines, una especie
de saltamontes que se toman fritos con sal de gusano de maguey, conservan un
delicioso sabor agridulce y ahumado…
En México, en un
restaurante, darás por seguro que no hablas el mismo idioma. Será difícil que
un comensal español sepa identificar, sin ayuda de un local, ni el treinta por
ciento de los platos, siendo terriblemente generoso.
Nos encontrábamos en la
provincia de Gansú, en la China Hiper profunda. No recuerdo, demasiados años,
demasiados viajes, demasiados clientes, si estábamos en Lanzhou, la capital de
la Provincia, o en Baiyin, a orillas del impresionante Río Amarillo, haciendo
honor a su nombre, tal es el color de sus aguas debido al lodo que arrastra. Me
había venido a recibir el Alcalde de la ciudad. Fuimos a comer…
A mitad de la comida aparece
la estrella. Una tortuga de más de medio metro con caparazón y todo. Quince
pares de ojos mirándome.
Al seguir haciéndome el
remolón, el Alcalde me indica que hasta que yo no comience, el resto de
comensales no podrá disfrutar del festín
Por suerte, nada de eso
ocurre. Mis herramientas van al medio, pinzan un trozo de carne y, al metérmela
en la boca, quince pares de palillos se abalanzan sobre el pobre bicho…
Con el hígado como si fuese
paté de oca, firmaré el contrato. Y mi jefe nunca me preguntará qué hice para
conseguirlo. Y por mí, mejor. Estoy seguro que no me creería, y no hay nada
peor que un jefe piense que le estás ocultando algo…
30 comentarios:
Creo Kikas, que leido lo leido, si algun día, remoto, muuuuy remoto, viajo a estos lugares, me llevaré unas lonchitas de jamón ibérico envasado al vacío, yo como que esos bichillos no los tomo.
Genial y divertida entrada.
Besos.
Tuve un amigo que iba mucho por China y llenaba la maleta de latas de sardinas...
Es muy cansado, créeme
;-)
Kikas... yo no sé cómo comprar esta revista y, tú, no lo explicas
La gente que come gusanos, saltamontes, tortugas... etcétera, etcétera... deben ser caníbales
Y no voy a comentar nada sobre tu foto con tenedor y cuchillo en mano... me la he descargado para reírme de vez en cuando
¡Menuda pregunta!
A ver como puedo explicarlo. Las revistas se suelen conseguir en los kioscos....
Entropias no es el Hola, pero en Castellón, en algún Kiosco del Centro, estoy seguro de que la encontrarás....
Por cierto, de que cosas tan extrañas te ríes tu.....
Es imposible y es conveniente que cuente hasta un millón antes de contestar a este comentario
Me llevará un tiempo contar porque, a lo mejor, no sé contar... soy demasiado torpe e inculta
Y, sí, seguramente me río de cosas extrañas... me lo haré mirar
Ah, pues yo allá donde voy... pruebo la gastronomía local. Vamos, que también tiendo a probar el dolor de barriga e incluso la diarrea del viajero que doy fe no tiene nada que ver con el agua.
Besos
Lo que hay que hacer para mantener un trabajo!!... Yo estaría feliz probando todo.
Saludos Kikas
Dicen que la tortuga es plato exquisito. Y no dices si te gustó o no (supongo que estaría cocinada y no cruda,,,).
El picante, como el limón, es para disimular que la vianda no esté suficientemente fresca (y en mi caso, para tragar el hígado empanado). También vale la pimienta y el pimentón para conservar las carnes, no te vayas lejos de España: mira el chorizo (picante por favor), salchicha, adobos; desde luego que pueden mejorar el sabor, vaya que si, pero lo principal es que se conserven.
Realmente hay que hacer verdaderos esfuerzos para conseguir aquello que uno quiere, pero yo seria incapaz de comerme esas cosas que tu llamas delicatessen, ya al verlas se me hace un nudo en el estomago, supongo que si hubiera hambre a lo mejor haces el esfuerzo pero si puedo pasar mejor.
