Un Artista del alambre

Esto sería hace unos 10 años. Estábamos demostrando un equipamiento Audiovisual y una TV (Televisión, no travestí), quería probarlo en un directo, con lo que decidimos utilizarlo en un partido de futbol.

Dado que el partido era el sábado a las 8, el miércoles, los Ingenieros del cliente y los nuestros, fueron a planificar los medios. Tantos microfonos de ambiente, las camaras situadas donde sea, las unidades móviles con estos medios.... Lo dejamos niquelado.

El sábado a las 4 apareció, lo que sucede siempre, el realizador del evento. Se le ocurrió que tenía que colocar una cámara en lo alto del graderio, en una estructura metálica, para realizar un picado del balón en el centro del campo al principio de cada parte. Toda la gente sensata involucrada, que habíamos acudido el miércoles (él no), le hicimos saber que eso no era posible en ese momento. No había tiempo material y que si tan importante era, o bien, podía haberlo solicitado el miércoles, o bien lo podría hacer en la siguiente retransmisión.

Este cabrón, ni corto ni perezoso, llamó al inútil del D.General de la Tele, otro patán, quien obviando cualquier criterio de prudencia, nos puso firmes a todos.

Y ni cortos ni perezosos, porque el tiempo apremiaba, hubo que llamar a los bomberos, una escalera especial...en fin, bonito cristo para que este tio jugase.

Realizó su estupenda retransmisión, aunque no consiguió ningún EMY, con dos picados, más otro de un gol.

Al cabo de un año, acuden mis clientes técnicos, a los que se había unido este individuo no sé en premio a qué, a Las Vegas donde se celebra durante el mes de Abril una de las Ferias Audiovisuales más importantes del mundo. Dado que estabamos detras de un proyecto importante, les acompañé a varios espectáculos y fiestas.

En una de ellas nos solicitaron acreditarnos, y pedí el DNI y o el Pasaporte. Pues bien, imaginad la profesión que aparecía en el DNI del Fulano

¡¡¡ARTISTA!!!

Solo a un panoli como aquel se le podía haber ocurrido semejante chorrada al escribir los papeles en la Comisaría

Las risas que nos cruzamos el resto del grupo cuando lo comenté en petit comite eran como cuando estabas en el cole, sabías que no te podías reir y no sabias que hacer.

¡Menudo hijoputa!