Esta historia, para variar, es breve como ella sola (Ya me encargo yo de adornarla para que se alargue). Pero a 23 no le importará que desvele este pequeño secreto que me ha recordado esta mañana.
23 tiene estos recuerdos taladrados, y con un buen tirafondo, fijados a su cerebelo. A Pelaez se le había olvidado, según me ha confesado esta tarde por teléfono.
Primera noche de 23 lejos de Momó (Pronúnciese Momó), en los madriles. Hora de la cena.
23 aparece raudo en zona común donde le intercepta el cabrón de Pelaez que a su vez está acompañado del Jefe de Estudios, Menendez.
Pelaez no se presenta, pero exclama; "Vaya, vaya, un Nuevo. ¿Cómo me llamo?"
23, perdido, no sabe donde meterse. Le habían comentado que había mucho pirado suelto por ese pequeño ecosistema. Parece que ha dado con uno.
Pelaez, haciendo gala de esa agresividad comercial que le hará famoso años despues, es decir, que donde pilla presa no suelta ahí le maten..."Bien, bien. Así que el Nuevo no sabe quien soy"
23 comenzaba a captar, en primera persona, el sadismo de Pelaez. Pelaez capta el terror en el Nuevo (Ojo, señor Nuevo, con mayúscula)
"Nuevo, túrbese. No, más, túrbese más. Le quiero ver más turbado".
Y el Jefe de Estudios, Menendez, sentado en el sillón bajo el tablón de anuncios de rugby "Oye, tú, sí tú. Tú no tienes por qué aguantar esto, ¿eh?. Quéjate al Jefe de Estudios, quéjate al Jefe de Estudios, hombre".
¡Ay, qué tiempos!
De eso, solo han pasado, 24 años.
23, perdona por la indiscreción, pero no he podido resistirme.
12 comentarios:
Te ha faltado decir que Peláez tenía (y tiene) un vozarrón de ojeador de caza mayor y que no se estaba quieto ni un sólo momento, ejecutando un movimiento en forma de ocho alargado, levantando los brazos hacia arriba, agitando la cabeza y mirando a todas partes salvo a 23. A 23 le pareció que hablaba con el sobrino pirado de Jesús Hermida. ¿Terror? Es que era para cagarse, oye.
Sentado en un sillón observando la escena, mi presunto protector, Menéndez, un manchegazo que parecía fijar la mirada veinte centímetros detras de tí, como atravesándote, con más picaduras de viruela que cráteres hay en la luna y cuya voz, intentando ser de padre y sonando a "El Padrino", testimoniaba las largas noches encerrado en su habitación, bajo la luz del flexo y una nube de humo de cigarrillo, en aquellas reuniones de cavernas en las que cada uno se llevaba su silla como en los velatorios de los pueblos, en compañia de otros tres y algún mirón y cincuenta y dos cartas con figuras rojas y negras. "Entonces sí que eramos Mafia, pero Mafia, Mafia", me confesaba en mis conversaciones con él años más tarde cuando venía a dormir a un apartamento que, mientras hice el servicio militar en Campamento, me prestó la novia de guerra de mi abuelo.
Sí, ¡qué tiempos!. Como te he dicho esta mañana, no son 24 años, sino veintitrés años y trescientos veintisiete días que hace que el 23 conoció a Peláez y viceversa, pues fue un miércoles once de septiembre de 1985 (cuando la apuesta de la Lotería Primitiva, iniciada en Junio de ese año, costaba cinco duros y Septimo Sello quería echar a todos los paletos de Madrid y en México ocurrió una semana después el mayor terremoto de su historia, aunque no se ha podido demostrar que hay una relación entre este acontecimiento luctuoso y el encuentro de 23 y Peláez), cuando Peláez le dió a 23 (turbado, turbadísimo, más turbado que una princesa medieval en presencia de un vikingo desnudo) el bautismo de fuego. El de agua se lo había dado la noche anterior su señoría el senador por no acordarse del apellido de la madre que lo parió.
Tiene cojones que me acuerde del día exacto en que te conocí y no me acuerde del día exacto en que conocí a mi mujer.
Ya veo que como ahora viajas menos estás iniciando un nuevo viaje hacia ese pedazo de cabrón que llevas dentro. Lo que llaman los budistas "el viaje interior". No, no me dés las gracias, para eso estamos los amigos.
Menos más que vas a volver a viajar muy pronto.
23, los delitos de lesa humanidad no prescriben a los 20 años, es más, no prescriben nunca.
Haces mal vengándote del mensajero e identificando a Pelaez conmigo, cosa que, desde luego, es incierta por no decir falsa directamente ¡Si lo sabré yo!
A ver si voy a recibir una llamada del Tribunal de la Haya.
Ya sabes, si esto hubiese ocurrido en nuestros tiempos tú serías un joven intelectualmente violado, Pelaez un sádico maltratador, y Menedez un encubridor asqueroso. Y Bibiana Aido y la Pajín, se echarían al cuello de los mismos reclamando justicia. Solo nos falta Zerolo infiriendo un presunto comportamiento homófobo en Pelaez.
