miércoles, 23 de abril de 2008

SEXO EN BANGKOK

Os he de contar que, hasta ahora, generalmente, casi siempre viajaba solo. (No es el caso de mi compañía actual donde acompaño a vendedores de mi equipo en casi todos los viajes). No os podeis imaginar lo solitarias que son muchas jornadas cuando llegas al hotel ya a una hora que poco puedes ver, y te queda que te digan un restaurante, un gintonic, un pis y a la cama.

Eso hace que, si viajo con alguien o, allí donde esté, me encuentre con alguien, bueno, que me apunto a una ronda de aspirinas. Donde me digan, ahi voy.

Debo de tener fama de maricon, (perdon, homosexual, gay, lo que querais, que me vendrá la agencia contra la discriminacion sexista en el lenguaje y me van a joder), porque he acompañado a gente a muchos sitios y, bueno, creo que os he explicado muchas veces que a mi, no es que sea San Pedro pero, que sexo por dinero, es que no me pone nada, nada (Ese escocés que todos llevamos dentro) (Claro, si digo catalán me vendra la agencia contra la discriminación por tópico en el lenguaje, ......)

Pues eso, estaba en Bangkok. Tailandia, paraiso del turismo sexual. Allá donde los depravados gringos y europeos van a comprar aquello que aquí son incapaces no solo de conseguir, sino siquiera de pedir ¡Cabrones!

Me encontré con unos empresarios sevillanos muy majos en el bar del hotel. (Blanca, no dije que todos los sevillanos sean así, por Dios, sino que estos eran asi).

¿Donde vamos? ¿Te vienes al Patpong?.

El Patpong es esa zona de Bangkok que sale en todos los reportajes de Tv, petada de garitos donde mujeres desnudas lanzan bolas de pingpong con sus musculos pélvicos, o muestran cualquier espectáculo que os podais imaginar, por muy degradantes que sean, pero bueno, es donde se va.

Ahí que nos dirigimos. Entramos en un garito a tomar una copa e, inmediatamente nos sentamos en la barra. Allí apareció la encargada del local y nos puso a una chica al lado de cada uno. Mis compañeros de noche se animaron instantaneamente. (Creo que era su primer viaje a Tailandia, y, la verdad, tampoco me daba que hubiesen viajado mucho) A mi, pues bueno, estar al lado de alguien con el que eres incapaz de comunicarte porque mi Thai es mas bien escaso (Por favor, gracias, buenos dias, una cerveza..... Eso si, la terminacion es diferente si la pronuncia un hombre o una mujer, con lo que tienes que aprenderte el doble de vocabulario, no solo para hablar tu, sino para entender lo que te cuenta otr@), y su ingles que no pasaba de "massage, body-body", pues eso, fracaso total.
La encargada, una profesional, se dio cuenta de que lo mio no eran las chicas con lo que, no se de donde, sacó una niña que no debía de tener mas de 12 años y me la plantó al lado. Ahí ya me comencé a sentir realmente violento. Mi lenguaje corporal, más explícito, dando la espalda a la pobre criatura a la que obligaban a prostituirse quién sabe por qué miseria.

Esto no arredró a la encargada¡La cantidad de barbaridades que ha debido de ver esa bruja!. Retiró a la niña y, en su lugar me puso un niño, de no más de 10 años. Eso ya fue superior a mis fuerzas. Me despedí de mis compañeros ocasionales que, a esas alturas ya debían de estar haciendo apuestas sobre el seminario del que había salido, y me dirigí a la puerta.

Antes de salir del local vomité. Era lo menos que les podía dejar de recuerdo a los dueños.

Y eso sí, en Occidente con nuestras discusiones bizantinas acerca de derechos de la infancia, de la mujer, etc, pillándonosla con papel de fumar mientras nuestros compatriotas ayudan a que, donde no lo vemos, sucedan las mayores aberraciones.

Y es que creedme, nuestro mundo...no es el mundo real

11 comentarios:

Malvi dijo...

Madre mia, nuestro mundo no es el mundo real, tienes razón.... Qué fuerte de verdad.

Niños ahí... Esque esos pobre niños deben tener la mente... destrozada, ¿de dónde los sacarían? Y esa mujer no tiene corazón? vaya vaya... de verdad que como dice mi abuelo "Este mundo está descompuesto"

un beso

Malvi dijo...

Por cierto, yo también hubiera vomitado

Kikas dijo...

Malvi, por Dios, despierta...los sacan de la calle, de ahí mismo...Hay a patadas y son afortunados porque llevan un plato de arroz a casa para cenar.
Y esa mujer no tiene corazón, pero tampoco le importa.
Los que sí creen que tienen corazón y me lo como a tiras, son esos occidentales que financian todo esto. Encima volverán a su casa y se pensarán que son seres humanos, los muy hijos de puta.
Ya sabes, si no hay comprador...es difícil que haya venta

Anónimo dijo...

Yo he estado varias veces y es la primera vez que oigo tal cosa... Hay una seguridad enorme Y mucho respeto sobre los menores

Kikas dijo...

Gracias por tu comentario, anónimo.
Yo no he estado muchas veces. Solo 8 ó 10, siempre por negocios. (Hay sitios donde realmente he estado muuuuchas veces)
Lo único que te puedo decir es que esto no me lo han contado...lo sufrí en primera persona. Ahora bien, no me volvió a pasar. No di esa oportunidad...
De seguridad, por su puesto, no he dicho nada (De la mía, se entiende)

Mela dijo...

Kikas... no serían unos empresarios sevillanos tan majos cuando frecuentan locales como el que has descrito.
¿Cómo se te ocurre ir a un garito así?
Allí no puedes ver nada bueno... mejor te quedas en el hotel... escribiendo, leyendo o escuchando música.
La culpa fue tuya por ir

Kikas dijo...

No fui...me llevaron....
Eso sí...salí solito...

Mela dijo...

No salgas con excusas sencillas... no creas que me vas a engañar tan fácilmente.
No te llevaron atado... y desde fuera ya se sabe lo que puede haber dentro

Kikas dijo...

No engaño...
En el Patpong todos sabemos lo que hay....
Lo que no sabemos es lo que nos vamos a encontrar especificamente...
Y a mí, los niños, me gustan para verles jugar al rugby...

Mela dijo...

Kikas... en ningún momento he querido decir algo en contra de ti.
Yo sé que eres un auténtico hombre, un caballero... y muy noble.
Y estoy muy de acuerdo con quien te dijo en la página principal... que tienes clase.
Eso sí... gracias a tu querida madre

Kikas dijo...

Gracias a mi madre tengo innumerables virtudes...
;-)