En casa de mis padres siempre fuimos gente de costumbres. Multiples manifestaciones lo demuestran. Sin duda una de las más conocidas es la compra anual de una cierta cantidad de chorizos en el pueblo en el que nací.
Año tras año mi padre compraba más de 250 kilos de chorizo para pasarlo, y os puedo asegurar que caían todos.
Sin embargo, lo cierto es que nos vamos amariconando, perdón Zerolo, y esta bonita y colesterólica costumbre va decayendo.
Mi viejillo se siente solo, y este año me pidió, por favor, que le acompañase al pueblo, allí donde mi madre descansa mirando a la Sierra. Quise que JA viniese conmigo. Por desgracia, desconoce según que costumbres, y quería enseñarle cómo los chorizos no salen del Carrefour. (Aunque en el Carrefour, habitualmente haya unos cuantos, y no todos lleven cuerda)
Me tenia que ir de viaje al extranjero el domingo, con lo que disponía simplemente del viernes por la tarde y el sábado para darle el capricho (La paliza no es mala tampoco)
Llegamos JA y yo a Vitoria. Sé que os he hablado del increíble Rabo de mi padre, y allí nos estaba esperando una ración para un regimiento de artilleros (Ojito con las sonrisas maliciosas) ;-). Mi viejo me cuida cuando le visito, dos o tres veces al año, y el Rioja, exquisito, y la copa de 1866 me hicieron los honores.
Por la mañana íbamos a recoger la mariconada de pedido de este año. 160 kilos de chorizo (dulce y picante) y 10 de salchichón. La verdad, a este ritmo no sé donde vamos a llegar. Ya no comemos como antes...
Cuando nací, mi padre y el veterinario del pueblo fueron incapaces de abrir un camino en la nieve con el fin de llegar al hospital como mi madre, señorita de ciudad pretendía. Esto tuvo como consecuencia que fui un auténtico bebé 600, nacido en una cuneta. Para que ahora hablen de airbags, abs, Esp, 4X4, monovolúmenes y todas las pijadas que se les puedan ocurrir.
La carretera entonces era tan estrecha (Por supuesto sin asfaltar), que cuando subía el Autobus de la capital, nadie podía bajar por la misma, debido a que no cabían los dos, y ya os podeis imaginar quien mandaba. O sea que, de tres a cinco, la carretera era para el conductor del Bus. Eso es sensación de poder y lo demás son tonterías.
Hoy la carretera tampoco es lo que era y, a excepción de los Umbrios de Trevijano, donde si nieva en Noviembre permanecen unos 50 metros de asfalto helados hasta abril, los fondos FEDER lucen esplendorosamente.
Al llegar, como siempre, fuimos a ver a mi madre. Me maravilló observar como todas las tumbas tenían flores frescas. Para variar me quedé charlando con ella, y las lágrimas volvieron a brotar. No logro acostumbrarme…mi padre tampoco. Despues de ponerla al día de las últimas novedades, de dejar agua en las rosas amarillas que mi padre invariablemente deposita todos los primeros fines de semana de cada mes, y de despedirme pidiéndola perdón por si no vuelvo en otros tres o cuatro años (Ella sabe que siempre la llevo conmigo), nos dirigimos donde Sara, que nos esperaba con el pequeño pedido.
Eran las 12 del mediodía. Sara, mujer de pueblo, amable y hospitalaria, no nos dejaba irnos sin que almorzásemos un poco…y JA se enteró de lo que es almorzar en un pueblo.
Dos huevos con chorizo, que JA no veía el momento de pedir otro más, y un par de vasos de vino (Estos solo para mí).
Gonzalo presume de sus huevos con Chorizo. Asumiré que el chorizo de Gonzalo (Insisto, obviad los chistes fáciles), y solo por su origen, puede tener cierto parecido, y eso lo digo por no ser descortes. Ahora bien, Gonzalo tiene que tomar mucho Cola Cao para que sus huevos se parezcan a estos (¡Os he dicho que obviéis los chistes fácilongos!)