Por cierto, la madre del Senador bajaba en presente del subjuntivo con más gente, y con acento agudo.
Y yo que creía que el fuerte de Pelaez era impedir que los Nuevos se cayeran entre dos baldosas....
Eso, Comodillo Noble Desciendán. Eres un monstruo con los jeroglíficos.
Lo del mensaje anterior ha sido un lapsus. Quise decir:
"Tiene cojones que me acuerde del día en que Peláez conoció a El 23 y no me acuerde del día en que conocí a mi mujer".
Y a partir del número 43 de zapato, se caían todos los nuevos entre las baldosas.
Pues muy mal hecho, 23. Porque de esos errores luego nos lamentamos todos.
Yo conocí a Carmen un sábado 3 de Noviembre de 1984. Esto quiere decir que este año hará 25. Y me propongo celebrar el sábado 7 de Noviembre un guateque de los 80 con los que se apunten....¿Te apuntas? No se que me dijiste de Charleroi y Ryanair hace dias.
Por cierto, menos mal que Pelaez, en el fondo, era buena persona y evitaba que los nuevos se esmorrasen entre las baldosas...
¿Un guateque de los 80? ¿De esos en los que el presidente de la comunidad de vecinos avisaba a la policía?
Me apunto y si hay redada diré que mis trajes los pagué en metálico.
Me apunto la fecha y a ver si puede ser.
Un abrazo.
23, no te creas guay, que diria mi hija;
La Policia no es tonta y todos sabemos que en Los Yébenes, los trajes solo se han podido pagar así, de toda la vida de Dios. Sacando el fajo de billetes de dentro del cinturón, como los primos del innombrable en la Feria de ganado de Ciudad Rodrigo.
O así o a cambio de un par de conejos....de monte, que te veo venir
Aunque vivas en Flandes, los orígenes son los orígenes
Tengo yo un compañero de trabajo, de Babia él (montaña leonesa, donde iban los reyes leoneses a descansar, por lo plácido y bonito que era y es el lugar, de ahí la expresión "estar en Babia") que presumía de no haber pagado nunca nada (coche, casa, y demás) sin haber puesto el fajo de billetes ahorrados encima de la mesa. Dice que en los pueblos la gente es así: ahorra y compra cuando tienen el dinero, y no como los paletos de ciudad, que nos endeudamos hasta las cejas para comprar casa, coche y vacaciones en el Caribe (o en Lugo). Si va a resultar que los "pueblerinos" siguen sabiendo más que mucha gente con Máster..
Si, eso del fajo de billetes, me suena de algun politico en medio de una comida con constructores, aunque los billetes no se ponian encima de la mesa, sino debajo, en un maletín.
O sea, que al final los más listos, o listillos, van a volver a las esencias.
Luego con esos billetes, del constructor o de la farmacia de tu mujer, te vas a comprar trajes, que eso de la Visa es un incordio.
Ahora, a ver quien es el guapo que pregunta por la contabilidad de la farmacia de la mujer
Yo, por colaborar con Hacienda, nunca compro en farmacias que me digan que no tienen para cobrar con visa. Me parece un cachondeo que un sitio al que puedes tener que ir en una urgencia no disponga de un medio de pago que ya es más que cincuentón.
Yo pago, por costumbre, al contado, que no necesariamente lo mismo que en metálico. Esto se debe a que en Flandes se usan mucho las tarjetas de débito, que aquí llaman Bancontact. El precio de lo que compras se carga de inmediato en tu cuenta corriente y no te deja gastar más de lo que tienes en la cuenta.
En mi pueblo, pago en metálico, claro. También por costumbre. Y en general, sólo pago con tarjeta cuando por alguna razón fiscal, me interesa demostar que he estado en algún sitio, que cuando recibes renta de tres países dos días más arriba o más abajo pueden suponer tener que pagar un 10% más de impuestos.
Además, que como Kikás sabe, a mí no se me da bien pagar con tarjeta. Será que, como no tengo costumbre de utilizarla, no sé como funciona.
Y no creas, Jevy, que mi costumbre de pagar en metálico tiene que ver con un deseo de evadir impuestos. Es que los billetitos de papel sirven para pagar, funcione la conexión con tu banco o no, tenga el establecimiento TPV o no y además, el establecimiento no tiene que pagar comisión a Visa o a Mastercard por que tú quieras ayudar a Hacienda.
O sea, que eres como una multinacional, que recibes rentas de mas de dos paises
Efectivamente, mi hija diría que te crees guay
¿Y, así de potentado, Risky business no necesita un director coimercial?
Tu lo que eres...en fin, no diré lo que eres...pero como se entere Pelaez...te salen escamas
Kikas... los secretos, por muy pequeños que sean, no deben desvelarse
Aunque también pienso que el mejor secreto es el que no se cuenta a nadie... y 23 no es que te lo contara... es que te lo recordó ;-)
Buenas noches, Peláez ;-)
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