Besos
Siempre he pensado que tenemos que sacarnos las manías a la hora de comer, adoramos los caracoles, pero no comeríamos ciertos bichos en el extranjero. Yo reconozco que soy maniática, todo lo viscoso no me va. Suelo pensar que, como me educaron como vegetariana (ahora ya no), hay animales a los que ni acerco a mi boca.
No sabían los chinos con quien se jugaban los cuartos... Intentar que tú te asustes con comida o gintonic es perder seguro.
Un abrazo
Existe un lugar maravilloso en el norte argentino; su esplendor se despliega entre valles y montañas, el vino del lugar es, le diria, casi un nèctar, y alli, solo allì puede saborearse el bocado màs celestial de los bocados terrestres: la empanada salteña. Una vez que Ud haya probado aquello, puede contarnos todo esto. Saludos
No cuentes con decimales, Mela...se te puede hacer larguísimo...
;-)
Solo he tenido diarrea en Nueva Delhi, Silvia.....
O sea que no probaré la gastronomía local, haciendo caso del aforismo..
;-)
Otro día te cuento lo de los sesos de mono vivos, Norma....
;-)
Sí Juan Carlos...
Que si escribo de chorizos me iban a dejar destrozar una revista....
Ilesín....hay veces que lo mejor es cerrar los ojos y para adentro... créeme...hasta te llegas a sorprender....
Me alegro haberte conocido en esta segunda etapa, Ses...
Hubiéramos discutido en la anterior..
;-)
Javier, lo dices con una seguridad como si lo hubieses comprobado en persona....
;-)
En fin....
¿Usted, Estimada Simona, me habla de esas empanadas que hay que rellenar con carne cortada a cuchillo para que sean más jugosas?
Me parece que las he probado en Chicoana...Me comentan que hay muchas veces que la gente ya no las corta a cuchillo, que les da pereza.... y que las hacen pasar por auténticas...
Del torrontés hablamos otro día...
¡Y yo que pensaba que la revista se compraba en internet!¡No seré imbécil!Lo extraño es que nadie más te haya dicho nada sobre la foto ¿no la habrán visto?Yo me como cucarachas crudas,soy peligrosa en serio y en broma.
Pero qué manía....
Las revistas se compran en los kioscos...
Las únicas que se compran por internet o correspondencia son las porno, para que nadie te vea con la revista por la calle, y te llegan convenientemente empaquetadas en un envoltorio discreto....
Por cierto, cuando quieras, piratilla, montamos una merendola.... a ver quien es más peligroso
;-)
Jajajajajaja, me he inflado a reìr con la manera que tienes de contar las cosas, me parece estar sentado en cualquier bareto ante una bebida larga.
Dicho lo cual, que es de justicia, te diré que lo que más me ha llamado la atención es lo de que los chinos toman el agua caliente ¡menudo purgante!
Por cierto que en la última foto se te va más desmejoraíllo, ¡donde se ponga un buen chuletón de Ávila!
¡Cuídate, sobretodo el estómago!
En fin, Tracy...es que no sé contar las cosas de otro modo...ojalá fuese Góngora...pero soy más quevediano, y no por mis gafas bifocales...
;-)
Tú no tienes un estómago, Kikas: tienes una hormigonera. Qué barbaridad, hijo mío. Menos mal que ahora estás entrando en razón y te me estás quedando hecho una sílfide.
Fernando, comienzo a tener ganas de compartir un condumio....
No serias el primero entre mis ciber amigos...
Ya sabes, para juzgar, hay que conocer....
;-)
Puaaaaajjjjjj!!! Antes me como las piedras...por diossss..¿cómo se pueden comer esos bichos? Me parece que no iré nunca a esos países aunque me paguen por ello.
Un abrazo y buen finde.
Si te pagan es incluso mejor....
Qué va, Kikas, no habríamos discutido. Era vegetariana de nacimiento, no me dejaron elegir, nunca he batallado por ello, todo lo contrario. Además, la gente come lo que quiere, nunca me meteré con ello (a no ser que te mate, se entiende).
El comentario iba con un poquito de mala leche, Ses...
(Y este tambien)
;-)
O en tono de broma, no nos pongamos trágicos.....
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