Y recordé cuando en mi juventud, después de ir al monte, nos tomábamos unos huevos fritos donde Gloria, absolutamente espectaculares y cuyo sabor no he vuelto a disfrutar, mientras observaba la cara de absoluto deleite de JA ante esta nueva experiencia. (Efectivamente, no todos los huevos saben igual)
Cargamos el coche, que a este paso en unos años vamos a poder ir en un Panda para meter los 90 kilos a los que la tendencia apunta inexorablemente. Nos vamos haciendo mayores.
Mi ácido úrico comienza a temblar de nuevo, pero vuelvo a llegar a casa justo antes de cenar, para meterme un trozo de chorizo con pan y vino. Uno de los mejores momentos del día.
Los huevos no son como los de Sara o Gloria, pero los recuerdos vuelven a aflorar.
23 comentarios:
Qué bonita entrada Kikas....esa "visita" a tu madre y la figura de tu padre....En medio de tanta poesía los chorizos..jaja y los huevos. Me han encantado tus recuerdos. Un beso
¿Poesia mi padre?
He de depurar mi estilo. Creo que no transmito lo que pretendo.
¡Porque la auténtica poesía eran esos huevos con chorizo!
En fin, nadie dijo que todos teníamos que ser igual de sensibles...
;-)
Preguntas y afirmaciones al canto:
Afirmación. Tendremos que sentarnos uno delante del otro con nuestros respectivos chorizos (dejémonos de chistes fáciles) porque no estoy dispuesto a dejar desmerecer los chorizos de la zona de La Bañeña que son impresionantes (aunque nada parecido a los que hacía mi abuela en el pueblo, 11 km. de La Bañeza). Eso si. Te aseguro que iré con la mente abierta y una hogaza de Jiménez de Jamuz que es otra experiencia como la que tuvo Ja con esos huevos.
Pregunta: ¿Cómo haces con los chorizos para que te aguanten sin ponerse duros como una piedra?
Salu2 famentos.
p.d. No hablo de la visita a tu madre porque veo que es exactamente a la que hago yo a mis abuelitos. Y no soy cursi por lo de los abuelitos. Es que nueve nietos de diversas edades siempre les llamaron así.
Evidentemente mis huevos no tienen nada que hacer frente a los tuyos. Al menos los que hay en mi casa con los que hay en tu pueblo.
Pero te recuerdo que el origen de mis chorizos no son del Leza pero sí del Iregua, con lo que creo de justicia firmar tablas.
Las mismas tablas que propongo si hablamos en igualdad de condiciones cuando me meta unos huevos bajo el vuelo de los buitres leonados.
Añado: Debo tener en algún lado un documento gráfico de unos huevos con jamón, puestos unos y curado el otro al viento del Serradero, que no admitirán tu desprecio.
A ver si la encuentro y la aporto.
Empezamos a tener más de una y más de dos cuentas pendientes(El Txoko, el chorizo...), que habremos de dilucidar más pronto que tarde (Para que la excusa no sea que tu chorizo se puso duro...ejem...perdón)
Y sin desmerecer en nada el embutido leonés, que he probado abundantemente ya que sabes que soy un viajero infatigable por lo cercano y no tanto, estoy hablando de otro "conceto", que diría Pepiño
Por cierto, si te pudieses mercar unos buenos huevos para nuestro encuentro...el vino lo pongo yo
Y verás como al final se nos juntan más de unos cuantos
El chorizo Camerano, Juan Carlos, aguanta años congelado en papel film, y te aseguro que no desmerece en absoluto. En casa de mis padres había dos arcones congeladores industriales para este propósito. Yo, como vivo mucho mejor de lo que vivieron mis padres, habito en una casa mucho más pequeña, con lo que mis 10 o 15 kilos de chorizo dan para atorar el congelador de mi frigorífico durante unos cuantos meses.
