MIS ADIDAS GYM

Tenía 12 años. Nunca fui un seguidor de modas ni mucho menos, pero aquella me cautivó. Mis compañeros de clase comenzaron a venir a clase con unas zapatillas de deporte que me parecían la cosa más bonita del mundo.

Comencé la labor de zapa con mi pobre madre. Pero eran otros tiempos y, aunque pertenecía a una familia en la que que nunca nos regatearon un libro y tampoco faltó jamás buena carne o pescado a la mesa, ciertos lujos se tenían como eso...lujos.

Los de Vitoria decíamos que Zulaica era, "la tienda más grande de deportes de todo el Norte de España". Era y es una tienda, que ocupa el bajo de casi una manzana y donde seguro que podrás encontrar todo aquello que puedas imaginar.

Cada tarde, a la vuelta del colegio, me quedaba fascinado mirando las tres fachadas del escaparate. Me lo sabía de memoria, con precios y todo. Cada vez que había un mínimo cambio, la temporada de esquí, o la de natación, ahí estaba yo aprendiéndome de memoria todas las modificaciones.

Estaba el apartado de los naipes, el de los trofeos, el de los instrumentos de montañero (armónicas, jejej), el de frontón, inmenso, el de....¡hasta balones de Rugby había!

Mi labor de acoso y derribo dió resultado. Mi madre, esa primavera del 76, despues de unas buenísimas notas en la Semana Santa de 6º de EGB, y de un marcaje insistente por mi parte, me compró esas maravillosas ADIDAS GYM. 625 pts de las de entonces (Un poco menos de 4 € para los de la LOGSE)

Los pijos de verdad llevaban las ADIDAS ROM, costaban unas 800 pts (Un eurillo más), pero eso estaba fuera de lo que yo razonablemente entendía que podía conseguir. Siempre he dicho que solo hago las guerras que sé que gano, desde pequeñito. Esa era una guerra perdida, no merecía la pena ni siquiera intentarlo.

El hombre más feliz del mundo, con mis pantalones cortos y mis ADIDAS con calcetines de tenis. Creo que no me las quité hasta Septiembre...y todavía me duraron más, cuando los niños destrozábamos más calzado de lo que yo he visto destrozar nunca a mis hijos. Claro, pero es que entonces había árboles, y monte, y bicis, no como esos suelos mullidos en las urbanizaciones para que los niños no se hagan daño si se caen, no vaya a ser que tengan una herida en la rodilla y haya que ir a urgencias, que luego nos preguntamos por qué esta sociedad cada día fabrica más imbéciles por metro cuadrado.

JA acaba de terminar 5º de primaria. Su calzado de deporte nunca ha ido más allá del Carrefour o el Decathlon. Las últimas deportivas le han durado exactamente 15 días de campamento.

Y hoy se ha ido con su madre a comprar otras. Y he visto que le han comprado sus primeras ADIDAS. Y se me han venido estos recuerdos a la cabeza. Y como uno es un sentimental, aquí me teneis, con sonrisilla soñadora de gilipollas.