Por cierto, una vez aclarada tu duda, me vas a aclarar la mía...
¿Jimenez de Jamuz? ¿Me lo puede usted explicar?
Y yo sí que me pongo cursi hablando de poesía...como le decía a Winnie ;-)
Has de saber, Gonzalo, que tu aparición en esta entrada no es casual.
A Sara le intentaba explicar, entre bocado y bocado, como sin conocerte, habíamos tenido una disquisición acerca de qué chorizos eran mejores.
Su conclusión fue que siendo de Cameros no debían de estar malos, pero que como los de Soto era muy complicado hacerlos.
Por si te pitaron los oidos...
Acerca de los buitres, como habrás leido, soy un ferviente defensor de los mismos. JA se volvió loco el otro día fotografiándolos desde el Mirador.
Que vamos, ya puestos, primero con Juan Carlos y ahora contigo. Estoy dispuesto a compartir mesa, mantel, chorizo, huevos, pan y vino con los que os apunteis
(Siempre que toda la materia prima sea de calidad, por supuesto)
¡Eh! que yo no he discutido si mejores los chorizos de Soto o de Torrecilla, faltaría más. Ya digo que firmo tablas encantado. Y los he comido ambos.
Lo que decía es que a mis huevos que tú haces referencia eran comprados en el Super en un pueblo civilizado como en el que vivo, eso no cuenta. Que una cosa es llenar el maletero con 100 kilos de chorizo y otra con 100 docenas de huevos.
Sobre los de León, que he probado pero poco... no conozco a Juan Carlos así que me mantendré en prudente silencio al respecto.
El que no me he debido de explicar bien he sido yo...
¡Que no firmo tablas! jejeje Que Sara me dijo "malos no han de ser, pero como estos no", jejeje
Y a mi, que no conozco ni a Juan Carlos ni a ti, no me importaría pasar el trago, eso sí, con unas calorias de por medio, como hace la gente civilizada.
Pero si las tablas no las firmo contigo...¡con Juan Carlos ni loco!
De algo me tiene que servir ser de cerca de Bilbao...
Este post me recuerda los tiempos del pueblo en la época del "matacerdo". Nos reuníamos familia y vecinos y disfrutábamos de unas comilonas de órdago que ahora asustarían al más chulo.
Pero, lamentablemente, las cosas cambian y las viejas tradiciones se van abandonando.
Te veo debilitado, eso debe ser que no choriceas mucho últimamente.
¿cuantos sois en casa? vaya tela con el Kikas se zampa 250 kilitos de na de chorizorro. joio por culo que bien te alimentas.
Muy emotivo, me alegra que tengas ese corazoncito.
O sea, Javier, que no puedes ofrecerte como anfitrión para este "duelo de chorizos"
Si es que todos os echais para atrás
;-)
Manuel, en casa éramos 5...y caian 250 kilos...y nuestro colesterol andaba fino, fino, con lo que, lo que nos cuentan ahora, debe de ser mentira
Y corazoncito siempre tuve...pero hay veces que me lo dejo en casa
;-)
Pues sepa ud. estimado d. Kikas, que Jiménez de Jamuz es un pueblín cercano a La Bañeza donde hacen un pan de los antigüos en horno de leña, hogaza, que es para perder el sentido. Tan bueno pero diferente del pan de Cea que hacen en Cea, Orense.
Por otra parte según The Guardian, es el mejor lugar donde comer un filete. Según el mismo artículo, la chuleta del restaurante Capricho está situada en el número 11 del ranking de las mejores 50 comidas del planeta. Viniendo de ingleses no es nada pero yo también lo afirmo y, me temo, tengo un diente que parece parecerse al suyo, d. Kikas ^_^. Aunque tengo que reconocer que chuletas como Dios manda las comí en Orio en un chigre que estaba en la carretera que bajaba al pueblo donde sólo ponían besugo y chuletón de medio kg., 1kg. y 1'5kg. Mi tío, un amigo y yo zampamos 3 besugos y 2 chuletones de medio quilo entre los tres mientras un señor se zampó un besugo y uno de kilo y medio el solito, lo que demostró que estábamos amariconados.
Salu2
Este comentario le hace elevarse entre los objetos de mis admiraciones, Juan Carlos, y me permitirá que, a partir de ahora, le trate de usted.
Porque sigo negando cualquier semejanza entre los chorizos (Y dale...), pero la disertación apoyada con ejemplos de parte de mis pasiones (Por favor....pan de pueblo...pueblo) me hace salivar. Y usted sabe que el salivado es el paso previo a la levitación.
En Orio, naturalmente, usted habrá de tomar besugo a la parrilla.
Pero efectivamente, esa ridícula cantidad para tres, no dice mucho de su hombría. Si usted se pone a dieta no pasee, "o semos o no semos"...
Oiga, que voy a organizar una excursión a Jimenenz de Jamuz. Por cosas menores he movilizado a unos cuantos
Gracias por abrirme a un mundo de posibilidades...
Te ha quedado muy bonito el relato, Kikas. Lo mejor de todo es que a partir de ahora y gracias a Rubalcaba, podréis ir en un Panda o en un 600 a por la nueva remesa de chorizos, aunque ésta sea de una tonelada. Es posible que en el trayecto de vuelta os pueda dar tiempo a comeros el maletero entero, triángulos incluidos ;-)
Fernando, y no te olvides que, para luchar contra la polución, nada mejor que una nueva tasa a los vehículos de Gasoil...que ya decía yo que los Ayuntamientos la polución la iban a arreglar con un impuesto
¿Seremos demasiado viejos? ¿O es todo tan evidente?
Me ha encantado la entrada... hace tiempo que no paso por aquí...
Me he puesto sentimental(no es coña) cuando has hablado de tu charla con tu madre... Me encanta.
Los chorizos!! Mis padres iban a ir a una matanza este puentecillo. A Córdoba... La familia de una amiga de mi hermana, hace todos los años, por esta época una matanza. Habían invitado a mis padres, de los cuales, mi madre, no iba a aparecer hasta que el animalillo hubiera muerto, por supuesto, yo la comprendo porque yo habría hecho lo mismo... Ella va a lo guay... montar los chorizos, la carne... en fin.
Al final ,por varios motivos, no van a ir... una pena.
Los huevos de mi padre están muy buenos (no a los chistes faciles) hemos cometido el error de comprarlos en el Mercadona alguna vez... y no es lo mismo... no saben a nada. No hay nada como los huevos de gallinas que se alimentan bien, pienso bueno, medio libres... en fin... frutita... estas cosas se notan. Son felices y ponen huevos buenos.
Ay kikas... Me has hecho acordarme de mis padres!!
un beso!
Ya, ya, Malvi...tienes varias faltas ;-)
Pero espero que con lo que te diviertas ahora tenga más calidad que este rincón, jejej
Por cierto...¿no estarás embarazada?
No sé por qué se me ha ocurrido esta pregunta traviesa, jejeje
¿te refieres a mi rinconcito de costura? jejjejej
hay que ver las preguntas que se te ocurren!
Este rincón también me gusta mucho, ya sabes que sobretodo cuando hablas de las costumbres tan raras de los chinos... acabo de caer que los chinos tb pensarán eso de nosotros.
jejej
Efectivamente, no sé por qué se me ocurrió, jejeje
Debe ser una pregunta rara, si señor
Pero no me has respondido...
;-)
Hola Kikas... Los huevos fritos me encantan, y también el chorizo
Creo que la comida en los pueblos sabe mejor, no sé por qué
Sé que naciste en un 600, siempre digo que tenías prisa por llegar ;-)
Me parece un detalle precioso que tu padre le lleve rosas amarillas a tu madre todos los primeros fines de semana de cada mes
Y me parece precioso que tú siempre la lleves contigo... es una muy buena compañía
Un beso
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